lunes, 30 de diciembre de 2013

FABULAS APÓCRIFAS DE BELEN (III). LA GRAN CORRIDA

Finalizaba el año, que era como un cambio de época, tan negro se presentaba, y los taurinos decidieron peregrinar a Belén; no tanto para expiar sus numerosos y graves pecados, cuanto para encontrar alguna solución que viniere más del milagro que de su menguada razón. Cuando José escuchó los cencerros de los cabestros y la voz de los mayorales dijo ciertos son los toros; la vaca mugió melancólicamente y la mula ni se inmutó. La torada pasó de largo, más enseguida apareció una Comisión de la gente del toro con raros presentes para  Jesús poco dado, de momento, a las artes e industrias de la tauromaquia.  Martínez Uranga,  apodado don Choperita, el Don de las Ventas, ofrendó a la Familia Sagrada, a perpetuidad,   tres abonos de barrera del 10, aledaños del lugar donde  se sienta el Borbón  cuando se digna honrar la Fiesta;  en manos de  reventa esos abonos aliviarían de por siempre las penurias de la familia;  sobre esos dividendos Montoro,  el recaudador, apodado el fenicio pese a ser romano, no podría poner  sus zarpas, pues quedaban exentos de declaración, por real gracia del Borbón. A empresas más turbias de eximentes y perdonanzas financieras tenía acostumbrado Su Majestad al reino.
Morante de la Puebla le regaló un capote de paseo con el Cachorro, lo cual sobresaltó sobremanera a Jesús al que Morante apaciguó dánde una verónica a la vaca. Ponce depositó ante María dos azumbres de aceite puro de oliva y dos arrobas de aceitunas de sus campos de Jaén. Y Diego Urdiales  trajo una cosecha de vinos de Rioja, chorizos  de todas clases y espárragos que, en el mercado de Judea, buenos sextercios valdrían. Y recordando Urdiales sus tiempos primeros de pintor de brocha gorda se ofreció a pintar de grana y oro aquella pobrísima cueva cubierta de telarañas. Para no ser menos que Morante, ambos, Ponce y Urdiales,  también le dieron unos capotazos a la vaca que estaba ya en su salsa y  mugia de gozo. El Niño Jesús dijo olé y José no dijo nada. Vino luego  Daniel Ruiz, hijo, ganadero de postín, y ofreció un extraño artilugio llamado mueco; nadie sabía cuál era su uso y utilidad, pero la vaca, apercibida y lista, enterró  sus cuernos en la paja y el estiércol en un raro gesto temeroso. El último de la Comisión era     Pablo Lozano,  hijo, de la afamada estirpe de los Lozano, que construyó un grupo escultórico con todas las figuras presentes; es leyenda que aquellas primorosas esculturas han pasado a la historia como el primer belén navideño de la cristiandad.

Todo parecía concluido y en paz, cuando aparecieon los aficionados del 7, reivindicativos y vocingleros, a los que el  Don Choperita, recriminó su actitud poco democrática; y vino también Miguel Angel Santamaría,  alcalde de Colmenar Viejo, a la cabeza de las Peñas Tierra de Toros  y el Rescoldo, con un memorarial que haría de La Corredera lo que siempre fue: plaza del toro íntegro y encastado.Ninguno de la Comisión les hizo caso ni a los del 7 ni al edil colmenareño. Y cuando se retiraban,  apareció el flautista, de mejor nombre don Boix, pero nadie le había dado vela en el suceso, con lo cual el flautista se fue con la música a otra parte.
Por último se acordó que el escriba más famoso de Judea, Molés Plus o Manuel Molés a secas, el genuino o el paródico, o ambos a la vez, levantara acta de la sesión. Pero por no sé qué razones se prefirió que lo hicieran los hermanos Pérez  y Zabala de la Serna. Ignoro  qué contarán estos ilustres escribas; pero las cosas ocurrieron tal como las he contado, más una foto que Maite Túrrez   le robó al Niño Dios ensayando una verónica con el capote de Morante, Una foto de arte y ensayo que acabó formando parte de la iconografía navideña;  como el belén de Lozano

viernes, 27 de diciembre de 2013

FÁBULAS APÓCRIFAS DE BELEN. (II). LA FARÁNDULA EN EL AJO.

Gran Gozo experimentó el chavalillo juguetón que ya gateaba entre las pezuñas de la mula y la vaca, cuando vió que, a la entrada de la cuadra, se paraba el carro de la Farándula. El carro de Tespis, lo llamaron luego y otras cosas peores. Una tropa alborotadora que, como él, era indiferente al frio y al calor. "Esta gente me place porque son unos descomulgadoss", dijo el niño, ante la incomprensión de María y de José.   "En verdad os digo, padres míos, que a estos habrán de crucificarlos en los maderos de  la censura y en el  Golgota del IVA, peores expolios, tengo para mí, que las tasas e impuestos  de  Herodes  y de los romanos malditos".
La tribu de la Farándula encendió fuego y en derredor de él  se dieron a la danza, la parodia y los jeribeques. Cristo Jesús ya empezaba a hacer de las suyas  y logró que la mula estéril diese abundante leche y la vaca, sin concurso de toro,  pariese un ternerillo que diera alimento a los cómicos durante varios dias. Entre tanto, los cómicos idearon un artificio teatral en el que Jesús acababa crucificado entre dos ladrones, los dos malos, que por eso eran ladrones; uno, un centurión romano de mano larga, apodado el Montoro  que se haía quedado con la polenta y las aceitunas de las legiones; y otro un conspirador de costumbre, llamado Rubalcaba, al que algunos extremistas acusaban de traición a la facción más radical  de las fuerzas antiromanas. Hubo discusiones entre la grey farandulera sobre a quién más crucificar: si a Bárcenas,  el recaudador infiel,  a Rajoy, cómplice por omisión y encubridor de un su amigo; a Barrionuevo y Vera,  generales de la guerra sucia contra ETA y a no sé cuantos más.
Irene Escolar se pidió el papel de María de Magdala y Alain Hernández  el de Judas Iscariote   y Enric Benavent  el de Pedro sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Faltaban cruces y, además, Jesús se cabreó con los autores del libreto, Diego Botto y  la gente de Animalario,  por tendenciosos, diciendo que ya estaba bien de cruces y cada cosa a su tiempo. La cruz ni nombrarla, que era como mentar la soga en casa del ahorcado, y se acabó la fiesta. Pero no se acabó y de aquella aventura salieron los cimientos del teatro medieval y del teatro español, de mano de Gómez Manrique, señor de Amusco (Palencia) y tio de Jorge Manrique,  el de las Coplas y señor de Paredes de Nava, también de Palencia.    Ello fue  El auto de los Reyes Magos,  lo cual plugo mucho a una juglaresa de nombre Ana Zamora.

jueves, 26 de diciembre de 2013

FÁBULAS APÓCRIFAS DE BELEN. NACIMIENTO DE LA DEMOCRACIA (I)

El ministro de economía de Herodes, el Tetrarca, instaló su poltrona a la derecha de Jesús. A su lado, el pretor romano y a la izquierda del recién nacido, el Gran Rabadán, presidente de todos los rabadanes que pastoreaban sus rebaños por los campos helados cercanos a la cuadra paritorio. Se había corrido la voz de que todas las ovejas y cabras que habían seguido en un radio de 200 metros el resplandor del pesebre y el nacimiento de Jesús, su leche y su lana, subirían de precio en el mercado. Pero el Gran Rabadán y los pastores que seguían el debate de lejos, apenas pudieron hacer otra cosa que aceptar las condiciones del Tetrarca y del Pretor; Jesús no tenía ni voz ni voto, y el pánfilo José tampoco. Y mucho menos  María que era mujer y virgen, ciscunstancias ambas altamente sospechosas. El Gran Rabadán pudo decir con entera libertad democrática que no aceptaba las  condiciones impuestas, también con entera libertad y democracia, por el Tetrarca y el Pretor; y que del reparto propuesto por los dos jerifaltes, con la abstención obligada de la Familia Sagrada, no le quedaba ni para el pienso de las ovejas. Tampoco valió de nada la gresca que montaron a la entrada de la cuadra, los demás pastores. De aquí nació la célebre sentencia, "junta de rabadanes, oveja muerta", con la cual quiere demostrase la inutilidad de toda discusión incontrolada. Fue el primer Consejo de Administración de la marca llamada poco después Jesús de Nazaret, y siglos más tarde Vaticano Sociedad Sagrada y Anónima. También se consignó en las Actas del Consejo que si los pastores se apartaban de lo allí estipulado serían desposeidos de rebaños y majadas; y que si Jesús se desviaba de lo que el Tetrarca y Pretor, por mayoría simple y democrática, habían, decidido, sufriese muerte de cruz. En esos precisos momentos, Jesús más tarde llamado Cristo el Nazareno   quedó sentenciado a muerte. Y los pastores a pobreza y esclavitud.

Mañana,  fábula apócrifa II

viernes, 20 de diciembre de 2013

LIBROS, LEER, LEER, ESCRIBIR; ASÍ TODA UNA VIDA.

Como escribió Borges, puedo no estar orgulloso de lo que he escrito; pero sí de lo que he leido. Llegan libros de todas partes para estas Navidades; novela, ensayo, poesía. Hace unos meses le dije  a Alfonso Armada, el periodista, no el general del 23 F, que esperaba de él un libro de poemas y un estreno de una obra de teatro. Armada es un excelente poeta y un gran dramaturgo. La primera parte, el libro, ya está aquí y se llama Fracaso de Tánger; la segunda, la obra de teatro, la espero. Alfonso Armada es un poeta raro y ha escrito un libro que se lee al revés, como en árabe. Mejor dicho, se puede leer en dos direcciones; o sea de atrás para adelante y de adelante para atrás. Paseos por Tánger y paseos por el alma de alguien que quiere o necesita olvidar. Tánger es una ciudad para vivir y para olvidar, refugio de solitarios. Es muy raro  Alfonso Armada y busca siempre la complicidad obligada del lector; o del espectador de teatro. Recuerdo por ejemplo, Sin maldita esperanza, El alma de los espejos.  Como, además, es escritor de libros de  viajes, Fracaso en Tánger reúne al poeta y al viajero. Y quizá también al dramaturgo. Leeré a fondo este libro estas Navidades. Y espero un estreno de Armada; a ver si es tan puntual y cumplidor como con el libro de versos.

Alberto Estella, de Salmanca, me envía una antología de sus artículos y columnas que bautiza con el severo título de Columnata. Estella domina la técnica y la estructura de la columna periodistica, la otra es una afortunada metáfora,  y escribe no con la libertad que le dejan, sino con la libertad que se te toma. Celebra su mayoría de edad, bastante mayor,  con el periodismo y con la vida,  citando una frase firmada por Heywood Broun: "he cometido errores. Me he cmido palabras y columnas completas. Pero nunca escribí nada que no hubiera creido entonces" . Su código ético es simple: "denunciar las conductas públicas merecedoras de reproche". Así ha pasados sus innumerables Cabos de las Tormentas y así sigue. Sus modelos son Francisco Umbral, Manuel Alçántara y, no sé en qué medida, el turbulento   César González Ruano, a mi me parece que muy ajeno a la filosofía de Estella  A mi me sitúa entre dos excelentes escritores, Gonzalo Santonja y Juan Manuel de Prada, ambos con una vena religiosa que yo no tengo, Gonzalo via José Bergamín y De Prada, via vaticanista. Isabel Bernardos,  también escritora y también de Salamanca, me informa de que Estella ha cedido sus derechos a  una obra benéfica que se llama Proyecto Hombre que gestiona el padre Muiños. A mi me ha regalado el libro con una recomendación: "entra en una Iglesia y echa cinco euros en el primer cepillo que encuentres". Lo haré, sin duda. Admiro y tengo por amigo a Albero Estella porque conmigo ha sido siempre, no sé si justo pero sí benéfico. Por su voto y por su influencia de prohombre salmantino, ganadero consorte y abogado y político por derecho propio, me dieron el premio Timbalero   a las mejores crónicas taurinas de una Feria de Salamanca. Sin que nadie se ofenda es el Premio que más quiero, José Sánchez Gómez fue buen revisero taurino, amigo de Joselito el Gallo y republicano fusilado al amanecer. Su figura de un republicanismo moderado, gente de bien, siempre me había llamado la atención. Y viene un dia Alberto Estella y el resto del jurado y "zas!, me dan el premio.

Primera novela de Alejandra Alloza que escribía muy bien el teatro alternativo y era la cara guapa visible del programa de Televisión española, Cultura con eñé. Era un gran programa que cuanto más exito tenía más lo retrasaban en la parrilla de salida y llegó a emitirse en madrugada avanzada. Tacones en el banquillo  es el título de una novela basada en un hecho real de una mujer que rompe todas las convenciones de una sociedad machista, ambientada  en el fútbol, los medios de comunicación. Oportunísima la salida de esta novela sobre el fútbol, sus ídolos hermosos pero con pies de barro y dirigentes que meten la mano en la caja. Y en mitad de todo ello, una mujer entrenadora: una mujer de carácter en medio de la violencia. Fácil de leer, estilo ameno y periodistico. O sea, Alejandra Alloza

lunes, 16 de diciembre de 2013

EL ÚLTIMO GUERRILLERO DE ESPAÑA Y EL CORONEL AYMAR

Recientemente descubrí en tuiter un nombre: Sergio Reguilón. Le pregunté si tenía algo que ver con Lucas Reguilón, el "último guerrillero", nacido en Villar de Prado, condenado a muerte "en rebeldía" una decena de veces, y encarcelado al fin durante 20 años; me contestó que sí, pero que en su familia había gente que le inspiraba más devoción que Adolfo-Lucas Reguilón, cuyas ideas no compartía; mismamente la  tia Matilde de la que nadie habla. A lo que se ve, una familia partida y enconada por la guerra fratricida, como tantas en la España de escombros y sangre de 1936. A la tia Matilde los rojos le raparon la cabeza, le dieron aceite de ricino y la pasearon por el pueblo de Villar de Prado, me atrevo a pensar que no emplumada y con Sambenito. Mientras, deduzco, Adolfo-Lucas Reguilón estaba en armas contra los facciosos,. Su hombre de batalla y de clandestinidad era Eubel de la Paz.  Esta es la imagen que, más o menos y dolorosamente, me transmite Sergio Reguilón en sus tuits. ¿Quién dijo que el tuiter es pura frivolidad y un patio de vecindonas?.

Tengo a mano el libro El último guerrillero de España (Notas de un combatiente por la paz demócratica en nuestra guerra  incivil). Extraño asunto: paz democrática con las armas en la mano. El término incivil lo han popularizado reientemente Gonzalo Santonja   y Luis María Anson; el libro en cuestión se publicó en 1975, Tiene una dedicatoria manuscrita de perfecta caligrafía, letra pulcra de maestroescuela  que es lo que era Lucas Reguilón: "Para Ana y Javier, esperando que, entre todos, podamos contribuir en alguna medida a la auténtica y definitiva liberación de España y de toda la humanidad". Hay otra dedicatoria impresa: "A mi hija Flor del Pueblo Reguilón y Villalba que, a sus 30 años, deprimida por nuestro largo calvario, puso fin a su vida cuando me hallaba cautivo en Burgos. Con el último beso que no me permitieron poder darla(Sic)". Y luego, antes de la autobiografía, algunas consideraciones morales: "Si todas las guerras, son manifestaciones de los instintos feroces (...) las que`producen la mutua destrucción de conciudadanos, más que guerras civiles, son todo lo contrario: INCIVILES". El libro es un relato pormenorizado de hazañas bélicas y posiciones políticas que ocupó: Comisario y comunista en la guerra, Jefe de Guerrillas de la Región Central en la posguerra; después la cárcel. Y, al final, liberación democrática.... Le prometí a Sergio Reguilón que, a cambio de lo que él me ha contado de Matilde, yo le contaría lo que  sabía
de Adolfo Lucas. Y así hago; intención puramente informativa y testimonial. Y, como colofón, los versos a su torturador, el siniestro Coronel Aymar. Reguilón explica  que el Soneto a mi  muerte (Dedicado al Coronel Aymar), lo escribió en una celda de castigo "con pies y manos ulcerados por el frio y se lo entregué personalmente". Reguilón debió de temer que si el papel caía en manos de un carcelero apodado El Caimán, este acabaría dándole una paliza.

 A mi muerte.
!Cuántas veces cruzaste mi camino
y siempre has respetado mi entereza.
Yo sé que no me salva mi destreza,
sino tú, que respetas mi destino.

Te quiero, aunque parezca peregrino,
cual parte de mi fiel naturaleza,
como ciclo agradable, sin pereza
al terminar los plazos de mi sino.

Cuando seas servida yo te espero
como amiga infalible que me llama.
Solo te oido para el dia postrero

ir a tí limpio y firme, aunque sin fama,
depués de haber servido con esmero
a La Patria común que el Hombre ama.
Adolfo-Lucas Reguilón.

Seguro que el Coronel Aymar,  administrador de la muerte y dispensador de torturas, no entendió nada. Y yo tampoco, lo confieso. Yo soy más malo  que Eubel de la Paz.. Si lo entiende el pariente  de Adolfo Lucas, Sergio Reguilón, mejor que mejor.

jueves, 12 de diciembre de 2013

CURAS, COMECURAS Y VEGETARIANOS. Un cura escribe de Manolete.

No sé lo que pensará mi amigo Felix Población que escribe un Diario del Aire que ya me gustaría a mí;  en  este país llamado España, a menudo   llamado las Españas, siempre andamos a vueltas con los curas. Una veces delante con un cirio  y otras detrás con un  garrote. Este es un país bastante cafres que la toma con los curas;  y los curas, dejando aparte su sagrado ministerio pastoral, responden no infrecuentemente convirtiéndose en curas trabucaires, o sea con el trabuco al brazo. El cura Merino es el ejemplo que se me ocurre y más a mano tengo para no entrar en sucesos más próximos, la  Cruzada misma, o el nacimiento de Eta en las sacristías. O la protección que las mismas, las sacristías, algunas, dispensaron en el franquismo al Sindicalismo de CC OO. Respecto al título de este artículo no es más que lo que es; los curas son los curas, unos señores con sotana o sin ella y los hay buenos y malos. Como ciudadnos,  que la valoración de buen cura o mal cura pertenece a otro negociado. Comecuras son los anticlericales furibundos, que  no hay muchos, esta es la verdad y distan mucho de ser aquellos enegúmenos de revistas como El Motin, Sin Dios o Frailazo, que otros escriben Fray Lazo. Eso por no citar los tremendos frailes de Goya en sus Caprichos. Ya quisiera la revista Mongolia, o algunos de sus colaboraes/as  parecerse a aquellas. Cuando las primeras elecciones democráticas, Fraga Iribarne quiso resucitar el miedo a los comecuras marxistas,  en su versión literal y no metafórica, en la persona de Marcos Ana. Acusó a este,  que se había pasado mogollón de años en la cárcel,  de haber arrancado la oreja a un cura de un mordisco. Era un chaval pero, según Fraga, Marcos Ana ya tiraba al monte del canibalismo eclesial.  Los vegetarianos somos pues eso, vegetarianos: ni carne ni pescado, ni chicha ni limona; nos nos comemos a los curas y tampoco nos lavamos en agua bendita. En el fondo nos da igual; pensamos que la Iglesia, como Institución, siempre ha estado al lado del poder, pero que hay curas y monjas abnegados y que sacrifican por sus hermanos en Cristo. Ahí es donde queremos ver a Papa Francisco. Mano dura.   

