Guindalera.
Elegía por Guindalera.
Dia aciago para el teatro. Cierra La Guindalera. Quienes desde el primer
momento apoyamos no solo unos nombres, (Juan
Pastor, María Pastor, Teresa Valentín), sino un proyecto esencial y una
forma de entender el teatro, estamos alarmados. Alarmados, sobre todo, porque
ese obligado cierre evidencia los desatinos de una política cultural, de una
política a secas; el teatro a los políticos les importa un carajo y la yema del
otro.
Y pese a todo, el teatro no pide privilegios, sino
entendimiento y libertad. Y un poquito de apoyo, las migajas de las grandes
estafas y los grandes fraudes y la corrupción que nos asuela. La libertad en
este país es cara. En vez de ir a votar empleo el tiempo en estas reflexiones.
¿Algún partido tiene un programa teatral razonable?. Rajoy sólo lee Marca y Marca no da información cultural; Pedro Sánchez no creo haya pisado una
sala de teatro en su vida; y la coleta de Pablo
Iglesias, el malo, el impostor, no el tipógrafo de la taberna Labra, ha dejado claro que el
“teatro es una mariconada”. No creo que Pablo Iglesias, el impostor, vaya a Labra
ni siquiera a comer soldaditos de Pavía, que son los mejores de Madrid. Añorado
Alfonso Guerra que sabía de teatro
más que críticos y farandules. Y más que todos los de Podemos. Y Celia
Mayer, concejala de cultura del Ayto de Madrid, ¿sabe ya dónde está “su”
teatro, el Español?.
No soy un sentimental, lujo que un crítico de teatro no puede
permitirse. Jamás le regalé a Guindalera un adjetivo que no se merecieran.
Cierra un local, pero permanecen sus gentes. Veremos a Juan Pastor, a María, a Raúl, José Maya en otras aventuras. Y allí estaremos. Porque podemos detestar
a unos políticos ineptos y corruptos.
Pero nunca podremos renunciar al buen teatro.
Permitidme un brindis taurino. ¡¡Va por ustedes!!.
Premio de narrativa a Xabi Puerta.
A un gran dramaturgo, a un hombre de teatro y televisión
acaban de darle un Premio de Narrativa. Hay personas tocadas por el don y no se
conforman con la excelencia en una sola disciplina. Conozco a Xabi Puerta hace casi 30 años o acaso
más. Desde que Alfonso Sastre me
envió una obra que acababa de publicar la editorial Hiru con una nota recordatoria,
“Javier, no pierdas de vista a este autor”. La obra se llamaba y se llama La piel prestada. No lo he perdido de
vista y hasta le puse el prólogo a su última
publicación Las migas del tiempo.
Esa amistad se vio pronto reforzada por la irrupción en mi universo
afectivo y teatral de Zutoia Alarcia, su mujer, una actriz que ha hecho de
forma irreprochable, entre otras muchas
cosas Ulalume, dónde estás Ulalume. Es
la actriz fetiche de Alfonso Sastre. Pero en teatro, profesionales y profanos
la recuerdan por el desnudo memorable en el viejo Olimpia de DesNudos. Eduardo Haro Tecglen quedó tan impresionado que llegó a proclamar
que un desnudo así no volvería a repetirse en el teatro español; yo más joven, menos
maestro y menos impresionable que Haro, asentí consciente de que ni en la vida
ni en el teatro hay nada irrepetible. Zutoia es de esa rara estirpe de actrices
sensoriales y emocionales de gran calado intelectual. Prepara no tardando
mucho, para finales de año quizá, el montaje de su obra Vivas o muertas. Mientras, Xabi Puerta gana premios de narrativa.
Ortiz de Gondra y su familia vasca.
Este autor de Bilbao,
inseparable de una visión desgarrada y valerosa de la “cuestion vasca”, está inmerso en la
preparación de Los Gondra. Una historia
vasca que dirige Josep María Mestres.
Es una historia de una familia cuyas miembros vienen detestándose desde el carlismo del XIX; y que culmina,
naturalmente, con Eta. No estoy autorizado a contar más, aunque conozco el texto
desde hace por lo menos tres años. Tengo, creo, todos los textos de Ortiz de
Gondra. En mi librería están los originales de Duda razonable, Memento mori, Del otro lado. Eso me da cierta autoridad
para afirmar que Una historia vasca no
es solo la crónica de una fractura
familiar; es una historia sobre la culpa y el perdón, sobre el
arrepentimiento y el olvido. Perdón y arrepentimiento, a mi entender, no son
conceptos políticos, sino religiosos. ¿Qué quiere decir un terrorista cuando pide perdón a la familia de los que
mató, que quiere decir que se arrepiente?.
Desde Dedos, creo recordar, sigo la trayectoria ascendente de
Borja Ortiz de Gondra. Y en la medida que me llegan algunos rumores, su
principal objetivo en estos momentos es
cerrar un reparto en el que, de momento, al parecer, sólo es fija María
Hervás. Adolfo Marsillach decía que cualquier actor/actriz
español/a cambia un estreno en el
Español o en el María Guerrero por un capítulo en una serie de televisión. Pues
en esas estamos.
Salutación a Coca Cola.
No bebo Coca Cola; Marcos de Quinto, José Núñez, Juan José
Litrán, Beatriz, Estefanía… saben que soy hombre de vino y de bodega, las
mejores añadas de Ribera del Duero y de Rioja. Saludo a Coca Cola por su
decidido apoyo al teatro. Hace años que patrocina el Premio Valle Inclán, del
Cultural del Mundo. Y con los premios Buero
Vallejo, pilotados por Robert Muro y
su equipo, ha puesto en marcha una colosal maquinaria de estímulo no solo para
profesionales en ciernes, sino de futuros aficionados. Por miles se cuentan los
participantes en estos premios. 350 grupos han participado en esta última edición,
la decimo tercera, lo que los aproxima a los 10.000 participantes. Algunos
cientos, los más afortunados y premiados, están esta semana en Madrid. Tenía
que entregar algunos galardones, pero me
contentaré con poder asistir a la
ceremonia si, como dicen los toreros, “dios reparte suerte”.
Es la semana del
teatro y Coca Cola, la semana de Coca Cola y la Cultura. Me llama Paco López camarero de Lazcano, bar
próximo a mi casa, donde desayuno y leo
Marca, como Rajoy, para decirme que
tiene un hijo escritor; Iker, al que
Coca Cola ha premiado un relato breve
que promete enviarme. Pues ni por esas logra que brinde con Coca Col, bebida de
la que mi amigo Paco, desde que descubrió las virtudes literarias de Iker, hace
propaganda entre toda la clientela y todo el barrio de Chamartín.
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