tag:blogger.com,1999:blog-61482133221882635032024-03-18T20:06:29.810+01:00Diario de Javier Villán. Teatro, toros y cultura en general.Reflexiones y comentarios sobre la actualidad política y cultural.javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.comBlogger832125tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-39028278239681526502024-03-08T21:42:00.001+01:002024-03-08T21:42:37.043+01:00<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">PAN<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Pan llanco de Colmenar Viejo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No hace muchos años todavía,
cuando yo empecé a considerarme tan colmenareño como palentino de Torre de los
Molinos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o casi,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hijo adoptivo de Colmenar, éste <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tenía fama de amasar y cocer el menor pan de
la comarca, en una panadería situada a la salida<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del pueblo, camino de Miraflores y de Hoyos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Manzanares, cerca de la plaza de toros. Los
fines de semana los catetos de Madrid, que salían al campo a las estribaciones
de la montaña de la Pedrera, a comerse la tortilla de patatas hacían cola ante
esa panadería que ignoro si sigue existiendo. Supongo que la manera artesanal
de hacer el pan ya no se usa, pero los que nacimos en una aldea de Castilla la
tenemos muy presente y ha marcado nuestros<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>gustos paneros. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Comíamos pan
blanco y reciente todos los días, pan candeal. Un lujazo. Y enocasiones de escasez de trigo, pan de centeno que no estaba del todo mal.Aunque algunos, no
muchos, prefirieran el pan “más posado” Se trataba de unos usos solidarios
establecidos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin que a nadie se le pasara
por la imaginación saltárselos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los rebojos,
o sea el pan duro,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se usaba para hacer
sopas de ajo hervidas en cazuela de Pereruela o<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>para dárselos a los galgos de liebres,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>que no sé por qué, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los preferían
al pan reciente. En Torre de los Molinos, mi pueblo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>había un horno, de propiedad privada y uso
colectivo. Cada dia le tocaba cocer a un vecino, el cual repartía la hornada
entre los demás vecinos, operación que se repetía a diario. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Amasar el pan, darle forma redonda, con más o
menos miga según gustos, marcar sus coscoritos exteriores que era la parte más
preciada, meterlo en el horno con una pala muy larga, y con ella retirarlo
cuando se consideraba cocido era un rito observado con precisión. La temperatura
del horno se consideraba adecuada según el color que adquiría el barro de su
bóveda. Nadie que no haya pasado esta experiencia artesanal puede valorar cabalmente
la calidad del pan,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni en Colmenar Viejo
ni en ninguna parte. O sea, que diría PacoUmbral, el cual popularizó en sus
artículos una muletilla que hizo fortuna entre su numerosos lectores, “iba yo a
comprar el pan”.<o:p></o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-90958255148448654842024-03-05T19:51:00.002+01:002024-03-06T14:05:04.965+01:00<p></p><p class="MsoNormal">CAMPECHANO<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Titulo. El rey que fue. Autoría y
espacio escénico, Ioglars. Dirección artística , Albert Boadella. Ayudante de
dirección, Alberto Castrillo-Ferrer. Reparto; Ramón Fontseré, Dolors Tuneu,
Pilar Saenz, Martí Salvat, Bruno López-Linares, Javier Villena. Iluminación,
Bernat Jansá. Espacio sonoro, David Angulo. Vestuario, Pilar Sáenz. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Siempre se espera con interés, un nuevo
estreno del grupo catalán y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Albert
Boadella, en mayor o menor medida no defrauda. Decir Ioglars es decir Boadella,
uno de los mitos del teatro español, un mito vivo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>insurgente, provocador, catalán a su pesar, de
Vich. A Boadella lo odia, o lo odiaba, Cataluña entera y parte del extranjero,
o sea España. Diéronle cárcel las Españas. Se escapó ayudado por Dolors
Caminals, su compañera, pintora excelente de paisajes. Pasó la frontera, se
bajó los pantalones, literalmente, y enseñó el culo a la derecha contumaz y a
una izquierda ortodoxa y taliván que empezaba a pensar que Boadella no era de
los suyos. Aún estaban cerca los tiempos en que, por Boadella, vestidas de
negro a la entrada de los teatros donde representaba, rezaban rosarios las
piadosas mujeres de la España profunda y celtibérica. Yo lo ví. Y también vi
una feroz expresión de odio a la entrada del coso de Marina en Barcelona,
“no<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la pena de muerte, excepto para
Boadella”. Aquella época belicosa e insurgente pasó y ahora Boadella aborda la
figura patética del Rey Emérito, Juan Carlos de Borbón, exiliado en la morería
de oro y petrodólares, patético y shakesperiano. Retrato benevolente y piadoso
de un picha brava que, todo hay que decirlo, cumplió el destino histórico con
Adolfo Suárez de canalizar el tránsito de la dictadura a la democracia. Sobre
otras circunstancias más obscuras, por ejemplo la ambigua actitud inicial de
Juan Carlos, el tejerazo del 23F hasta decidirse a condenarlo con rotundidad; y
la deslealtad a su padre don Juan, el personaje más odiado por Franco, Boadella
pasa de puntillas. Virtudes humanas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aparte, que las tiene, Juan Carlos es un
ladrón, de aquella estirpe sentenciada por Valle Inclán cuando Alfonso XIII <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tuvo que exiliarse: “ a los borbones<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los hemos echado de España, no por reyes,
sino por ladrones”. Tome nota Felipe VI, el cual cuenta con la simpatía de gran parte del pueblo español y los sabios consejos de su mujer, la Reina Leticia, la leti para los amigos que la conocieron en televisión española donde trabajaba. Con todo, los republicanos seguimos con el lema, "a por la III y en ellos estamos".<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El montaje de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El rey que fue</i> es un montaje que me
atrevería a llamar minimalista; pocos elementos pero imprescindibles, sobre la
cubierta de un yate en la que el Rey Emérito celebra <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una fiesta. La interpretación de Fontseré,
Dolors Tuneu<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Pilar Saenz tiene el
toque inconfundible de Ioglars que es ya un sello, una marca.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los juglares genuinos. Calan en los personajes,
los desvelan<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y lanzan sus vísceras y sus
vuelos al espectador ávido, entre carcajadas y silencios. A veces Stanislaski
difuminado y con frecuencia la Commedia de l Arte al fondo. Fontseré, al que en
alguna ocasión<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>definí como una síntesis catalana
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Charles Chaplin y Laurence Olivier,
completa con el Borbón la lista de personajes que marcan y definen la vida
española del siglo XX; Jordi Pujol, Josep Pla, Dalí. Puede que un dia haga un Picasso, con su aureola de comunista y de vividor de la vida, pintor que nada buscaba y todo lo encontraba sin proponérsemo, que supone un desafío En un momento de esta
función hace un Franco genial y desternillante. Pero no es el Franco de la
Cruzada y los fusilamientos que convirtió España en un cuartel sangriento; es
un Franco imitado por el Borbón/Fontseré. Puestos a matizar, no es esta la más
alta ocasión que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vieron los siglos de
Ramón Fontseré, pero Ramon Fontseré essiempre Ramon Fontseré, o sea un genio , el cual debe medir el posible riesgo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de
parecerse cada vez más a sí mismo en detrimento del personaje que encarna. <o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-39564243639732887362024-02-28T12:01:00.002+01:002024-02-28T12:01:59.095+01:00<p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Aniversario y
reivindicación de Juan Perez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Creus, el
último satírico <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Estoy seguro de que Alfonso Ussia,
epígono de Pérez Creus, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en cierta
medida, no tomará a mal el título de esta croniquilla. Traigo a colación a
Pérez Creus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque me parece que hace días se ha recordado, si bien un poco cicateramente,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el centenario de su nacimiento. Ignoro si las
próximas generaciones, sin objetivos claros contra los que luchar o a los que satirizar,
darán algún otro vate digno de tal nombre como el de Juan Pérez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Creus; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>coloso de la literatura que abarcó el humor,
la novela mágica, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(precedente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>afirman algunos_ del realismo mágico<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sudamericano), <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el ensayo y los libros de viajes. Es quizá la
hora en que alguna editorial valiente y arrancada aborde la edición completa de
su dispersa obra , Ramón Akaun suponer. En mi agenda de estos días tenía y
tengo anotado, ignoro con qué finalidad, “Juan Pérez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Creus el satírico <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>suicidado”. Cualquiera que fuera el motivo de
mi recordación, toda circunstancia me parece <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buena para escribir de él, humorista, narrador
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y poeta que llevó hasta el fin su humor
y su sarcasmo vitalista. Se tiró desde la azotea de una casa de siete pisos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por culpa de una mujer que no le quería. Los
viejos, escrito está,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no deben
enamorarse. Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>menos de una mujer joven, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ligera de cascos y muy guapa, Mireya o Mirenca
o algo así, creo que se llamaba, dependienta<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>rescatada de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un supermercado de
más allá del telón de acero.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Semanas antes de su suicidio, la
palabra <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">autodevastación </i>le gustaba más, me lo encontré en el Café Gijón, de
Madrid, ayudándose de un andador, tal era la decrepitud de su ancianidad.
Buscaba a su Vivenca o como se llamara, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">dónde
se habrá metido esta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>zorra. </i>No voy a
insistir en <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esos momentos desdichados; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prefiero recordarle, entre otros <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sublimes, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en una comida en Salamanca, con un grupo de
poetas invitados por el Gobernador Civil, Ulpiano<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llamado, al que apodaban <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el casto</i> por haber cerrado las casas de latrocinio, o sea de putas,
de la ciudad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Al tal Ulpiano no se le
ocurrió otra cosa, en su discurso de bienvenida, que declararse enemigo de don
Miguel de Unamuno tan vinculado a Salamanca. No habíamos llegado a los postres
de un suculento banquete, cuando empezó a circular de mano en mano, un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>epigrama <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Pérez Creus,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que decía:<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Se dice antiunamuniano<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que es como negar ser hombre;<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que le vayan dando a Ulpiano<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Por donde acaba su nombre.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pérez Creus fue señero en la
sátira cotidiana, erótica y mujeril; véase esta muestra dedicada a una fémina, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de muchedumbres conocida <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por su prodigalidad desenfadada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en el arte amatorio , <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y llamarte putísima seria<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Como llamarle cerro al Himalaya,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Como llamarle arroyo al Amazonas.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p> </o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Perez Creus no eludió la satíra
política a los prebostes del Régimen, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
las páginas del ARRIBA, donde entre otras publicaciones, dejaba sus COPLAS DE
MAESE PÉREZ; como demuestra este poemilla dedicado a José Solis, Ministro del
Movimiento y camisa azul.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Del Norte al Sur, del Este hasta el Oeste era<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Del regimen franquista la sonrisa,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Sonreía mejor que Monna Lisa<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este es mi homenaje póstumo, muy póstumo pero
también muy sentido, a Juan Pérez Creus que había sido <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Comisario Político </i>del bando republicano durante Incivil guerra del
36 y que,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llegada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la victoria de Franco, fue depurado y
amnistiado después bajo la protección de Camilo José Cela y de Jaime Campmany
que lo admiraron siempre. <o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-69441847044206062002024-02-25T19:55:00.003+01:002024-02-25T19:55:42.993+01:00<p></p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal"><b>Carta a Antonio Leyva que se marchó sin avisar.</b></p><p class="MsoNormal"><b>Hola Antonio. </b><span style="text-align: justify;">Te envié esta carta hace unos días, pero se me
olvidó ponerle sello y me la han devuelto para que la franquee adecuadamente.
Por eso te llegará con retraso. Después de irte, te han hecho un homenaje en Orfila,
galería</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">que tú fundaste con otro poeta,
Julián Marcos, el cual </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">se pasó al cine consciente
de que en la poesía carecía de porvenir. Causas ajenas a mí voluntad me
impidieron ir a tu homenaje. Primero una pregunta, ¿por dónde andas?. Luego, un
reproche;</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">esto no se hace a un amigo, a
los amigos. Aunque nosotros, los de entonces, no seamos los mismos. Te has ido
en silencio. Con discreción,</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">sin armar
bulla. La discreción, bien mirado, en personas como tú, no era una virtud sino
una necesidad de aquellos tiempos obscuros; La necesidad de la clandestinidad
política en que nos movíamos muchos, por abruptos terrenos aledaños al Partido.