He conocido curas de  todas las capas y pelajes, pero no había conocido a ninguno que hubiera escrito un libro tan serio, tan profundo sobre Manolete, Pedro Ballester Lorca: de lo estrictamente taurino, a lo humano y lo político.    Hay curas y curas; está, por ejemplo, el padre Muinos al que Alberto Estella, de Salamanca, cede todos los derechos de su libro de columnas y artículos, para ayudar al Proyecto Hombre. Aún no tengo el libro presentado ayer u hoy, pero tan pronto como lo consiga, me ocuparé de él, de la prosa rica y certera de Alberto Estella y de los beneficios que destina al Proyecto Hombre, del prebítero pasre Muinos. Cristina Cerezales Laforet, que vive parte del año en Algeciras y hoy ha presentado en la libreria Alberti El pozo del  cielo, su última novela, me habla con entusiasmo del Padre Patera, dedicado a la protección y salvaguarda de prófugos negros,  inmigrantes a la merced del mar. Conociendo a Cristina Cerezales, no me extrañararía que después de haber dejado la pintura por la novela, acabara dedicándose  a las misiones de las olas con el Padre Patera. La perdimos para la pintura y sería malo perderla para la novela en la que ha entrado ya con fuerza imparable.

Volviendo a Pedro Ballester Lorca, cuyo libro me ha mandado Conrado Abellán, Como un ciprés. Manolete, ha escrito un libro voluminoso, trabajado a conciencia y producto tanto de la fé en el Monstruo y su significado histórico y social, como de su afán de erudito y su afición a los toros. Es muy difícil aportar algo  nuevo sobre  Manolete, el torero con más bibliografía  de la historia y sobre el cual se ha escrito desde todos los ángulos y trincheras. Tal fenómeno parece impensable hoy y para que se repitiese, aunque fuese de lejos lejísimos,  tendría que ocurrir una desgracia, dios no lo quiera, a la cual le faltaría por añadidura, la base mítica que en vida tenía ya el califa cordobés.   Como un ciprés es un libro beligerante, polémico y que se va al pitón contrario  sin escurrir el bulto. Como Manolete en la cornada fatal de Linares; en corto y por derecho.. Y, como el cura Pedro Ballester da nombres y apellidos de los detractores del fenómeno cordobés, sera un libro  controvertido. Lo primero que leí sobre Manuel Rodríguez fue lo de Narbona el periodista sevillano, padre de la ministra Narbona que hace pocos años quiso abolir los toros. Tengo para mí aquello fue una venganza freudiana, un intento de matar al padre, franquista se supone,  o no, da igual, por parte de una Ministra sociata
Me he parado especialmente en la parte final, la que el autor rotula como  La leyenda negra que no cesa en la que, para desmentirla, Ballester se emplea más a fondo. Esta se componía de una serie de elementos que supuestamente marcaron su vida, como la adhesión incondiconal al  Régimen, ser su apéndice propagandístico. La relación en México con el exilio, en especial con Indalecio Prieto, desmiente esa filiación política lo cual alarmó, cierto, al franquismo.  Manolete era un ser triste que sólo alegró su vida cuando se enamoró de Lupe Sino, casada con un exiliado, comisario anarquista  de Cipriano Mera. Aquel escándalo tampoco lo acredita a Manolete como apéndice del nacionalcatolicismo. Se lo ha presentado como un degenerado, alcohólico y drogadicto, de orgía en orgía, pervertido por la lujuria y el desenfreno sexual de Lupe que acabó con su vida. Ballester rebate con énfasis estos extremos y otras atrocidades; pero absuelve de responsabilidad, o eso meparece,  a Camará y Alvaro Domecq en el trato vejatorio que dieron a Lupe Sino, antes en y después de la muerte de Manuel Rodríguez. Hay evidentemente puntos oscuros en la historia de Manolete, entre ellos el destino de su cuantiosa herencia, que nunca dejarán de sobrevolar sobre la memoria del apoderado y del rejoneador. Pero se esté o no  de acuerdo con Pedro Ballester Lorca, Como un ciprés: Manolete, es un libro serio, beligerante y que maneja una enorme documentación; además de defender una serie de opiniones en muchos casos irrebatibles. La sagacidad de Ballester lo lleva a señalar, no sin cierta ironía, el paralelismo antagónico que algunos pretenden establecer entre Manolete y José Tomas: aquel, un torero franquista; este un torero republicano. Como novedad más llamativa, el autor recoge, a título puramente informativo, la más reciente teoría de un suicidio consciente e incluso de una "muerte planificada"; es decir, un asesinato por lo más retrógrado del franquismo. !Jesús, qué cosas!.        

lunes, 9 de diciembre de 2013

CONSTITUCION DE 7 PADRES Y UNA MADRE VIRGEN.

