domingo, 31 de mayo de 2015

TEATRO,TEATRO. LA CNTC EN LA COMEDIA; Y ELEJALDE EN LA CUARTA.

La vuelta al teatro de la Comedia.
Éramos pocos y parió la abuela. En el teatro de la Comedia se va a armar. Y no por motivos  políticos, que a lo peor también, sino por documentación histórica. Helena Pimenta reabre el Teatro después de una eternidad de obras que han tenido a la Compañía Nacional de Teatro Clásico exiliada en el Pavón; han quitado la placa conmemorativa del discurso fundacional de la Falange que José Antonio Primo de Rivera pronunció aquí. Amithe (Asociación de Amigos de los Teatro Históricos de España) me envía un breve comunicado. Resumido: “ese no es el espíritu de Amithe”. Razones históricas y no razones políticas, dice Javier López-Galiacho, el presidente.

Elejalde y la fiebre
Ha vuelto La fiebre de Israel Elejade y Carlos Aladro a la Cuarta Pared. Por los efectos sicosomáticos de este texto de Shwan me recuerda el teatro cruel de Artaud, la fiebre, la peste supuradora y depuradora que el teatro debe provocar. Un hotel de lujo y unas calles ensangrentadas. Un hombre de buena posición social que ve, cuenta e incluso reflexiona. Recordaré siempre esa Internacional rasgada, violenta como una blasfemia y dolorosa como un gemido, que arrancan del violonchelo las manos furiosas de Alba Cela. Momento para la antología del teatro no apto para progres. Saben mi vieja teoría: progresía es la negación de la izquierda. Exhibición actoral de Israel Elejalde con un texto envenenado que revuelve el estómago; ese lugar sagrado del cuerpo humano que registra las sensaciones antes de que la mente las procese.

Lo tuyo y lo mio, terapia en el Fernán Gómez.

Llegue a la sala pequeña del Fernan Gomez tras una serie de peripecias que si las contara punto por punto provocarían la carcajada.  Había dejado mi barbarie ibérica de la plaza de toros de las Ventas. Recuerdo a don Jacinto Benavente: “si los españoles no matáramos toros en los ruedo, seguiríamos quemando herejes en la plaza pública”. Cuando no puedo ver una corrida recurro a la linea dura de la crítica, Carlos Ilian o Emilio Martínez, de Diario Crítico que gustan mucho a la tribu insumisa del 7. Y al dueño de los jamones Guijuelo y toda la clientela. Ayer había rejones y no ha lugar. Los amigos taurinos me asedian, qué va a hacer Manuela Carmena con los toros. No lo sé, la conocí hace muuuchos años, cuando ejercía de jueza. Y luego le perdí la pista. Primero tiene que gobernar, si gobierna, luego dios dirá. Hay cosas más serias que los toros.

Tras tanta tribulación el destino premió mi tenacidad. Me hallaron un hueco, el único que quedaba en el Fernan Gómez; la sala abarrotada. Y me encontré con Karen Gutiérrez, Manuel Ramos y Didac Flores que cantan muy bien, interpretan muy bien y, cuando se tercia, parodian muy bien; sin tapujos ni complejos. Esa es la clave de este montaje sencillo, fresco, irreverente. Una historia de amor y desamor cantada; una historia agridulce trivializada por la ironía e incluso el sarcasmo; pero siempre amable gracias a la música y al desparpajo de Karen Gutíerrez y Manuel Ramos. Exitos de siempre: Raphael, Rocío Jurado, Karina, Mocedades, Ana Belén… Y un momento, clave para mí memoria sentimental; la parodia que Didac Flores, director musical de Lo tuyo y lo mio,  hace  de la  canción autobiográfica de doña Concha Piquer: yo soy la otra la otra que a nada tengo derecho porque no llevo un anillo con una fecha por dentro….Sublime. Y un derroche de talento. Solo por esto di por bien empleada tan catastrófica tarde. Y volví a sonreir, como el público que llenaba la sala. Bueno, el público que llenaba la sala no sonreía: reía a carcajadas.  

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