Un mes sin post.
La familia Mompó Lartigau me recuerda que llevo sin escribir un post desde el
uno de enero. Luis Torres también. Y así hasta unas 20 personas que incluso me
sugieren ideas. El 24 de enero, por ejemplo fecha para la historia universal de
la infamia, la matanza de Atocha y la aparición del Colectivo de Poetas 24 de
enero que me recuerda Pablo Jiménez. Prometo dedicar a los libros que nacieron de aquella
iniciativa, un post
Si las viejas estadísticas de la
Escuela de Periodismo siguen vigentes y una carta al director equivale, en
intención, a 20.000 comunicantes son
muchos los que me han echado de menos. Aquí estoy de nuevo.
Belleza maldita.
En la adaptación teatral que me gustaría hacer de las
Mil y una Noches tengo la noche Mil y dos. La historia de una mujer bellísima,
deseada, comprada incluso por los grandes sultanes, comprada a precio de oro
como favorita. Y mimada como la Reina del harén. Esa mujer bellísima acabó
odiando su cuerpo y quiso que los
hombres que la deseaban lo aborreciesen, que nunca la solicitasen que se
guardasen sus tesoros y sus perfumes y sus maderas preciosas y sus collares y
ajorcas para otras huríes que lo agradecerían más. Quiso destruir su belleza.
Su desnudez era
suya y solo quería que si habían de desnudarla
lo hiciesen con respeto y poesía. Pero su belleza siguió siendo su maldición.
Como la de algunas vírgenes vestales que solo quisiera reservarse para un dios
innominado.
Los Gondra, acontecimiento.
Los Gondra, de Borja Ortiz de
Gondra como su propio nombre indica, sigue siendo con Las Brujas de Salem, y ayer mismo El cartógrafo, de Mayorga un gran acontecimiento. Para las dos
primeras, espléndidas ambas, remito a las críticas publicadas en el Mundo. La
capacidad de Pepa Pedroche, Sonsoles Benedicto y Cecilia Solaguren y Victoria
Salvador no tiene dudas al igual que todos/as los demás A María Hervàs le han dado fama Jbara, el cine, la Amnésica
de un casting en Teatro solo y había
que verla en un reparto de conjunto, de
estrellas. Pingüinas no cuenta porque fue un
arrabalesco juancarlesco que no tenía pies ni cabeza que se salvó por
la solidaridad de conjunto. El primer acierto de Los Gondra, después del
tremendo texto, el reparto. Pocas veces
autor y director han logrado conjuntar
un elenco tan redondo. María Hervás una actriz que descubrimos
en Confesiones a Alá, nos fascinó con
Teatro solo y ha respondido no solo a
la confianza de Mestres, sino a las exigencias colectivas de un gran reparto.
El concepto solidaridad es un concepto moral,
pero lo es también teatral. Se nota
cuando alguien se echa la función a las espaldas y a las compañeras/os. Y se
nota cuando alguien quiere tapar a otro, romperle el ritmo o robarle la
diagonal, no la cartera que en un actor estará probablemente vacía.
María Hervás poeta y autora.
Me interesa María Hervás como
actriz, pero no es lo única faceta
de artista que me llama la atención. La veo como autora dramática, Deseantes, por ejemplo, cuya puesta en escena no debiera
demorarse; o como poeta, Volver a Itaca.
No sé si tiene más poemas como este entre tiburones y bailando el vals de la flores
con huracanes. Su referencia estética y moral es la Venus de Boticceli: perfección y pureza
Quise publicarle hace poco unos
versos y me encontré con que los que yo conocía habían perecido, víctimas de una
venganza perfeccionista que roza la neurois. Conozco ese sentimiento
porque hace 40 años, hice un auto de fe con casi 4.000 versos mios. A la mierda
la poesía.
Le comentaba esto a un joven editor en quiebra
-tan joven y ya tan arruinado- y
contestó que podía idear el lanzamiento de una actriz así: nueva María Casares a la búsqueda de un Albert
Camus imposible. Me preguntó si conocía sus poemas y le aconsejé que se dirigiera a ella por Deseantes. Si la Hervás accede a publicarlo, además de montarlo, me
gustaría escribir el prólogo, me lo pido. Y no quise entrar en terrenos ajenos
a mí conocimiento.
Sobre su actuación en Los Gondra rodeada de primeras figuras, me sorprendió su transustanciación: del fanatismo de una etarra
a la dolorida Garbiñe que se interroga por la voz y la mirada del amado preso.
Vean Los
Gondra por todo el elenco, por José
Tomé que vuelve a la interpretación, por Juan Pastor, maestro de actores, por el texto crudo y áspero, por
Borja Ortiz de Gondra haciendo de sí mismo. Y entenderán, o no entenderán, los
demonios de este país llamado España por el que “vaga errante la sombra de
Caín”. Y aprovechen el viaje para ver también Las brujas de Salem en el
mismo edificio,