O dentro del Partido. </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">El Partido
Comunista, nada más que hablar. No había otro. El Psoe,</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">durmiente o de vacaciones. Decir el Partido
era decir PCE, el único al que verdaderamente odiaba y temía Franco, junto a
los monárquicos de don Juan de Borbón, amigo de la antiespaña en la que nunca
jamás de los jamases llegaría a reinar. A riesgo incluso de una trifulca </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">familiar borbónica. ¡Palabra de Franco, Franco
Franco!</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Galería Orfila, no era el centro de nada y
era el centro de todo. Julian Marcos, como ya he dicho, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>renunció a Orfila para dedicarse <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dirigir <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cine, su gran pasión. Tú continuaste un
proyecto que hoy rige tu hijo, Antonio Leyva San Juan. Tu condición de poeta de
vanguardia, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la que Fanny Rubio ha
dejado constancia en sus estudios sobre las revistas de poesía de los años
cincuenta, es un hecho menos conocido, pero cierto. Aún no he podido leer tus
dos últimos poemarios porque en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la Casa
del Libro no dan razón, mi librero de Colmenar Viejo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es un tanto indolente y tú indolencia postal
no me los ha enviado. Aprendices de periodistas, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que están haciendo un máster, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me preguntan sobre la aventura de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónica3 de las artes,</i> revista que
fundamos tú y yo, que sobrevivió honrada y heroicamente tres o cuatro años; sin
cambiar críticas favorables por publicidad pagada, que era cosa bastante normal
en aquellos tiempos. Teníamos las mejores firmas de críticos de arte, pero la mayor
parte de la revista la escribíamos nosotros dos. Quiero citar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Manolo Conde porque era amigo muy especial,
al que siempre temíamos fuera a ocurrirle algo indeseable. La revista se llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónica3, </i>porque se nos unió Jacinto
Sánchez, que tenía un taller de impresión de libros, revistas y catálogos de
pintores, con lo cual la salida a kioskos estaba asegurada. Jacinto Sánchez era
un gran profesional al que yo conocía del periódico <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Arriba</i> a cuya “desfalangistización” ambos contribuimos, yo en redacción,
desde el PCE insurgente clandestino, y Jacinto en talleres, al principio desde
USO, organización <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sindical
autogestionaria, modelo Tito de Yugoslavia,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y más tarde me parece recordar,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>desde Comisiones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Obreras. <o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-39537156548934301332024-02-05T21:02:00.001+01:002024-02-05T21:41:01.953+01:00<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">TEATRO. UN RELEVO, Pérez de la FUENTE en el FERNÄN GOMEZ.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">Y un OBITUARIO, el poeta y crítico de ARTE ANTONIO LEYVA</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">El alcalde de Madrid don <b>José Luis Martínez </b></span><span style="text-align: justify;"><b> </b></span><span style="text-align: justify;"><b>Almeida</b> ha substituido, en la dirección del
Teatro Fernán Gómez, </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">a <b>Laila Ripoll por Juan Carlos Pérez de la </b></span><span style="text-align: justify;"><b> </b></span><span style="text-align: justify;"><b>Fuente</b>, ambos de
reconocido prestigio en el proceloso mundo del teatro.</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Aunque fuentes municipales insistan en
calificarlo como relevo puramente profesional, </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">se trata creo yo de un gesto político, pues
Pérez de la Fuente está considerado un hombre próximo al</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">PP, circunstancia </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">aproximativa muy personal de alguien que en tiempos, creo recordar, gozó de la confianza de <b>Rajoy</b>; no me hagan mucho
caso</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">pues mi memoria puede serme
infiel.</span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Al decir </span><span style="text-align: justify;"> </span><i style="text-align: justify;">via muy
personal</i><span style="text-align: justify;">, me refiero al sello exclusivo que Pérez de la Fuente imprime a
sus acciones teatrales e ideas y, por lo tanto, también a sus actitudes
“políticas”, una especie de verso suelto. </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Respecto a la relevada, </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">Laila Ripoll, yo no la considero vinculada orgánicamente
a ningún grupo político, si bien es evidente su compromiso con los españoles
presos </span><span style="text-align: justify;"> </span><span style="text-align: justify;">en el horror de Auswith, cerca de
diez mil, marcados por el </span><i style="text-align: justify;">triángulo azul</i><span style="text-align: justify;">.</span></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Juan Carlos Pérez de la Fuente ha
iniciado su andadura al frente del Fernán Gómez encargando a <b>Helena Pimenta</b> la
dirección de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Regenta</i>, <b>Leopoldo
Alas Clarín</b>, en versión de Eduardo Galán, autor experimentado e la comedia y
las adaptaciones, el cual<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ejerce
también de coproductor a través de su empresa <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Secuencia3. </i>La designación de Helena Pimenta lo interpreto como un
inteligente guiño al sector más progresista de la Farándula. Aunque me parece
evidente que, en la actualidad, la derecha española no anda sobrada de
talentos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>teatrales de los que echar mano.
Por lo demás, en mis Memorias de próxima aparición, me atrevo a afirmar que
Pérez de la Fuente es un “hombre considerado de derechas que ha hecho un teatro
que le correspondía hacer a la izquierda”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Donde
estás Ulalume, dónde estás</i>, de Alfonso Sastre, el exiliado de Hondarribia, fue
un montaje cumbre; con escenografía de David de Loaysa, siempre a favor del
actor como en él es habitual; Zutoia Alarcia y Chete Lera en estado de gracia,
un estado de gracia maldita y confrontada en tormentosos ensayos, y un Camilo Rodríguez poliédrico y firme. Chete Lera había iniciado ya un viaje sin retorno
al malditismo del cual <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue víctima definitiva
años más tarde, muriendo en un accidente de carretera.</p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"> En el haber de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pérez de la Fuente está también haber
recuperado para la escena española, en la que nunca había estado, a Fernando Arrabal. A<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la presencia de
Arrabal, Pérez de la Fuente sumó otra recuperación, la de María Jesús Valdés,
actriz eminente, apartada del teatro por imposición de su marido, Jesús Gil,
médico particular del Caudillo, al quedarse viuda y liberada. María Jesús
Valdés fue su actriz fetiche hasta que dejó de serlo y acabaron distanciándose.
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La madre; Como un martirio chino </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en los sótanos del Reina Sofía, en la sala de
torturas de la Inquisición,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los reunió a
los tres de forma memorable. Un momento cumbre del teatro español de los
últimos tiempos.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El montaje de la NUMANCIA de Cervantes
marcó un punto casi sin retorno en mis relaciones de crítico con Juan Carlos Pérez
de la Fuente. Mostré mi desacuerdo, no tanto con el montaje globalmente
considerado, sino con la versión que de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Numancia
</i>habían hecho Alicia Mariño y Luis Alberto de Cuenca. Celebraba yo la
interpretación de Beatriz Argüello y mostraba ciertas reticencias<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con la de Alberto Velasco; se<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tomaron, sin embargo, como reproches
personales a este actor los calificativos que yo aplicaba a su repulsivo
personaje. Se armó la de Dios es Cristo, cartas al director incluidas en las
que se pedía a Pedro J Ramirez mi expulsión del Mundo. Natalia
Millán, actriz en la que siempre he puesto mis complacencias., se sumó al linchamiento. Mis desacuerdos
con Natalia Millán eran y son de otra índole; Natalia es fervorosa antitaurina<span style="mso-spacerun: yes;"> militante </span>y yo he visto en mi vida cerca de cuatro mil
corridas,y si ahora no piso una plaza es por causas ajenas a mi voluntad. En lo
que sí concuerdo con ella es en la positiva<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>valoración de Alberto Velasco. O sea, que en mis juicios sobre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Numancia
</i>muchos confundieron los culos con las témporas, la velocidad con el tocino
y la gimnasia con la magnesia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este
nebuloso relato espero matizarlo con más precisión en mis Memorias, de próxima
aparición. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">ANTONIO LEYVA, IN MEMORIAM<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Adios amigo. Nosotros, los de
entonces, no es que ya no seamos los mismos, es que no somos, es que estamos
dejando de ser. Antonio Leyva es poeta muy valorado por las revistas de
vanguardia de los años cincuenta, crítico de arte, galerista, fundador de
Orfila con Julián Marcos, también poeta, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">in
memoriam</i>, la Galería decana de las salas españolas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Orfila es más que una sala de exposiciones;
fue y supongo que sigue siendo, centro de agitación cultural y manifiestos
agitadores. Incluso los pintores ajenos a la política ambicionaban llegar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Madrid y exponer en ella. El sótano de
Orfila, la trastienda, al que se bajaba por una escalera abismática, era, por
otra parte, la cueva de los tesoros; restos de exposiciones, cuadros
maravillosos a precios asequibles. Allí descubrí un dia los toreros descalzos
en busca de una oportunidad, del palentino<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Félix de la Vega, que hoy cuelgan en mi casa,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y allí nos hicimos amigos. Felix de la Vega,
uno de los grandes silenciosos de la pintura, al que se llevó por delante un cáncer
prematuro y malvado.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Con Antonio Leyva fundé la
revista <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónica3 de las artes, </i>que
sobrevivió dignamente tres años o cuatro, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin aceptar publicidad o cuadros <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a cambio de críticas, gracias a
colaboraciones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mal pagadas, o gratuitas,
de los mejores críticos del momento. Se preguntarán cómo siendo dos, se llamó <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Crónica 3.</i> Muy sencillo; pronto se nos
unió un taller de imprenta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del que era
dueño Jacinto Sánchez, sindicalista de USO y más tarde, de CC OO, creo, con lo
cual teníamos asegurada la impresión de la revista. Ciertamente, buen amigo,
nosotros los de entonces, ya no somos los mismos, pues ni siquiera somos. ¡Qué
solos se quedan, nos quedamos, los vivos!. <o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-11142195376358493462024-01-27T14:39:00.002+01:002024-01-27T14:39:42.038+01:00<p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Reivindicación del pateo
en el teatro <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Peris Mencheta, un grande de la
escena y del cine español, y el servidor de ustedes un poco menos grande que esto firma, creamos in
illo tempore, antañón que diría Paco Umbral, la ORDEN DEL PATEO o algo así.
Reivindicábamos con ella lo que pudiéramos llamar la “claque negativa”, la genuina,
que por un bocata, un vaso de vino y entrada gratis la noche del estreno <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pagados por la competencia, se encargaba de
reventar un estreno.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nada nuevo, pero en
desuso. Queríamos, en suma, que todo el público fuese claque, curioso fenómeno
teatral y social gracias al cual yo pude ver teatro en mi juventud impecune. Reivindicábamos
la posibilidad del pateo en los estrenos para neutralizar el aplauso convencional
y cortesano de los estrenistas: amigos, novias, padres y hermanos del autor
estrenado. No recuerdo si llegamos a ponerlo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en práctica, aunque convinimos aplazarlo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>hasta después de uno de los estrenos de Mencheta o de algún amigo. Nuestra
común amiga María Diaz, siempre entusiasta y siempre amiga de sus amigos, pero
más amante del buen teatro, me trae noticias de Peris Mencheta activo y siempre
triunfante. Algunos contratiempos pasajeros perfectamente superables por la indomable
vocación de crear y de vivir de este teatrero. Lo humanamente posible y aun lo
divinamente imposible está en nuestras manos. Por causas ajenas a mi voluntad,
malvadas dificultades locomotrices, pasajeras espero, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>veo poco teatro últimamente. Y escrito está
que una vida sin teatro es menos vida. Así que ignoro cómo va aquella cosa del
pateo. Del lado obscuro de la crítica me pasé al lado luminoso y siempre
amenazado de la autoría. No hace mucho estrené en la sala Guindalera, de Teresa
Valentín y Juan Pastor, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diálogo
imaginario entre María Casares y Albert Camus. </i>Noche de infierno, pese a
que la dirección y escenografía de David de Loaysa y la interpretación de
Sabela Hermida y German Torres fueron cumbres. Y pese a las ovaciones y el
clamor, y taquilla agotada los tres días iniciales, fines de semana y gira
posteriores. El morbo, supongo, de ver al severo crítico, ¡!!criticado!!. Sólo
patearon cuatro o cinco, quizá una docena de espectadores, pero todos
convinimos en aceptar<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que la causa era
porque esos señores o señoras tenían frio<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en los pies y necesitaban calentárselos, aunque fuera junio. Voy a
repetir aventura, y estoy en ello, con otro texto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Diálogo entre Fridha Khalo y Leon Trotsky. </i>Admirado amigo Sergio
Peris Mencheta, vuelve pronto. Tenemos que revisar aquello del pateo.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-72455162329485035222024-01-25T14:09:00.002+01:002024-01-25T14:09:37.567+01:00<p></p><p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt; text-align: justify;">ANIVERSARIO. MATANZA de ATOCHA</p><p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt; text-align: justify;">NI OLVIDO NI PERDÓN</p><p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt; text-align: justify;">El 24 de enero
de 1977 unos pistoleros de extrema derecha, irrumpieron en el tercer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>piso del número 55 de la calle Atocha y
mataron a cuatro abogados laboralistas del Partido Comunista y a un
administrativo.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los asesinados<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fueron Luis Javier Benavides, Enrique
Valdevira, Francisco Javier Sauquillo, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez Leal.
