Diario de Javier Villán
Agosto 2013. Dia 19, lunes.

EL DESNUDO MITICO (III) DE MARISOL.


Cuando Marisol se despelotó en la portada de la revista Interviú, 4 de febreo de 1976,  fue desterrada para siempre por Pepa Flores; fue como  matar a la  España rancia y zaragatera.  Poco después, Antonio Gades, el rojo más rojo de todos los rojos, se la expropió a los Goyanes que la habían traido de Málaga para casarla con un hijo de la familia. Marisol pasó del franquismo esencial  y cutre, al comunismo cubano y un poco veleta de Antonio Gades.

Verdaderamenta España empeza a cambiar; Pepa Flores firmaba todos los manifiestos  que había que firmar, daba mítines y discursos de un  rojo encendido y se convirtió, al menos para mí, en Mariana Pineda, siempre bordando la bandera de la libertad,  traicionada por su amante liberal. Despues, Antonio Gades, el rojo rojísimo, la dejó por una chocolatera suiza, -una mujer millonaria no una máquina para hacer chocolate- y Pepa Flores tenía, otra vez, la mirada triste de Marisol.  Gades siguió siendo el genio de baile, -aunque inferior a Vicente Escudero, el maestro vallisoletano del decálogo bailaor-  y rojo rojísimo, salvo por lo de la chocolatera.

En la portada de Interviú Marisol-Pepa Flores está un poco triste y distante; breve de tetas, exacta de culo, abarcable juncalmente de cintura. Por esa mirada del 4 de febrero de 1976, han pasado muchas cosas y pasarán muchas más; cosas sórdidas y cosas bellas. Mira tan segura a la cámara  como, acaso, no lo ha mirada  nunca; un poco recelosa , quizá, sabiendo que viejos verdes la miraban por el ojo de la cerradura: el ojo del franquismo. Después hizo una película con Juan Antonio Barden, el de Calle Mayor y Muerte de un Ciclista, junto a cuya calle me han puesto un paseo en Palencia. Buena compañía. Marisol fue muerta y ajusticiada por Pepa Flores y ahora no sé qué es de ella, si Pepa muere o vive de algo. He de preguntarles  a Charo y a Jesús de la Torre, el pintor enamorado de Ronda que la adora más que a nadie: más que a Antonio Ordóñez, más que a Rafael de Paula y a Camarón; más que a Bergamín, María Zambrano  y a Caneja, todos juntos.