jueves, 28 de noviembre de 2013

FLORES DE PONCE EN LAS CENIZAS DE UNA AFICIONADA

Al fin Gabi en el eterno descanso; literal y sin metafísicas. Bernardino, el jardinero ha cavado un hueco junto a las cenizas de Chomi: un hombre y una mujer juntos para siempre. Los nietos, David y Diana  mezclan las cenizas. Para enterrar a los muertos, escribió León Felipe, cualquier persona vale menos un sepulturero. Las hijas Ana y Yolanda y alguna  amiga colateral y fidelísima:  Patricia, Concha: los cabales. Gabi era buena aficionada a los toros; de Benavente (Zamora). De recia casta zamorana: por lo elegante y por lo fino, eso sí. Las cenizas de Gabi descansan  bajo un lauro en Colmenar Viejo, como las de Orson Wells reposan en Valcargados bajo un olivo que eligió, creo, Antonio Ordóñez. No hemos podido traer  albero de La Maestranza de Sevilla o de Ronda, como en Valcargado,  para mezclarlo con ellas. A cambio, la acompañan flores de Enrique Ponce  que dan a la íntima ceremonia cierto aire torero. Ya estoy fuera, pero de seguir en esto,  me costaría hacerle una mala crítica. Aunque muchos no lo crean, los críticos también tenemos corazón. Gabi era poncista; se lo dije un dia a Erique Ponce y a Paloma Cuevas  en una cena del Valle Inclán de teatro. Y  la reacción fue fulminante: "pues tu suegra debe ser una mujer de sensible inteligencia". Lo era. Me había expropiado un óleo de Perellón para su cuarto de estar: "el mejor natural que has dado nunca", le dije a Ponce. El argumento de Gabi era firme: "de momento para mí, cuando me muera se lo regalas a Ponce si quieres". También se lo dije y ahora, claro, lo refrendo:  el cuadro es suyo.

Flores de Enrique y Paloma Cuevas    para las cenizas de una aficionada.  Gabi me creó más problemas por algunas críticas, que el propio Ponce que, dicho sea de paso, nunca me creó ninguno. Y no puede decirse que yo haya sido misericordioso con el torero de Chivas; salvo en las tardes cumbres, lo cual ya no es miseriordia, sino justicia. Una tarde que escribí Ponce pone la muleta donde debía ponerse él,  Gabi por poco me mata; por lo fino y por lo elegante, eso sí;  sin rebrincarse ni pegar  tornillazos. Paró a tiempo pensando que no merecía la pena dejar viuda a una hija y tiró de mano izquierda. En su estilo de vida, y creo también que en su apreciación de Ponce, era una síntesis de la pinturería sevillana de Pepe Luis y la sequedad lidiadora de Andrés Vázquez su paisano.  Y se puso a hablarme de los terrenos y la colocación ante la cara del toro, teoría recurrente en mis escritos.  No varió el sentido de mis crónicas porque en esta familia, pese a discrepancias coyunturales, la independencia laboral ha sido respetada siempre como sagrada.
La teoría de la colocación tuve oportunidad  de escuchársela in person y en una faena de salón, al propio Ponce una noche en Burgos. Gonzalo Santonja nos había invitado a ambos a un mano a mano en un teatro ante 500 espectadores. Tras las ovaciones al torero de Chiva, me convencí: "estoy en desventaja, jamás podré torear como habla este hombre". El mano a mano continuó en la cena y, a los postres, Ponce se puso a pegar pases con todo el restaurante aplaudiendo los muletazos. Y explicando la colocación ante el toro. Sólo pude decir:  "eso dentro de quince dias en Bilbao en las CC GG y delante de un victorino". En vano: Ponce ya tenía las orejas  en la mano: en el escenario y en el restaurante.

Diana y David aplanan y apisonan la tierra: un pequeño mármol rosa, traslúcido  y mexicano, con una escena azteca, a guisa de  lápida. Y un jarrón de barro donde nunca faltarán flores. !Va por tí!. Una  una suegra así, ayuda, o por lo menos no dificulta  43 años de convivencia con una hija también de mucha casta.

martes, 26 de noviembre de 2013

GUÍA PARA LEER A EUGENIO NOEL.

Al final, Eugenio Noel, iba a tener razón: maldades del flamenquismo.  Pero el flamenquismo como el torerismo nada tienen que ver con el flamenco ni los toros. Antorrín, de La Quimera, ha publicado una carta para defenderse de las acusaciones de intrusismo del que le acusan El Corral de la Morería, Torres Bermejas, el Café de Chinitas y alguno más de menor renombre. Lugares legendarios del cante jondo, hoy convertidos en trampas para guiris, arrastran su historia por los suelos y  mandan a la Quimera los guindillas del Ayuntamiento para que inspeccionen no cómo cantan y bailan y tocan Antorrín, el Pescao (el último genio del jondo) el Persa, Raquel Valencia, la Volcán y toda  la tribu, sino para que comprueben si tienen los permisos en regla.
 En qué ha ido a parar la honra y el honor de los flamencos para llegar a estas miserias?.  Claro que de flamencos, si lo que expresa el quejío de Antorrín, es cierto, puede que no tengan más que una historia degradada y en nombre. Recordémosles una vieja sentencia: “en mi hambre mando yo”. O la que acostumbra a decir El Pescao: “Para cantar una seguiriya hay que haber jugado al escondite con el hambre”.
Eugenio Noel es un buen escritor menor de la gran constelación del 98. Se le conoce sobre todo por sus soflamas contra los toros y el flamenco: un mesías, un redentor de una España zaragatera y triste según él. En el flamenquismo halló el infortunado Eugenio Noel una razón de vida. No llegó nunca a brillante panfleto ni a la dialéctica de Pan y toros: oración apologética en defensa del Estado floreciente de España: atribuido primero a Jovellanos, aunque demostrado está que es de  Leon del Arroyal. A Noel le dolía España, pero tanto o más le dolía su fracaso literario, su pobreza, que a veces, rayaba la miseria.  Su vida de escritor de mucho mérito y pocos reconocimientos  fue su infierno y su condenación. Y, habiendo querido ser torero dio en atribuirle a los toros el origen de los males de España. No se le ocurrió pensar, como Blanco White, que la raíz de la decadencia de España era, y quizá siga siendo, “religión y mal gobierno”. Eugenio Noel había sido seminarista, pero no llegaba a las profundidades taurino-teológicas del sevillano nacido a la vera de La Maestranza. Noel era de Tardajos, Burgos, con menos sutilezas que el Arenal de Sevilla.
La editorial Almuzara ha publicado un libro capital para entender a Eugenio Noel: Diario íntimo: novela de la vida de un hombre. Una autobiografía desde Tardajos  hasta un hospital de beneficencia de Barcelona donde murió que bien pudiera llamarse, parafraseando a Gómez de la Serna,  “automoribundia” trágica.
Otro autor del catálogo de Almuzara, necesitado también de amplísima reinterpretación, es Manuel Chaves Nogales, un republicano liberal que murió en el exilio de Londres en 1942. Chaves Nogales es mucho  más que el ameno exégeta del Belmonte que fue lo que le dio fama; es el autor de Andalucía Roja, Los enemigos de la República, Qué pasa en Cataluña, Semana Santa sevillana. Sus reportajes, sus libros de viajes, parecen escritos hoy mismo. 

