viernes, 12 de marzo de 2021

 

Fauna y Flora, del café Gijón  )I) Simplemente, FABIAN

Posiblemente Javier Villán debiera ser el primero en aparecer en esta serie, pero dada mi natural modestia me reservaré para más adelante. El primero que se me ocurre traer a colación de este variopinto paisanaje del Café Gijón es Fabián, Fabian a secas pues no me acuerdo del apellido si alguna vez lo supe. Era divertido, buena gente, bajito  y maricón. Lo de homosexual, le parecía una mariconada. Era actor, un secundario con sólido fondo de genérico, cuyos principales ingresos provenían de la publicidad televisiva de productos de limpieza, muebles  de cocina y electrodomésticos. De ello vivía sin aspirar a más, consciente de su ramalazo del que los directores desconfiaban aunque, como buen actor, ante la cámara controlaba muy bien el gesto y el ademá. Me tenía un afecto especial, me invitaba al primer vino del aperitivo y cuando nos  cruzábamos por la calle, de acera a acera por el paseo de Recoletos, me gritaba, ¨adiós, dulce enemigo¨, aludiendo supongo a mi contrastada condición hétero que le privaba de toda esperanza. Tenía una lengua bífida o trífida, lengua viperina  temida por sus enemigos, aunque Fabian tenía pocos, que nunca faltan en una profesión tan competitiva como la de actor. Dejó de ir al Gijón porque le aburrían según decía, los horteras, los malos actores y los gorrones incapaces de dar nada a cambio. Creo que nunca llegó a hacer teatro y eso le producía una cierta tristeza. Le pregunté un dia si quería le propusiese para alguna producción de Paco Rabal o María Asquerino con los que yo tenía mucha confianza. Me contestó soltando una carcajada, ¨puedes proponerlo, pero se reirán de tí y de mí¨. Le perdí de vista en una de mis  escapadas a la Costa Dorada donde en un hotel de Canet de Mar,  ganaba de camarero una pastizara. Pregunté en el café Gijón por Fabian y me dijeron que hacía tiempo no iba por allí. Tampoco aparecía en  anuncios de televisión de productos de limpieza. No volví a verlo. Pero me conmuevo al recordar  aquella declaración de amor imposible ¨adiós, dulce enemigo¨. Próxima semana. LIBERTO, aspirante al Nobel con CINCO CANDIDATURAS ponía en sus tarjetas de visita. Física, Química, literatura, Poesía,  y maestro de oratoria.

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