Angel Guimerá con adaptación y dirección Pau Miró
y Lluis Homar. en la Abadia, Un clásico catalán con dramaturgia,de Xavier Albertí que siempre es una garantía.. .Monólogo a varias voces, todas en la voz de Homar, que no acaba de dar con el tono diferenciador de cada una. Apenas se distingue el soliloquio del pastor Manelic, y su desdoblamientos, en Marta, enamorada de Sebastiá que de
todo es dueño. Nunca he ocultado
mi admiración por Lluis Homar; a pesar de cierta frialdad para pasar batería .Tierra Baja es un clásico del teatro catalán con doce personajes y
un tórrido triángulo amoroso todos ello pasados por el filtro de este actor que, en otras ocasiones, me pareció mejor. Complejidad de emociones y simplicidad
de una puesta en escena en la que se confrontan dos mundos: la pureza de las
tierras altas y la grandeza de sentimientos en las altas y la bajeza miserable de las tierras bajas; los siervos y
el cacique , el señor Sebastiá dueño de lo que existe y de lo que no existe Y
el pastor Manelic, inocencia frente al poder absoluto. Un texto anticuado, que requiere una interpretación más matizada y menos lineal
dada la pluralidad psicológica de personajes. Sensación de arqueología
teatral.
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