Brutalidad de Dios K
Dios K viene del Fringe y puede ir a
cualquier parte. Es una producción del Teatro Español, una producción de alto
riesgo propia de las grandes aventuras de vanguardia y provocación. Está basada
en una novela de Juan Francisco Ferrer; dramaturgia de Antonio Rojano, dirección de Victor Velasco e interpretación
soberbia de Alberto Jiménez y Mona Martínez. Es la historia canalla
de un canalla putero, que es lo de menos, y violador, que es lo de más: el
director del Fondo Monetario Internacional, Dominique Straus-Kahn que iba para presidente de Francia y lo
trincaron abusando de una camarera negra
en un hotel de lujo neoyorkino. Una historia turbia, que no era la primera.
Texto duro, incómodo, irritante en ocasiones que tendrá una exégesis más
pormenorizada que esta pequeña nota. Teatro necesario y de alto riesgo.
Nuria Espert; biografía monumental.
Superado el impacto atemorizador de un libro de casi mil
páginas, y la consiguiente alarma que produce la lectura de un mamotreto así,
se llega a la conclusión de que Arte y
reto en la escena: la obra de Nuria Espert es un libro necesario; para Nuria Espert y para el teatro español. ¿Supone
esto fijar una identidad, una fusión entre la historia del teatro español y la
trayectoria de Nuria Espert? En cierta medida, sí. Y no entro ahora a valorar o
revisar mis juicios críticos sobre Nuria Espert, severos en muchas ocasiones sobre
su forma de actuar. Siempre me interesó su poética escénica, aunque en su
materialización no siempre estuviera de acuerdo. De este libro pueden extraerse
muchas conclusiones; la primera, el don que tienen los elegidos de estar en el
sitio oportuno en el momento exacto. Tres hombres en la vida de Nuria: Armando Moreno, marido y mentor; Victor García ( Yerma, Las criadas), Miguel del Arco . (La violación de Lucrecia)
En estos momentos, ninguna actriz en la cumbre de su arte
podría atraerme más que Nuria Espert para escribir una biografía. Pero esa ya
la ha hecho ahora, Ana María Arias Cossio y hace algunos años, Marcos Ordóñez posiblemente el más
apasionado exégeta de la actriz; Nuria
Espert, de fuego y aire. Aitana Sánchez Gijón seria otra aventura intelectualmente tentadora, pero aún tiene recorrido largo. Como Fernanda Orazi
Estoy seguro de que dentro de 40 años me gustaría hacer la
biografía de algunas actrices jóvenes hoy: Irene
Escolar, cuya inteligencia nunca permitirá que su cumbre actual sea
declarada prematura. La otra es María
Hervás, más en agraz que Irene, pero llena de infinitos horizontes. También
creo que su belleza nunca oscurecerá su inteligencia. 50 años, solo le pido a
la vida 50 años, para poder escribir esas biografías. Pero, como dijo Juan Ramón, “yo me iré y seguirán los
pájaros cantando”. O sea que, por mi parte, no habrá para estas jóvenes triunfadoras
biografía como la que Ana Mª Arias ha hecho de Nuria Espert.
Luciérnagas en
teatro del Arte
Luciérnagas es un texto inclemente de Carolina Román; inclemente, impiadoso
y, a la postre, liberador. Carolina
Román mete a fondo el bisturí en la herida de unos personajes que vienen a ser
la patología individualizada de una sociedad enferma. Inclemencia del teatro de
Carolina Román, pero también piedad; una piedad infinita. Vi Luciérnagas hace un par de años y me
sorprendió favorablemente la labor de los tres intérpretes, Aixa Villagram, Jaime Reynols y Fede Rey;
sobre todo la de Fede Rey en un papel de
un disminuido mental listísimo. Como actor, con recursos impropios de su edad. En
el Valle Inclán, que se falla dentro un mes, se consideró su nombre entre los
candidatos. Al final, por circunstancias
de índole cronológica del estreno, quedó fuera de concurso.
El papel es lo que en
la jerga llaman un bombón; pero es un bombón envenenado. No basta sobrevivir a
él. O triunfas sobre la endemoniada complejidad de un carácter que empieza a
abrirse a la sexualidad y a la vida, como Alex, o te la pegas. Carolina Román
ha escrito una pieza de tres caracteres complejos y atormentados. Es quizá lo
mejor de una autora por la que hay que apostar con confianza: su fuerte la
definición de personajes llenos de recovecos y zonas obscura. Mantengo lo que
dije entonces de los tres. Ahora hay que añadir la novedad de Carmen Gutiérrez que ha sustituido a Aixa Villagram. Carmen Gutiérrez convence por su descaro, su
ternura y su soledad. Percibo ciertos
cambios estructurales, no sé si obra de la autora o de la dirección;
acortamiento de alguna escena, alargamiento de alguna otra. Para mí estaba bien
como estaba. Pero dirección o autoría siempre tienen sus razones.
Decirte querido Javier, que el jurado de la 25° Muestra Internacional de Cine de Palencia, ha premiado con una mención a la mejor actriz y Otero, a una de tus potenciales objeto de biografìa, la bravìsima y guapìsima, Marìa Hervàs, por su interpretación en el cortometraje "Si tuvieran ojos" de Carlos Polo. Aprovecho a mandarte un fuerte abrazo, paisano. Juan Fco Del Valle
ResponderEliminarDecirte querido Javier, que el jurado de la 25° Muestra Internacional de Cine de Palencia, ha premiado con una mención a la mejor actriz y Otero, a una de tus potenciales objeto de biografìa, la bravìsima y guapìsima, Marìa Hervàs, por su interpretación en el cortometraje "Si tuvieran ojos" de Carlos Polo. Aprovecho a mandarte un fuerte abrazo, paisano. Juan Fco Del Valle
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