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lunes, 11 de julio de 2016

ALMAGRO.(II) CONCHA VELASCO Y SU DISCURSO DE MADRE.



Lo que más me ha marcado del Festival.

 

1)     Por encima de todo el discurso con que Concha Velasco agradeció el premio y respondió a la maciza y entrañable Laudatio de Ignaco García Garzón. La Velasco se  ha ganado ya ese la excelso de las elegidas. Dijo: “El teatro es el gran amante, el gran amor inmenso  que nunca te defrauda. Gracias a él he podido ser madre, abuela, reponerme de la infelicidad y los contratiempos. Veo a Samuel mi nieto aquí en primera fila pensando “qué abuela más importante y más guapa tengo. Eso me lo ha dado el teatro”. La Velasco, gozos y tribulaciones del amor; infierno y cielo.

2)      En paralelo, quiero destacar los discursos de los políticos que con su ingenio amenizaron un acto de esquemas rígidos y habitualmente plúmbeo: alcalde de Almagro, presidente de la Diputación, Consejero de Cultura Castilla la Mancha; y el ministro de cultura, señor Méndez Vigo con muchos títulos de nobleza; un crack. Cuando lo echen de la política podría entrar en la tropa de la farándula. O pedirle asilo político a su amigo, Psoe, presidente de la Diputación, otro crack.

 

3)     Jornadas de periodistas.

Concluyeron los debates de las Jornadas de Críticos organizadas por  la Unir y coordinadas por Ignacio Amestoy y Marga del Hoyo que sustituía a Gabriel Antuñano enredado con asuntos de los Festivales de Almada y Avignon; lo veré cuando vaya a recoger el premio que me han otorgado en Lisboa. Jornadas de  intensa dialéctica. Marga moderó con temple, tolerancia  y firmeza, escuela Amestoy, la segunda mesa. Amestoy había moderado la primera. Temario amplio, desde los clásicos estricto sensu, hasta la modernidad;  nuevas técnicas. Límites de las adaptaciones y las versiones. Pareceres distintos, opiniones divergentes; un amplio espectro de nombres y espero no olvidarme de ninguno; en cualquier caso, tómese como debilidad de mi memoria no como exclusión consciente; Ignacio García Garzón, Javier Vallejo, Liz Perales, Raúl Losánez, Daniel Galindo, Julio Bravo, Esther Alvarado, Prado, Catalán Deus y el que suscribe. Invitado de honor, Borja Ortiz de Gondra que estrenará a primeros de año Los Gondra. Una historia vasca, dirigida por Josep María Mestres. Borja no fue un convidado de piedra; participó en las discusiones y respondió a cuantas preguntas quisimos hacerle.

Respecto al poco afecto que Marsillach profesaba al Siglo de Oro, pese a ser fundador de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, y que yo expuse como apoyo de alguna de mis tesis, lo cuenta él mismo en su ácido libro de memorias, Tan lejos, tan cerca.

 4.- Compañía Nacional de Danza.

Don Quijote suite y Minus 16  es posiblemente el  más brillante espectáculo del festival. Apoteosis de la belleza, del ritmo de la danza clásica que desafía la ley de la gravedad; lírica geometría de los cuerpos, escritura en el aire: magisterio de José Carlos Martínez que ha escogido fragmentos de Las Bodas de Camacho: Quiteria y Basilio. Como remate, una pieza de ballet  contemporáneo. Extraordinario, magnífico, portentoso…Perdonen los adjetivos; pero como no soy crítico de danza sino de teatro, tengo que recurrir a la exageración abstracta para definirme.

Y vuelta  a casa

Última noche, sábado. Hay que romper la monotonía de la plaza, como si el Corral fuese el único cobijo, el padre protector  que nos ampara a todos.  Ha empezado la desbandada y cada mochuelo a su olivo.  Por eso me pongo en manos de Eva y de José Luis, ángeles custodios a los  que, para desplazamientos, me ha encomendado la organización del Festival. Terraza dentro de un parque, brisa benéfica; un oasis lejos del horno de la plaza abarrotada. Una brisa benéfica junto  a una fuente de altísimos chorros. De madrugada, regreso al Lope de Vega (apartamento). Antonio, el dueño, está empeñado en cambiarme el próximo año al Tirso de Molina. Él sabrá por qué.

 

 

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