lunes, 11 de octubre de 2021

 

Felipe Alcaraz, la epopeya de los pobres

Escritor, granadino, novelista, poeta, ensayista, político y comunista. A él se debe un texto que a muchos les parece esencial, Oda a Javier Egea, para conocer a un poeta capital  de la nueva sentimentalidad. De la estirpe de Julio Anguita, el maestroescuela, que fue alcalde   de Córdoba, pero no poeta. En la editorial Akal, refugio del rojerío insurgente en aquellos tiempos obscuros,  publicó  Felipe Alcaraz hace siglos, sus primeros libros. Sobre la destrucción y otros efectos, por ejemplo. O Conspiración del olvido.  Dada su filiación política, su referencia podía ser, por entonces, George Luckas  y su teoría de la novela, pero no estoy seguro. Lo que sí  recuerdo es mi aceptación maoiísta  del Congreso de Yenam, 1943,  y muy probablemente la  suya, sobre las exigencias del arte en la literatura ideológica.´´una obra de arte, por mucha carga política que tenga, la pierde toda si antes no es arte¨´ O algo parecido.

Felipe Alcaraz   acaba de publicar en Almuzara, editorial sevillana, Los pobres, su última novela, que resume su pensamiento actual  y su técnica narrativa, en constante evolución como buen dialéctico que es. ¿Pueden los pobres vivir una epopeya? La simple y natural existencia es, de por sí, una epopeya. Conocí a Felipe Alcaraz hace muchos años, en Jaen, donde ejercía la docencia.  Andábamos yo y  Félix Población, excelente periodista que ahora dirige Diario del aire, acumulando materiales para un proyecto sobre las distintas culturas de España, justo cuando Adolfo Suarez estaba diseñando o acababa de diseñar, la España de las AUTONOMIAS. Después, Alcaraz dio el salto de la política andaluza a la política nacional , atenué yo mis fervores militantes y no nos hemos vuelto a ver.

Soto de Paula y sus revoluciones

Revelaciones y revoluciones toreras, con magníficas ilustraciones de Diego Ramos, no es estrictamente un libro de toros ni sólo para los aficionados a los toros: es un libro de arte, un libro sobre arte en toda su extensión y dentro de esta extensión la magia y el barroquismo del toreo. Este pequeño apunte tomado del propio Paula, puede ayudarnos a fijar la cuestión. ¨´la luna es el ojo del infinito, por donde el firmamento ve la belleza y los pecados del hombre¨´ De Pula,  ¨¨ gitano y griego de Jerez¨´ , que da el salto a la alegre riqueza mexicana desde Ronda y desde Sevilla. No sé si es adecuado calificar a Jesús Soto de Paula de autodidacta, pues bebe de las más puras, profundas y cristalinas fuentes del universo; la magia, el misterio, la alucinación. Su cultura es lo que Lorca llamaba la cultura de la sangre, los sonidos negros, la callada música bergaminiana del arte de torear. Jesús Soto de Paula es un alucinado de la escritura como Rafael de Paula es un alucinado del toreo. Uno escribe desde un más allá lleno de oscuridad, sombras e iluminaciones. Otro, torea desde el misterio insondable, para hallar la naturaleza de su verdadero ser, las razones de su existencia y su ensimismamiento. Inevitable recurrir, una vez más, al tópico bergaminiano, a esa exaltación del toreo de incendiada sombra, La callada música del toreo. Y la callada música de la escritura.

 

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