Diario de Javier Villán.
Agosto 2013. dia 21 miércoles.

 PERE BITXO EN DALLAS Y ESPAÑA COMO SENTIMIENTO.

La  verdad es que este verano no es  muy intelectual; ni siquiera he releido el Pere Bitxo,  de Fonteseré, porque para aventuras me sobran con las que me relata de vez en cuando el propio Fontseré.  He renunciado en parte a mis buenas costumbres de lecturas ligeras; y viajes, los justos, como dice Dolores de Cospedal  de los sapos que va a tener que tragarse.  Toros, los justos también: las CC GG de Bilbao y acaso, dentro de unos dias, Colmenar Viejo y la Feria de los Remedios. La Corredera es una plaza incontestable en mi vida taurina.

Todo más o menos normal, salvo los golpes de calor sahariano que amenazan devastar la pradera, los arriates, los macizos de flores. Los zahoríes que me descubrieron  agua a 150 metros, trabajan a destajo y la higuera se ha puesto amarilla. Espero que después de tantos años de comer sus frutos, no se convierta ahora en la higuera estéril y maldita de la Biblia. Sed, sed, sed: la higuera, el césped, las flores y las Fiestas de Colmenar. Cuatro hortensias y unos metros de pradera y unos olivos, y Manuel Llorente lo llama con intención malévola la finca.

Las distintas televisiones  ponen estos dias películas y películas sobre el hundimiento del nazismo. Cada actor da una imagen y una idea distintas de los monstruos del III Reich. Sigo quedándome con Bruno Ganz. Y reportajes que, aunque vistos, horripilan hasta la náusea. Göering, el gordo infame, destaca en todos los filmes. Tiene perfectamente integrada la maldad, fusionándola con el deber y el patriotismo. Cierto: el patriotismo es el refugio de los canallas. Gordo, lujurioso, salido, fanático y psicópata: nunca se dará por vencido. Cree en la vistoria incluso a través de los siglos. Speer, el inteligente y cultísimo arquitecto del Reich, ministro de armamento, no es tan bueno como quedó en los juicios de Nürember: Göring, a la horca salvado por un cianuro compasivo,  Speer 20 años de prisión. Todo esto me lleva a los diarios de Victor Klemperer, a sus teorías de filólogo y judio sobre el lenguaje del nazismo: la LTI.

Frecuentes comucicaciones con Ramón Fontseré; desde Monterrey, la patria de don Cesar de Echagüe, el Coyote justiciero. Luego, desde Dallas donde apiolaron  a Kennedy. Al fin, me dice, Puerta Grande. No es cierto que lo confundieran con Jordi Pujol en la aduana y quisieran meterlo en Alcatraz con Burt Lancaster.  Al fin no tuvo que apoquinar  los 600 dólares que le exigían por pisar la moqueta yanqui; al final, sala VIPS, Risling, Pinoir, birras frecas gratis total, escolti, que uno es catalán. Me lo cuentan y me lo imagino como un gran montaje de Ioglars: los polis yanquis partiéndose de risa por el suelo y disparando al aire sus pistolas..
Fontseré llegará a los últimos ensayos de "Que trata de España" en el Fernán Goméz. V. V. está nerviosa y nos invita a comer en Navacerrada a mi y a David Loaysa, escenógrafo, luces, vestuario, cosas de una economía precaria; le dan vueltas a los trapos. Robert Muro, agotado por un fin de curso inhumano, descansa en Donosti. Zutoia Alarcia , siempre con la música a otra parte, sufre y descansa en Bilbo. La gente de  "Que trata de España", contenta, porque al final los usacos han tratado a Fontseré como a presidente apócrifo de la Generalitat.
 Los ensayos con el director de Iogalrs son una fiesta. Tiene la escuela de Boadella. A un actor se le ocurre una ocurrencia y dice, "adelante, si funciona..." Hay otras escuelas de dirección que acaban en brazos rotos y actores en el foso. Mejor no nombrarlas, aunque han dado directores excelentes. Llegará a tiempo Fontseré. "Que trata de España" es un espectáculo de Cámara y Ensayo y responde a una vieja idea: el sentimiento de España es demasiado importante para dejarlo en manos de los políticos: tienen que hablar los poetas: Machado, Quevedo, Celaya, Gabriel Aresti, Celso Emilio Ferreiro, Salvador Espriu........Por lo demás, todo normal; el caso Bárcenas en el refrigerador, con este calor. Importan más los sapos que va a tragarse Dolores de Cospedal. Y cómo se los va a tragar.