Sobrevivieron gravemente heridos, Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz, Luis Ramos y
Lola González Ruiz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Por la masacre
fueron condenados<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>García Juliá, ¨pulso
firme y mirada de hielo¨, según los sobrevivientes,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fernández<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Cerrá y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Francisco Albadalejo,
considerado autor intelectual del hecho que implicaba también, creo recordar, a
García Carréslider del sindicato vertical. En la sombra, quizá,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque se desligaran del suceso, el líder de
Fuerza Nueva Blas Piñar y Sanchez Covisa, jefe de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los Guerrilleros de Cristo Rey, que meses
atrás habían intentado tirarme por la ventana, desde un séptimo piso de Prensa
del Movimiento y un falangista de bien, Cristóbal Páez, interponiéndose con
riesgo de su vida, lo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>impidió llamando a
la policía.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-top: 12.0pt; text-align: justify;">Yo esperaba a
Manuela Carmena, para no recuerdo qué asunto<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y Carmena se retrasó o se equivocó de despacho, no puedo recordarlo. En
realidad, los recuerdos de esos momentos siempre se me presentan confusos y
convulsos. Sí recuerdo con nitidez, al dia siguiente, los féretros en el
Palacio de Justicia, la capilla ardiente a la que asistí en compañía de Manolo
López, abogado laboralista, miembro del Comité Central del PCE, y Lola Pintado
su mujer;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y recuerdo la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>firme actitud de condena del decano de
abogados de Madrid,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>don Antonio Pedrol
Rius, que me pasó una nota para Manolo López. Los ví juntos luego, pero ignoro
que contenía la nota ni de qué hablaron.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Una multitud de cien mil personas, quizá más, disciplinada,
silenciosa<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y dirigida por militantes del
PCE, acompañó a los féretros, uno de los cuales salió hacia no sé qué
provincia, hasta el cementerio. El actor Juan Diego lloraba a mi lado. Juan
Diego y yo nos quedamos en Cibeles y poco después nos refugiamos en el Café
Gijón. Policías de la secreta, evidentes, y un poco acojonados, no se
atrevieron a decirnos nada. Esas cien mil personas en la calle, aunque
silenciosas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>eran muy elocuentes. De una
manera o de otra los autores de la matanza, fugados,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lograron escapar de la justicia o castigados
con veniales condenas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>García Juliá,
prófugo y vinculado en Brasil a turbios negocios de narcotráfico, volvió a
España. Ignoro qué ha sido de él.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ni
olvido ni perdón. Era la recién nacida democracia lo que los asesinos querían
llevarse por delante y no sólo a los abogados comunistas de Atocha.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-66203984404111157232024-01-17T18:27:00.000+01:002024-01-17T18:27:37.135+01:00<p> </p><b>VERSOS CONTRA LAS BALAS</b><div>Título TRES POEMAS Y UN RENGLÓN. Autor Jesús Figueres.
Edición de autor. Páginas 63.<p class="MsoNormal"><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">Un grito por la paz, una oración, un lamento; una defensa de
la inocencia ultrajada, la herida abierta del hombre al que no le basta su fe
en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la DIVINIDAD para enfrentarse al actual horror del mundo. Ni su comunión con su esposa, ni su fe en el padre
ARRUPE, que fue, creo, Superior de la Compañía de Jesús. No estoy muy al tanto
de este tipo de jerarquías. Recordemos otros libros de <b>Jesús FIGUERES</b> ,<i>?Porqúe lloras,
ARRUPE.</i>? O <i>A ella, </i>Y <i>Principiando, </i>o <i>Esperando el principio, </i>sin pretensiones por mi pate de exahustividad,. Jesús Figueres entre la mística y la pasión por el hombre creyente y
desvalido. Formalmente, retoma la disposición tipográfica del verso
roto, escalonado, fragmentado. Tendencia que algunos poetas practicaron hace tiempo y que no llegó a cuajar en estilo dominante, tampoco lo pretendían. Trataban de resaltar visualmente,
la importancia del pensamiento que les interesaba poner de relieve. Libro sencillo, elemental, sin retórias y del que los siguientes versos pueden ser su mejor definición y análisis: "Silencio. Mis niños duermen./ Que pare el trueno de la metralla/ y el silbido de las balas" Libro inusual, por distinto, dentro de un panorama poco alentador de la actual poesía
española que sigue anclada, creo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>entre
un esteticismo heredado de los novísimos de <b>Castellet</b> y el clasicismo de la
generación de los cincuenta. Acostumbro a decir, cuando me preguntan sobre poetas jóvenes actuales, que yo me
quedé en Quevedo o a lo sumo, en la Generación del 27. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No es verdad del todo. Llegué también a <b>Federico García Lorca</b>, asesinado por el fascismo, a <b>Miguel Hernández</b>, el mito sacro de mi generación hoy ochentona, a<b> Juan Ramón</b> , su "poesía pura",sus manías de neurótico y su Premio Nobel, "no lo toques ya más/ asì es la rosa"; a Luis Rosales, jefe que había sido de la falange granadina, con su hermano Pepiniqui los cuales no pudieron salvar a Lorca, refugiado en su casa, donde, como casa de faangistas, lo creían seguro. También he llegado a<b> Blas de Otero, Salvador Espriu</b> y su <i>La pell de brau. </i><b>Claudio Rodríguez</b>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a <b>Pere
Gimferre</b>r y algunos otros. <span style="mso-spacerun: yes;">Quiero decir con esto que no me quedé en Quevedo, nada más., aunque reconozco</span> leer poca poesía actual y que mi interés por la lírica ha disminuido notablemente. "Malos tiempos para la lírica", que dijo <b>Bertold Brecht</b>.<o:p></o:p></p></div>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-668489208028503132024-01-14T22:08:00.000+01:002024-01-14T22:08:19.383+01:00<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Eduardo Chillida. Poética del hierro y el hormigón<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En estos días, creo que el pasado
dia 13,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Eduardo Chillida escultor al que
se considera máximo representante de la llamada Escuela Vasca, habría cumplido
cien años. El mundo del arte y de la política ha recordado a Chillida que tiene
en Hernani <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una gran instalación al aire
libre, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Chillida leku, </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un museo que ocupa un considerable espacio: su
obra, fundida con el paisaje y la tierra, como si siempre hubiera estado allí,
como si allí mismo hubiera brotado de la tierra por generación espontánea. Yo
soy más de Jorge Oteiza que de Eduardo Chillida, pero eso es un problema
personal que habré de resolver<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un dia, más
intelectual que pasionalmente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si me
queda tiempo en esta vida, cosa de la cual no estoy muy seguro. Oteiza era, por
encima de todo, un poeta, un pensador, que había publicado un libro que a mí me
parece definitivo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Existe Dios al
noroeste. </i>Tuve un ejemplar con dedicatoria manuscrita que doné a no
recuerdo qué organización cultural. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Madrid cuenta con la presencia de Chillida en
el Museo al aire libre de la Castellana, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bajo el paso elevado que une las calles Juan
Bravo y Eduardo Dato. Se trata de La Sirena Varada, una mole de hormigón de
6200 kilos que cuelga del techo del paso elevado. En este museo figuran,
además, obras de Julio González, Manuel Millares, Pablo Serrano, Martín
Chirino, Francisco Gabino, José María Subirats, Rafael Leoz, Eusebio Sempere,
Andreu Alfaro….. la flor y nata de la escultura abstracta de vanguardia,
española y me atrevería a decir que universal. Sobre todas, sobrevuela la
Sirena de Chillida cuya instalación suscitó polémicas y prohibiciones en el
Madrid de Arias Navarro, un alcalde más conocido por la cruenta represión que
durante la Incivil Guerra del 36 desató <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en Málaga, que por sus méritos de alcalde.
Arias Navarro fue aquel que siendo ya presidente de Gobierno, anunció llorando y
roto de dolor, la muerte del Caudillo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Españoles,
Franco ha muerto”. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En lo referido a la polémica
sirena, el equipo técnico del Ayuntamiento de Madrid consideraba, frente a
informes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solventes de acreditados especialistas,
la arriesgada posibilidad de derrumbre, con el peligro evidente para las personas,
contemplativas o viandantes. En realidad, se trataba de una prohibición encubierta
dada la personalidad humanista y política de Eduardo Chillida. Después de
muchos años, ahí está, varada y voladora, la Sirena, sin haber originado
ninguna catástrofe como auguraba Arias Navarro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carnicerito de Málaga, </i>como le apodó el inolvidable Francisco
Cerecedo, muerto de infarto en un viaje a Hispanoamérica, en el que acompañaba<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Felipe González; un Felipe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>emergente y lejos, nos parecía entonces,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del traidor esencial, del señor equis del
comisario Amedo, del Gal y la cal viva. Inocentes que éramos entonces.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Eduardo Chillida podía haber
llegado lejos como futbolista; fue un sólido defensa central de la Real
Sociedad de San Sebastian pero acabó dejando el futbol para ser un escultor de
referencia universal. Le comenté un dia, para un reportaje que me había
encargado no recuerdo qué revista, que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Albert Camus, premio Nobel de Literatura y
autor, entre otras obras mayores, de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
peste</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El hombre rebelde,</i> había
sido portero de fútbol en su Argelia natal<i style="mso-bidi-font-style: normal;">
</i>y Chillida se sintió halagado por la coincidencia. Fútbol, poesía y arte.
Por algo Rafael Alberti escribió para un portero célebre del Barcelona, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Oda a Platko, oso rubío de Hungría. </i>En
el seminario de Palencia a mí me gustaba jugar al futbol y era tan voluntarioso
como torpe e ineficaz. En un partido, la pelota me golpeó en la cabeza, sin
que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>yo hiciera nada por ello, y como
estaba muy<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cerca de la portería, entró a
gol. Desde entonces empezaron a llamarme <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el
hermano cabeza. </i>Pero juro que no tuve la culpa.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-10805376787570925392024-01-02T20:05:00.001+01:002024-01-02T20:21:51.189+01:00<p>INFAMIA CONTRA PALESTINA INDEFENSA</p><p>Creo que fue Theodor Adorno, el gran filólogo y pensador, quien dijo "es radicalmente obsceno escribir poesía despues de Auswith". Algo parecido podría decirse ahora respecto al nazisionismo de Netanyaju y el Estado de Israel, "es obsceno escribir poesía sobre el genocidio que diezma y trata de exterminar al pueblo palestino." No escribiré , pues, y me limitaré a repetir con</p><p> <b>Salim Yubran</b>, creo</p><p>"Ay almas de los muertos en los campos nazis.</p><p>Si supierais vosotros, </p><p>si supierais."</p><p>O con <b>Fadwa Tuqan</b></p><p>"Que no calle la pluma ni enmudezca el fusil"</p><p>O con Mahamud Darwis</p><p>"Pero no me regañes si me retraso un poco</p><p>ES QUE ME DETUVIERON...."</p><p>Todoss con Palestina libre y soberana...</p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-42789525996658626592023-12-23T21:38:00.000+01:002023-12-23T21:38:02.883+01:00<p> </p><p class="MsoNormal">HAPENNING, </p><p class="MsoNormal">LA NOVELA TURBIA de UN DRAMATURGO LUMINOSO<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Novela maestra” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dice Manuel Corredoira en la contraportada de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happening</i>, novela inédita de Jerónimo
López Mozo, escrita entre 1974 y 1978, más conocido por sus numerosas obras de
teatro, unas publicadas y otras estrenadas, pero nunca silenciadas, pese a su
actitud de resistencia política y moral <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ante el franquismo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Afirmaré, eso sí, que me parece una
novela total. Me parece una novela <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>atípica, atópica, goyesca, valleinclanesca, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>garcíamazqueña, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>borgiana, barojiana, esperpéntica, mágica,
realista, sucia. Tentado estaría también de llamarla <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ramoniana, si no le faltara ese picador,
Badila, me parece que se llama, de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El
torero Caracho, </i>que enfurecido empezó a alancear pacíficos viandantes calle
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Alcalá arriba. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A veces, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happennig</i>
me parece una orgía de odaliscas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desnudas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y bisexuales, y otras veces el coro de las
11.000<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vírgenes que esperan al esposo,
como si alguna vez hubiese habido <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>11.000
vírgenes. Otras me parece un velatorio con orujo para los hombres y, en el
cuarto de al lado, mujeres rezadoras y plañideras. O un oratorio. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happennig</i>
es el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desholladero</i>, cuadro sombrío <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del pintor Gutiérrez Solana, escritor tenebrista
de una España tenebrosa. En mi poética personal, asimilo el patio de Las Ventas,
el cascabeleo del tiro de las mulillas y el látigo restallante de los
mulillero. Tal deduzco de la procesión litúrgica de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happening. </i>A veces veo disparates y en ocasiones milagros
lucidísimos. A veces estafermos y a veces gigantes y cabezudos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gigantones que oyen por la bragueta. Y aunque
no sea novela de toros, salvo en el arrastre tumultuoso y multitudinario que
bien pudiera ser el arrastre de una España picada, banderilleada y muerta a
estoque, veo a Curro Romero, el Faraón de Camas, el miedo, el arrebato del
suicidio, el filósofo, el sumo sacerdote, corifeo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Todo esto veo yo, o lo sueño, o me lo invento,
en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happening</i>, la novela de un autor
dramático reconocido y reconocible, de un torero sin toro que nunca tomó la
alternativa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y los papas, Pio V en
especial, descomulgando a todo aquel que participase en toreras fiestas<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No estoy muy seguro si, por entonces, por el año
74 cuando Jerónimo empieza a escribir su novela, Franco Caudillo de España ya
le había cortado a Santa Teresa, definitivamente, el brazo incorrupto que le había
acompañado victorioso en todos sus exterminios. No estoy seguro ni siquiera si Franco
ha muerto porque no siempre lo parece, y si murió en la cama, sin que ningún
heroico revolucionario español lo mandara al otro barrio como correspondía, con
un bombazo o cuchillada de bayoneta, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un
genocida de la cultura y de las gentes al que los curas llevaban bajo palio. Franco
presidía en Las Ventas de Madrid, la mal llamada corrida de la Beneficencia y
los toreros le brindaban un toro y el genocida les regalaba una pitillera de
plata, menos a Antoñete, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que era rojo y
no le brindaba. Y cuando subían al palco a rendirle pleitesía al autor de la
mayor hecatombe que vieron los siglos, Antonio Chenel Antoñete, el torero de
huesos de cristal por culpa del hambre de postguerra, se metía en la enfermería
para que le escayolaran un brazo y el genocida se tenía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que guardar la pitillera. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No estoy seguro de que todo esto o sus
fantasmas ululantes esté en Happening, mas pudiera estar a propósito del célebre
arrastre sanguinario, procesionario <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
multitudinario que relata, salmodia o hace prédica. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No estoy seguro de nada, mas puede que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happening </i>me aclare o me enturbie
algunas cosas. Ciertas luces enciende Jerónimo al hablar de Cervantes fugitivo,
Quevedo, don Antonio Machado,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Juan Ramón,
Benavente, Valle Inclán, Jose María Peman a los que dibuja con fina caligrafía, la Santa Inquisición y la leña verde para que el suplicio sea
más lento y más refinado. España en carne viva y pensamiento muerto. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero sí estoy seguro y me
atreveré a afirmar con todas las consecuencias que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Happening</i>, posee el don supremo de la adjetivación, ese don que
pocos escritores tienen; el don de la fluidez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>narrativa, que poseen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>muchos menos, el don de la sorpresa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el don de la fantasía luminosa y etérea, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que bebe en el fango <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>realismo de albañal y letrinas. Una novela que
participa del teatro, que a veces parece teatro y en ocasiones lo es. Cada cosa
por sí sola y juntas construyen esa imagen poliédrica que yo tengo de Jerónimo,
producto no sólo de leerlo, sino de verlo en los entreactos de teatro María
Guerrero o del Español, de conversar con él y con su inseparable Carmen, en la
Taberna del Café Gijón de la calle Almirante o en el Gijón <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Recoletos. Humillada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>soberbia de lector empedernido, me honro al
expropiar a Corredoira Viñuela, que parece el alter ego de Jerónimo, su juicio
irrebatible: “Novela hipnótica y promiscua, libérrimamente escrita, terra
prohibida, novela revolucionaria que dejará sin resuello a sus lectores”. Amen
y corto su relectura porque me estoy asfixiando. !Dios tenga piedad de mí y de mis despojos!!!.<o:p></o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-61143178439849339422023-12-19T13:35:00.000+01:002023-12-19T13:35:27.146+01:00<p></p><p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Concha Velasco.
