viernes, 3 de septiembre de 2021

 

Oda a Olatz. Por Javier Villán.

Tu cuerpo ya era todo transparencia

Apagado, mortal

 y sin cadencia.

Tu cuerpo era cristal

Y tu alma, barro de cáncer.

Pero el cáncer por sí solo no mata.

Mata la burocracia fría,

Los médicos inhábiles,

 mata la desazón

por vivir y mata el corazón

torpe y cansado

de aguantar injusticias y dolores

y maldades

y sucias soledades.

Matan los sinsabores

De ignorar si habrá un mañana

Fatal y justiciero

Ante tanto despilfarro

De desidia

Y de insidia.

De no saber si habrá en tu cabecera

Una mano piadosa

Cuando mueras.

Descansa Olatz,

Tu cuerpo ya es cristal

Y tu alma barro.

Tras un papel oscuro y arrugado,

En un cajón

Sombrío,

Están las sinrazones de tu muerte,

La razón criminal que cubre y tapa

La razón que ensombrece

Hiere y mata

Dirán que no hubo suerte

Que el destino está escrito

En el fondo tal vez de un cajón

Sombrío

Más sombrío quizá que el corazón

Humano desahuciado,

Yace tu alma desalentada y sola.

 

 

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