Urdangarin, la infanta
y Muñoz Seca
Lo cual no exhime a la Infanta de responsabilidad, aunque sea por mirar para otro lado. ¿se sentará también en el banquillo?. Hay fundadas dudas de que no. Al Urdanga saqueador de fondos públicos o semipúblicos con
credenciales reales y a beneficio, beneficio propio, le ofrecen un pacto. Dada
la magnitud de su rapiña, parece un pacto de favor. Sería un error no
aceptarlo, a no ser que tenga la certeza
de que todo va a quedarse en agua de borrajas. En vez de una componenda
para que no vaya a juicio, yo le ofrezco a Iñaqui
Urdangarín, versos de Muñoz Seca,
La venganza de don Mendo, para que la
Infanta doña Cristina se entere de con quien se casó: “pues aunque el nombre/os
asombre/quien obra así tiene un nombre/ Y ese nombre/es el de chulo”. Aunque seguro que audaz y trincón
balonmanista preferiría estos otros:
“Todas por mí como un trapo/ ¡ay! infeliz del varón /que nace, cual yo, tan
guapo!”. Por autodefinicón ufana el propio Urdanga se definía como el emPALMADO, no se sabe si por estar en Palma de Malorca; o por un priapismo incontinente.
Podemos, al microscopio.
Era previsible que a la gente de
Podemos, y más en concreto a Pablo
Iglesias y a Errejón iban a
volverlos del derecho y del revés; que
nada iba a quedar sin revisión ni en lo más íntimo de sus vidas ni en lo más público
de sus cuentas. Podemos, como una bacteria peligrosa, bajo el microscopio. Lógico. Y
eso que Podemos ha atemperado su discurso. La pinza es previsible y no sabemos
aún cómo se materializará ni qué pactos adoptará el bipartidismo canalla, corrupto y putrefacto. Ni siquiera sabemos
dónde llegará un Podemos teórico confrontado con la realidad. Contra
Podemos, todos están condenados a entenderse. Da igual sean
encames consumados o en calentón previo;
en cosas de catre -cama política y de la otra- no hay escrúpulos contra natura. Con que Podemos logre romper el bipartidismo bifronte, muchos se darán por contentos.
También era previsible que la
progresía sociata -que se encumbró en, y encumbró a, El Pais como crisol de
cualquier izquierda posible- tocase a rebato y se acercase a Podemos. ¿Huele
poder o, camino de Damasco, se ha caído del caballo de Prisa en el que
cabalgaron tantos años? Demonizaron a quienes negaban que El
Pais representara la auténtica democracia, a quienes afirmaban que la progresía, en torno al sectarismo de Juan Luis Cebrián y los sociatas,
era negación de la izquierda.
El otro dia veía yo en Teatro de
Barrio una obra de Alberto San Juan,
tan necesaria como tardía, para entender estos años vaivenes de la historia.
San Juan, uno de los máximos
representantes de esa progresía, arremete con inusitada acidez, vitriolo puro,
contra Juanlu y contra El País como
origen y fuente de la actual degeneración política y social de las Españas.
Bieeen. Luego, me fui a la Sala Mirador, a ver Musical Mongolia, y me encontré con algo parecido. Leña al País y a
Juanlu, la mano que comida y fama les dio.
Dios bendiga la honrada evolución
política del ser humano. Pero me mosquea que los artistas de la ceja pasen de Felipe González y Zapatero,
del Psoe, a Pablo Iglesias de Podemos. Sabina, Bosé y otros cuantos ya están
en la línea de salida. Y la estrella e ideóloga de El Pais durante una
eternidad, Maruja Torres; y parece
que también Almudena Grandes y el
poeta consorte, García Montero, al
que señalábamos como heredero de Rafael
Alberti. Pero el Pais de Juanlu, les
guste o no por un ERE de más o de menos, es el mismo de siempre. Solo falta por
manifestarse, que yo sepa, el más progre de todos los progres, el Gran Wyoming. Con él, ya tendríamos
casi completa la lista de intelectuales orgánicos de Podemos que antes lo
fueron del Psoe.
De la familia de Carlos IV a la
familia de Juan Carlos I.
No cambiaría el cuadro de Goya por el
de Antonio López. Y, por el bien del
excelente hiperrealista manchego,
conviene que no les pongan juntos en una exposición. Para realismo el de
Goya, de cuyos trazos emergen los
verdaderos infortunios de aquella
familia infausta. Veinte años y
cincuenta millones de pesetas por adelantado. Para este viaje de una fotografía
cortesana, aduladora y apenas sin atmósfera, no necesitábamos tan grandes
alforjas. Dolores Etxeverría los
habría pintado mejor. Ya lo verán ustedes cuando, en razón de su pedigrí
taurino, Nekane incorpore al Borbón y a la Infanta Elena a la exposición de retratos que prepara para las
Ventas. Vengo pronosticándolo hace tiempo; si el Sanedrín artístico de la
primera plaza del mundo, presidido por Carlos
Abella, acaba programándola, esa exposición va a ser de Puerta
Grande. Y las ovaciones se oirán en
Azpeitia, donde el zortziko por un banderillero muerto.
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