La Pantoja en prisión.
Han enchiquerado a la Pantoja y a mí
me parece que esto es el fin de España como unidad de destino en lo universal.
Soy coplero de rompe y rasga y siempre pensé que el dia que metieran en el
talego a la viuda de Paquirri, la viuda de España, este país se iba al carajo.
Lo malo es que, mientras a ella la ponen entre rejas, siguen sueltos,
extorsionando y prevaricando, todos los políticos falsarios. Pantoja es el
ejemplo genuino de tonadillera: esposa, viuda y madre de toreros. Luego, cómplice
de un mafioso, alcalde de la Costa del Sol, por culpa del cual ha tenido que
comerse más de un marrón.
El velatorio de la democracia
Siempre procuré ser un hombre
solidario, palabra; y, en ocasiones, hasta lo conseguí; pero el tramo de Madrid
desde el paseo de Recoletos al Paseo Del Prado se está convirtiendo en territorio comanche
por las putas “manis”. Llegas a Colón y el VII de Caballería de los guardias de
tráfico empiezan a enredar la madeja y no sabes si acabarás en la Casa de Campo o en Ventas, y a la mierda
los planes de teatro. El otro dia coincidían dos o tres manifestaciones y,
desde el cerco al que estaba sometido, llamé a una amiga metida siempre en estos fregados. Me respondió yo voy con la manifestación-velada por la democracia.
Velada a la que debieron haber puesto velatorio en vez de velada.
Tras algunas vueltas y revueltas aterricé en
la Sala Mirador con los mongolios, que no se enteran de nada; medio Madrid
parado y ellos a lo suyo; que si el Borbón cazador y la Corina horizontal, que si la
corrupción y los pies negros de Lavapies, cochino barrio lleno de teatros.
Madrid colapsado y los mongolios ¡!viva la juerga!!: Dario, Eduardo, otro
Eduardo que es músico y parece que no ha roto un plato. Me había advertido mi
kioskera, fan de la Revista Mongolia
porque se forra: han metido un músico que toca una guitarra muy pequeña. Qué
coño de guitarra, un ukelele. Y el otro Eduardo, aunque no lo parezca, rompe
más de un plato. El más bestia es Eduardo Galán; y Darío, el argentino-gallego
de Cantabria no se le queda atrás. A veces se ponen un poco más serios, solo un
poco, y culpan al diario El País de
haber envenenado la democracia; yo creo que la democracia nació envenenada y
con ella su soporte mediático, El País. Leo todos: El Mundo, ABC, la Razón; hasta Marca leo por las crónicas deportivas de Segurola y la taurinas de Carlos Ilián. Nadie tan sectario e impostor como el Pais: desde los orígenes. Lo que ahora cuentan Mongolia y Autorretrato de un joven capitalista, lo cuenta yo en Historias golfas del Café Gijon. Y mucho más, en Sonetos de la impostura.
.
Se esperaba en la Mirador de Juan Diego Boto, a la Duquesa de Alba, pero la mujer
liberada que se puso el mundo por montera, cuando quiso y donde quiso, 20 veces grande de España, no
apareció. Quedó absolutamente demostrado que su ausencia se debió a causas
mayores de óbito irreversible y no a que estuviera follando con Raúl del Pozo o Paco Rabal, a los que tenía por posibles valedores de sus riquezas
cuando llegaran los rojos.
Lo de El Pais y la democracia
putrefacta era lo que había; a algunos
han querido cortarnos los güevos por venir afirmando, hace años, que la
progresía es la negación de la izquierda. Pues eso: puto velatorio de la
democracia. Y puto Madrid desde las seis a las nueve de la tarde. Antes se
decía que, al anochecer, en Madrid das una conferencia o te la dan. Ahora,
haces una mani o te la hacen. Los mongolios ha tenido problemas en
Sevilla y eso, como todo buen satítirico, lo convierten en mofa y arte.
Cuidadito, amigos, cuidadito. Yo soy palentino, como Alfonso exduque y viudo de
Cayetana. Soy palentino tirando no exactamente a sevillano, pero sí a
trianero. Triana, la de Belmonte y
la que paró los pies, al menos por un momento, al borracho de Queipo de Llano Y soy también devoto
de la imaginería santera. En una procesión le grité a la Macarena, ¡!tia
buena!! Y me dieron una ovación de torero
por la Puerta del Príncipe. Así que ¡!cuidaditos, cuidadito!!.
Autorretrato capitalista.
Hace unos días fui a Teatro de Barrio, antigua Sala Triángulo a ver Autorretrato de un joven capitalista,
escrito, dirigido e interpretado por Alberto
San Juan. Una especie de confesión, de catarsis, de purificación de los hierros
progresistas. No se trata de dilucidar aquí si es teatro o no lo es. En
cualquier caso, un teatro documento en la línea clásica de denuncia apuntalada
en hechos y documentos. Importa su coincidencia con Mongolia Musical en la
acusación al País y a Juanlu, el
periodista que nació redactor jefe bajo la protección de su padre director
general de Prensa del Movimiento y con Pradera
y Haro Tecglen que dictaminaban la
pureza de sangre de izquierdas de este país llamado España. A buenas horas
mangas verdes. Lo dicho antes sobre Mongolia,
el musical, es aplicable, en parte a Autorretrato
de un joven capitalista, de Alberto
San Juan.
El texto de Alberto San Juan es un
texto didáctico, necesario para las nuevas generaciones. A los de mi edad no
nos enseña nada que no tengamos sabido e incluso olvidado. Y padecido. Pero
explica lo que ha sido es y, posiblemente será este infortunado país- Y lo hace
con un despliegue interpretativo de gran actor: la escuela de Animalario.
Raro doblete en Valle Inclán.
En la sala Francisco Nieva, arriba Textamento de María con Blanca Portillo
eminente, en estado de gracia y no sólo porque encarne a la virgen María, madre
de Jesús, contando su verdad, no la verdad de los Evangelios. Sarcasmo, dolor,
obra maestra de una actriz que lleva en su currículo varias obras maestras.
Abajo en la sala grande Tomas Pandur
y sus masturbaciones esteticistas y filosóficas. Pandur está especializado en sacrificar y demoler grandes
textos que, al menos en España siempre ha salvado Blanca Portillo. Sorprendente coincidencia en el Valle Inclán; una,
a las 19,30 en la sala Nieva; el otro, a
las 20,30. Posibilidad de doblete, a
tiro de ascensor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario