miércoles, 26 de diciembre de 2018

NAVIDAD.TENGAMOS LA FIESTA EN PAZ


Publicado el Mundo. Desavenencias.
Tengamos las fiestas en paz. No hay por qué repudiar el espíritu navideño que aconseja ser buenos y solidarios. Días nos quedan a lo largo del año para hurgar en las heridas. Hay tantos desacuerdos en este mundo, tantas atrocidades que por fuerza tenemos que coincidir en algo; por ejemplo el espíritu navideño de concordia. Me sumo a él con todas las fuerzas de mi corazón.  Queda mucho tiempo para las insuficiencias, las maldades, las incomprensiones y la corrupción. Para la gratitud mal expresada, las complicidades no valoradas, la sonrisa de una mujer que no apreciamos lo suficiente, el sacrificio de las mujeres que más nos aman. Si hubiera que establecer un decálogo, los diez mandamientos de la ley de Dios y de los hombres, lo resumiría en uno sólo: piedad y tolerancia.  Eso no quita que una mente crítica tenga que olvidarse de monstruos y desafueros. 48 horas de Laura Luelmo señalan la cumbre de la monstruosidad del año.
El país se desangra y se desgarra. La eterna cuestión catalana arde por los cuatro costados, sin que seamos capaces de conllevarla como aconsejaba Ortega y Gasset. Uno tiene la sensación de que las discrepancias políticas notables, y razonables en toda democracia, es la coartada para olvidarse de lo más principal: los ajustes sociales, las diferencias de clases con privilegios para unos y agravios para otros. Este es el quid de la cuestión; menos dentelladas políticas y caníbales y más justicia, más igualdad, más cultura. Hasta no hace mucho algunos creíamos que nada había que no pudiese arreglar una sonrisa de mujer, pero ese privilegio también nos ha sido arrebatado. También está politizada. Por lo tanto, felices Navidades. Con razón o sin ella.


sábado, 22 de diciembre de 2018

LAURA LUELMO Y SU CALVARIO, IN MEMORIAM


CALVARIO LAURA LUELMO. INMEMORIAM  Resumen El Mundo, Desavenencias

Por encima de otras consideraciones, lo más atroz que se me ocurre en estos momentos, es la atrocidad de esas 48 horas que Laura Luelmo pasó en las garras del monstruo,. Qué celebraciones navideñas se nos ocurren ante esa barbarie?. ¿que falsa piedad invocar?. Navidad, tiempo de paz. Mentira porque las guerras siguen, la compraventa    de armamento sigue y se la justifica desde una izquierda que se autoproclama radical, como garantía de puestos de trabajo. Se puede escribir al límite, sobre La Manada,  y se puede escribir hasta el vómito, sobre todo cuando un  depredador han asesinado a una mujer, Laura Luelmo.  Montoya ya está detenido y debiera estarlo para siempre. La Manada sigue libre.  Una sociedad justiciera pondría las fotos  de la Manada por todas las paredes con un letrero como los forajidos del Oeste; wanted, vivo o muerto.  En el mundo en que vivimos, les damos rango escénico.   María Hervás y Miguel del Arco andan a vueltas con el tema. Y será de ver el glamour y la sensualidad, que María Hervás derrochaba en Las crónicas de Peter Sanchidrian,  arrastrado por las calles de Pamplona: calvario de la Manada .Ramón Paso,  Ana Azorín, Inés Kerzan y Ángela Peirat también se han enredado en el escabroso asunto con texto mio que se titula, precisamente, Violada.  Terrible, pero nada comparable, quizá, a lo de Laura Luelmo. Algo habrá que añadir en los ensayos. Él p0r sí solo es una Manada.
Treinta años seguidos hice la crónica de toros de los Sanfermines para el Mundo, pero el guarrido de los marranos con su pocilga a cuestas, cambia las dimensiones del paisaje, una dimensión grotesca. Esta exaltación de antihéroes no es nueva. También se hicieron películas sobre Jack el Destripador y sobre pistoleros del Oeste. Pero nada hay compatable a esas 48 horas de una mujer indefensa en manos de un monstruo que nunca será será reinsertable.

viernes, 14 de diciembre de 2018

CARMELO GOMEZ; EL JARDINERO Y LA SEÑORA



Todas las noches de un día. (Publicado METROPOLI. El Mundo)

Autor, Alberto Conejero. Dirección, Luis Luque. Intérpretes, Carmelo Gómez y Ana Torrent.  Escenografía, Mónica Borromello. Vestuario, Almudena Rodríguez. Música, Luis Migue Cobo. Iluminación, Juan Gómez-Cornejo. Escenario, Teatro Bellas Artes CUATRO 

