jueves, 11 de junio de 2020

EL BORBON, UN SER TRÁGICO; y CORRUPTO


Gracias por los servicios prestados

El lenguaje de tuit es obligadamente sintético, reducido y con frecuencia engañoso. El inteligente y erudito Alfonso Ussía y quien esto escribe nos hemos enzarzado hace poco en un rifirrafe sobre el Borbón Emérito que, según  Alfonso recurrente y terco, “me” dio la libertad. Como nunca he tenido trato directo con el Borbón, supongo que Alfonso se refiere no sólo a mí, sino a mi generación que es la misma de Alfonso. Vayamos por partes. De ser eso cierto,    la libertad la trajo Franco que nos la había quitado, Franco el golpista genocida, del cual Juan Carlos fue heredero a título de Rey.

Juan Carlos de Borbón es un ser trágico. Su trayectoria empieza de niño con aquel infortunado accidente de la pistola que mató a su hermano, y  concluye con la traición a su padre, don Juan, verdadero depositario de la Monarquía española. Don Juan Carlos es, pues, el heredero del dictador.Y, dicho sea de paso,  él no trajo la libertad, sino los españoles; entre ellos los comunistas, que nos envainamos las ganas de revancha  y le fuimos leales. Sus asuntos de faldas no nos incumben, aunque algún chantaje, como el de Aghata Lys por unos vídeos acusadores, hayamos tenido que pagar los españoles. Solo atañen a la Reina Sofía, sufriente y silenciosa víctima de sus devaneos. Doña Sofía, además de reina, una gran señora alabada por todos. Pero Franco odiaba a don Juan al que consideraba la antiEspaña. En beneficio de don Juan Carlos, también tragaron los falangistas de Franco, aquellos que cantaban en tiempos: “no queremos reyes idiotas que no sepan gobernar; queremos el estado sindical”. 
Don Juan Carlos de Borbón, fue pues, a todos efectos, el sucesor de Franco, que lo formó a su imagen y semejanza. Y que, con él como sucesor, anulaba  los derechos de su padre y de paso bloqueaba la legitimidad posible  de la III República. Ahora va a ser investigado por evasión de capitales a Suiza o algo así, por las comisiones del Ave, si existieron; por las Torres de Kío y otros asuntos. Anda en pleitos también, me parece, con la bella Corina, una cortesana en el sentido lato y estricto de la palabra.  Si no hay corrupción por medio, nada debe  temer el Emérito; damos por hecho que España es un Estado de derecho en el que todos somos iguales ante la ley. Y que tenemos un Parlamento producto de una democracia en la que cabemos todos; desde la derecha extrema de Vox hasta los comunistas asilvestrados y melancólicos. Que se le investigue, simplemente.

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