Y, puestos a nuevas  guías y relecturas, El teatro del exilio, de Ricardo Doménech, edición de Fernando Doménech y de Cátedra. Ricardo dejó un amplio material manuscrito que Fernando ha ordenado hasta llegar a este volumen esencial sobre el teatro de la España Peregrina. Se presentó en la Resad y aquello parecía una reedición de los actos celebrados en México hace un mes, organizados por la Unir: el exilio y los exiliados; el teatro que no pudo ser, pero que acaso lo sea todavía. La dramaturgia de vanguardia de los transterrados, es difícil pero no imposible.

domingo, 24 de noviembre de 2013

COLMENAR VIEJO, UN INMENSO MUSEO

Entre las calamidades de toda índole de estos dias, la apertura de la Sala Javier Villán  en el  Museo Taurino ha sido una de las     alegrías  que iluminan,    siquiera  fugazmente,  las sombras de nublados varios, esos que a veces ensombrecen el Cielo de Colmenar;   uno es  uno y su gente. Siento que Gaby, la madre de Ana,  no  haya podido disfrutar de  su hija, firmando la donación de cuadros y libros, hablando  al personal y los miembros del Ayutamiento para explicar el sentido y las razones de la donación. En compensación allí están la otra hija, Yolanda y los  nietos, David y Diana y dos amigos de toda la vida, Bernardino alias Tadeo,  el cantero  y Concha su mujer. Tras el acto institucional, el portavoz de Izquierda Unida reclama que si hay más libros y más cuadros, todo Colmenar Viejo está dispuesta convertirse en Museo y Biblioteca, más o menos; una forma de refrendar la gestión cultural que con Ana y conmigo ha llevado  a cabo    el equipo municipal del PP. Luego viene Paloma, también de IU, a la que conozco desde niña no sé cuántos años hace. No es aficionada a los toros, yo creo que los detesta como mi ahijada   Diana. Paloma se queda extasiada ante un grabado del retrato que le hizo Buero Vallejo Miguel Hernández  en la cárcel de Porlier. Miguel Hernández fue redactor del Cossio y don Francisco  le quitó el hambre antes de la guerra y logró que le conmutaran la pena de fusilamiento por la cárcel,  a la que el poeta no sobrevivió. De los concejales del Psoe no conozco a nadie y, además, están diezmados, casi aniquilados por su propio partido que practica la táctica de tierra quemada de su jefe Rubalcaba; pero también han firmado un acta aceptada por unanimidad.

Nos vamos a tomar un buen clarete de Cigales y los edilas siguen hablando de política: Supongo que los plenos son menos apacibles, pero así es la política municipal. Ir por la calle con el alcalde, Miguel Angel Santanaría es una peregrinación; me recuerda cuando iba por Palencia con Heliodoro Gallego o lo que cuentan los coruñeses pasaba con Francisco Vazquez. Todo el mundo los para, todo el mundo los abraza, todo el mundo les cuenta sus cuitas y se interesa por la familia. Son los alcaldes eternos; al menos mientras la eternidad la marquen las urnas. En política me dice Miguel Ángel Santanaría "el único futuro que debe preocuparnos es el del pueblo. Mientras, todo es presente que es una forma de amarrar el porvenir imprevisible". Ójala fuera esa la política de Estado, respondo yo.  Me entero que el padre de Miguel Angel Santamaría es un señor mayor que anda por allí apoyado en dos muletas, parándose curioso ante cada cuadro. Todo me recuerda cuando   Heliodoro
Gallego  me invitó a   dar un pregón  en el Teatro Principal  de Palencia     entre maceros y fanfarrias: sudaba. Luego,  estuve bien o, por lo menos, mi hermana Elisa lloró mucho. Aquí no sé si he estado bien o mal y quien lleva la voz cantante, seca de sintaxis, pero muy jugosa de estilo sentimental es Ana. Luego le recordamos a  Paloma mis tiempos, cuando con el embajador Puente Ojea, ateo militante ante la Santa Sede, Lurdes Ortiz, Javier Alfaya, Antonio Elorza, Jaime Sartorius, Cristina Almeyda y algunos más fundamos el Grupo Indepediente de IU. Entre esos algunos más ,  estaba uno que acabó siendo portavoz del Psoe de no sé qué cosa. Un dia Puente Ojea y yo nos levantamos de una reunión  y dijimos ahí os quedais; "para ser una sucursal del  Psoe, nos afiliamos directamente" No nos afiliamos a nada, claro. Me habían comisionado con Sartorius  para ir a hablar con Achile Ocheto, que nos explicara los secretos del Olivo. Devolví los billetes.

El Alcalde paga los Cigales, los Rueda, los crianzas de Rioja: y los boletus, las croquetas, la chistorra,  los boquerones  y   la paella. !Viva el  señor  Alcalde!. Vuelvo a Madrid con la sensación agridulce de que con  esta donación taurina se queda atrás mi vida de cronista. Aunque no del todo; puede  decirse que hace  45 años aprendí a ver toros en la vieja plaza de Colmenar. Otro detalle taurino-pictórico: Antoñete, el gran   maestro, y José Diaz,   -algún  cuadro  suyo    está en  esta sala- en     época de penuria, pintaron juntos de blanco y almagre los mojones de la carretera de Madrid a Miraflores. Y luego ahí los tienen:    un grandísimo del toreo y un grande de la pintura

viernes, 22 de noviembre de 2013

ELEGIA PARA PEPE HERNÁNDEZ

Veo la pintura de Pepe Hernández entre sueños de resurrección y pesadillas de muerte. Veo al Bosco; veo a Valdés Leal, veo a Goya; veo  a Arcimboldo  y su fauna y su flora. Veo el manierismo y el humanismo renacentista. Y veo al grandísimo dibujante, sin lo cual no hay pintor que valga. Y veo el animalismo vegetal y el vegetalismo humanista. Y los espacios infinitos y la perspectiva y el intimismo también infinitos. Y el color crudo y la artificiosida del color. Y veo, casi siempre,  a Sharon, la americana  burbujeante, enamorada y mediterránea, la brisa y la tentación  del paraiso original, la savia nutricia de un misterio, de dos misterios que se encontraron, quiza, en la solemidad de una verónica de Curro Romero  y se fundieron en una eternidad descifrable.