Locuras de amor<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los obituarios del mundo
publicados en todos los periódicos, dicen que Concha Velasco ha muerto. Pero yo
no creo que sea verdad. Las diosas son eternas. Y yo tuve un honor, que nadie
ha tenido ni<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tendrá jamás;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Concha Velasco </b>en Almagro, tras una
prodigiosa <b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Reina Juana</i>, oratorio de <b>Ernesto
</b>Caballero dirigido por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Gerardo
Vera </b>(in memoriam), se postró ante mí, rodilla en tierra y me besó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la mano públicamente. Luego llamó a sus
nietos que andaban por allí cerca, les ordenó me trajeran una copa de cava y
dijo “sabe tanto de mí que bien pudiera escribir mi biografía, pero también sé
que Javier Villán nunca lo hará”. Sabía, por ejemplo, porque ella me lo había
contado, que el padre de su hijo Manuel Velasco,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Fernando
Arribas</b>, casado, operador de cine, al que amó con locura y al que renunció
por no destrozar una familia. No contaré nada que la gente no sepa y una
biografía así carece de morbo y deA esa muchachita de Valladolid, de gozosas
piernas esculturales,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>columnas jónicas,
dóricas o corintias a elegir, hija de militar, la conocí una tarde en la
Avenida de Burgos en el piso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del
director de cine <b>Saenz de Heredia</b>.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Concha Velasco, espléndida y luminosa, entraba de la calle<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>envuelta en un visonazo imponente. El
conserje me había dicho “Conchita no está,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pero puede usted esperarla en casa de Saenz de Heredia, que vive un piso
más abajo. Yo se lo diré cuando ella llegue, está al caer. Y avisaré ahora a don
Ricardo”. Don Ricardo era un hombre generoso, primo de <b>José Antonio Primo de
Rivera</b>, director de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raza</i>,
con guión del propio <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Franco</b>, y de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Franco, ese hombre,</i> un documental que
enardeció a los franquistas, o sea a más de media España, por no decir la
España entera, los que no estaban en la cárcel o el exilio. O fusilados,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que no podían manifestar su opinión ni a
favor ni en contra. El documental era un bodrio.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sáenz de Heredia era una autoridad
omnipresente y omnipotente en el cine oficial de aquellos años. El cineasta
oficial del régimen. Un buen artesano muy capacitado que había gozado de la
confianza de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Luis Buñuel </b>que,
además, según cuentan algunos, le salvó de ser fusilado por los republicanos, y
le protegió hasta que Saenz de Heredia logró pasarse a zona nacional. Esta es
una etapa obscura de la vida de<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Saenz de
Heredia</b> y en cierta ocasión quise hacerle una entrevista para que me la
explicara. Era reacio a las entrevistas y, al argumentar yo, para convencerle,
que se publicaría mundialmente en ocho idiomas contraargumentó con lógica
aplastante, “si me van a llamar hijo de puta en ocho idiomas, me basta con que
me lo llamen en uno”.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ese dia en que la conocí,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Velasco</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llegaba de la calle, guapísima, con un abrigo
de visón<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>imponente, iluminando la
estancia con el destello de sus ojos. En la carrera cinematográfica de Concha,
el poder de Sáenz de Heredia fue<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un
hombre clave. Luego, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Concha</b> se
enamoró de <b>Juan Diego,</b> y en un triple salto mortal sin red pasó del
falangismo al comunismo; pero siempre mantuvo un recuerdo agradecido a Sáenz de
Heredia. Yo era amigo de Juan Diego, in memoriam,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que entonces actuaba de estrella fulgurante
en no sé qué obra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del Infanta Isabel y
era el líder de la tropa teatral rebelde e insumisa. Más que amigo de Juan, yo
era una especie de machacante, como los del ejército,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o asistente personal, lo cual me permitía ver
la obra entre cajas, circunstancia que da una visión muy especial del teatro.
Entre función y función, les llevaba a él y a Concha Velasco que estaba de
visita, bocatas de jamón y de salchichón al camerino donde siempre había juerga
y desmadres que nunca contaré. Juan me recompensaba con un bocata, o dos,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para mí, cena de la noche y comida del día
siguiente, cosa que aliviaba mis penurias de aquellos momentos inciertos y
gozosos. Era el tiempo, agotador para los actores,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de dos funciones diarias, una a las ocho y
otra a las once. Pero era también el tiempo del amor al teatro, pues las dos
funciones solían llenarse de un público fervoroso. Y entendido. Un público que
expresaba su aprobación con ovaciones sostenidas, en pie, obligando a los
intérpretes a saludar varias veces, y su desacuerdo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con el temible pateo, también sostenido. A
ese pateo, lo llamábamos meneo y en Madrid los hubo sonados y de inolvidable
recordación que no quiero citar para no reabrir heridas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Concha ha sufrido en la vida más
de lo que un ser humano puede soportar. Se casó con un tal Paco<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marsó, ludópata, drogata y dipsómano, según
vox populi,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>galán de teatro.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marsó la arruinó varias veces, la chuleó en
el sentido estricto del término, y Concha, en un momento dado de su vida, se
encontró sola. Pese a lo cual,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>seguía
recordando a Marsó<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como un gran amor,
quizá la resaca última de su vida amorosa, aunque incomparablemente menor que
el de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Fernando Arribas</b>, antes
citado. Yo con frecuencia le decía, “Concha siempre te has enamorado a
destiempo y de la persona equivocada”. Cerró su vida artística<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>haciendo una función que ni ella ni el
público se creía,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escrita y dirigida por
su hijo, <b>Manuel Velasco. </b>Qué no hará una madre por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un hijo, y más una madre como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Concha Velasco. </b><o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-48151662693848393412023-12-10T17:51:00.001+01:002023-12-27T13:09:48.605+01:00<p> MATAR A FRANCO, misión NO imposible</p><p>(<i>Fragmento de MEMORIAS DE JAVIER VILLAN) </i>Ahora que, como remedio al genocidio que Israel y EE UU están perpetrando en Palestina, muchos sugieren ajusticiar a Netanyaju, criminal de guerra, quiero decirles que eso es fácil, siempre que uno esté dispuesto a morir en el empeño; y quiero decirles también que además no es pecado. La propia Iglesia, y el Papa justifican, o justificaban, el magnicidio, si éste "redunda en el bien común". Los jóvenes insurgentes de mi generación, hoy ochentones en escombros, todos queriamos matar a Franco. Media España quería matar al dictador que, dicho sea de paso, murió en la cama. Atormentado por el dolor y por las conspiraciones que se urdían a su lado, pero en la cama. Que Dios le haya dado lo que se mereciera o mereciese. Quizá no se lo crean, pero yo tuve la oportunidad, y la misión, de matar a Franco y.... no me atreví. Lo tenía a dos metros, entre la muchedumbre que lo aclamaba a la entrada del Pazo de Meiras, donde acostumbraba a pasar un mes de retiro en verano y saliendo a la pesca del salmón en la que era un artistazo, un fenómeno. Siempre pescaba el más grande. Una revista o semanario, cuyo nombre no recuerdo, me había encargado un reportaje sobre el evento, un reportaje de "interés humano", no exento de algun sutil toque político intencionado. La dueña y habitante del pazo había sido doña Emilia Pardo Bazón, gran esritora y amante viajera y juguetona con don Beito Pérez Galdós, si hacemos caso de las tórridas cartas que se cruzaban entre ambos.</p><p>A Franco lo tuve a tiro, como suele decirse. Pero no me atreví, Me puse a buscar excusas a mi actitud; la menos acusadora de mi cobardía era que aquello habría causado una mortandad de inocentes. Pero era un autoengaño. La verdad verdadera es que tendría que haberme inmolado yo mismo, y eso me producía cierto desasosiego. Cuando me incorporé al cortejo, llevaba en el bolsillo de la guayabera de verano una granada que nadie descubrió en el somero y rutinario cacheo a que me sometieron. El carné de periodista era un salvoconducto. Hubiera bastado tirar de la anilla de la granada, dejarla caer al suelo y !boom! todos al carajo., incluido yo mismo. España salvada, los rojos en las cárceles salvados. y liberados, los exiliados de vuelta a casa, al dulce hogar. El mensaje de navidad...!!!españoles...!! , a tomar por donde amargan los pepinos....Y los joyeros, jubilosos aboliendo el canon gremial, la caja de resistencia con el que sufragaban los gastos que doña Carmen Polo de Franco, apodada " la collares", ocasionaba en las joyerías, que no se atrevían a cobrarle sus carísimos caprichos. Todo eso pude conseguir aquella mañana en el Pazo de Meirás. Pero no me atreví. Está visto que no tengo madera de héroe.</p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-18218900647477721102023-12-02T14:09:00.000+01:002023-12-02T14:09:32.056+01:00<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Concha Velasco. Éxtasis Teresiano y amor humanísimo<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">La historia de España <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>debe estarle agradecida a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Concha Velasco; ha conseguido rescatar de la
locura a doña Juana, una histérica de amor por Felipe el Hermoso; guapo,
político, felón. Y mujeriego, acaso el rasgo más noble de su carácter. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y agradecida también a Ernesto Caballero, por
supuesto. Y puestos a reconocer agradecimientos, a Gerardo Vera. Juana era más
que una mujer loca de pasión y esclava de los celos que le suscitaba un hombre sin
escrúpulos. Éste buscaba en ella más<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que
el placer y el amor, disponible <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por
otras vías, su dote de heredera de los reyes de Castilla. Hubo éxtasis de amor,
claro; éxtasis de cama luminosa y transfiguradora, pero pasaron pronto. O no
tan pronto, da lo mismo. Y en la recreación escénica de esos momentos gloriosos
de lujuria y amor,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Concha Velasco,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sensual y voluptuosa, está magistral. La
verdad es que Concha Velasco está magistral en todo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Ernesto Caballero con el texto de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reina
Juana </i>ha puesto las cosas en su sitio. O si se prefiere en un sitio
distinto del habitual en que estaban. Concha Velasco las ha puesto en el
escenario de la Abadía; sobre un camastro paupérrimo e inhóspito en el que todo
afán y toda incomodidad puede tener acomodo y recuerdo; desde las Cortes de
Castilla y la corte de Gante hasta la prisión en un convento de Tordesillas.
