Teatro símbolo de libertad.
Poco o nada se sabe oficialmente de la programación del Teatro Español,
habitualmente cerrada por estas fechas.
Lo único que ha trascendido a estas alturas es el proyecto firme del actual director de recuperar de una vez por todos a Alfonso Sastre; es de esperar que la
izquierda no lo tumbe como hizo el PP del CDN hace algunos años.
Todos los teatros públicos ya han
publicado sus "carteles" menos la CNTC de Helena
Pimenta que reabre el teatro de la Comedia; lo cual, supongo, condiciona la
inauguración.
Este incierto retraso de la presentación de temporada en el
Español, bloquea una novedosa
iniciativa: abrir una campaña de captación de abonados. Y la dificultad de
cerrar los repartos; un reparto no se hace de la noche a la mañana. Y otra cosa
peor; suscita la duda de cuál va a ser la actitud de Podemos respecto al
teatro. Si saben o no saben el papel liberador y social del teatro o lo
consideran una actividad de ocio, supérflua y a extinguir, como hace el pensamiento burgués. El teatro debe
ser considerado servicio cultural a la comunidad; como la educación o la
sanidad. Nunca he visto a Rajoy en un teatro.
Y hace años, cuando la
derecha se reviró contra la programación de Pérez de la Fuente y Eduardo Galán
en el CDN, escuché a un gran prohombre del PP: “¿por qué un cargo nuestro tiene
que hacer esa programación de izquierdas?”
Le respondí; “porque está haciendo estupendo
teatro y ha saneado las cuentas
del María Gerrero”. Quien parece decidida a controlar las desviaciones ideológicas de los actos culturales de la Casa del Reloj, si las hubiera, es la edila de la Arganzuela. No me lo creo, palabra que no me lo puedo creer. ¿Otra vez la censura franquista? Para eso vino la democracia?. Infundios, ya lo verán
Toponimia de Madrid
“Madrid castillo famoso/que al rey moro alivia el miedo /arde
en fiestas en su coso/ por ser el natal dichoso de Alimenón de Toledo”,
“Madrid, Madrid, que bien tu nombre suena”, Madrid, capital de la gloria”, “Madrid
rompeolas de todas la Españas”, “Madrid, poblachón manchego”. Y así hasta el infinito. Todo esto heredan los regidores de Madrid, su
alcaldesa Manuela Carmena, cuando toman la vara de mando. Carmena y su séquito,
que viene a tomar el cielo y a incendiar la tierra, como los ángeles rebeldes
de Alfonso Sastre, Lluvia de ángeles
sobre Madrid, (París) andan a
tortazos con el mapa callejero de Madrid; se quitaron felizmente cuando la
democracia, liberadora entonces y putrefacta por la alternancia PP-PSOE, la Avda del Generalísimo y José Antonio. Era obvio porque
el Generalísimo había sido un dictador cruento responsable de innumerables
males; José Antonio, para la gente del común, era el artífice de una doctrina al
amparo de cuyos símbolos, ese mismo
dictador cargó sus fechorías. Ahí los quiero ver a los responsables del musical
La Princesa Roja.
Castellana y Gran Via son hoy un símbolo de libertad.
Desterrar del callejero a Pemán, Dalí o Gerardo Diego, cosa que sigo negándome
a creer, es sólo un síntoma de incultura. Podemitas y sociatas, han empezado
por Vázquez de Mella que era un
conservador carlista, tradicionalista y mostrenco en beneficio de Pedro Zerolo que, con todos mis
respetos, no era nada salvo defensor denodado de los gays, que está muy bien.
Aunque no me puedo creer este disparate del callejero,
sugiero la lectura de Historia de los
heterodoxos españoles, de Menéndez Pelayo, para ampliar conocimientos. He apostado con Antonio Burgos y con Alfonso Ussía y con otros, más de izquierdas que ellos, que
eso del callejero es infundio para dañar la imagen de Carmena; y que
la WEB Versión Original, que a mí me parece bien, lo desmentirá cual dia.
Mientras esto se aclara, sugiero una solución ecléctica en
previsión de ese vaivén onomástico. Un dia Carmena perderá las elecciones
municipales, es ley de vida, y vuelta a
empezar. Recomiendo ya a quien
corresponda, que en vez de ponerlas
nombres, sospechosos para uno u otro bando,
bauticen las calles con números como en Nueva York: la Quinta Avenida,
la Sexta con la tres; y así.