Entre  pensar en la Constitución española, hija de 7 padres, y en el dogma de la Inmaculada Concepción, este puente político religioso se me ha ido en un suspiro, Conclusiones provisionales de un ocio tan poco productivo como aburrido. La Constitución,  hija de tantos padres y ajuntamientos tras las bardas -alcanzada su mayoría de edad y sin tutelajes- está resultando una hija un poco casquivana, por no decir un poco hija de puta.

El Cristo, en cambio, como claramente explica el misterio de la virginidad de María Inmaculada, no tuvo ningún padre y María no necesitó varón para engendrar.  He ahi la diferencia entre una hija de 7 padres y una madre que solo necesitó el aleteo de una paloma, el Espíritu Santo fecundador. La Constitución estamos a punto de apiolarla, después de violarla unas cuantas veces,. Y no digo que no sea necesario recomponerla, no violarla; mientras,  el misterio de la la Inmaculada  Concepción con el palomo de por medio lleva siglos y los que quedan.


Pero había prometido a Pilar Fabregat y a Irene Hernández Velasco corresponsal del Mundo en Roma, palabras piadosas para la Virgen por hacerme perdonar mis palabros malsonantes que Fábregat me reprocha a veces: Villán ese vocabulario...La verdad es que  este soneto, que escribí cuando tenía 14  años, me hubiera gustado publicarlo en Mongolia pero, inocente e involuntariamente,  me disuadió la kioskera, forofa de Mongolia y que sin embargo vota a Rajoy y votaría mejor a Aznar si este resucitase. Y usted cree señor Javier que cerrarán Mongolia?. No mujer, yo creo que no....Pero es que dicen cosas muy gordas, señor Javier, es que al Rey lo llaman  corrupto y no sé cuantas cosas...Mire usted, por esto hoy no se cierra una revista que dice lo que sabemos todos...Además, señor Javier, yo creo que son unos comecuras..... . Tranquila, en España siempre vamos con los curas: o delante con un cirio o detrás con un garrote; nada, no pasa nada. Además no saben los de Mongolia qué dura es la carne de cura, a fuerza de cilicios y penitencias....Pese a todo, fue esta reflexión, sobre el clero, lo que me disuadió de mandarles este soneto a los de la Mongolia. Tenía 14 años, estaba en un Seminario y con él me hice perdonar las excomuniones que me acechaban por leer a Unamuno,  ya ven ustedes. Por este soneto me diern una matrícula.   O sea que de descomulgado pasé a alumno ejemplar. No resultó mal la operación.

Lo reconstruyo de memoria no para Mongolia, sino para Irene y Pilar incluso para el Papa Francisco, que me tengan presente en sus oraciones. Dice así, rescatado de un pozo  de casi 50 años de profundidad:

Rio de néctar que entre hielos nace,
frágil nube de espumas en la altura
y corderilla inmaculada y pura
que nieves bebe y azucenas pace.

Brisa del alba que a los campos hace
desperezar en lechos de blancura;
cascada luminosa de hermosura
que el cieno arrastra y veloz deshace.

Modelo en el que copia la belleza,
eso eres tú más blanca que la espuma
que corona las olas y los peces.

Tan limpia, tan hermosa sin par eres,
que a no ser el Señor pureza suma,
serías menoscabo a su pureza.


Reconozco que no es un soneto perfecto;
 pero, joder, tenía 14 años y fama de descomulgado.¿Qué coño quieren  ustedes que hiciera?.

(Copyrihgt Seminario de Lebanza 1956)

viernes, 6 de diciembre de 2013

SALUTACION A CLARA MONTES Y OTRAS MUJERES DE MI VIDA.

El dia 7, o sea dentro de unas horas, en el teatro Fernán Gomez, Clara Montes y los poemas de Antonio Gala. Hay poetas con suerte. O  cantantes que dan con el poeta adecuado. María Toledo también cantaba, a veces,  mis poemas taurinos y letras que le hacía para toreros, Talavante, Padilla, Manzanares, Morante  y así. Pero cuestiones de "apoderamiento" cerraron una colaboración que yo hacía por puro divertimento: como un tentadero en una ganadería amiga.

Conozco a Clara Montes hace 25 años, cuando  hacíamos juntos, en San Isidro, Las Noches del Café Soto Mesa; ella de estrella y yo de hombre orquesta: organizador  del espectáculo, crítico de la corrida de la tarde  y animador de las grescas entre los aficionados,  por un natural de más o una verónica de menos. Salía a escena Clara Montes, que aún no era Clara Montes, y todo se apaciguaba; es decir, aparecía otra emoción distinta. Era la viva imagen de una virgen gitana, sin ser gitana, con una melena negra, larga hasta la cintura. Se apaciguaban las turbulencias taurómacas y Clara cantaba, entre otras coplas y romances, La bien pagá que yo le pedía casi todas las noches. Cada madrugada, un homenaje a Miguel de Molina, al que echaron de España por rojo y por maricón. Al fondo,  la sombra represora de Finat y Romaní, Conde de Mayalde, más tarde alcalde de Madrid por los servicios prestados como gatillero en la guerra; y ganadero de bravo, de casta blanda, por afición en la paz.  De madrugada entraba a quites El Pescao, un genio de Palencia,  no de Jerez ni del Puerto,  del flamenco más roto, más rasgado y más hondo. Palencia no sabe lo que tiene en el Pescao. A mí me gustaría hacerle un homenaje y descubrir al mundo la grandeza del Pescao  que canta la seguriya jugando al escondite con el hambre. !Va por tí, genio!

Hace pocos años  llamé a Clara Montes para hacer en La Abadía, mi texto Albero y ceniza, en Suma Flamenca, el festival flamenco de la CAM dirigido por Juan Verdú. Muy biene Clara Montes en una especie de tabernera al estilo de Carmen  la cigarrera o algo parecido. Con ella, memorables,  Greg Hicks, de la Royal Shakespeare Company, en plan HemingwayIsabelle Stofel,  en plan Ava Gardner o Lauren Bacall, y Antorrín Heredia y Reza Jafari, el Persa,  como gitanos canasteros y ligones. Dirigió Mariano de Paco Serrano y se ocupó de luces y espacio escénico David de Loaysa.  Paco Serrano ya se había familiarizado con los toros y la copla, a partir de mis guiones  de Los toros a escena que patrocinaba el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Y, sobre todo, le había cogido el gusto a la canción, con una pequeña Historia de la Copla en el Canal, que apareció sin firmar, y que  a la salida del espectáculo,  el cura Torrijos, agustino, y Pérez de la Fuente empezaron a decir que tenía aroma   de Chanel-Villán nº 5.

Lo que quería decir es que Albero y Ceniza salió muy bien y todavía ignoro por qué se quedó anclado  en dos dias de Festival, sin girar por esos mundos de Dios.  Triunfadora indiscutible  fue Clara Montes -mañana dia 7 en el Fernán Gómez con poemas de Antonio Gala- que acaso no sea aquella jovencita de las Noches del Café Soto Mesa, de hace 25 años; pero que sigue siendo  una mujer deslumbrante. Y ha vuelto a Gala.

Y como la cosa va  de mujeres deslumbrantes y tocadas por la magia del arte, ahí van algunas más.
Cristina Cerezales me manda su última novela El Pozo del cielo; Cristina, de la saga de los Cerezales-Laforet, es una excelente pintora que un dia dejó los pinceles y se entregó a la literatura. Como Alberti ("el dolor enterrado de enterrar el dolor de nacer un poeta por morirse un pintor"), sólo que sin dolor. El pozo del cielo se presenta precisamente en la librería Alberti el próximo dia 12 y es un juego de amor y de pasión; una historia de clandestinidades amatorias, encuentros y desencuentros.

Durante los dias 7 y 8, artesania de "arte y ensayo", el prodigio de unas manos de  filigrana de   Cristina Yolanda Merino en la Feria MollyMarket, COAM stand número dos, Hortaleza 63.  Regalos de Navidad de gusto refinado a precios de crisis.

Victoria Vera, mi adorada Nausicaa, siempre  seré su Ulises (Otra vez Gala, en aquella lejanisima y auroral Por qué corres Ulises prepara una gran superproducción, pero no suelta prenda: ni siquiera a mí, el Ulises cojo que sigue corriendo.

Después de Uñas rojas, la ya citada María Toledo, mantiene un discreto silencio, o yo no oigo. Pero algo estará tramando supongo esta artista del flamenco al piano. Las nanas flamencas  más hermosas que Paco Umbral hubiera soñado para su hijo, las canto María Toledo, con Juan Diego y Juan Echanove al lado en el Congreso sobre Mortal y Rosa.

