Me conmovió su recogimiento en el juicio. Le faltaba el rosario
¡Santísima Virgen de la Almudena!¡Cristo
de la Buena Muerte y besapiés del Cristo de Medinaceli! Joder qué pasada, qué contubernio de ángeles,
tronos y dominaciones. Qué unción, y qué discreto gesto los de
Rita Maestre ante los jueces. Parecía la Susana bíblica devorada por la lascivia
de los viejos. No me extraña que el capo de los obispos españoles la haya
perdonadoe. Yo la amo sin esperanza. La Monja Capillera de mi
libro Sin pecado concebido, con el morbo del hábito monjil y la manipulación
de ornamentos para la liturgia, se me ha quedado atrás. Para morbo, bella Rita en el
juicio. Amo más a la Rita compungida, que a la agitadora universitaria.
Pero todo esto es un contradiós y una desmesura. Es un Auto
Sacramental a la inversa, a lo sumo una Misa Negra que no llegó a consumarse.
No sé cómo habrá llevado la cuestión el eminente defensor Gonzalo Martínez Fresneda, pero lo de Rita no pasa de sacrilegio
múltiple en varias de sus acepciones. Ver el diccionario. Eso sólo se le ocurre
a una conciencia creyente, no a una conciencia izquierdosa y atea. Rita Maestre y sus amazonas necesitan permiso
de los curas para que les coman o les dejen comerse las almejas. Si son ciertas
unas declaraciones que me ha pasado un amigo del que me fio poco, fascinado
por el caso, ni siquiera Cristina Schlichting , una desenfadada y notoria periodista
conservadora, necesita permiso del confesor para practicar sexo oral.
La mala conciencia de una niña pija.
Soy fervoroso devoto del cunnilingus y nunca en el coño de la
gozosa partícipe del suceso, me he encontrado un rosario y si me lo he encontrado
lo he apartado delicadamente y aquí paz y después gloria. Es decir, poca paz y
mucha gloria. Soy ateo como buen exseminarista, y no creo que estas cosas
tengan nada que ver con ideologías revolucionarias, sino con escrúpulos adolescentes. La bella Rita tiene derecho a expresar sus frustraciones de burguesita
reprimida, mientras no interrumpa el canto gregoriano de una iglesia. Alto ahí;
el gregoriano es sagrado. Y el coro de canónigos, también.
No creo que la
bella Rita sea de izquierdas ni revolucionaria. Es una burguesita que creyó
encontrar su liberación en el Patio de Maravillas y la oposición a los
desahucios, lo cual me parece honroso
convencimiento. Olvídese de Iglesias inquisitoriales, que las hay, pero a las que,
con los nuevos tiempos, los cunnilingus y las mamadas les importan un carajo.
No quiero ver su belleza ultrajada en una cárcel
Los lemas proferidos en la capilla universitaria, son jaculatorias,
flores a María de un mes de mayo apócrifo y cachondo. Menos eso de “ardereis
como en el 36”, palabras mayores con las que todos,
debiéramos andar con mucho
tiento. En España las teas y las
escopetas las carga el diablo. Me entristece pensar que la bella Rita pueda acabar en una cárcel donde su belleza pudiera
ser ultrajada y violada. Por muy niña pija que sea, no se merece eso.
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