lunes, 4 de noviembre de 2013

ROMA ES CULPABLE; E INDALECIO PRIETO, MANOLETE Y L. BARRIOS. (MÉXICO IV)

Así no vamos a ninguna parte. Ya puede resucitar Indalecio  Prieto y repetir aquello, "desde Hernán Cortes, Manolete ha sido el único que ha hecho algo importante en México" Y ya puede poner  el recuerdo del monstruo a todo el exilio y toda la mexicanidad a sus pies; mientras, Morante de la Puebla   se deje un toro vivo y a los ruedos del pais azteca sigan soltando esas birrias de toros, pequeñajos los llama   José Mata, cronista de buena ley. Y podría decir, a tenor de lo que ví en la sesión inaugural hace unos dias, renacuajos acornes, comparados con los que echan en las Ventas y en otras plazas de Iberia. Para que luego los críticos revirados de este país llamado Españo salgamos dando tornillazos. Hemos hecho de México el Eje de la Hispanidad Taurina; y si siguen así habrá que pensárselo mucho.

Ya puede salir  Francisco López Barrios con un tratado de Tauromaquia,desmontando todas las falacias de humanistas, europeistas, progres, nacionalistas de pelaje vario e intelectuales a la violeta, que, mientras no se arregle la cuestión del toro -en Iberia y en Iberoamérica- esto no tiene solución. Mágica ceremonia  (Ed. Huerga-Fierro) es un esfuerzo intelectual titánico por devolver a los toros su grandeza y su ceremonia; que     Lóper Barrios  y Huerga  me perdonen, pero yo no sé si el estado actual de la Fiesta merece la pena tal esfuerzo; al menos mientras los toreros, ganaderos  y todo el entramado del asunto  hagan examen de conciencia y reconozcan que  parte de    de  la    culpa      de lo que  está       pasando  la    tienen     ellos.Dicho esto, es necesario rendirse a las evidencias, y los misterios de este libro  que un dia será   referencia inexcusable para adentrarse en la naturaleza heorica de la Fiesta y en la defensa del toro bravo y el ecosistema de la dehesa.

 Frente a animalistas, que apenas parpadean ante las miserias y los desastres del mundo,  el escritor granadino   establece una  radical separación entre el campo  emocional de los animalistas y el instinto, probablemente también emocioanl de los animales. Huelgan, por sabidas, las referencias a otras crueldades, pues la comparación no conduce a nada. Pero sí merece la pena  detenerse en ese "animalismo" de opereta, de raiz anglosajona y no mediterránea, que nos asuela. Historia, filosofía, si ología animal y sicologia del hombre son las bases en  que López Barrios apuntala su obra, monumental no por la extensión, sino por la profundidad. Razones, dialéctica frente a    exabruptos como este del profesor Monteserín  y otros parecidos de una  eminencia llamada Singer.  Monteserín, en la línea del  ultramontano Eugenio Noel,  esta perla: "un mundo sórdido, oscuro e irracional, de violencia y crueldad, habitado por chulos, toreros, verdugos, borrachos e inquisidores".   Las  citas que     podrían sacarse de Singer,  serían  innumerables; pero baste con esta que, en un alarde de erudición histórica,  amplia la barbarie española hasta el Imperio Romano. La culpa de los toros la tienen, "Grecia, Roma, los judios, los cristianos y la cultura occidental". Se olvida de los moros, quizá en un secreto traspiés razista,  que hubiera unido las tres culturas de Iberia: judios, moros y cristianos.

 LLegados a este punto, ya podemos respirar tranquilos y volver a Manolete e Indalecio Prieto y  de paso a José Sánchez Gómez, el Timbalero que da nombre a unos de los premios taurinos más importantes de España y que fue fusilado al amanecer en Salmanca al principio de la Guerra del 36. Es de suponer que lo fusilaron no por se crítico taurino eminente, sino por republicano muy moderado que, en aquellos tiempos, no se hacían distingos de grados rojos o facciosos. Alberto Estella, prohombre de la vida política y cultural de Salamanca, me dice que este año el premio lo ha conseguido un artículo titulado Robo al Capea.   Y que la cena del Premio Timbalero está establecido que vaya a beneficio del Proyecto Hombre, lo cual que no sé si será del agrado de don Monteserín y de don Singer. El Timbalero tiene una historia que merece ser contada por lo menudo. Lo mismo  que la amistad  entre    Don Inda y Manuel Rodríguez y la historia de  la bandera en la México que se inventó el aparato de propaganda de Franco, alarmado      por la aproximación  de
 Mnolete a la Antiespaña.Vuelvo al tema central de este artículo, López  Barrios Mágica ceremonia. López Barios es un  escritor y un periodusta al que se ha definido por "una sintaxis de hierro y un gran vocabulario". Lo es; pero yo prefiero recordar al aventurero, bandolero de la Sierra de Ronda, para  deleite de americanas deleitosas y secuestradas. Por entonces escribí: "López Barrios es, con Manolito Vidal, el de más talento de la Generación del Café Gijón de los años 70. Los dos sabían de toros todo lo que yo quería aprender". Descanse en paz     Manolo y que Lopez Barrios siga matando corridas duras, aunque     sea  un estilista. !Va por ustedes!

1 comentario:

  1. Amigo Villán, tuve el inmenso placer de conocer a López Barrios este verano en Pontevedra, a propósito de la presentación de su libro a unos cuantos chiflados de la Tauromaquia, entre los que modestamente me encuentro, y fue un tamaño pelotazo. Más allá de su sabiduría táurica y su ágil relato, me quedo con sus pelotas de anti-antitaurino, ariete contra el memoprogre de cabecera, el ecobobo tontaina y el eurozombi con vistas a la calle. Guardo su 'Mágica Ceremonia´cual grial de las esencias taurómacas, biblia contra Mosterines conversos y látigo de cursis de Walt Disney. Ahora, sólo me falta conocerte a ti.

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