doy FE en el Maria Guerrero Ponce y Esplá, actoresy
UNO A LAS PERIPECIAS DE María Toledo ya contadas en anterior post algunas que compartimos en el Maria Guerrero con Ponce y Esplá. Como ya he contado Maria ha cantado en la Fundación
Caneja de Palencia. No es la primera vez. Por unas razones u otras, Maria
Toledo hace tiempo tiene vinculación constante con la ciudad castellana. Maria Toledo matrimonió hace unos meses con Esau Fernández, el
gran amor de su vida, un torero cabal y voluntarioso, de recia estirpe castellana. Por eso yo les
hubiera sugerido que se casasen en la Iglesia de San Miguel, junto al rio
Carrión, donde según las crónicas y las leyendas se casaron doña Jimena y el
Cid Campeador, Rodrigo Diaz de Vivar, guerrero mercenario,
soldado de fortuna. Este personaje tan poco de fiar era el que de niños nos
habían puesto como ejemplo y un poeta infame cuyo nombre ni recuerdo ni quiero
recordar, había celebrado con entusiasmo falangista ¨´y el Cid con camisa azul,
por el cielo batallaba¨. O algo así. Creo que fue la Generación del 98, Angel Ganivez clarividente y precursor, quien aconsejó
cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid. Al no conseguirlo, Ganivez se
suicidö
En una de las galas de María hace
años en Palencia tuve noticia y confidencia de la existencia de esa pasión de
la cantante por el torero, circunstancia no infrecuente en el mundo del cante,
la copla y la torería. Por
circunstancias que no vienen al caso y tras una cena en el hotel Castilla Vieja tempestuosa por
culpa de un buen actor, fueracho esa noche
y hoy casi perdido para la escena, o perdido del todo, María
Toledo me pidió facilitara su regreso inmediato a Madrid, pues no quería pernoctar en Palencia donde el
Ayuntamiento le había reservado habitación. Arreglados los trámites
burocráticos, siempre muy estrictos en cuestiones municipales, por parte de Rafael del Valle, María
se acomodó junto a mí en el coche
oficial y emprendimos viaje de regreso a Madrid.
Preparaba yo entonces dos textos
simultáneamente. Dos diálogos, pues en
realidad, siendo yo buen dialoguista, nunca me he considerado autor dramático,
un lenguaje sagrado. Diálogo entre María Casares y Albert Camus
y Diálogo entre Fridha Khalo y León Trostky. Era evidente
que, siendo María Toledo buena actriz, cosa que yo estaba empeñado en
ayudarle a demostrar además de flamenca, para ninguno de los dos daba el tipo.
Además para María Casares tenía ya una candidata irremplazable, actriz gallega
especialista en su paisana y actriz de
confianza del Ayuntamiento de A Coruña. Meses antes, o semanas, no sé y no
confío en mi sentido del tiempo, de madrugada por las calles solitarias de
Salamanca, en compañía de Santiago Martín el Viti, el gran torero
de Vitigudino, habíamos hablado de Encarnación Julvez La Argentinita,
novia de Joselito, el menor de los Gallos, y esposa de
Ignacio Sánchez Mejía al que Federico dedicó su célebre canto, y
cuñado de José. Ninguno de los dos tenía una idea clara de Encarnación Júlvez
que acabamos escribiendo a cuatro manos Diana de Paco Serrano y yo,
texto publicado más tarde por Carlos Gil en Artezblai. Yo había decidido
que La Argentinita no podía ser otra que María Toledo con reparto de
lujo que actuó desinteresadamente. La función fue a beneficio de una ONG de
actores retirados y en paro, creo recordar, que recibió gozosamente los ingresos.
Luis Francisco Esplá interiorizó
con gran talento actoral y conocimiento del personaje, a Sánchez Mejía. Enrique Ponce bordó Joselito el Gallo,
sobre todo en una escena de seducción
con Maria de alto voltaje. Y para remate cantó una ranchera como si hubiera
nacido en el propio México, Yo me había reservado la Sombra de Belmonte,
pero al fin no me atreví, y Santiago
Sánchez, se lo encargó a Antorrín
Heredia, en versión aflamencada, con Reza Jafari, el Persa a la
guitarra. La sorpresa de la noche
fue la periodista Estehr Alvarado, que hizo la esposa , no engañada pero
sí traicionada, la rival de Encarnación Júlvez. Santiago Sánchez, le dio carta blanca y
ella se preparó vestuario e imagen religiosa y ritual. Siempre ha pensado que Alvarado, excelente
periodista lleva dentro una excelente actriz y vestuarista. Cumbre la dirección
de Santiago Sánchez, maravillado
de la profesionalidad y rigor de Enrique Ponce que nunca faltó a un ensayo. Recuerdo conmovido
cuando en el ensayo general Ponce
apareció con Paloma y Bianca de la mano al pie del escenario, Santiago
es el alma y fundador, con Xus Romero, grandísima actriz chejoviana y de doblaje, de Imprebís, referencia clave del teatro español actual. Austera
y eficaz escenografía y luces creadoras de David de Loaysa. alumno entonces de
la Real Escuela Superior de Arte Dramático y hoy brillante profesional
del diseñó de luces para edificios tanto civiles como religiosos. Y escenógrafo, naturalmente. A él y a su
equipo se debe la iluminación del Museo Thysen Bornemiza de la baronesa Carmen
Cervera. Y hay quien dice que así iluminados, los cuadros adquieren su más
profunda dimensión.
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