Veo las calaveras de un bodegón y veo la platería y la cristalería de otro bodegón; y la liturgia y el realismo mágico. Veo los silencios de La Maestranza y la furia de las Ventas, el toro totem y el aficionado perplejo y existencial y la música callada del toreo. Veo el canto gregoriano y el pasadoble torero: Nerva y el Dies Irae. Quizá mi amigo Marcos Ricardo Barnatán, el excelente crítico de arte, el poeta,  vea  más o vea menos, no sé, da igual. Veo a un grandísimo pintor con la apasionada sensualidad  del Renacimiento, la aventura del romanticismo y la curiosidad de la modernidad más auténtica. Veo al hombre atormentado y  veo a Dios  más atormentado aún.

Y veo, no podía ser de otra forma, al escenógrafo cerca de Ghelderode y de Francisco Nieva, de Cervantes, de Saramago...El escenógrafo siempre al lado de los directores grandes: Narros, González Vergel, Joaquín Vida, José Luis Gómez, Chavarri, Pérez de la Fuente..... Y veo, sobre todo, la gran plaza de España, la plaza de toros de  Pelo de Tormenta, la obra maldita de Francisco Nieva, con la  que    Juan Carlos Pérez de la Fuente se estrenó al frente del CDN y el Maria Guerrero.

Y veo a un pintor, a un hombre, a un artisata  de los que nunca debieran morirse.
   

miércoles, 20 de noviembre de 2013

FRANCO, CARRERO Y LA CONSPIRACIÓN CONTRA EL OGRO

Una de las cosas más patéticas de la  democracia española, corrupción como forma de gobierno aparte, es la pobreza de su pensamiento político; lo  más brillante que ha generado sigue basculando entre franquismo y antifranquismo como filosofía política de modernidad. Recordando las lágrimas de plañidera de Arias Navarro y su desgarrador lamento televiso, "españoles....Franco ha muerto", traigo hoy a colación un  libro de Manuel Cerdán,  Matar a Carrero Blanco: la conspiración. Y lo traigo,evocando a Arias Navarro, el represor por antonomasia, Carnicerito de Málaga como lo    llamó Francisco Cerecedo en memorable serie de retratos taurinos. El nombramiento de Arias Navarro como presidente del Gobierno fue consecuencia directa de la voladura  del Almirante por ETA. La historia tiene estos raros jeribeques; Eta, que aspiraba a dinamitar el franquismo, propició un franquismo todavía más duro que el de Carrero: el franquismo  duro de la camarilla del Pardo y de la Falange más hostil al tandem Carrero-Lopez Rodó.
El libro de Manuel Cerdán no resuelve todas las incógnitas del magnicidio ni el asombroso cruce de intereses que se dieron cita en la voladura de la calle Claudio Coello a 200 o 300 metros de la Embajada Americana de Serrano;  pero aporta una rigurosa investigación que aclara muchos puntos oscuros: todos querían muerto a Carrero Blanco y no sólo los enemigos del Régimen. Pedro Beltrán,   poeta satírico y oral de aquellos momentos, hizo, todavía vivo el Almirante,  un Soneto a las cejas de Carrero Blanco, basado en una proclama estremecedora del  más leal servidor de Franco y sus esencias: "antes que nos invada el marxismo sin Dios/ que nos destruya el átomo en bíblica explosión". Y seguía el gran Perico Beltrán, "eso dijiste; y al momento, entraste en oración". Este era Carrero Blanco,  asesinado al salir de misa,  confesado y comulgado. Y, sin embargo, como afirma Cerdán, "todos querían matar a Carrero".
Por los dos libros  de   Eva Forest, Operación  Ogro, el primero firmado por Julen Agirrey la reedición de Hiru con su propio nombre, conocíamos las andanzas de los gudaris  por Madrid; y la atribución a Eta, irrefutale según la propia banda,  del magnicidio. Por aficiones políticas y por afición también a las novelas de espionaje, era sabida también la implicación de la CIA y  los servicos secretos españoles en el suceso. Resulta muy difícil de explicar cómo puede horadarse un túnel en la calle Claudio Coello, aledaña a Serrano sin que la Cia  detecte nada. Kissinger, huésped  de Madrid hasta el dia anterior a la voladura, cuenta Cerdán que borró un párrafo del informe de su gente que negaba cualquier conexión entre su estancia en Madrid y los preparativos del magnicidio. Obvio. ¿Para qué dar explicaciones qe nadie había pedido? Lo que resulta más insolito todavia, es que, durante meses, el Alto Estado Mayor de Eta deambule por Madrid, sin que nadie les moleste, como si anduvieran de chiquitos por el casco viejo de Donosti. Y que, como apoyo logístico, se pusieran en manos de Eva Forest superfichada y seguida, se supone, dia y noche, por la policía. El protagonismo que, apuntalándolo en datos, atribuye Cerdán a Eva Forest, quizá sea excesivo. Donde más incide y quizá más elementos desconocidos proporciona Cerdán es en la conspiración interna, en los odios africanos que Carrero suscitaba dentro del franquismo y de la Falange, enemiga mortal del Opus al que se había entregado Carrero Blanco.