Allí, asomada al precipicio que da al Duero, Reina Juana revive los abismos y
las cumbres de su vida. Y la sagacidad política que no pudo usar plenamente.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Concha Velasco, menuda, encogida en la calle y gigantesca en
el escenario, ya no es la muchachita de Valladolid, hija de un militar con
graduación,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que escapó a tiempo de la ciudad
levítica y claustrofóbica y se vino a Madrid a comerse el mundo. Y lo cierto es
que acabó comiéndoselo. Traía sólidos argumentos para tan dura empresa, que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>disiparon muy pronto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cualquier <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>duda o recelo: unas piernas perfectas, como
torneadas a mano en una alfarería de lujo,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y los ojos más luminosos del universo.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luego, como factores
de otro peso, el don de la danza y el don de la canción.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Piernas, voz, baile, canciones. Toda una
generación cantó las canciones de la Velasco que se ha ganado ya ese “la”
singularísimo que distingue a las elegidas. Todavía hoy, en San Fermín <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las peñas de la solanera <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>le meten marcha a la corrida cantando<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Una
chica Ye Ye; </i>un orfeón de casi ocho mil voces en la solanera, la sombra no
cuenta, que no desafina; aunque se haya bebido varias cosechas de rioja. El
torero de turno puede estar fuera cacho, pero el orfeón vitivinícola,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siempre en su punto y en su sitio. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Cuesta llegar a esa cima que Concha Velasco ha alcanzado;
pero, cuando se llega a ella, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nadie es
capaz de bajarla <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al valle y ponerla en penumbra. Con ese bagaje
natural más una insólita capacidad de trabajo y de sacrificio, de amor por el
teatro y un encaje absoluto, también, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
el cine de evasión,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Concha Velasco
estuvo muy pronto en la raya de salida <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ganadora segura.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No es que desde
aquellos días aurorales, haya crecido como intérprete; es que ha ido uniendo,
amasando todas esas posibilidades naturales hasta configurar <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una imagen de actriz completa, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>necesaria y capaz: igual para la comedia, el
drama o la tragedia. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Reina Juana es su cumbre por el momento. Y digo por el
momento porque esta mujer septuagenaria tiene intención de seguir en la brecha,
de morir con las botas puestas. Ha tenido la fuerza suficiente, y el carisma de
sobrevivir a un cine de consumo, puramente alimentario, a anuncios <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de lavavajillas para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>amas de casa y mujeres <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en general, necesitadas de higiene y
purificación: compresas, pomadas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para
hemorroides, laxantes para atascos intestinales. Apunte sociológico e
ideológico para un debate de publicistas.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Concha Velasco o el
amor, capaz de querer hasta la extenuación y capaz de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>afrontar su destrucción por un desamor. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La destrucción o el amor</i>, títuló Vicente
Aleixandre uno de sus mejores libros. La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">o
</i>no tiene carácter disyuntivo, sino identitario. Juana ya no es Juana la
Loca, pero en esos vislumbres tórridos ¿cuánto hay de Paco Marsó en el
personaje de Felipe el Hermoso?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Paco
Marsó era un chulo infiel, ludópata y drogadicto al que amaba con locura. Lo
traigo a colación no porque su figura me interese especialmente, sino porque
forma parte de la memoria y el recuerdo afectivo de Concha.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Muerto yo creo que aún lo ama.<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">En esta escena orgásmica con Felipe, teatralmente puede que
haya algo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Paco Marsó. Una mezcla de
dolor y placer. Pero no parece que el dolor sea la base <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la interpretación a lo largo de la carrera
de esta burbujeante muchachita de Valladolid. Concha Velasco tiene, por
supuesto,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su técnica actoral qué duda cabe. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pero de estar agarrada a algo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sería a la capacidad de transformación sin
padecimiento; el don de trasmitir, desde ángulos dispares, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sentimientos contrapuestos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sin que estos sentimientos la atormenten como
actriz.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Esta creo yo, es la primera
lección de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Reina Juana, </i>la lección
paradójica de una comedianta insigne.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p></o:p></i></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Primero fue el cine. Al
poco de llegar a Madrid tuvo la suerte de encontrarse con uno de los mejores
directores de aquel momento, José Luis Sáenz de Heredia que se enamoró de ella,
le puso techo en su casa de la Avenida de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Burgos, un piso más arriba, donde la conocí, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y la hizo estrella. O al menos contribuyó a
que escalara peldaños con una rapidez vertiginosa. Sáenz de Heredia no es que
fuera Luis Buñuel, pero era un buen artesano, esa virtud, la artesanía,
desdichadamente perdida en todas las esferas de la inspiración creadora. Buñuel
lo apreciaba mucho,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>quiso incluirle en
su productora, y le salvó del fusilamiento por lo rojos. <o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue un buen hombre
para Concha Velasco. Y tenía mucho mando en los aparatos del poder.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Primo de José Antonio,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era falangista de Franco más que falangista
del fundador de la Falange. No es lo mismo, aunque lo parezca. Por entonces <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>era el cineasta de cámara del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dictador del Pardo. Director de películas como
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raza, </i>con guión de Jaime de Andrade,
o sea el propio Franco, y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Franco ese
hombre, </i>documental hagiográfico del Caudillo que le valió a éste elogiosísimas
críticas. En un libro recopilatorio de las más impúdicas alabanzas a Franco se lee,
referido a su talento de actor: también …<o:p></o:p></span></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-size: 18.0pt; line-height: 107%;">Luego Concha Velasco se unió a Juan Diego, líder de la
subversión comunista del momento. O sea que Concha pasó del falangismo al
rojerío, con más<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fervor por este que por
aquel, dicho sea en su honor. No creo que Juan Diego fuera tan bondadoso<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como Sáenz de Heredia ni tan canalla como
Marsó. Pero la unión no duró demasiado. Luego vino su triunfo como actriz de
teatro que me interesa mucho más que los éxitos de actriz de cine. Por
deformación profesional de crítico, considero que es en las tablas donde el
intérprete manifiesta su verdadera esencia. De su cine, salvo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pim pam
pum fuego</i>, no creo que haya <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cosas de
especial relieve. Y el premio Valle Inclán que ella, con ese austero humor
castellano de Valladolid atribuyó a la piedad del jurado por su cáncer. Pero no
había tal. La habíamos premiado no por su cáncer, sino por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su voz, sus canciones, su danza, su corazón tan
duramente castigado.<o:p></o:p></span></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-36824945006985542912023-11-17T13:14:00.001+01:002023-11-17T13:15:06.629+01:00<p></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">MURIEL FEINER, UNA NEOYORKINA , <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ESPAÑA Y UN BANDERILLERO<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Muriel Feiner</b>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a través de un amigo común, <b>Juilán Agulla, </b>a
quien se debe un catálogo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>exhaustivo de
toros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>famosos en la historia de la
corrida, me ha enviado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>su libro <i>Mi
barrio de las letras, </i>publicado <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Editorial Temple, en la que anda hace tiempo enredado
mi paisano <b>Vidal Pérez Rodríguez. </b>El libro tiene un prólogo firmado por <b>José
Luis Martinez Almeida</b>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>actual alcalde
de Madrid. A mí los alcaldes de Madrid, por una cosa o por otra, me han
interesado siempre. El que más, mi amigo, salvando distancias <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de edad y sabiduría, el viejo profesor
represaliado por el franquismo, don <b>Enrique Tierno Galván, </b>que se
definía ateo, pero estaba convencido de que ¨´dios<b> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>no abandona nunca a los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buenos marxistas¨´. Textual. Este fue
instigador de la <b>Movida</b>, movimiento inconformista contra la moral
esclerotizada y roma de una Transición a medio hacer; la <b>Santa Transición, </b>así
bautizada por <b>Francisco Umbral. P</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">or
razones muy distintas, también me interesó,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y tuve <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>contactos periodísticos, el
Conde de Mayalde, <b>Escrivá de Romani, </b>ganadero de bravo, gatillero del
amanecer en su fascista juventud, se dice que responsable de haber echado de
España, tras brutal paliza, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al gran <b>Miguel
de Molina,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>revolucionario de la copla,
<b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>“por rojo y por maricón”. (Sic)</span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>Muriel Feiner, </b>neoyorkina,
vino a España muy joven para hacer una tesis académica y se encontró con los
toros y el flamenco. Se casó con un matador, <b>Pedro Giraldo</b>, que acabó pasándose
a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los palos, cuando los contratos empezaron
a escasear. Pedro Giraldo, ¡!va por usted!, palentino como Marcos de Celis,
gran capotero años cincuenta, es un buen tercero. Con las virtudes que se le
exigen a un tercero, eficacia en la brega y acierto con la puntilla en caso de
necesidad.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Pero volvamos al libro de Muriel,
<i>Mi barrio de las letras, </i>que puede ser el barrio mío y el de mi
generación, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque nunca lo llamamos así,
aquéllos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que llegamos a Madrid con ganas
de comernos el mundo y, lo que es peor, acabamos comiéndonoslo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Hay que
tener <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mucho audacia y mucha pasión, siendo
neoyorquina, para escribir de una ciudad sobre la que han escrito <b>Ramón
Gómez de la Serna, don Ramón María del Valle Inclán, Francisco Umbral, Ernest
Hemingway </b>y otros padres procesales <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
costumbristas celebérrimos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y a la que <b>Paul
Elouard </b>llamó <b>capital de la gloria</b>, cuando la Incivil guerra del 36.
Y a la que antes <b>don Antonio Machado </b>la había definido como <i>rompeolas
de todas las Españas. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>Nuestro mapa madrileño, el de mi
generación bohemia y noctívaga, podría establecer sus límites en el <b>Café
Gijón </b>del Paseo Recoletos y<b> el Corral de la Morería</b>, tablao flamenco
al lado del viaducto que tenía las mejores<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>bailaoras, las mejores <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>guitarras <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el mejor jamón del mundo mundial. Al jamón,
a la manzanilla de Sanlucar y al vino fino de Jerez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nos invitaban pintores y escritores con
posibles, <b>Enrique Navarro </b>por ejemplo, que saldaba sus cuentas con
cuadros. Pintura por manzanilla de Sanlúcar y jamón de Guijuelo. Era un gran
retratista , vivía encima del Café Gijón y de él conservo un magnífico retrato
que me hizo con una dedicatoria más magnífica aún ¨´a <b>Javier Villán</b>,
contra todos¨´. Le duró una hora, justo el tiempo que nos duró la botella de
tinto rioja que habíamos subido. Enrique quería retocarlo, pero no se lo
permití, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">déjalo, no lo toques ya más que
así es la rosa” Juan Ramón. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Los escasos de dinero y
abundantes de hambre, que éramos muchos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>comíamos en la taberna <i>Carmencita</i> de la
calle <b>Libertad</b>, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por ocho pesetas
y cincuenta céntimos, y aun podíamos repetir del primer plato si no había
exceso de clientes<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobraba. Años más tarde en la misma calle, un
grupo de amigos capitaneados por el poeta e historiador, <b>Emilio Sola, </b>fundamos
<i>La Vaquería,</i> centro de lectura, amores fugaces, vinos y jarana, que una
madrugada dinamitaron los <i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Guerrilleros de Cristo Rey. </i>Estos fornidos
patriotas tuvieron la delicadeza de hacerlo cuando nosotros estábamos fuera y
durmiendo. Los<b> Guerrilleros</b> era una partida de mozallones gigantescos, ultrafascistas
al mando de un señor bajito, <b>Sánchez Covisa, </b>al que llamábamos el enano.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Podría entrar en detalles y aventuras, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no
es el caso y serían mis <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>M<i>emorias <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>y no las<b> Muriel Feiner.</b> Estás
breves notas solo pretenden la celebración <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y reconocimiento, de una neoyorkina, fotógrafa
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y escritora, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>enamorada de España. Me parece muy oportuno su
guiño a la tauromaquia y al flamenco, pues ambas disciplinas siempre fueron de la
mano. <i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>Especialmente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>significativo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para mí, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es el recuerdo que dedica a <b>Gayango</b>
taberna flamenca con un cuarto de cabales donde los privilegiados podíamos
escuchar cante jondo de verdad. De <b>Gayango</b>, el dueño y camarero
servicial, se sospechaba que era confidente de la policía, por lo cual éramos
pródigos en el bebercio, pero muy parcos en el hablar. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Allí conocí a la estrella italiana de cine, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Gina Lollobrígida, </b>que a muchos nos
gustaba más que su eterna rival <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Sofía
Loren. A Gina; </b>la<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> </b>acompañaba un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>macarrilla, un chulángano que le estaba
robando la cartera a la vista de todos. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gayango c</b>onfidente policial, no lo sé. Pero
franquista lo era a tope. Me lo encontré haciendo cola y llorando para decir
adiós a Franco, cuya capilla ardiente se había instalado en el Palacio de
Oriente cerca del balcón desde el que pronunciaba sus discursos sobre la conspiración
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>judeomasónica internacional. Evento que
yo estaba cubriendo, de encargo, para alguna revista de la entrepierna, el
corazón y otras vísceras, .<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">De Gayango, taberna, elogiado por
<b>Muriel, </b>tengo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estupendos recuerdos
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los ratos que compartí allí con <b>Beppo
Abdullwahad</b> y <b>Pepe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la Matrona,
</b>que me invitaban a vino y bocadillo de jamón<b>. </b>Beppo era <b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>una pintora inglesa, acuarelista más bien,
casada con un príncipe árabe, también inspirado acuarelista, de ahí el apellido
Abdullwahad. Este príncipe se suicidó, tirándose por el hueco de un ascensor,
al enterarse de que Beppo le ponía los cuernos con un banderillero. Los amigos
del príncipe <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>juraron matarla y tuvo que
salir huyendo de París. Al menos eso me contaba <b>Francisco Alcaraz</b>,
pintor de la escuela <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>indaliana, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Almería, que la había conocido allí. Alcaraz, en
París, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no solo aprendía pintura y
frecuentaba el estudio de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Picasso</b>,
era también un fugitivo de su esposa almeriense que le daba unas palizas de muerte
no sé por. Y él Paco, tampoco lo sabía. Ni Luis Cañadas, su casi hermano, gran
muralista y pintor. Ni siquiera lo sabía <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Capuleto,
</b>muy dotado para la pintura, quizá el que más de los indalianos, que
prefirió hacerse millonario construyendo y explotando hoteles. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pepe el
de la Matrona</b> era mi protector y una autoridad del <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>jondo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y le habían dado un premio en la Sorbona de
París, por una Antología del Flamenco que le dio fama universal. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Amigo y benefactor, pero su cante no me
gustaba: le faltaba el quejío, el rajo gitano, que a mí me fascinaba y sigue
fascinándome; un suponer, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Camarón, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>Rancapino y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Terremoto de Jerez </b>del que me he propuesto escribir, pues se lo
prometí, una biografía;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Rafael Romero,
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el Gallina, </b>que cantaba en Zambra,
tablao del Ministerio de Cultura de entonces, me parece. Sin embargo, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">J</i>uanito
Varea </b>no era gitano y bordaba la soleá y, a veces,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los cantes sin guitarra.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Volviendo al libro de <b>Muriel
Feiner, </b>se trata de un trabajo colosal al que ha dedicado tres años y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que yo he leído con gusto. Hoy sé más de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Madrid y más, acaso, también<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de toros y de flamenco, sobre los que siempre
vierto una mirada crítica y deformada de especialista. Una mirada lejos de la
inocencia entusiasta de Muriel, esa inquieta muchacha neoyorkina que vino a
España para una tesis doctoral, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se
enamoró de un torero, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Pedro Giraldo</b>,
se casó y se quedó aquí por siempre jamás amen.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-28138652704585969712023-11-13T20:24:00.002+01:002023-11-13T20:24:43.629+01:00<p><b><br />
</b></p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b>GABINO CARRIEDO; UN VISIÓN<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>MUY PERSONAL. Por Javier Villán<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Se cumple en estos días el
centenario del nacimiento de <b>Gabino Alejandro<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Carriedo</b>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poeta y escritor de
amplio espectro. Y palentino. Ser palentino no es una cuestión baladí, creía
él. Pese a lo cual, como otros también hicimos, dejó pronto Palencia. A los 23
años se fue a Madrid. Otros nos fuimos a Barcelona. ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y por qué a Barcelona?</i>, solía preguntarme. Y yo solía contestarle, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">porque
Barcelona era la tierra de promisión. </i>Y él se quedaba perplejo sin entender
del todo la cuestión, que era una cuestión más laboral que intelectual<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>y artística<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>Palencia, a <b>Gabino</b> se le había quedado pequeña. Pequeña y sin
horizontes. “Para verle horizontes a esta tierra hay que subirse al Cristo del
Otero”, decía, “ <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ves un inmenso mar
muerto de planicies inmensas….Y hermosas. “No crees que <b>Victorio Macho</b> es un
poco mazacote? ”. Preguntaba. Yo no lo creía…y él tampoco. Pero aquella
afirmación cuadraba bien a Gabino.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Palencia se le quedaba corta. Palencia,
ciudad,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es pequeña y…bella. Así <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la definió un dia <b>Lucía Bosé</b>, la bella actriz
italiana,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>separada ya de la gran pasión
de su vida que yo creo nunca se extinguió, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Luis <b>Miguel Dominguín</b>, en un viaje fugaz que hicimos
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a Palencia no recuerdo por qué y para
qué. Palencia y los soportales de la Calle Mayor, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que dio nombre a la famosa película de <b>Juan
Antonio Bardem</b>, el cual había dirigido a la Bosé en la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Muerte de un ciclista. </i>Quizá fuera eso,
Calle Mayor y Bardem.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Gabino… Palencia y la catedral, sus vidrieras
polícromas y emplomadas; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y el tesoro del
claustro, cálices, copones, sagrarios, custodias, patenas….Y el <b>San Sebastían
del Greco,</b> un poco blandito, que mira lánguidamente a sus fornidos verdugos;
como si los pusiera ojitos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Otro punto
de frecuente debate entre Gabino y yo. Palencia y la tortilla de patatas, ¿con
cebolla o sin cebolla?. He ahí el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gran
dilema teológico gastronómico que a menudo nos planteábamos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Carriedo</b> y yo. Y Palencia y la menestra de
verduras que, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>años más tarde, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>degustaba yo a menudo, en casa <b>Damián</b> y
<b>Josefina</b>, de la calle Martínez Azcoitia, un santa santorum gastronómico que
ignoro si sigue existiendo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Conocí personalmente a Carriedo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en un viaje a Palencia al que nos habían <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>invitado el Ayuntamiento y <b>Santiago Amón, </b>un renacentista palentino <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nacido en Baracaldo por eso de que los
palentinos nacemos donde nos da la gana. Era una mesa redonda sobre poetas de Palencia.
