ETA. ANDRÉS SOREL. UNA VISI0N DE LA VIDA, Y DE LA
MUERTE, EN EUZKADI
Con la festividad de los Reyes
Magos de Oriente, o de donde vengan, y
la consiguiente resaca litúrgica y sentimental, han concluido hace ya unos días
las fiestas de Navidad que no digo que me sean incómodas ni que reniegue de
ellas. Los mitos, leyendas, realidades o fantasías son parte y reconocimiento
de una identidad cultural, nos guste o no nos guste. Y el dia de Reyes es un
momento de incierta fantasía para los niños y de inocencia recobrada para los
mayores, aunque seamos republicanos convictos y confesos.
Entre el cargamento de libros
recibidos, amén de otras cosas ornamentales, me ha alegrado y sorprendido uno
firmado por quien fue buen amigo, Andrés Martinez Sánchez, in memoriam,
titulado Eta. Así, a secas, con el exlibris en la portada, el angrama
del hacha y la serpiente, propios de la organización que llevó el luto y la
sangre a las calles del Euzkadi sometido y rebelde. Por eso Andrés Martínez
prefiere hablar no de violencia, sino de violencias. El libro fue
publicado el año 2017 por Foca, de Editorial Akal y no elude en ningún
momento la palabra ni el concepto de terrorismo. Pero tiene el valor de añadir
una idea provocadora y objetiva, terrorismo de estado. Levantó ampollas.
Y presumible es que las siga levantando. Andrés Martínez Sánchez se firmaba Andrés
Sorel en homenaje al protagonista de Rojo y negro, de Sthendal.
Fue un activista y un teórico, miembro del Partido Comunista de España, del que
se apartó por advertir en él cierta deriva revisionista, o sea separación de la ortodoxia clásica. Siguió viajando a
Cuba sin que nadie pudiera descubrir los
medios y formas con que lo hacía. En Sorel convivían un activista y un teórico,
un burócrata y un hombre acción. He tratado de hallar en librerías de viejo y en la Cuesta de Moyano su libro Discurso
de la política y el sexo, que creo publicó en una pequeña editorial,
Editorial Zyx, fundada por él y algunos amigos con más entusiasmo que medios y
con más voluntarismo que claridad de ideas, entre los cuales andaba yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario