Felipe Alcaraz, la epopeya de los pobres
Escritor, granadino, novelista, poeta,
ensayista, político y comunista. A él se debe un texto que a muchos les parece esencial,
Oda a Javier Egea, para conocer a un poeta capital de la nueva sentimentalidad. De la estirpe
de Julio Anguita, el maestroescuela, que fue alcalde de
Córdoba, pero no poeta. En la editorial Akal, refugio del rojerío
insurgente en aquellos tiempos obscuros, publicó Felipe Alcaraz hace siglos, sus primeros
libros. Sobre la destrucción y otros efectos, por ejemplo. O Conspiración
del olvido. Dada su filiación
política, su referencia podía ser, por entonces, George Luckas y su teoría de la novela, pero no estoy
seguro. Lo que sí recuerdo es mi aceptación
maoiísta del Congreso de Yenam, 1943, y muy probablemente la suya, sobre las exigencias del arte en la
literatura ideológica.´´una obra de arte, por mucha carga política que tenga,
la pierde toda si antes no es arte¨´ O algo parecido.
Felipe Alcaraz acaba
de publicar en Almuzara, editorial sevillana, Los pobres, su
última novela, que resume su pensamiento actual y su técnica narrativa, en constante evolución
como buen dialéctico que es. ¿Pueden los pobres vivir una epopeya? La simple y
natural existencia es, de por sí, una epopeya. Conocí a Felipe Alcaraz hace
muchos años, en Jaen, donde ejercía la docencia. Andábamos yo y Félix Población, excelente periodista
que ahora dirige Diario del aire, acumulando materiales para un proyecto
sobre las distintas culturas de España, justo cuando Adolfo Suarez estaba
diseñando o acababa de diseñar, la España de las AUTONOMIAS. Después, Alcaraz
dio el salto de la política andaluza a la política nacional , atenué yo mis
fervores militantes y no nos hemos vuelto a ver.
Soto de Paula y sus
revoluciones
Revelaciones y revoluciones toreras,
con magníficas ilustraciones de Diego Ramos, no es estrictamente un
libro de toros ni sólo para los aficionados a los toros: es un libro de arte,
un libro sobre arte en toda su extensión y dentro de esta extensión la magia y
el barroquismo del toreo. Este pequeño apunte tomado del propio Paula, puede
ayudarnos a fijar la cuestión. ¨´la luna es el ojo del infinito, por donde el
firmamento ve la belleza y los pecados del hombre¨´ De Pula, ¨¨ gitano y griego de Jerez¨´ , que da el
salto a la alegre riqueza mexicana desde Ronda y desde Sevilla. No sé si es
adecuado calificar a Jesús Soto de Paula de autodidacta, pues bebe de
las más puras, profundas y cristalinas fuentes del universo; la magia, el
misterio, la alucinación. Su cultura es lo que Lorca llamaba la cultura de la
sangre, los sonidos negros, la callada música bergaminiana del arte de torear. Jesús
Soto de Paula es un alucinado de la escritura como Rafael de Paula es un
alucinado del toreo. Uno escribe desde un más allá lleno de oscuridad, sombras
e iluminaciones. Otro, torea desde el misterio insondable, para hallar la
naturaleza de su verdadero ser, las razones de su existencia y su ensimismamiento.
Inevitable recurrir, una vez más, al tópico bergaminiano, a esa exaltación del
toreo de incendiada sombra, La callada música del toreo. Y la callada
música de la escritura.
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