viernes, 23 de agosto de 2013

CRÍTICA LIBERAL PARA TAURINOS ILUSTRADOS. BILBAO (V).

No todo cartel de dos matadores puede ser considerado un mano a mano, que es un  desafío   pedido por el público y por la jerarquía del escalafón.Así que la cosa quedó como tenía que quedar: dos matadores  en un buen momento sin llegar al estado de gracia, pero muy seguros y con la cabeza despejada ante el toro. Aunque  algún colega titulará seguramente Perera 1 Fandiño 0, en homenaje a la depravación lingüística que está invadiendo el sagrado lenguaje de los toros, en Vista Alegre no  hubo cuestión de  ganador ni vencido. Medió, para impedir títulares heroicos y olímpicos, una corrida de Fuente Ymbro tan imponente de trapío y astifina como mansa y  que embestía a regañadientes. Menos el quinto, que salvó el honor del ganadero. El honor de los toreros nada tiene que ver con los toros, sino con su coraje, su valor y su técnica lidiadora. Y de eso les sobra a    Miguel Angel Perera y a Ivan Fandiño, toda la tarde irreprochables en las soluciones técnicas de los problemas de la lidia.

La gente esperaba con cierto morbo la posible confrontación entre el palco y Fandiño por la oreja denegada de ayer y un cierto pulso sobre la teoría milimétrica de Matias y la teoría del "blanco móvil" sobre el toro, que tanto gusta a los toreros. Tampoco pasó nada porque no hubo ni faena dudosa  ni espada a medios pelos. Hubo un momento, quizá el mejor del torero vasco, en que Matías ordenó tocar a la música; no había lugar, pues la faena no era de música y llegó Fandiño y, como el comandante de la canción, mandó  parar. Querellas aparte, Fandiño ha hecho una buena feria  y Perera también. El extremeño, al único toro encastado de la tarde digno de tal nombre, le bordó el temple de mano baja. Iván Fandiño acabará aprendiendo que el único mérito de nuestra vida es sobrevivir a los propios errores. Sería una equivocación pensar que su vida torera va a estar marcada por una orela de menos; Fandiño es más que eso. Los errores de los demás son cosas banales, problema de ellos. Si tuviera confianza con  él, que no es el caso, le diría con palabras robadas al Quijote: "templanza, hermano; que toda afectación es mala". 
 Y mañana, dia 24, empieza la feria de los Remedios de Colmenar Viejo, una Feria a la que tengo un cariño especial. En Colmenar, para bien o para mal, aprendí a ver toros hace por lo menos cuarenta años o más; aprendí, sobre todo,  a ver el toro; no dejaré abandonada la Corredera de la que me considero deudor y discípulo. Colmenar, tierra de toros.

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