En esa sentencia lapidaria de Manuel Cerdán "todos querían matar a Carrero" se incluye: la extrema izquierda y la izquierda en general por considerarlo garante de la continuidad del franquismo; EE UU porque  esa continuidad se oponía a los intereses del Imperio y su tutela del posfranquismo; los conspiradores del Pardo que detestaban a Juan Carlos y querían coronar Reina a la nieta de Franco; la Falange, la derecha más extremosa  y hasta los serenos y los porteros del barrio de Salamanca. El libro de Manuel Cerdán se lee como una novela policiaca y es el resultado de una tarea de investigación ciclópea. Algunos reparos formales podrían oponérsele; las connversaciones entre los protagonistas se resienten de cierto academicismo lingüístico y parece que por su boca hablara el autor en vez de ellos mismos. Es un reparo periodístico y literario, no político. Cosa leve. Quien habla por su boca, y Cerdán transcribe textualmente, es Franco poco después de la voladura y muerte de su fiel Almirante: "no hay mal que por bien no venga". Triste destino histórico del Ogro. Así le pagaban los servicios prestados.  

lunes, 18 de noviembre de 2013

TEORIA Y TÉCNICA DEL TWEET

Llevo en esto menos de cuatro meses y me permito la temeridad de diseñar una teoría del tuiter. Soy un novicio que solo tiene 750 seguidores, lo que en trece  semanas  no sé si es mucho o es poco, más bien me parece poquísimo; nunca he sido ni seré un best seller. La poesía no da para demasiado. Será seguramente una teoría apócrifa. Pero desde los Evangelios que cuestionan la veracidad de los canónicos, todo resulta más o menos apócrifo.
Lo primero que me llamó la atención fue el recibimiento de algunos amigos: "bienvenido al siglo XXI; ya era hora". No sé si he llegado al siglo XXI o sigo en el Renaciminto. Me gustaría seguir allí con Aretino,  Papas incestuosos,  Mecenas generosos, simonías, artistas heréticos pintando la belleza suprema de la divinidad: la belleza humanista frente a la barbarie de la Edad Media. Lo que me gustaría es seguir en el Renacimiento con la tecnología del siglo XXI. Y ser capaz de meter en un tuit un soneto lujurioso del Aretino. Y en otro al marqués de Bradomin y en  otro a la Niña Chole, que por cada sacrifico a Venus recitaban un soneto aretinesco. Hasta siete  llegó a recitar el Marqués feo, católico y sentimental en una noche, según cuenta en una de las Sonatas. Una imagen de periodismo efímero, pero fulminante y sin pudores  la da, sean o no sean periodistas, un grupo poco homogéneo,  que he dado en llamar Las Amazonas; un verdadero gozo su capacidad de provocación, la desenvoltura de una sexualidad liberadora, expansiva. Puro ingenio y absoluta provocación de un lenguaje que ha bebido en el diccionario de Cela. Umbral, hubiera sido un fervoroso de estas mujeres,  yogurinas o no,  amazónicas y guerreras. O, mejor todavía, en la vida misma. Las Amazonas atacan en oleadas y tienen siempre, aunque sea en el subconsciente, un hilo conductor común. Siempre divierten y, a veces, acojonan; no hallan la respuesta, tampoco sé si la buscan, del macho prepotente. A veces se tapan en una cara bonita de actriz; pero vete a saber si son una o un "grupo de trabajo" , si son tan bellas o no.....

Estilísticamente eso es un tuit; claridad, economía de lenguaje, precisión. Como un titular de periódico sin dispendios; como un  titular y un subtítulo: 140 caracteres: el sueño de un redactor jefe. Adjetivos, los necesarios, ni uno más. Metáforas, ninguna. Nada de lirismo ni literatura: un dardo en la palabra y en la idea. Para un periodista debiera estar chupado; pero no es verdad . Transmitimos al tuiter nuestros propios defectos estilísticos; vocación de estilo o chapuza mostrenca. O las virtudes, si alguna tenemos.

El tuit debiera ser controversia, debate y un poco de gresca. Pero esta, cuando surge, lo hace por la  del insulto y el improperio.  No es la norma, pero existe. Se detectan tendencias grupales, no son mera coincidencia. Hay usuarios  que, en un nombre, o un careto, reunen una tribu; cambian de nombre o de seuodónimo o de careta; pero están ahí: se delatan y se apoyan. Hay tendencias políticas y grupales, francotiradores y elementos de  consorcios adivinables. Como la vida misma, como el periodismo impreso o digital. El periodismo viene a ser siempre lo mismo; cambia el soporte, pero no cambia su naturaleza: información, opinión, actualidad.

Lo mejor del tweeter, la instantaneidad;  pero eso requiere tiempo y dedicación; estar al loro muchas horas del dia. Y rapidez de reflejos. Estas posibilidades de comunicación son muy buenas para la transmisión de un pensamiento: el fogonazo de una idea. O de una propaganda. La libertad que ofrecen esos 143 caracteres puede ser una fascinación: la fascinación de la libertad. O del abismo.

Dentro de unas horas empezamos a colgar los cuadros de la donación al Museo Taurino: Eduardo Roldán, Javier Clavo, Pepe Lucas, Malgorzata Zak, Celedonio Perellon,  Maite Túrrez, Felix de la Vega, Gironella, Pastor, Agustín Ubeda, Martínez Novillo, Casero, algunos por partida doble o triple. ..Y así hasta 100 cuadros,  cito de memoria y me olvido de nombres claves. Para mañana prometo una mayor precisión sin agravios del olvido. Es lunes y la farándula descansa  así que Ana y yo nos quedaremos en Colmenar, al amor de la lumbre, al olor de los troncos y las piñas en la chimenea. Ojala una nevada nos dejara aislados hasta el dia de la inauguración, el dia 22, dia Grande de Colmenar Viejo. Es la verdadera Fiesta Mayor, muy por encima  de la Virgen de los Remedios. Colmenar ha originado en los dos últimos dias más tuits en torno a mi persona de los que nunca soñé.

jueves, 14 de noviembre de 2013

TEATROS Y BASURA, ARGENTINITA Y DOS PREMIOS: MAYORGA Y LUCAS

La basura no es erótica, ni higiénica, ni siquiera como derecho laboral. Que den la cara las empresas concesionarias, que limpien la calle los ejecutivos capitaneados por doña Botella.

Comida en el Gijón con Santiago Sánchez, de Imprebís. Para neutralizar el hedor de la basura y el hedor que fermenta en el Fernán Gomez sobre la inminente privatización del teatro, Santiago Sánchez  se lleva una botella de mezcal. Pepe Bárcenas nos trae las copas heladas, prueba el mezcal y recuerda al cónsul británico de Malcolm Lowry. Pepe Bárcenas es así de ilustrado.

Luz y taquígrafos, don Natalio, para esa expropiación de lo público, que huele peor que la basura, para ese expolio de la cultura. Pliego abierto para los verdaderos amantes del teatro,  la fechoría parece inevitable, y no patente de corso para los mercaderes.

