Oda a Olatz. Por Javier Villán.
Tu cuerpo ya era todo
transparencia
Apagado, mortal
y sin cadencia.
Tu cuerpo era cristal
Y tu alma, barro de cáncer.
Pero el cáncer por sí solo no
mata.
Mata la burocracia fría,
Los médicos inhábiles,
mata la desazón
por vivir y mata el corazón
torpe y cansado
de aguantar injusticias y dolores
y maldades
y sucias soledades.
Matan los sinsabores
De ignorar si habrá un mañana
Fatal y justiciero
Ante tanto despilfarro
De desidia
Y de insidia.
De no saber si habrá en tu
cabecera
Una mano piadosa
Cuando mueras.
Descansa Olatz,
Tu cuerpo ya es cristal
Y tu alma barro.
Tras un papel oscuro y arrugado,
En un cajón
Sombrío,
Están las sinrazones de tu
muerte,
La razón criminal que cubre y
tapa
La razón que ensombrece
Hiere y mata
Dirán que no hubo suerte
Que el destino está escrito
En el fondo tal vez de un cajón
Sombrío
Más sombrío quizá que el corazón
Humano desahuciado,
Yace tu alma desalentada y sola.
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