lunes, 19 de junio de 2023

 

Vicente Barrera, político y torero

 

Franquismo y verticalidad

 Cuenta Juan Belmonte  en el libro de Chaves Nogales, me parece,  que, en cierta ocasión, se halló a un antiguo subalterno  suyo convertido en Gobernador Civil  de no recuerdo qué provincia. Como le preguntara cómo había llegado tan alto en la escala social, el antiguo subalterno respondió, ya ve usted don Juan, degenerando. Un torero valenciano, Vicente Barrera, ha llegado a Consejero Cultural y vicepresidente, creo, de la Generalitat, via Vox. Quizá estoy siendo inexacto, Barrera es valenciano, pero no es torero de Valencia. El verdadero torero de Valencia es Enrique Ponce, nacido en Chivas, un pueblito cerca de la capital. Y si me apuran y alguien tiene dudas, por estar mejor informado que yo, pongamos a Luis Francisco Esplá, buen pintor y licenciado en Bellas Artes, como Barrera lo es en derecho, única similitud que yo veo entre ambos.  La  pega que yo le pongo a Esplá, es que sabe tanto de toros y la  liturgia de la corrida, que parece salir al ruedo con el Cossío bajo el brazo. Hasta Vicente Ruiz el Soro, el carismático torero de Foyos, que enloquecía los tendidos con sus banderillas vertiginosas en la modalidad del molinillo, es más torero de Valencia. En el sentido exacto que hay que dar a la expresión torero de,  es decir, torero con el que los aficionados se encuentran identificados  y representados tanto sentimental como artísticamente. Por ejemplo,  Antoñete es el torero de Madrid,  Santiago Martín  el Viti es el torero de Salamanca y Curro Romero es el torero de Sevilla. Por más que el Viti y Curro Romero hayan descerrajado la Puerta de Alcalá, once y seis veces respectivamente me parece recordar, muchas más que la Maestranza y La Glorieta. Cesar Rincón, también es torero de Madrid, después de abrir la Puerta Grande de las Ventas cuatro veces consecutivas. Yo le dediqué un libro por encarga de Espasa Calpe, que me encargó un viaje a Colombia, Cesar Rincón, de Madrid al cielo. Luis Álvarez, siempre generoso, apoderado entonces de Rincón, quería pagarme avión, hotel y mantenencia pero yo tenía bastante con lo que me daba la editorial.  Luis Álvarez es lo que se dice un caballero. Jamás se enfada por un adjetivo de más o un adjetivo de menos, piensa que cada cual debe hacer su cometido, el torero lidiar y el periodista escribir. Se ufana de ser descubridor de toreros y no le falta razón. Con ser Cesar Rincón uno de mis toreros favoritos, no es el libro de toros del que yo más satisfecho esté. Cualquiera de los que he escrito sobre José Tomas me parece mejor.

Por otra parte en torno a Luis Francisco Esplá ha surgido,ajeno a su voluntad o intención,  un movimiento de adhesión que hemos dado en llamar esplaismo. Pero pueden estar seguros que nadie creará el barrerismo. Francisco March, crítico taurino de la Vanguardia, hasta lo refleja en su currriculo y tarjetas de visita, ´psuquero, del PSUC; esplaista, de ESPLÁ; y culé, del BARSA. Pero volvamos a Valencia, al nuevo Consejero de la Comunidad y vicepresidente, Vicente Barrera. Lo de menos es que Barrera esté a la derecha de la derecha. Lo de más son sus manifestaciones sobre el franquismo que solo vivió en su etapa crepuscular y qu él añora ahora, dice más o menos, que el franquismo creó  intelectuales, más o menos….No, señor Consejero de Cultura de la Generalitat. El franquismo exilió, encarceló y fusiló a los intelectuales que amaban la libertad, Lorca, por ejemplo, ¿Le suena usted de algo, señor Consejero de Cultura de la Generalitat?. Casi todo el 27,  nuevo Siglo de Oro de la poesía castellana, menos Gerardo Diego, gran poeta de vanguardia, por lo demás, que se quedó en España y le dedicaba sonetos a Franco. Los intelectuales que Franco creó y protegió, quizás se refiera usted a uno de los Panero, Leopoldo María;  el otro, Juan, era comunista.  Acaso pretenda  usted referirse a los poetas de la Falange, José Antonio Primo de Rivera entre ellos, que en  la Ballena Alegre, sótano poético del Cafe Lyon crearon el Cara al Sol, con  música del maestro Telleria;  Dionisio Ridruejo, Alfaro y otros que no recuerdo. A Franco no le gustaba la poesía ni la Falange aunque se apropiara sus símbolos y parte de su doctrina, señor Consejero de Cultura de la Generalitat.  Permitió que el Frente Popular fusilara a José Antonio Primo de Rivera en Alicante, al cual no quiso canjear por familiar, de Indalecio Prieto que tenía en su poder. José Antonio le era a Franco, más útil muerto que vivo. Y de paso eliminaba a un competidor, como había hecho con el extraño accidente de aviación que costó la vida al general Mola, verdadero artífice del Alzamiento.

 Si me ha seguido hasta el final, señor Consejero de Cultura y vicepresidente, gracias. Si no, viejo amigo Vicente Barrera, gracias también. Se puede ser franquista acérrimo, aunque hoy dia ser franquista,  sea una antigualla. Lo mismo que ser antifranquista. Pero un Consejero de Cultura de la Generalitad no puede falsear la historia. ¡!Va por usted!! Y como decís los toreros al iniciar el paseillo, que dios reparta suerte, !suerte para todos!  Hubo un gran torero, un torero un poco canalla, llamado Cesar Girón, que decía cornadas para todos. Pero yo no le deseo cornadas a nadie. Ni toreras ni de las otras..

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