lunes, 26 de agosto de 2019

OSCAR WILDE Y RAMON PASO

     A punto de concluir agosto, nada especialmente reseñable. Ni siquiera la famosa sentencia
del famoso humorista  TONO,  tono menor comparado con su amigo Miguel Mihura, " Madrid en agosto de rodriguez y con dinero , Badem, Badem"´ Para neófitos de la antigüedad, rodriguez era una figura patriarcal y machsita que enviaba a la playa o a la montaña a la familia para quedarse solo y de farra por las noches en Madrid. Habitualmente no se comía una rosca, pero contaba hazañas sexuales y vinícolas fabulosas. Perdon,  sí ha habido algo reseñable; la puesta en escena por parte de Ramón Paso de La importancia de llamarse Ernesto, de uno de los autores malditos con fama de  frivolidad más acusada, Oscar Wilde, aquel que entre otras cosas dijo "todo el mundo mata lo que más ama, los cobardes con un beso, los valientes con la espada".Y con él, el regreso a los escenarios de una actriz de escuela y de solera, Paloma Paso. MAGISTERIO..... No se lo pierdan, todo el elenco en su esplendor, un esplendor teatral mase in Paso. Y, como de costumbre, Ana Azorín, Ines Kerzan y Angelica Peirat, están que se salen, apuntaladas por Jordi Millán , David Degea y Guillermo López Cuesta. No esperen a leer mi próxima crítica,  vayan a verla sin falta. Y si van a los toros a Colmenar Viejo, en fiestas,  vean mi aula, de cuadros y libros, donación pura y dura,  al pueblo de Colmenar. Unos tres mil libro y 150 cuadros, entre ellos el mejor retrato que me hayan hecho nunca, de Felix de la Vega recientemente fallecido. In memoriam,

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