El mezcal es una bebida mágica, me dice Santiago Sánchez, sobre todo en noches de luna llena yo lo viví en Mexico. Propongo: ¿y si les diéramos mezcal a todo el  Ayuntamiento de Madrid, en especial  a doña Botella y al equipo de don Natalio ?. Es mediodía, no hay luna llena y, además, Santiago sugiere veladamente que el mezcal puede tener efectos afrodisicaos, o eso es lo que entiendo yo sobre su magia. Pepe Bárcenas me pregunta cómo va mi libro Historias canallas del Gijón. Respondo que muy bien y espero que él me defienda si alguien intenta partirme la cara. Los libros sobre el Gijón siempre han traido la reyerta y la gresca. Para reyerta la que se va a encontrar  un tal Pablo del Amo, experto en cierres, Eres y despidos, en el Fernán Gómez. Y la somnra, alargada siempre, de don Villalonga, el exterminador

 Una buena noticia entre tanta desolación y basurero, dos buenas noticias: Mayorga,  Premio Nacional de Literatura Dramática por  La lengua en pedazos: Teresa de Jesús y el Inquisidor; nunca obra tan nimia y tan sencilla, resultó tan grande. Prodigios y ciencia del lenguaje, de la palabra dramática. La otra noticia, Antonio Lucas, Premio Loewe de Poesía, por Los desengaños. Por la juventd de Antonio Lucas, parece un  título más profético   que existencial. Pero Antonio siempre fue precoz en todo: un chaval que nació con el mundo aprendido. Ahora, desde el periodismo fustiga y descubre la vida. La poesía le da un relativo sosiego a su existencia de periodista de combate: una dialéctica florentina cargada de dinamita. Los desengaños. Y los que vengan, no es necesario advertirte. Un dia le dije a su padre, Pepe Lucas,  el pintor volcánico y mediterraneo: "acabarás siendo "el padre" de Antonio Lucas". Sonrió suspicaz y orgulloso: ahí está la demostración de mi aserto sin ánimo de ofender.
Santiago Sánchez y yo hablamos de La Argentinita, de la mujer más trágica del siglo XX en torno a la cual Diana de Paco Serrano y yo hemos terminado una tragedia épico, taurina, flamenca. Le prometo a Santiago Sánchez que no contaré nada de lo que hablemos....Encarnacion López Júlvez, hermana de Pilar López, fue novia de Joselito, esposa-amante-compañera de Sánchez Mejías, amiga- colaboradora- confidente de García Lorca. Murió expatriada en 1945 y de cáncer.  A sus hombres ya los había matado el toro y la guerra.

lunes, 11 de noviembre de 2013

EROTISMO Y SATIRA EN EL SONETO; BUENO PARA ESTOS TIEMPOS

EL SONETO tiene mucha eficacia para la poesía satírica,  y también para la poesía religiosa y amorosa, dos formas de erotismo: la mística y la carnal (Lope de Vega). No hay que pretender emular a Quevedo ni a Lope, fracaso asegurado. Pero conviene recordar una forma estrófica que exige una gran disciplina; y esa disciplina se nota en el verso libre.
Aprovechando la todavía reciente, malvada, espectacular y un poco tramposa portada de la revista Mongolia, "los Gal dejan las armas", recupero textos de un viejo libro publicado en 1994. Digo  un poco tramposa porque suscitó en mi compañero de mus habitual un reflexión inocente y precipitada: "se acabó el terrorismo, Javier". Hala; así, de golpe; y se lió a echar órdagos que fueron nuestra perdición. Más por recuperar el rumbo de la partida que por otra cosa, le dije: "el terrorismo de estado nunca deja las armas". Por esa portada y a petición de algunos amigos entre ellos Carlos Alvarez, por otro nombre Vustrid  Kalminari y por  nombre mas sencillo El Licántropo  a secas, me propongo recuperar algunos poemas de Sonetos de la impostura que, aviso, pueden herir algunas sensibilidades. La historia libresca, de librerías quiero decir,  de este libro es un poco sórdida  y no viene al caso recordarla. No estoy muy seguro de la capacidad terapéutica de la memoria; y acaso el poeta que escribió una vez, "no has de volver a nada, no has de volver a nadie, tan solo encontrarás la ruina del paisaje", tuviera razón. Ese poeta  era yo. Pero sin ánimo de hurgar en los recuerdos, y a petición del público, recupero esos Sonetos de la impostura que derivarán inevitablemente en Sonetos de la nueva impostura. Para compensar publicaré, de vez en cuando, algún texto de Sonetos de fuego y nieve, que son más amorosos y gustan más a las chicasEste poema  trata  del Gal y de Amedo y se lo dedico a la portada de Mongolia de la que un dia Juan Diego Boto me dijo es la única revista impresa independiente que se puede leer. Ya puestos, se lo dedico también al director de la sala Mirador. Pero no se lo dedico a la admirada Maruja Torres, o se lo dedico muy poco,  porque creo que en Mongolia ha perdido pegada. En realidad, Maruja Torres es un talento que se averió en el oficialismo sectario de El País, como temía Vázquez Montalbán. A Manolo Vázquez no se le averió nada, salvo el corazón en un lejanísimo aeropuerto. Era mucho Manolo. Deseo a Maruja Torres una pronto reparación.

El soneto es un forma estrófica, un canon irremplazable para la poesía satírica y la  poesía erótica. No vale para todo. Este soneto dice así:

En esta democracia putrefacta
que negó el demos y afirmó el crateo,
un comisario asciende a Prometeo:
que el fuego de los dioses conste en acta.

La ciencia de la muerte es ciencia exacta
y más si se tramita por deseo
de Estado y policía; regateo
de sangre que salpica y que se pacta.

Hay terror, hay horror, miedo a que Amedo
cante y cuente los fondos de la trama;
a que marque y señale con el dedo

quién escribió el libreto de este drama.
Amedo es el Estado y es el miedo
de lo que tapa y, a la vez, proclama
 

viernes, 8 de noviembre de 2013

POESIA ENTRE MIERDA. LA HUELGA, PROBLEMA SANITARIO INMINENTE

Dias atroces en Madrid; dias de poesía en distintos centtros. Dias de mierda y de basura. Mañana o pasado  Madrid empezará a ser un problema sanitario. Sin alarmismos, Y dicen los que tienen voz, que eso no es cosa de doña Botella. Cuando aparezcan las ratas correteando sobre su habitat que les estamos propiciando los humanso-barrenderos, y con ellas la amenaza de peste (Albert Camus, releer), veremos si es cosa del Ayuntamiento o no.

Anteayer gozo poético en el Centro Buenavista. Abigail Tomey, inspirada como rapsoda y yo  también inspirado, o sea muy a gusto entre amigos, como exégeta de mi proceso poético-político. Abigail Tomey, me permitió invadir su espacio y dije mi Poema a Talavera, donde murió Joselito, basado en el romance que me cantaba mi madre de chaval: "ójala te mate el toro en Talavera el domingo",  La maldición se cumplió. Luego, tras los poemas  vuelta a la cruda realidad, a la guerrilla de la mierda y la basura,  a no poder cruzar la calle para tomarse un buen rioja  de celebración. Los sucesos qu pueden celebrarse con un buen crianza de Rioja o, mejor aún, de Ribera de Duero. Traen mala suerte. La palabra guerrilla de invención española, debiera ser usada con un respeto sagrado. DE qué gerrilla forman pate estos vándalos de la mierda. Respecto a la mala suerte sin brindis, de momento acaba de morir Amparo Rivelles,  y Fernando Arrabal ha entrado en un hospital con un derrame cerebral o algo así. Justo cuando acababa yo de ponerle un Mail de condolencia a Juan Carlos Pérez de la Fuente por la muere de su madre. Uno de los mejores montajes de Juan Carlos, expero en Arrabal,  fue Carta a la madre; como un suplicio chino: una depuración de los fantasmas familiares de Arrabal, su madre, el padre desaparecido durante la guerra, la orfandad..

Final atroz de un dia en el que aún me quedaban ecos de algo que no hacia desde hace tiempo: decir, explicar la génesis de un poema, el proceso y la poética de un libro, Abigail Tomey, bordó literalmente el Poema a Ronda, con recuerdos de Hemingway y de Rilke: los ángeles terribles de Rilke, las mujeres que, según Hemingway, enloquecen de amor. Ronda la de los toreros machos. Esto quizá no guste a un my friend, a un a friend tuitero que viene dándome la vara con mi afición bárbara a los corridas de toros, desde hace unos dias. Todo empezó por decir que a mí El Gran Wyomin, no me preduce ni un jaja. Se indignó a friend y de ahí a pasó a la política y a acusarme de torturador de animales por escribir de toros, y de ser un antiguo respecto a mis humoristas preferidos: La vieja Codorniz, Cervantes, Quevedo, Mihura (nada que ver con el de los toros) Ionesco. Para que no vuelva a  acusarme my friend de antiguo, podría añadir a Tip y Coll, Gila y así. Dejémoslo; me parece una hipocresía hablar de ecologismo y huanidad con los toros y zamparse chuletas de cordero, filetes de vaca, buena caza mayor o menor  y vestir pieles. De política, my friend, mejor no hablamos. ¿Para qué?. Tengo la sensación de que a usted, y está en pleno derecho, los llamados "progres" le parecen la cumbre de la modernidad. Yo creo que son la negación de la izquierda. Por mi parte doy por cerrado el tema; o lo bloqueo, como creo que se dice en la jerga tuitera.

De todo esto me compensó la presencia en mi lectura de muchos amigos y dedos poetas: un joven, Javier Magano que ha escrito  La hora del lobo, un libro sorprendente e inquietante; sus fuentes, de una gran perfección expresiva - hablar  de pulcritud sería un agravio-: Genet, Shakespeare, Marqués de Sade, Gongora, Munny: un moderado malditismo. Atención a este poeta. El otro es un viejos amigo, cuya poesía de corte clásico, y sentimental hace cuarenta años que conozco: Pablo Jiménez.  Sigue anclado en su clasicismo, hace muy buenos sonetos y adora a Garcilaso de la Vega, su modelo.
Otro motivo de satisfacción ha sido la petición de algunos amigos,  entre ellos algunas tuiteras como Fabregat, que publique en este blog algunos de mis versos. Lo haré. Y pronto empezaré con Sonetos de la nueva impostura. De momento ahí va uno de  Sonetos de fuego y nieve. Lo dijo muy bien  Abigail Tomey y yo expliqué, más o menos, en qué circunstancias surgió ese libro de belleza alucinada, de amor, de decadencia y arrebatos. Juzguen ustedes si este poema es de fuego o de nieve; si es de brasas o ceniza:

Guitarra o violín, música pura
tu respirar, tu cuerpo, tu latido;
pentagrama y atril, voz y sentido
de bosque o mar, de pez o arboladura.

Sinfonía, floral aquitectura
tú y lamento cuando tu gemido
es trino y vendaval, es ciervo herido;
tormenta es que brilla y que fulgura.

Te ensimismas; Yo nieve, brasa o viento.
Tu por mi piel, yo tembloroso, y luego
transparenecia de cauce ensimismmado.

Tu prolongado, lento arrobamiento
y el acorde final enamorado:
ers música,  amor, música y fuego . 

lunes, 4 de noviembre de 2013

ROMA ES CULPABLE; E INDALECIO PRIETO, MANOLETE Y L. BARRIOS. (MÉXICO IV)

Así no vamos a ninguna parte. Ya puede resucitar Indalecio  Prieto y repetir aquello, "desde Hernán Cortes, Manolete ha sido el único que ha hecho algo importante en México" Y ya puede poner  el recuerdo del monstruo a todo el exilio y toda la mexicanidad a sus pies; mientras, Morante de la Puebla   se deje un toro vivo y a los ruedos del pais azteca sigan soltando esas birrias de toros, pequeñajos los llama   José Mata, cronista de buena ley. Y podría decir, a tenor de lo que ví en la sesión inaugural hace unos dias, renacuajos acornes, comparados con los que echan en las Ventas y en otras plazas de Iberia. Para que luego los críticos revirados de este país llamado Españo salgamos dando tornillazos. Hemos hecho de México el Eje de la Hispanidad Taurina; y si siguen así habrá que pensárselo mucho.

Ya puede salir  Francisco López Barrios con un tratado de Tauromaquia,desmontando todas las falacias de humanistas, europeistas, progres, nacionalistas de pelaje vario e intelectuales a la violeta, que, mientras no se arregle la cuestión del toro -en Iberia y en Iberoamérica- esto no tiene solución. Mágica ceremonia  (Ed. Huerga-Fierro) es un esfuerzo intelectual titánico por devolver a los toros su grandeza y su ceremonia; que     Lóper Barrios  y Huerga  me perdonen, pero yo no sé si el estado actual de la Fiesta merece la pena tal esfuerzo; al menos mientras los toreros, ganaderos  y todo el entramado del asunto  hagan examen de conciencia y reconozcan que  parte de    de  la    culpa      de lo que  está       pasando  la    tienen     ellos.Dicho esto, es necesario rendirse a las evidencias, y los misterios de este libro  que un dia será   referencia inexcusable para adentrarse en la naturaleza heorica de la Fiesta y en la defensa del toro bravo y el ecosistema de la dehesa.

 Frente a animalistas, que apenas parpadean ante las miserias y los desastres del mundo,  el escritor granadino   establece una  radical separación entre el campo  emocional de los animalistas y el instinto, probablemente también emocioanl de los animales. Huelgan, por sabidas, las referencias a otras crueldades, pues la comparación no conduce a nada. Pero sí merece la pena  detenerse en ese "animalismo" de opereta, de raiz anglosajona y no mediterránea, que nos asuela. Historia, filosofía, si ología animal y sicologia del hombre son las bases en  que López Barrios apuntala su obra, monumental no por la extensión, sino por la profundidad. Razones, dialéctica frente a    exabruptos como este del profesor Monteserín  y otros parecidos de una  eminencia llamada Singer.  Monteserín, en la línea del  ultramontano Eugenio Noel,  esta perla: "un mundo sórdido, oscuro e irracional, de violencia y crueldad, habitado por chulos, toreros, verdugos, borrachos e inquisidores".   Las  citas que     podrían sacarse de Singer,  serían  innumerables; pero baste con esta que, en un alarde de erudición histórica,  amplia la barbarie española hasta el Imperio Romano. La culpa de los toros la tienen, "Grecia, Roma, los judios, los cristianos y la cultura occidental". Se olvida de los moros, quizá en un secreto traspiés razista,  que hubiera unido las tres culturas de Iberia: judios, moros y cristianos.

 LLegados a este punto, ya podemos respirar tranquilos y volver a Manolete e Indalecio Prieto y  de paso a José Sánchez Gómez, el Timbalero que da nombre a unos de los premios taurinos más importantes de España y que fue fusilado al amanecer en Salmanca al principio de la Guerra del 36. Es de suponer que lo fusilaron no por se crítico taurino eminente, sino por republicano muy moderado que, en aquellos tiempos, no se hacían distingos de grados rojos o facciosos. Alberto Estella, prohombre de la vida política y cultural de Salamanca, me dice que este año el premio lo ha conseguido un artículo titulado Robo al Capea.   Y que la cena del Premio Timbalero está establecido que vaya a beneficio del Proyecto Hombre, lo cual que no sé si será del agrado de don Monteserín y de don Singer. El Timbalero tiene una historia que merece ser contada por lo menudo. Lo mismo  que la amistad  entre    Don Inda y Manuel Rodríguez y la historia de  la bandera en la México que se inventó el aparato de propaganda de Franco, alarmado      por la aproximación  de
 Mnolete a la Antiespaña.Vuelvo al tema central de este artículo, López  Barrios Mágica ceremonia. López Barios es un  escritor y un periodusta al que se ha definido por "una sintaxis de hierro y un gran vocabulario". Lo es; pero yo prefiero recordar al aventurero, bandolero de la Sierra de Ronda, para  deleite de americanas deleitosas y secuestradas. Por entonces escribí: "López Barrios es, con Manolito Vidal, el de más talento de la Generación del Café Gijón de los años 70. Los dos sabían de toros todo lo que yo quería aprender". Descanse en paz     Manolo y que Lopez Barrios siga matando corridas duras, aunque     sea  un estilista. !Va por ustedes!

sábado, 2 de noviembre de 2013

DIA DE DIFUNTOS, DON INDA, MANOLETE,EL TIMBALERO, LUCAS Y CERNUDA (MÉXICO III)

Tras concluir el tercer artículo sobre mi serie mexicana para el blog, me hallaba  reflexionando sobre el olvido  de Luis Cernuda en el exilio español en México, cuando me llega el artículo de Antonio Lucas (MUNDO) sobre el malditismo del acaso más perdurable de la los poetas del 27. Cierto que las reuniones organizadas por la Unir  en DF lo han sido en torno al exilio teatral, con José Bergamín y La sangre de Antígona como eje. Pero Cernuda no fue del todo ajeno al teatro; hizo una versión de Trolio y Crésida.  Octavio Paz, dio a conocer, muerto el poeta sevillano, una obra  que desconozco  titulada La familia interrumpida. Insuficiente sin duda frente a la producción de Max Aub y de José Bergamín, por citar sólo los más prolíficos. Pero teniendo en cuenta que sí salio a relucir Adolfo Sánchez Vázquez, el filósofo de la estética y el  marxismo, al que reivindiqué como poeta por su libro  El pulso ardiendo, no deja de ser insólito que nadie de los ponentes sacara a relucir el nommbre de Cernuda. Máxime cuando toda la generación del 27 fue ampliamente citada e incluso Ignacio Amestoy prepara un ciclo sobre el teatro de vanguardia menos conocido de tan grandes poetas. Justo en esos instantes vino el momento maldito, pues jugando con el Tweter y el blog, el artículo se me fue al carajo.Tengo, pues, que reconstruirlo de memoria. Pero a raiz del tuiter de Antonio Lucas que responde diciendo que LM Panero es un maldito de manual, Lorca un maldito de destino y Luis Cernuda un maldito radical, me veo obligado a echar mano, siquiera sea de paso, del malditismo bien peinado de  Cernuda. Muy de paso, y quede la cosa para otro dia, aunque sigo pensando que, en términos estrictos, la poesía española carece de malditos, y que Umbral, para reivindicar a Lorca en el tardofranquismo, tuvo que aplicarle aplicarle ese apelativo, más inócuo que el de rojo o maricón. De maldistimo, por cosa de homosexualidad y desarraigo, estaría llena la poesía española, incluso en estos tiempos de poesía almibarada. Mis referencias imposibles de meter en 140 caracteres, son, fundamentalmente, Rimbaud, Genet, Artaud, carne de presidio y manicomio.