Texto duro, enigmático; Silvia, la señora ha desaparecido. Samuel, el jardinero, es interrogado por un comisario. A partir de aquí, Samuel el jardinero va recordando   la historia compartida. El deseo carnal y un simulacro de amor del que la señora se mofa; suspicacias, acusaciones a Samuel; Luque el director y Conejero el autor, en perfecta sintonía. Y la lucha de clases que planea entre el jardinero y la señora pendiente siempre de una carta de amor que no llega. Y un pasado sin resolver con su hermano. Texto cruel. Compleja y sugerente   escenografía de Boromello  en dos planos, el interior y el exterior.
 Ante la desesperación del Samuel que sigue cuidando el invernadero como un rito, Silvia se da al alcohol y a la nocturnidad promiscua.  El invernadero es el ámbito de la soledad y los encuentros de Silvia, la señora y de Samuel, el siervo, el buen salvaje cuya flor favorita es el cactus porque respira hacia dentro. A Silvia le gustan todas.
Carmelo Gómez dibuja su papel con matices proletarios y aldeanos. Un papel de amor. Ana Torrent es siempre la señora, incluso cuando insinúa un beso apasionado; Carmelo Gómez,   fragilidad  de amante  desdeñado  “por qué con otros y no conmigo”,  domina la escena con autoridad;  Ana Torrent crece a su lado.  Hay una tormenta que permite a Gómez-Cornejo desarrollar su poética de las luces. Excelente música de Luis Miguel Cobo.

jueves, 13 de diciembre de 2018

CAMUS Y SARTRE: DOS COLOSOS


Frente a frente, (Publicado Desavencias El Mundo)

Albert Camus ha venido al Maria Guerrero de la mano de Mario Gas. Calígula. Para que el gozo sea completo, sólo falta traer a Jean Paul Sartre. Ambos fueron amigos, pero acabaron siendo enemigos irreconciliables, Desde la ruptura de 1952 no volvieron a hablarse. Había más que enemistad, había ideología, guerra fría. Se conocieron en 1943 en el estreno de Las moscas, de Sartre., según cuenta Simone de Beauvoir. Su divorcio en 1952 fue una desgarradura moral y política; las dos mentes más vigorosas de la izquierda europea de la mitad del siglo XX frente a frente. Sin ninguna posibilidad de reconciliación.  Las grietas entre su pensamiento, tan sólidamente elaborado, no eran nuevas, pero habían sido tolerables frente al nazismo como resultado de dos sistemas filosóficos. Filosofía política.  La ocasión de ruptura la deparó un violento ataque contra El hombre rebelde por parte de la revista Los tiempos modernos de la que Sartre era redactor jefe. Fidelidad de Albert Camus a su idea de libertad y   fidelidad de Jean Paul Sastre a la Unión Soviética y su revolución, declarándose estalinista; defendía que, pese a la ausencia de libertades, el estalinismo era moralmente superior al capitalismo.
La posición de neutralidad de Camus, “ni víctimas ni verdugos”, en aquellos momentos era indefendible y la equiparación del comunismo al capitalismo también.  Probablemente el pensamiento de Sartre ha envejecido más deprisa que el de Camus. Pero si hablamos de teatro ahí y la posible escenificación, están Los secuestrados de Altona, La puta respetuosa o A puerta cerrada que ya hicieron hace años Carmelo Gómez y Aitana Sánchez Gijón.  “El infierno son los otros” y “los hombres mueren y no son felices”: dos verdades eternas.

sábado, 8 de diciembre de 2018

THOMAS Bernhard, CIUDADANO DE MADRID



 Thomas Bernhard ciudadano de Madrid
Ante la jubilación, de Thomas Bernhard, dirigida por Krystian Lupa se ha convertido en el gran acontecimiento teatral del Festival de Otoño. Thomas Bernhard, austriaco a su pesar, accidentalmente nacido en Holanda, y su odio al nazismo. Cuando paso por la calle del Prado camino del Teatro Español tengo la sensación de que la sombra de Thomas Bernhard me acompaña. Vivió aquí, escribió aquí cerca del Ateneo. Confiesa en El Malogrado que desde el primer momento Madrid se convirtió en el centro ideal de su existencia. Aquí halló la tranquilidad que nunca halló en ningún sitio. España tierra de asilo, Madrid rompeolas de todo el mundo. Por otro lado, el régimen franquista acogió con todos los honores a Otto Skorzeny,  que liberó a Benito Mussolini del, en teoría inaccesible, Gran Saso donde estaba confinado. Adolf Hitler le condecoró y ya en Madrid, donde muró en 1975, se le otorgaron todos los honores imaginables.  Fraga Iribarne fue su principal valedor.
 Las constantes del pensamiento de Bernhard son su odio al nazismo y a los austriacos que lo aborrecían a él con idéntica reciprocidad intensa..  La razón de esta aversión tiene una lógica implacable; consideraba a Austria cuna del nazismo. Y proclamaba; “Austria es hoy peor que hace cincuenta años”.  Kurz Waldhein, de quien se descubrió que había sido miembro de las SS se sintió aludido y ofendido por Bernhard. El juez de Ante la jubilación, que sigue homenajeando a Himmler en su cumpleaños todos los siete de octubre, bien podría ser Waldhein. El desdén de Bernhard por Austria es   coherente; consideraba   el nazismo   genuinamente austriaco. Muestra de ello fue el entusiasmo de los austriacos en Heldenplatz celebrando la anexión de Austria por Hitler.