CAMPECHANO
Titulo. El rey que fue. Autoría y
espacio escénico, Ioglars. Dirección artística , Albert Boadella. Ayudante de
dirección, Alberto Castrillo-Ferrer. Reparto; Ramón Fontseré, Dolors Tuneu,
Pilar Saenz, Martí Salvat, Bruno López-Linares, Javier Villena. Iluminación,
Bernat Jansá. Espacio sonoro, David Angulo. Vestuario, Pilar Sáenz.
Siempre se espera con interés, un nuevo
estreno del grupo catalán y Albert
Boadella, en mayor o menor medida no defrauda. Decir Ioglars es decir Boadella,
uno de los mitos del teatro español, un mito vivo, insurgente, provocador, catalán a su pesar, de
Vich. A Boadella lo odia, o lo odiaba, Cataluña entera y parte del extranjero,
o sea España. Diéronle cárcel las Españas. Se escapó ayudado por Dolors
Caminals, su compañera, pintora excelente de paisajes. Pasó la frontera, se
bajó los pantalones, literalmente, y enseñó el culo a la derecha contumaz y a
una izquierda ortodoxa y taliván que empezaba a pensar que Boadella no era de
los suyos. Aún estaban cerca los tiempos en que, por Boadella, vestidas de
negro a la entrada de los teatros donde representaba, rezaban rosarios las
piadosas mujeres de la España profunda y celtibérica. Yo lo ví. Y también vi
una feroz expresión de odio a la entrada del coso de Marina en Barcelona,
“no a la pena de muerte, excepto para
Boadella”. Aquella época belicosa e insurgente pasó y ahora Boadella aborda la
figura patética del Rey Emérito, Juan Carlos de Borbón, exiliado en la morería
de oro y petrodólares, patético y shakesperiano. Retrato benevolente y piadoso
de un picha brava que, todo hay que decirlo, cumplió el destino histórico con
Adolfo Suárez de canalizar el tránsito de la dictadura a la democracia. Sobre
otras circunstancias más obscuras, por ejemplo la ambigua actitud inicial de
Juan Carlos, el tejerazo del 23F hasta decidirse a condenarlo con rotundidad; y
la deslealtad a su padre don Juan, el personaje más odiado por Franco, Boadella
pasa de puntillas. Virtudes humanas aparte, que las tiene, Juan Carlos es un
ladrón, de aquella estirpe sentenciada por Valle Inclán cuando Alfonso XIII tuvo que exiliarse: “ a los borbones los hemos echado de España, no por reyes,
sino por ladrones”. Tome nota Felipe VI, el cual cuenta con la simpatía de gran parte del pueblo español y los sabios consejos de su mujer, la Reina Leticia, la leti para los amigos que la conocieron en televisión española donde trabajaba. Con todo, los republicanos seguimos con el lema, "a por la III y en ellos estamos".
El montaje de El rey que fue es un montaje que me
atrevería a llamar minimalista; pocos elementos pero imprescindibles, sobre la
cubierta de un yate en la que el Rey Emérito celebra una fiesta. La interpretación de Fontseré,
Dolors Tuneu y Pilar Saenz tiene el
toque inconfundible de Ioglars que es ya un sello, una marca. Los juglares genuinos. Calan en los personajes,
los desvelan y lanzan sus vísceras y sus
vuelos al espectador ávido, entre carcajadas y silencios. A veces Stanislaski
difuminado y con frecuencia la Commedia de l Arte al fondo. Fontseré, al que en
alguna ocasión definí como una síntesis catalana
de Charles Chaplin y Laurence Olivier,
completa con el Borbón la lista de personajes que marcan y definen la vida
española del siglo XX; Jordi Pujol, Josep Pla, Dalí. Puede que un dia haga un Picasso, con su aureola de comunista y de vividor de la vida, pintor que nada buscaba y todo lo encontraba sin proponérsemo, que supone un desafío En un momento de esta
función hace un Franco genial y desternillante. Pero no es el Franco de la
Cruzada y los fusilamientos que convirtió España en un cuartel sangriento; es
un Franco imitado por el Borbón/Fontseré. Puestos a matizar, no es esta la más
alta ocasión que vieron los siglos de
Ramón Fontseré, pero Ramon Fontseré essiempre Ramon Fontseré, o sea un genio , el cual debe medir el posible riesgo de
parecerse cada vez más a sí mismo en detrimento del personaje que encarna.
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