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lunes, 11 de septiembre de 2017

RETRATOS. MARTA POVEDA


El lugar del miedo  

Estrena en La Comedia el 5 de octubre La dama duende y, aunque parece segura de sí misma y es una actriz energética, puede que en sus ojos estén apareciendo  ya las flores moradas del miedo. Quizá lo atenúe el hecho de que ya lo estrenó en el Festival de Almagro. Pero miedo es la primera palabra que se le ocurre a Marta Poveda ante la inminencia de un estreno. Y después, la preocupación de buscarle su lugar al miedo porque éste  tiene   su sitio sus razones, sus causas. Halladas  las causas  de ese temor, me confesó un dia,  estas pueden convertirse en un factor creativo.  La precisión, el nervio exacto de una interpretación es   parte de su conciencia de actriz. Nada puede quedar al albur ni a la improvisación. Más tarde podrá permitirse alguna pirueta, algún virtuosismo.

 Sus estados emocionales los somatiza intensamente. Todo su cuerpo es palabra, palabra viva.  Un poco de sufrimiento tampoco viene mal, esta escena se me va a escapar, se la voy a estropear al autor y al autor hay que tenerle mucho respeto y a  los compañeros hay que tenerles mucho respeto.

Responsabilidad, esa es la palabra exacta. Inseguridad hasta que pisa la escena Al escuchar la palabra sufrimiento pienso  en el libro de Dom Richardsom  Interpretar sin dolor, que cambial los postulados de Strasber. No es muy partidaria  del Metodo me parece deducir cuando afirma que el teatro es un trabajo de amor, un trabajo colectivo. Y un fallo personal no puede arruinar el trabajo de los demás. La función, especialmente el dia de estreno, es también un despojamiento del ego, del superyó que en teatro  asalta a veces al intérprete,  una función no es   solo  mía, es de todos; la gente no va a estar pendiente solo de mí. La función está hecha, está integrada. Pero das en pensar que le falta el hilván, el bordado, a tu personaje le falta esa segunda alma que tú le das sin que se note, sin que chirríe.

 Por qué tiene que haber una noche de estreno? El estreno lo tememos los intérpretes,  es el peor dia de la función, la cosas no pueden salir bien,  aunque los aplausos estén asegurados. Nunca salen bien, es lo más provisional del mundo, el peor dia para juzgar una función, para juzgarte a tí misma por muy trabajada que creas que la tienes.  Lo más probable es que el personaje vaya por un lado y la actriz, aunque esté muy brillante, por otro. Aún no se ha producido la fusión divina entre la dos naturaleza; personaje e intérprete. (Próximo capítulo Luis Bermejo)

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