El lugar del miedo
Estrena en La Comedia el 5 de
octubre La dama duende y, aunque
parece segura de sí misma y es una actriz energética, puede que en sus ojos estén
apareciendo ya las flores moradas del
miedo. Quizá lo atenúe el hecho de que ya lo estrenó en el Festival de Almagro.
Pero miedo es la primera palabra que se le ocurre a Marta Poveda ante la inminencia de un estreno. Y después, la
preocupación de buscarle su lugar al miedo porque éste tiene
su sitio sus razones, sus causas. Halladas las causas de ese temor, me confesó un dia, estas pueden convertirse en un factor
creativo. La precisión, el nervio exacto
de una interpretación es parte de su conciencia de actriz. Nada puede
quedar al albur ni a la improvisación. Más tarde podrá permitirse alguna
pirueta, algún virtuosismo.
Sus estados emocionales los somatiza intensamente.
Todo su cuerpo es palabra, palabra viva.
Un poco de sufrimiento tampoco viene mal, esta escena se me va a escapar,
se la voy a estropear al autor y al autor hay que tenerle mucho respeto y a los compañeros hay que tenerles mucho respeto.
Responsabilidad, esa es la
palabra exacta. Inseguridad hasta que pisa la escena Al escuchar la palabra
sufrimiento pienso en el libro de Dom Richardsom Interpretar
sin dolor, que cambial los postulados de Strasber. No es muy
partidaria del Metodo me parece deducir
cuando afirma que el teatro es un trabajo de amor, un trabajo colectivo. Y un
fallo personal no puede arruinar el trabajo de los demás. La función,
especialmente el dia de estreno, es también un despojamiento del ego, del
superyó que en teatro asalta a veces al
intérprete, una función no es solo mía, es de todos; la gente no va a estar
pendiente solo de mí. La función está hecha, está integrada. Pero das en pensar
que le falta el hilván, el bordado, a tu personaje le falta esa segunda alma
que tú le das sin que se note, sin que chirríe.
Por qué tiene que haber una noche de estreno? El
estreno lo tememos los intérpretes, es
el peor dia de la función, la cosas no pueden salir bien, aunque los aplausos estén asegurados. Nunca
salen bien, es lo más provisional del mundo, el peor dia para juzgar una
función, para juzgarte a tí misma por muy trabajada que creas que la
tienes. Lo más probable es que el
personaje vaya por un lado y la actriz, aunque esté muy brillante, por otro.
Aún no se ha producido la fusión divina entre la dos naturaleza; personaje e
intérprete. (Próximo capítulo Luis Bermejo)
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