SILOÉ
Fuente de belleza, fuente de eternidad
Manantial de belleza, iluminación
de monjes místicos, miniaturistas, beatos, apocalipsis. Siloé o la belleza
absoluta, reproducción facsimilar para fervorosos del arte sin contención ni
mesura. Escrito está, lo que invirtáis en belleza, en belleza se os devolverá.
Escribió Nietzche, ¨quien ame la belleza no envejecerá´´. Con Siloé seremos
eternos. Al alcance de mi mano, en mi
despacho, su último trabajo, su último milagro. Libro de horas de Luis Laval.
Mis preferencias, cuestión personal,
es el Libro de horas de Isabel
la Católica, aunque muchos centren las suyas en los hermosos ejemplares de El libro de
Horas de los Escolapios de Zaragoza y El libro de Horas del Obispo
Fonseca. El libro de horas de Isabel la Católica lo editó Testimonio, pero me parece recordar lo comercializó, valga la zafia expresioón para un milagro, Siloé Los libros de horas son objetos fascinantes de la historia del
fervor y la devoción medievales. Verdaderos tesoros y como tal deben ser
considerados. Este libro de Luis Laval es una prueba irrefutable de la
religiosidad del momento histórico. Ha sido calificado como el libro de horas
más espectacular de todos los tiempos con 1234 miniaturas, ciento cuarenta y
siete a página entera. Célebres y acreditados estudiosos afirman de él que es
una joya del ámbito devocional y un testimonio irrepetible de los registros
decorativos del arte religioso de la tardía Edad Media. Sus bellas imágines son
de una extrema delicadeza y de una prodigiosa intensidad psicológica. Otro hito
de esta editorial, pionera de la reproducción facsimilar en la que sigue a la
cabeza en España y acaso en el mundo entero.
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