NEVENKA
Nevenka en el recuerdo; acosada, vilipendiada y sola.
Ignoro a cuento de qué, quizá por
la celebración del Dia de la Mujer o por una serie televisiva que ha retomado el caso, alguien ha traído a colación la historia de Nevenka
Fernández, la bella concejala de Hacienda del Ayuntamiento de Ponferrada,
acosada sexualmente por Ismael Alvarez, su alcalde del PP, al que tuvo
el valor de denunciar. Todo el pueblo,
de derechas naturalmente, repudió a
Nevenka, también de derechas y del PP, creo. Las peores fueron las mujeres que vieron en el alcalde un acosado y en Nevenka una
acosadora. O, por lo menos, una
consentidora ambiciosa y aficionada a los hoteles de lujo donde alguna vez
había pernoctado invitada por el Ayuntamiento del que era concejada. Las feministas le dieron de lado arguyendo que
¨´no le tenían confianza¨´. En el peor
de los casos, si algo había habido entre alcalde y concejala, había dejado de
haberlo, y NO es NO, aunque el edil máximo diga SÍ. Juan
José Millas, columnista de El País, salió en
defensa de la chica y publicó un
libro, Hay algo que no es como me dicen. El caso Nevenka contra la realidad.
Nevenka
ganó el juicio, pero tuvo que
expatriarse a Londres, me parece. Mientras, el infame Ismael Alvarez,
siguió campando a sus anchas y volviendo a ganar las elecciones. Y ahí sigue,
supongo, si no la ha palmado. De vez en cuando aparece en Twiter una cuenta con
el nombre de Nevenka Warning, culta y discreta, que para nada alude al caso e ignoro si es
ella misma.
Viví intensamente aquellas jornadas hace años,
aunque no llegué a conocer personalmente a aquella mujer mancillada. Tampoco
conocí a Ismael, el infame. Se celebraba la Feria del Libro, creo
recordar, y me habían invitado a hacer una lectura de SONETOS DE FUEGO Y NIEVE, editado por Hontanar, una modesta
editorial de Ponferrada que, según me dijeron luego sus dueñas, habían
hallado en los sonetos un respiradero a sus
estrecheces. Quise, en solidaridad con Nevenka, suspender la firma y
presentación, pero me aconsejaron que no lo hiciera, que las andanzas )sic)
de la concejala ¨´nada tenían que ver con la literatura )sic). Me harté de
firmar ejemplares y, como mi fuente de ingresos era el periodismo y no la
poesía, les cedí todos los derechos y
posibles reediciones. Los primorosos y descarados desnudos eróticos de Modesto
Roldán, un gran pintor onubense del exilio y la diáspora, fueron decisivos
en el éxito del libro. Pero todo esto es ajeno a Nevenka Fernández, una
mujer de derechas que se atrevió a denunciar en aquellos tiempos todavía
obscuros, a un alcalde convencido del caciquil derecho de pernada. Como
creo que ya he dicho, Nevenka ganó el juicio, pero no le sirvió de nada, dada
su absoluta soledad. Tuvo que hacer las maletas y marcharse.
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