Con Diana de Paco Serrano he terminado Las tres Pasiones de la Argentinita, una tragedia taurino- flamenca sobre la vida y muerte de Encarnación López Júlvez, de la que era hermana la gran Pilar López. Joselito el Gallo y la sombra de la rica heredera de Pablo Romero, Guadalupe, oscureciendo los amores de Encarna y de José;  y Lola Gómez, hermana de José y esposa de Ignacio, entre la pasión loca de   Sánchez Mejías y Encarnación.  Ignacio, mecenas del 27, dramaturgo, periodista, promotor con Lorca de los espectáculos de Encarna. Diana y yo preparamos una lectura dramatizada, sorpresiva y sorprendente, de La Argentinita, dirigida por Santiago Sánchez, el de Imprebís que ahora tiene   en el Canal,  el Decamerón negro

     

martes, 3 de diciembre de 2013

ESTE PAIS NO TIENE ARREGLO

Y, en consecuencia, si este país no tiene arreglo, habría que exiliarse. Pero uno ya está mayor para esas aventuras y este país llamado España, tiene todavía algunas cosas buenas; por ejemplo y pese a lo que digan algunos y escribiera León del Arroyal en Oración apologética en defensa del Estado floreciente de España, le quedan los torosy el flamenco. Yo creo que me quedo en España por los toros y el flamenco. Los primeros acabarán quitándomelos; pero el flamenco, no. Este es inmortal y ni siquiera los turistas secarán sus  raices profundas....Los toros en cambio !ay! los toros.....
Siempre que he tratado de defender a este país llamado España,  he dicho aquello de "dios, qué buen caballero si hobiese buen señor". Caballero o vasallo, no lo sé. Que no tenemos buen señor a quien  servir,  es evidente; que el pueblo español sea buen caballero,o vasallo,  no lo sé.... Nos falta experiencia. También he dicho en ocasiones que  somos un país de cafres; una vez le dediqué un libro a  Arcadi Espada y le ponía:  " articulista  demasiado sutil para un país de cafres". Cada vez que un español habla de patriotismo es para echarse a temblar o salir corriendo.  Pero ya es tarde y lo que no se hizo a tiempo ya no se puede hacer. ¿Dónde va a ir uno en estos tiempos y con estos pelos de español?

El exilio del 39 fue una desgracia para la cultura española, pero, dicho sea con todos los respetos, fue una bienaventuranza para muchos exiliados. A cambio de perder su casa, su hacienda, familia y su sol, ganaron el respeto de mucha gente. Y ellos nunca abandonaron su pasión española. Fueron llamados la AntiEspaña y en sus poemas hay un lamento de amor, una afirmación española que conmueve. Por los siglos de los siglos. Que trata de España es un breve oratorio que han hecho Ramón Fontseré y Victoria Vera, con el flamenco Antorrín, que está suscitando dos dialécticas enfrentadas; de un lado,  los que siguen pensando que los poetas seleccionados son la AntiEspaña y de otro los que creen que el título es una reivindicación de un país de pandereta: una españolada. Esa es la idea que tienen de su país; como para emigrar, con esta propaganda.

El exilio es la única salida paa los intelectuales que más aman a España; al menos lo fue para aquellos exiliados a la fuerza del 39: o exilio o muerte. En 1953, Aranguren, falangista ortodoxo primero y antifranquista radical después, los llamaba "emigrados": emigrantes necesarios para la reconstrucción cultural del país. País de extremos, de contradicciones turbadoras; en el interior posbélico  fueron los falangistas, que se sintieron traicionados por Franco, los primeros antifranquistas.  A la Transición democrática ayudaron los hijos de los vencedores con el respaldo que les daba su apellido y su posición social. Claro que bien podría decirse, así nos salió la Transición. Pero aquello valió, aunque ahora ya no valga.
Hace unos dias en la Real Escuela Superior de Arte Dramático se presentaba un libro capital para entender algunas de estas cosas, Teatro del exilio, materiales de Ricardo Domenech, una de las voces más autorizadas de la crítica de teatro,  y redacción última y edición de Fernando Domenech Rico.  Estaban en la mesa, el director de la RESAD Rafael Ruiz, Itziar Pascual, el autor, e Ignacio Amestoy,  que dos semanas antes había organizado en México un encuentro homenaje a Bergamín patrocinado por la UNIR. Con lo cual,  aquello parecía una reedición de los coloquios en torno a La sangre de Antígona. Brillantes sesiones, brillantísimas sesiones podría decirse en torno a Max Aub, León Felipe, José Ricardo Morales, Cernuda, Alberti y la larga lista de la España peregrina, los españoles transterrados. Conservo especial recuerdo de la ponencia de Amestoy sobre las fantasías e invenciones de Max Aub; conservo de las jornadas de la Unir   en DF la profunda aproximación de    Jose Gabriel Antuñano   al teatro  de Bergamín, quizá de lo mejor que yo he escuchado sobre este autor.  Escribe Antuñano que "la obra teatral de José Bergamín se asienta sobre unas coordenadas permanentes en su vda, tanto en tiempos de militancia en las vanguardias como en el sufrimiento del exilio: la visión del escritor sobre cuestiones existenciales, sociales o políticas". Un dia me gustaría entrar a fondo en este esquema de Antuñano. Mientras,  leo y releo el libro de los dos Domenech, el intelectual muerto y el intelectual vivo, albacea de sus textos y su pensamiento: Teatro del exilio, imprescindible para entender el teatro español. E imprescindible para entender  España.