Salimos juntos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de Madrid y llegamos
juntos a Palencia, pero tarde; cuando ya todo había terminado. Nos habíamos
detenido más de la cuenta a comprar vino en Cigales, en casa de un veterinario
que hacía una cosecha muy limitada exclusiva para clientes escogidos, y
maduraba en barricas de roble. El delicioso vino clarete de Cigales.
Quizá fue mejor que no llegáramos a tiempo, pues Carriedo tenía muy claras las
jerarquías poéticas palentinas, dispuesto iba a explicarlas y no sé cómo habría
terminado aquello. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-Convéncete, <b>Javier Villán. </b>En
Palencia, después de <b>Jorge Manrique</b>, nada de nada salvo yo. Bueno, quizás tú
cuando madures si maduras. Tanto soneto y tanto hendecasílabo acaso no te lleve
a ningún sitio”. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Y se quedaba tan fresco. Carriedo era, sobre todo,muy divertido. Y el tio
de Jorge,<b> Gómez Manrique</b>, señor de<b> Amusco</b> y <b>Adelantado de Toledo</b> o algo así…,
le provocaba yo…..<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">-Ese era más bien de teatro, el
inventor del teatro español.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Gabino</b> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un vanguardista consciente y heterodoxo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>principio adicto al postismo codificado y
sistematizado por <b>Eduardo Chicharro</b> y<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>por <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b>Carlos Edmundo de Ory</b>. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El postismo era un surrealismo hispánico que,
a mi modesto saber y entender, no dio nada relevante si quitas a Carriedo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con reservas de identidad, y algunas cosas de
Gloria <b>Fuerte</b>s y, sobre todo de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Carlos
Edmundo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No me atrevería a afirmarlo,
aunque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>creo que era más plástico que
literario. No me hagan mucho caso. Gabino había reunido, o estaba a punto de
reunir, su obra en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los lados del cubo, </i>pero
Gabino era un ser poliédrico, vagamente machadiano del <b>Machado</b> de campos de
Castilla; sobre todo en su texto <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Política
agraria. </i><b>Gabino</b> era, sencillamente, <b>Carriedo</b>.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-55279650566744024622023-11-01T20:54:00.000+01:002023-11-01T20:54:23.694+01:00<p></p><p class="MsoNormal">CUARENTA AÑOS SIN MONTSERRAT ROIG. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">MEMORIA; NOCHEVIEJA EN SAN PETERSBURGO<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No recuerdo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a cuento de qué, hace uno sdias, Julia Otero
y David Trueba, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tan estupendo cineasta como
su hermano Fernando el premiadísimo y pendenciero, políticamente hablando, Fernando,
han traído a colación en Onda Cero a Montserrat Roig. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Un mito. Y personalmente, para mí, una
religión laica. Cuando murió joven aún,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>estos días <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hará <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuarenta años, el mito estaba consolidado. Por
su activismo político en el PSUC, por su periodismo de combate y por su novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La hora violeta. </i>A mí, de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la premiada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hora violeta, </i>que releo en estos momentos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo que de verdad me gusta es el título. No
transcribo la dedicatoria manuscrita porque es casi tan larga como la novela. Prefiero
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Molta
roba i poc sapo, Mucha ropa y poco jabón, </i>Y su libro de entrevistas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los hechiceros de la palabra</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>en
el que muestra su sagacidad de entrevistadora. O sus artículos. En estas horas
terribles, que amenazan una tercera y última guerra mundial, pues nadie quedaría
para contarlo, echo de menos escritores como <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ella, articulistas así, periodistas de
trinchera y grandes escritores como Francisco Umbral, o Manolo Vázquez Montalbán,
un suponer. La Roig y yo nos conocimos volando hacia la URSS en un viaje de
bajo coste organizado por Comisiones Obreras. Ana, mi mujer, también periodista
y que admiraba a la Roig, se hicieron muy amigas. Durante el viaje nos
juramentamos para tomar de nuevo el Palacio de Invierno de los Zares, cosa que
obviamente no hicimos. Le habían encomendado a Montserrat la custodia de un
payés,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que había vivido exiliado en
Francia al lado mismo de la frontera circunstancia que le permitía pasar a
España cuando quería, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vivir realmente
aquí. Nada más aterrizar, Montserrat Roig nos endosó al payés, sorprendido de
todo; de que el avión volara por encima de las nubes y la lluvia que caía por
debajo del avión; de que apretando un botón se pusiera en marcha un ascensor. Y
sorprendido, sobre todo, del Kremlim. Como era un payés primario y buenísima
persona, se quedó boquiabierto en la Plaza Roja y me preguntó, ¿<i style="mso-bidi-font-style: normal;">esto lo hicieron los nuestros o estaba ya
cuando vinimos nosotros?.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>Montserrat no tomó el
Palacio de Invierno, tenía otras cosas más urgentes que hacer.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ni yo, que no tenía entre manos nada más
importante.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En uno de sus<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>viajes anteriores<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para documentar su libro <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La aguja dorada</i>, sobre el cerco de Leningrado, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>le había quedado un amigo
fervoroso y apasionado que la esperaba y no la dejaba ni a sol ni a sombra. Era
un autor dramático prohibido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y sin
estrenar, cuyo verdadero alcance nunca pude, naturalmente, comprobar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No
cesaban de pedirme que les hiciese fotografías, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gozosos y acaramelados. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>_No te puedes imaginar, Javier, lo que nos
ocurriría a él y a mí,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>si estas fotos
cayeran en manos inadecuadas” , me dijo la Roig en un momento dado. A él lo
mandan a Siberia. O lo fusilan. Y yo no volvería a pisar la URSS . <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="line-height: normal;">Cierto desencanto sobre la
Revolución empezaba a desanimarla. Yo les preguntaba, por pura lógica, para que
querían entonces las fotos si eran un peligro. Pero no renunciaban a ellas. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Saqué el carrete, se lo entregué y Montserrat …me
dio un beso. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La Roig y yo aplazamos la
conquista del Palacio, pero recorrimos a conciencia las salas del Ermitage<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para admirar sus tesoros. En Noche Vieja, nos
invitaron a una cena fiesta muy concurrida y aprovechando que a mí me habían
dado, ignoro por qué, cuatro invitaciones, le sugerí que invitáramos a su amigo,
el represaliado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>También ignoro por qué
Montserrat dijo que no afirmando <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que los
tres, Ana, ella y yo éramos suficiente. Cenamos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>caviar rojo Beluga, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>bebimos vodka
a la manera rusa, y bailamos. Bueno, lo de bailar es un decir, pues nunca he
sido un superdotado del baile; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el
pasodoble torpe y pare usted de contar. Salimos a la calle con una temperatura
de 20 grados bajo cero, Monserrat resbaló y se pegó una culada de órdago. Ana y
yo comprobamos que su culo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no había
sufrido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desperfectos y, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a partir de entonces mi recuerdo de esa noche,
es nebuloso e inconsistente. Amanecí <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>solo,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en mi cama de un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hotel cutre, abrazado
a un enorme oso de peluche que, según me dijeron, me había puesto en los brazos
Montserrat. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Ana llegó poco después,
aterida de frío pues es abstemia y no podía contar con la calefacción del
vodka. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La última vez que ví a Montserrat Roig fue
el dia del tejerazo, el 23F. Habíamos tomado café en el bar del Wellington
donde se hospedaba, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y por la tarde daba
una conferencia en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la librería de mujeres,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>donde había quedado con Ana<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i>Al hotel <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue a verla una amiga que le regaló un libro y
una rosa roja y se quedó con ella. Comprendí pronto que yo allí<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estaba de más, me despidieron educadamente y
se quedaron tomando un té. Nada más oir que había tiros en el Congreso, cuando
se preparaba para dar la conferencia, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>salió disparada hacia <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Barajas en el primer taxi que halló a la
puerta, según me dijo el recepcionista; <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tan disparada que olvidó su <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abrigo y de pagar la cuenta. Pocos dias más
tarde el director <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se lo envió con una
nota; “este hotel se siente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>honrado de
tenerla a usted entre sus clientes. La cuenta está saldada.” <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Intenté verla en posteriores viajes a
Barcelona, pero resultó imposible. No respondía a mis recados en el
contestador. Y presentarme en su casa, habría sido verdaderamente impropio y de
mal gusto. Ignoro si ya le habían diagnosticado el cáncer de mama que la mató o,
simplemente, no le apetecía verme. Puede que ambas cosas. San Petersburgo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de todas formas, quedaba ya muy lejos. Acaso
había sido un sueño…que nunca existió. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-54451636786882156782023-10-24T20:13:00.000+02:002023-10-24T20:13:00.163+02:00<p> </p><p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>
<p class="MsoNormal">PEPE LUCAS. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>EL
EXPRESIONISMO VORAZ<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ha muerto un pintor. Ha muerto un
amigo. <b>José Lucas.</b> De Cieza, Murcia, y del mundo. Queda su pintura, pero el
amigo se ha ido. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La gracia de un
banderillero en un cuerpo de picador.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Le
ha matado la obra que más fama le dio, los murales de la estación de Chamartín;
<b>una caída mientras los estaba restaurando, buscando quizá la perfección a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la que siempre aspiraba</b>. Devoto de<b> Juan
Ramón</b>, al que idolatraba, bien podía parafrasearlo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">perfección
dame el nombre exacto de las cosas. </i>Los murales de Chamartín son un
violento volcán de trazos y colores. La lírica profunda hecha fuego; el fuego
incandescente <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hecho lirismo fresco y profundo.