Pero dejemos a un lado a Luis Cernuda, no sin reconocer la brillantez formal del artículo de Antonio Lucas, quizá el mejor columnista de periódico de estos momentos en la joven pléyade española, y al que hace no mucho definí como un articulista de refinado y contundente de estilo, con un kalasnikov al brazo. Importa volver sobre México en este dia de difuntos, pues la muerte allí es una celebración y un  gozo y quizá algo tenga que ver con ello la violencia histórica, revolucionaria o no, que sacude a este hermoso país. La sangre de Antígona, que ha dirigido Nacho García, sigue dividiendo a los españoles y cayendo sobre la convulsa vida de México. No se habló, pues de Cernuda ni de los toreros españoles en México ni de los pleitos entre las dos aficiones y las dos torerías, porque no era el caso. No he  querido salir a la calle de Madrid por no encontrarme con una procesión triste de difuntos ni con el millón de muertos que fantaseaba lúgubremente la mujer con alcuza de Dámaso Alonso; aunque muchos de esos muertos se hayan ido de puente a la costa o la montaña.

Sólo el  gran aficionado taurino y gran actor, Arturo Beristain, el Creonte de La sangre de Antígona, aprovechando el taurinismo de Bergamín sacó a relucir los toros; yo enté al quite del toro que la mesa presidencial me había puesto en suerte, y hablamos el El arte de birliburloque, La música callada del toreo, Joselito, Belmonte y Rafael de Paula. El tercio  de quites con  Beristain, dado sus conocimientos de tauromaquia, podía haber durado toda la mañana; lo cual no hubiera sido ya un tercio, sino una corrida.

  Remato aquí sin poder contar mi historia del Timbalero, pues me llama Alberto Estella desde Salamanca para contarme los pormenores del premio de este año otorgado  al articulo Robo al Capea. Lo contaré mañana, pues también yo fui Timbalero. Y contaré la historia de  Indalecio Prieto y Manolete en México, lo cual le gustará seguramente a Arturo Beristain y que no se me olvide hablar del libro de Paco López Barrios ( Huerga-Fiero Edit) que, sin haberlo leido  tiene ya acojonada (acollonada diría Luis Maria Anson) a la taurinada: desde las pinturas de Altamira, hasta las últimas hipocresías de los humanistas antitaurinos. Y los últimos cambalaches de a Fiesta.       

viernes, 1 de noviembre de 2013

SI LO SÉ NO VENGO. (MÉXICO II).

Palabra; si lo sé no vengo.. Estaba yo tan feliz en México hablando y, sobre todo, escuchando, del exilio español de 1939, y vuelvo a España para reencontrarme con viejos carajales. Primero, me meto en el tweetter y me hallo con una Cristina que se da por aludida ante una alusión mia poco piadosa a la infanta Cristina y sus latrocinios con don Urdanga, el Duque siempre empalmado. Esa Cristina, más hermosa que la Infanta, a lo que deduzco de la foto, alude a mi afición al mezcal cada vez que visito México.  Pero  de las fotos de tweter uno no se puede fiar. Hay una twitera verdaderamente ingeniosa y hasta venenosa que se firma con un retrato de Romy Schneider y vaya usted a saber; a lo peor es un adefesio. Bueno, el caso es que la Cristina de mi controversia no parece un adefesio y me advierte,   en plan zumbón, si estoy bajo los efectos del  mezcal con gusano. Mi fisio más habitual,  de la APM, también se llama Cristina y no es Romy Schneider, ya quisiera Romy,  y no creo que tenga que ver nada con esto. Por si acaso, explico lo del mezcal como una afición literaria al cónsul inglés, mister Firmin de Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, cuyas rutas geográficas y alcohólicas me propuse emular hace 30 años en mi primer viaje a México, a Cuernavaca concretamente. Esta vez ni lo he probado porque la edad nos va reconciliando con la virtud y porque bastante tenía con escuchar a los colegas mexicanos y españoles de la Unir hablando de Bergamín y de toda la España Peregrina de 1939. Gonzalo Santonja, que andaba por allí más o menos cerca, me pregunta qué hemos dicho de  Max Aub  en el contexto de la España Peregrina en ese Foro mexicano y español.   Ignacio Amestoy dictó una lección magistral sobre las invenciones de Max, incluida  la  del pintor  Torres Campalans  cuya biografía inventó y cuyos cuadros pintó. Fue un arranque luminoso en una mesa redonda brillantísma, con piezas magistrales de análisis y exégesis y una intervención  rigurosa de Gabriel López Antuñano, un estudio extraordinario del teatro de José Bergamín; lo contaré mañana con detalle, pues la noche de difuntos empieza a vencerme con sueños insidiosos. Santiago Sánchez, el de Imprebis, mientras hablamos de la lectura dramatizada de La Argentina,  -que he terminado  hace poco con Diana de Paco Serrano- ha recordado  también a Max Aub y una obra que pudiera ser paradigma de estos tiempos, Morir por cerrar los ojos.
Pese a todo estos  buenos augurios, sobre todo en lo referido a La Argentinita, si lo sé no vengo. Sin querer he metido en un lio al Mani que en un twit afirmaba líricamente estar disfrutando la belleza campestre nocturna. Yo le preguntaba si andaba haciendo la luna y, sin esperar respuesta, tuiteros y tuiteras lo han puesto a caldo y han agotado el diccionario de improperios, en algún caso con auténtica saña, por malear a los toros. Trataba de hacer yo, con esa inocente alusion a la luna, un homenaje a Belmonte, cuyas aventuras, toreando desnudo tras vadear el rio, a algún toro descolgado de la manada, relataba Chaves Nogales. Lo que pretendía ser un apunte romántico  se ha convertido en una zaragata; no les quito razón a los ganaderos y mayorales, pero me parece una barbaridad lo que hicieron en una finca de Cieza (Murcia), dueño y empleados: liquidar a tiros a tres maletillas. Que no se me olvide mañana buscar los nombres y pormenorizar aquella macabra aventura cuyo reportaje me encargó El MUNDO. Por lo demás, no sé   si  El Mani  ha hecho o  ha dejado de hacer la luna, algo bastante común en todos los toreros cuando empezaban. Que no se me olvide contar la salvajada de Cieza de hace 20 años. Y que no se me olvide hablar de los toreros españoles en México, pues de allí vengo, ni  preguntarle a Francisco López Barrios  -apoderado, aprendiz de torero, empresario y mozo de estoques en su juventud- qué piensa de torear a la luz de la luna. Seguro que algo de ello cuenta en su libro que acaba de llegarme, Mágica ceremonia. Porque, por encima de una vida aventurera, o precisamente por ello, López Barrios es un gran periodista y un gran escritor. Me llama Alberto Estella, de Salamanca, para recordarme que acaban de entregar el Premio Timbalero;  que tampoco se me olvide hablar mañana de este preciado galardón