Para mí, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la muerte de Pepe Lucas, no es
el momento de los elogios póstumos y desmesurados; es el momento de las
gratitudes y algunas carencias. Ya no podré citarle en mis crónicas de toros de
El Mundo, porque ya no escribo crónicas de toros ni escribo en el Mundo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ni en ninguna parte, sólo mis Memorias de las
que <b>Pepe Lucas</b> forma parte imprescindible y necesaria; y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>mi poesía crepuscular que no ha conocido
porque la vida puso <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>distancias y
kilómetros entre nosotros. No <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>volverá a
decir, en el desolladero de <b>Las Ventas</b>, en tardes de cartel mediocre, patio de
arrastre de tantas ilusiones, donde Pepe Lucas era un oráculo<i style="mso-bidi-font-style: normal;">, esta tarde, los únicos muletazos que van a
verse, son los muletazos de Javier Villán. </i>Y señalaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la muleta ortopédica<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>apuntalaba mi cojera, resultante ésta<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>de una desafortunada<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>intervención
quirúrgica. Como Pepe <b>Lucas </b>consideraba la cojera un elemento estético<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de primer orden, tuvimos un serio debate en
el Café Gijón sobre qué tipo de cojera debiera adoptar yo. A la mesa de los poetas,
entre los que se hallaba su admirado<b><span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Gerardo Diego</b>, aquello les traía al fresco. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pepe se inclinaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por el cojear patizambo de Quevedo y yo era partidario
del más cosmopolita <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y canalla de <b>lord
Byron</b>. José Lucas era un gran lector de poesía, un voraz lector de poesía, me
atrevería decir.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y una tarde, un jueves,
don <b>Dámaso Alonso </b>se paró con el taxi esperando a la puerta, camino de la
Academia, a tomar la copa de coñac que <b>Eulalia Galvarriato</b>, su mujer, le tenía
prohibido en casa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los presenté
ceremoniosamente, pues yo conocía a don Dámaso, que a veces me utilizaba de
amanuense, y <b>Pepe Lucas</b>, mientras le invitaba a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la copa de coñac hizo un rápido y exacto análisis
de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los
hijos de la ira</i>, que dejó perplejo al eminente filólogo. No sé lo que
<b>Dámaso Alonso</b> agradeció más; si el juicio a su libro capital o la invitación al coñac,
pues don Dámaso era muy parco en los gastos.<o:p></o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-68924755606139128562023-10-22T21:40:00.003+02:002023-10-22T21:40:31.347+02:00<p></p><p class="MsoNormal">Argentina. VIDELA amenaza de nuevo<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hace tiempo que no viajo a
Argentina, tierra que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>adoro por sus
gentes, sus futbolistas y sus teatreros, <b>Fernanda Orazi, Pablo Messiez</b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y por <b>Ricardo Darín, por Jorge Luis Borges y
Julio Cortazar</b>. Por <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>poetas y titiriteros
como <b>Teuco Castillo</b>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y por el gran pintor <b>Ignacio Colombres</b> cuyos
cuadros ennoblecen mi despacho. Y por Ricardo Carpani, el pintor y muralista genial. Y su mujer <b>Doris</b>, por<b> Maradona</b>, el dios del balompié y víctima de sí mismo y de la vida. Al<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parecer, un tal <b>MILEI</b> con pinta de mafioso
<b>CHICAGO </b>años 30, <b>Alcapone</b> siglo XXI,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se
perfila como nuevo Videla, el cruento dictador <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que propició la diáspora de los argentinos amantes
de la libertad y la democracia.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Millei
defiende la mafia como forma de gobierno, como capitalismo “revolucionario”;
muchos de ellos, fugitivos para salvar al menos sus vidas, recalaron <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en España. Y
su presencia nos enriqueció. Nos dieron más de lo que ellos recibieron <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Volveremos a vivir aquel éxodo?. Otra vez la
horrenda pesadilla para los argentinos?. Bienvenidos sereis los que vengáis, si
triunfa <b>Millei</b>. y cumple su anunciado programa político. Pero sería triste que la historia volviera a repetirse. Esta es
vuestra casa.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-67276999606014094922023-10-19T13:05:00.001+02:002023-10-19T13:05:16.505+02:00<p> </p><p class="MsoNormal">PALESTINA MÄRTIR. <b>La Resistible
ascensión de Netanyahu.</b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No puedo permanecer impasible ante el sufrimiento
de Palestinaoprimida por el nazismo del Estado de Israel.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></b>Siempre me consideré, y
ahora compruebo que erróneamente, de la estirpe de los estoicos;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuyo lema era, creo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“aunque el mundo salte, hecho astillas, yo
permaneceré impasible”. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Impavidus ero. </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Una ética y una estética de resistencia frente
al dolor y la adversidad. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Más aún, una
moral ejemplar representada por el estoico más famoso de todos los estoicos, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Lucio Anneo Séneca; p</b>olítico, orador,
filósofo. El derecho a decidir sobre la propia muerte fue siempre lo que más me
llamó la atención.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fue en esto, creo,
donde más coherente se mostró su moral tan cuestionada por sus enemigos, y su sabiduría.
Condenado a muerte, por deslealtad , no demostrada, por Nerón, el emperador <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>disoluto y cruel, del que había sido
preceptor. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>De lo cual podría deducirse
que, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>como maestro, Séneca fue un fracaso.
Mas, por encima de todo y por lo que yo creo que ha pasado especialmente a la
historia, es por permancer <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>impasible,
dicen, ante las adversidades. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Impavidus
ero. </i>Pues bien, lo mio era un senequismo de andar por casa. Un senequismo
ramplón. El mundo salta hecho astillas, arde en llamas y genocidios, véase
Palestina ensangrentada, sionismo sin freno, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el pueblo de Dios, </i>el dios de la ira y la venganza<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Y</b>
yo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">no permanezco impávido</i>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En otros tiempos, cuando era joven,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>me hubiese puesto a escribir versos, versos
contra las bombas. Utopía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La poesía viene
cuando quiere. Y, además,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>parafraseando
a <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Adorno que </b>respecto al nazismo,
dijo <i style="mso-bidi-font-style: normal;">es radicalmente obsceno escribir
poesía después de Austwitch; </i>hoy <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>e</i>s radicalmente obsceno escribir poesía,
después del martirio de Palestina. Si yo pofesara la filosofía estoica no me
dolería el sufrimiento,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la matanza
palestina por parte del nazismo israelí y el filonacismo cómplice de los EEUU. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Me</b> duele Palestina. Netanyaju, criminal
de guerra. El nuevo Hitler, por paradójica que resulte la comparación.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo peor del caso es que Netanyaju, su ascenso,
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no era fatal ni inevitable, era <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>previsible. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Bertold Brecht </b>escribió <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
resistible ascensión de Arturo Ui </i>que<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">
José Luis Gómez,</b> un José Luis Gómez en su plenitud creadora, escenificó,
creo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recordar, en la Abadía. La gente y
los periodistas dieron en nombrar el texto como la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Irresistible ascensión</i> y algunos que escribíamos de teatro, tuvimos
que salir al paso del despropósito.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Arturo Ui era la traslación de Hitler,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>un tendero o comerciante, que empieza a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>eliminar a sus competidores, con malvadas <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero previsibles <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>prácticas políticas y comerciales. Su
ascensión no es sólo producto de su falta de escrúpulos, sino de la pasividad
cómplice de los demás. Tal, me parece hoy <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Netanyaju; que cuenta con la alianza
todopoderosa y la complicidad de Biden, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>presidente de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>EE UU. Estos días ha habido una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sorprendente suavización <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la actitud de Biden, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>temiendo quizá que la escalada <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pueda rebasar los límites en que está ahora y
degenerar en un conflicto mundial. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hace años escribí un libro de
poemas titulado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábolas Palestina, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>nada del otro mundo, poesía desgarrada,
emocional, poesía política y social de compromiso y testimonio, aunque <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en cierta medida premonitoria de lo que ahora
está pasando. Ese libro me parece que está descatalogado <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y yo no lo conservo. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Lo publicó una pequeña editorial<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La
banda de Moebius</i>, que también me editó<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nocturno amor y mar, </i>con
ilustraciones de un gran pintor, Alejandro García Santamarina, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>el
pintor loco le decíamos, como Van Goh pero sin cortarse una oreja. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y sin amarillos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A la disparatada gente de Moebius, que tanto
ben hizo a la poesía a costa de arruinar sus precarias economías, la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conocí en La Vaquería de la calle Libertad,
bar de copas, sala de lectura, sede de todos los disparates del mundo, un
contradiós, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que un dia volaron de un
preciso bombazo, los Guerrilleros de Cristo Rey. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Fueron implacables, pues la tenían entre ceja
y ceja desde que se abrió. Pero tuvieron la delicadeza de dinamitarla a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las cinco de la mañana cuando no había nadie.
La regía Emilio Sola, un cervantista riguroso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en especial del Cervantes cautivo en Argel. La
fundamos un grupo de amigos, apoquinando 25.000 pesetas cada uno. Y puede que
los primeros<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esbozos del citado libro, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábolas palestinas, </i>tan de trágica
actualidad hoy, los leyera públicamente, y por primera vez, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>allí. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Parábolas
Palestinas </i>gustó mucho<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al insigne
arabista, Pedro Martínez Montávez, in memoriam, catedrático y rector de la
Universidad Complutense de Madrid. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Martínez Montávez, naturalmente, no iba por
estos saraos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>insurgentes, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero yo le había entregado el manuscrito que
le gustó mucho, al contrario que a Vicente Aleixandre, el enfermo de una eterna
mala <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>salud de hierro, al que no <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gustó nada. Martínez<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Montávez<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>creía en la causa palestina, como su discípula y colaboradora Carmen
Bravo Villasante. Mi amiga Aviva Doron, judía, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la bella
hispanista de los ojos verdes, también creía, al menos en teoría, que la
convivencia de dos pueblos en un mismo suelo era posible. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿Dónde estás, Aviva? Concluyo esta melancólica
y poco estoica meditación con el verso, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">“Ay almas de los muertos en las
cárceles nazis<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Si supierais vosotros, si
supierais”, que no necesita explicación. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><o:p> </o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-871943376408317572023-10-14T18:14:00.000+02:002023-10-14T18:14:21.468+02:00<p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Hispanidad; conquista, evangelización y lujuria <o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Con dos días de retraso, una
nimiedad cuando se trata de un devenir de siglos, me sumo al enconado debate,
en España todo se encona, sobre el Descubrimiento y la Conquista e América. Mi
idea del patriotismo es muy limitada y siempre he desconfiado de quienes se
autodefinen como patriotas. Por lo tanto mi idea de HISPANIDAD es también
limitada y acaso no del todo acorde con la ortodoxia adoctrinante. En cualquier
caso, estas celebraciones no deben hacer olvidar otro genocidio, muy verdadero,
de hoy dia. El genocidio que perpetran contra los palestinos los nazis
israelitas. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El Descubrimiento fue, además de
Descubrimiento, una conquista. Y las conquistas no se realizan con preces,
aunque en esta ocasión también, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sino con
arcabuces y cañones; la cruz <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y los curas
iban<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tras la espada muy cerca. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y a veces en la misma mano.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La líbido exaltada de los soldados españoles
ante la belleza de las indias nativas, hizo el resto; el mestizaje, creo yo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue cosa de lujuria creadora; aunque Ruben,
indio y mestizo, lo atribuya a una exaltación del espíritu evangelizador
inmaculado. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No es esta vertiente del
poeta nicaragüense, que puso patas arriba la estética romántica y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>realista de la poesía, la que más me interesa.
Su poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Lo fatal</i> me parece una
cumbre<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la poesía universal y nada tiene que ver
con el tema que nos ocupa. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Vean
solamente la primera estrofa.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Dichoso el árbol</i><o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que es apenas sensitivo,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y más la piedra dura <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Porque ella ya no siente;<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que no hay mayor dolor<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que el dolor de estar vivo<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ni mayor pesadumbre<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Que la vida consciente<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Hernán Cortés y la hermosa
Malinche es el ejemplo más claro de intercomunicación espiritual y carnal,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la erótica del poder, según el mestizo genial
y dipsómano <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que amaba a España y a
Francisca Sánchez, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Francisca Sánchez,
acompáñame, </i>una campesina<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>analfabeta
a la que Rubén enseñó a leer y escribir y a la que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue infiel, dicen, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a troche y moche con quien se terciara. Quizá
Rubén Darío, grandísimo poeta del modernismo y la hispanidad, se excedió en los
elogios al mestizaje y a su propia condición de mestizo fervoroso. La sed de
oro de los españoles que se embarcaron con Colón, nobles arruinados, despojos
de la sociedad y muchos con cuentas pendientes con la justicia, no aventuraba
demasiadas delicadezas. Pero es cierto que aquellos hombres rudos y
pendencieros, dejaron un idioma, el glorioso español, que hoy hablan millones
de personas.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y que desterraron el
canibalismo de aztecas, mayas e incas, y los sacrificios<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>humanos, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la vez que acababan con unas culturas
milenarias. Hasta aquí, pues, mis celebraciones en torno a este dia mágico de
la Hispanidad tan querido y loado, y no digo que sin razón, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por tantos españoles. <o:p></o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-24320128300898905192023-10-13T21:13:00.000+02:002023-10-13T21:13:44.218+02:00<p> Paco Vidal, in memoriam. UN INDISPENSABLE.</p><p>Descanse en paz, requiescat. Recibe, Paco, este latinajo que, como cura que fuiste en la ficción, entenderás muy bien, Cine, televisión, teatro. Nada le fue ajeno a Francisco Vidal. Fue maestro del arte de interpretar. Y discípulo en el arte de aprender; de Miguel Narros, de William Layton. Y de Ignacio Amestoy cuyas obras también llevó a escena en más de una ocasión. Y las de Eduardo Galán. Vidal repartía juego entre jóvenes promesas, recién salidas de la RESAD. Por ejemplo, David Fernández Loaysa, convertido hoy en escenógrafo de prestigio y orientador de un grupo que ilumina edificios públicos, privados y religiosos, cuya actividad rebasa nuestras fronteras.</p><p>A Fernández Loaysa se debe, al menos en sus orígenes, la iluminación del Thysenn Bornemiza, coleción que Carmen Cervera, miss Universo rica e ilustrada, donó al Estado español, previo cobro de substanciosa cantidad de dinero.</p><p>Pero volvamos a Paco Vidal, que no es cosa de restarle, después de muerto, los méritos que a menudo le regatearon en vida</p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-29638840935799242412023-10-13T21:12:00.000+02:002023-10-13T21:12:48.832+02:00<p> </p><p class="MsoNormal">LA JUEZA IMPECABLE de Colmenar Viejo, DE CUYO NOMBRE NO
QUIERO ACORDARME<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">No me olvido de lo importante, de
lo que más nos concierne a los humanos de bien, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el genocidio palestino </i>por parte de Israel<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y EE UU de América. Ni de la trifulca sobre
el Descubrimiento y la Conquista, que con motivo del dia de la Hispanidad se
monta todos los años, mañana en mi blog inminente post. Pero como también andamos metidos
en asuntos de jueces<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y tribunales…pues
ahí va una de juezas.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Con la venia, señoría; y con todo respeto que el
desempeño de las funciones de su cargo merece. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Como<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>ciudadano de orden acato respetuosamente su sentencia, no me atrevo a
decir fallo para no dar lugar a posibles malos entendidos. No me atrevo a
recomendarle la lectura de una gran novela del Premio Nobel, Albert Camus, <i>La
caída, </i>pues supongo a su señoría, con la venia, suficientemente culta y
cultivada. El protagonista, como recordará, señoría, con la venia, es un <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i>juez <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>penitente, </i>así llamado y descrito por el
autor. Y aquí concluyo mis reflexiones sobre el hecho para no <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>caer en el <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>abismo
de la imprudencia o la temeridad. <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i>Tengas pleitos…y los ganes</i>
dicen los gitanos, raza noble, creativa y con frecuencia perseguida, refiriéndose
a que todo pleito es malo. Así que, si encima lo pierdes, como, ha sido mi caso,
contra un vecino inhóspito y enfadado con el mundo, no quiero decir lo que
puede ocurrir. Con la venía, pues, señoría, permítame discrepar de su
resolución tras acatarla humildemente. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Soy
un ciudadano de bien, del cual el citado vecino, como él mismo ha manifestado en
ocasiones, sólo ha recibido pruebas de tolerancia y buena vecindad, excepto con
la sombra de unos cedros centenarios, especie protegida sobre cuya voluntad no
tengo jurisdicción. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Estos cedros dan <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nombre a mi <i>dacha, </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de <b>clase media trabajadora</b>, pues no otra
cosa me parece la profesión de periodista. Esta<i> dacha,</i> antes lugar de
asueto vacacional y fin de semana reparador de los agobios de la ruidosa urbe, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es hoy nuestra residencia fija. Cedros y pinos,
como buenos y firmes soldados, cumplen estrictamente la legalidad vigente de
poda reglamentaria y periódica, como <i>in person </i>ha comprobado la testigo
aportada por los demandantes, que, dicho sea de paso, cometió perjurio al negar
tal evidencia por ella misma contemplada. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>No hay peligro en la pacífica, ecológica y
vegetal existencia de mis árboles, salvo el riesgo de que a moradores, o a invitados
urbanitas a una barbacoa, nos caiga una piña en la cabeza y nos descalabre. Su
tala, que el vecino exigía antes a menudo, ahora ya no, supondría una
transgresión de la ley con la consiguiente multa que ello podría acarrearme, al
ser estos elementos arbóreos, especie protegida individual y colectivamente. De
mis cedros no se desprende peligro alguno para los moradores de la finca colindante.
Tal como el propio vecino afirmó en el juicio, sólo<i> hojas, púas, suciedad. </i>Suciedad
<i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que, con frecuencia, el vecino se encarga de
arrojar a paladas, por encima del seto, a mi jardín que cuido y mimo como las
niñas de mis ojos. Si me ha seguido hasta el final, gracias señoría. Sé lo
precioso y escaso que es su tiempo. Tan escaso que no puede leerse el material
que el abogado de la parte demandada, un servidor, ha puesto a su disposición,
¡Con la venia!!! <o:p></o:p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-5199440921931853672023-10-06T12:52:00.004+02:002023-10-06T12:52:47.628+02:00<p></p><p class="MsoNormal">CARLOS LEON y su arte secreto. POMBO, pintor de Cristos<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A Carlos León lo conozco hace
tiempos. Compartimos espacios<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y calles
en una colonia residencial y veraniega de Colmenar Viejo. Es médico de la
pública y siempre se ha negado a ejercer la medicina privada, donde le pagarían
el oro y el moro. Monta en moto y tiene una vespa vieja, creo. A veces se cae
de la moto y se hace una avería en las rodillas. Cuando tiene tiempo y está
bien de salud Carlos León colabora <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>con <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Médicos sin fronteras. </i>Conocí antes, tan
hace siglos que apenas lo recuerdor a Pilar L´pez Mateos, su mujer, que
trabajaba en el despacho del abogado insurgente Gregorio<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Peces Barba y ahora es muy amiga<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de mi cuñada Yolanda Merino, manos
prodigiosas para el arte y la artesanía.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Trabajaba yo entonces en Madrid, en una<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>tienda de muebles metálicos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para
oficina, Muebles Casas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y Peces BARBA,
padre, nos pidió presupuesto para modernizar su despacho. Pero volvamos a
Carlos León, verdadero objetivo de este comentario a vuela pluma. Hasta hace
unas semanas yo desconocía que Carlos León <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pintara, dibujara, hiciera fotos maravillosas de
arte y ensayo, y escribiera. Y descubrí al artista que lleva dentro, un artista
al que le diera vergüenza mostrar su arte. Ha empezado a redactar sus Memorias
con el objetivo de que sus hijos y sus nietos conozcan sus otras dimensiones, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>además
de la doméstica y cotidiana de andar por casa. Me parece un noble objetivo y le
ánimo a que no lo retrase ni decaiga. En definitiva, como sentenciaba Gabriel
García Márquez, uno escribe para <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que los
demás lo quieran.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y a Carlos Leon, lo
van a querer mucho.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">PABLO POMBO,
ATORMENTADO PINTOR DE CRISTOS<o:p></o:p></b></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Ha vuelto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pablo Pombo, in memoriam, pintor de Cristos,
que siempre buscaba el rostro del revolucionario judío, como don Antonio
Machado buscaba a dios entre la niebla; pintor maldito a la manera de los
poetas malditos, Verlain, Rimbaud, Baudelaire.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Se me ha hecho presente Pablo Pombo desde la eternidad para la que
vivía<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y pintaba. Me ha llegado a través
de un formidable libro, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>magnífico libro
sobre su vida y su obra que me han enviado su hijo y su viuda Olvido,
sacerdotisa, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>vestal suprema de la
religión pombiana. Es un libro de amor y…. de terror, porque las visiones de
Pablo, sus pesadillas, sus tinieblas y sus fulgores, acababan siempre,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>o empezaban, en un cuadro, en un mural o en
un carboncillo. A los pintores, a casi todos los que he conocido, les gustaba
que los textos para sus exposiciones y catálogos los<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>escribiera
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un poeta. He vivido temporadas en
estudios de pintores, he visto surgir una exposición desde el primer al último
cuadro. Y allí, siempre había un plato caliente o un bocata, un sofá para
dormir y una manta para taparse. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Yo
llegué a la crítica de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>toros, por una
decisión incomprensible de PedroJ Ramírez, a partir de la crítica de arte.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>A Pablo Pombo le apasionaban los toros, le
apasionaba <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sobre todo Manzanares, padre.
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Su Cristo crucificado entre tinieblas y
livideces, que conservo en mi casa en lugar preferente, se llamaba primero el
“Cristo de los toreros”. Y acabó llamándose “el Cristo de Manzanares”. Ver una
corrida al lado de Pablo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aunque fuera
televisada, es privilegio que muy pocos han tenido. Entre esos pocos, yo.
Bueno, ver una corrida con Pablo…..era no verla. Era verlo a él, trazando un
natural perfecto, una verónica al aire, un desplante.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Del libro me ha gustado todo.
Pero me ha emocionado especialmente, una foto con el siguiente pie, “Javier
Villán,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el poeta con el que Pablo siempre
conservó una profunda amistad”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Nunca
hice crítica de la pintura de Pablo. Su visión me bloqueaba para el ejercicio
crítico; le escribía poemas como el que se reproduce en la página 166 del libro
y trascribo aquí.<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un lugar en tu reino de sombras,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Un lugar para mí.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En el costado, <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">en la herida de tus cristos dolientes,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">un lugar para mí.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para mis versos<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">La luz primera y única del blanco,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Tus blancos tenebrosos;<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y el esplendor purísimo del negro.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Luz, luz, luz de las sombras.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para mis versos,<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">El fulgor de tu negro<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y un lugar escondido <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">En tus pinturas negras.<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Y el hombre…<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Hecho pedazos por la agustia..<o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><o:p> </o:p></i></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6148213322188263503.post-15474265940363927552023-10-01T12:59:00.000+02:002023-10-01T12:59:00.295+02:00<p></p><p class="MsoNormal">El JULI <o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal">SE RETIRA TRAS 25 AÑOS DE ALTERNATIVA<o:p></o:p></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Julián López era un niño
madrileño que venía de México y llevaba la marca del triunfo y de la gloria en
los vuelos de su capote. Un niño prodigio entonces;<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“un torero de época”, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>dicen hoy los juligans más fervorosos. Un
torero de época, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no porque toree como
Joselito, Belmonte Gaona, Antonio Ordóñez, Luis Miguel Dominguín y Curro
Vázquez juntos, sino porque, tras 25 años de alternativa, ha roto todos los
registros; en corridas, orejas, puertas grandes y dinero. Se va y no creo que
vuelva, que reaparezca como tantos otros han hecho acuciados de urgencias. Marcharse
y volver, cortarse la coleta y volvérsela a poner. Julián López el Juli, no es
torero de ida y vuelta, me parece a mí. Los toreros retirados no vuelven al
ruedo por romanticismo, por añoranza o melancolía. Vuelven porque están
caninos, necesitados de dinero. Y todo parece indicar que Julián tiene en orden
la cuenta corriente. Eso dicen quienes le conocen, a él y a su padre. Su padre
es una persona simpática y espontánea. Una vez en el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hotel de Zaragoza donde coincidimos para las
fiestas del Pilar, me lo encontré por los pasillos voceando el periódico el Mundo.
Y gritando, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cómo habrá estado mi hijo que
hasta Javier Villán lo ha puesto bien. </i>Efectivamente, la tarde anterior el
Juli había toreado en Carabanchel, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>compartiendo
cartel con un estilista como Curro Vázquez y yo había escrito,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más o menos, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tan bien estuvo el Juli que a veces parecía Curro Vázquez. </i>Aquello
entusiasmó al padre. Y gustó al hijo. Me lo encontré al tomar el ascensor, me
cedió respetuosamente el paso y dijo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gracias maestro <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por lo que ha escrito de mí. <o:p></o:p></i></p>
<p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">A mí me costó entrar en el toreo
del Juli. O él tardó más de la cuenta en asimilar los cánones clásicos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">parar, mandar,</i> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">templar </i>y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cargar la suerte. </i>Con
la capa venía radicalmente mexicanizado, revoleras, toreo aéreo, zapopinas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tapatías, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>gaoneras, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>pero sin profundizar en la verónica, que es un
lance matriz, como la soleá, por ejemplo, es matriz del cante. En aquellos momentos
el público le exigía que pusiese banderillas y él se hacía de rogar un poco, no
mucho, pues sabía que era <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>necesario
mantener la llama encendida con el capote y tener cautivo al personal sin darle
tiempo a pensar. Yo le hallaba defectos por todas partes; al cuartear con los
palos, al entrar a matar encunándose, en vez de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>echar la muleta al hocico del animal, clavar
en lo alto y salir limpiamente por el costado.<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Es axioma comúnmente aceptado que la mano derecha empuña la espada, pero
es la izquierda la que mata. José Bergamín había escrito tiempo atrás lo
siguiente; <i style="mso-bidi-font-style: normal;">a quien no hace la cruz se le
lleva el diablo. </i>Y a Julián el diablo se lo llevaba muchas veces por no
hacer la cruz, por no bajar la muleta; lo cual no impidió que se convirtiera<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i>en un torero de multitudes, un torero
con carisma y con fundamentos clásicos, firme y rotundo. E imprescindible en casi
todas las ferias. Esos son sus poderes. <i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></i>Se va muy joven, pero es que el Juli
empezó muy joven. Empezó siendo un niño. Y dicen que hasta tuvo que falsificar
los papeles para que le permitieran vestirse de luces.<o:p></o:p></p><br /><p></p>javier villan zapaterohttp://www.blogger.com/profile/09262839359434562237noreply@blogger.com0