viernes, 10 de octubre de 2014

RUEDO IBERICO.CAEN SALAS TEATRO. TRIUNFA VISA ORO. POLITICA Y CULTURA.


Los delincuentes de Caja Madrid
Si el estalinismo y el llamado socialismo real fue una bomba devastadora contra la ideología que parecía defender,el comportamiento de la derecha tecnócrata y liberal que nos invade pone en cuestión el modelo de sociedad en que sobrevivimos.  Dejen de pensar  que con la Caida del Muro de Berlín se cavó la sepultura de una idea emancipatoria malversada.

 Los resultados de un liberalismo salvaje, como salvaje fue la aplicación del marxismo en la Unión Soviética, ha traido la corrupción sistemática como forma de gobierno: desprecio de la cultura, del teatro especialmente, y alabanza de la ganancia y el dinero. ¡Viva la corrupción y abajo los cómicos y la farándula maldita!  Un ejemplo,   las tarjetas oro y plata de los golfos de Caja Madrid y Bankia, con la lumbrera internacional de la economía mundial, Rodrigo Rato, a la cabeza. A la cárcel y que antes devuelvan el dinero trincado. Mientras parte de España pasa hambre y se cierran salas de teatro, otros malversan dinero  público en caviar, champan y mujeres. Bueno, es una forma de hablar. O no. España ya no es el typical spanish de toros y sol, que nos hizo famosos en el mundo; ni siquiera es la España machadiana de charanga y pandereta. Hoy lo típico de España es el latrocinio y la corrupción a gran escala; la corrupción como instrumento del estado y de los partidos.

 

Con los millones derrochados por estos políticos y ejecutivos de platino ¿cuántas salas alternativas de teatro podían haber sido remediadas? Monumental estafa, punta del iceberg que subyace en los fondos  oscuros. No se  dragará el  mar porque  la mierda y el lodo atrapan por igual a sociatas  y peperos, a sindicalistas y patrones. Y luego tienen la caradura de refutar y maldecir la irrupción de PODEMOS y de Pablo Iglesias. Ignoro dónde llegarán esta tropa autoproclamada revolucionaria en la siempre tramposa carrera electoral; pero son la consecuencia natural, reactiva y emergente, contra una sociedad colapsada por la corrupción, el paro y el descontento.

Agonía de las salas alternativas.

Según Esther Alvarado contaba el otro dia en el Mundo, está a punto de desaparecer la Sala Guindalera  en la que Teresa Valentín, Juan Pastor y María Pastor siguen haciendo un gran teatro; de lo mejor que se ha visto en los últimos años. Agravio a  la cultura que no puede estar solo al albur de la oferta y la demanda; la oferta es insuficiente para cubrir gastos y aunque la demanda sea absoluta, no hay bastante. Visa, aunque sólo sea de bronce, para  Guindalera, Tribueñe y todas las alternativas.  Puede que con una Visa Oro de los consejeros delincuentes de Caja Madrid y Bankia pudiera remediarse un sector importante  del teatro de Madrid. Y tarjeta también para El Sol de York definitivamente sentenciado; “el otoño de nuestra desventura se vuelve verano son este sol de York”. Mentira; las olas del océano inmenso se han tragado la excelente  programación de  Javier Ortiz.  Aquí ya no se respeta ni a Shakespeare y mucho menos a Ricardo III que según una reciente novela de misterio, no era ni tan monstruoso ni tan desalmado. Josephine Tey demuestra en La hija del tiempo, considerada la mejor novela de misterio de la historia, que el  monstruo lo era menos y que no asesinó a sus sobrinos.  Hay tres novelas que me han interesado  este verano: La citada sobre Ricardo III; La soledad, de Natalio Grueso, un conmovedor viaje alrededor del mundo y sus culturas, de un solitario; y  Rojo Perla, del siempre vitriólico Jesús Pardo que sigue en su sátira feroz de la moral convencional y del periodismo servilón y a sueldo del poder. La soledad saldrá en la próxima entrega de blog; y Rojo Perla en la siguiente.

Otro Amestoy en el teatro.

Se trata de Alfredo, la celebérrima estrella de una televisión pasada, y seguramente, mejor en muchos aspectos. Alfredo Amestoy es hermano de Ignacio Amestoy, uno de los autores claves del actual teatro español.  Alfredo presentó el otro dia, en un gran acto social,  en el Muñoz Seca, de Cornejo,  su obra En el cielo no hay Chanell, título que nos enseguida nos remite  a Marylin Monroe y su minimíso “traje” de dormir. Y, por derivación a su marido Arthur Miller. Alfredo Amestoy sitúa su aventura en el limbo, como Dante Alighieri en la Divina Comedia la sitúa en el Infierno. Por allí andan, con sus teorías, sus filosofías y sus ideas políticas a cuestas, gentes domo Freud, Einstein, Groucho Marx, Arthur Miller, olvidado de la tragedia como esperanza, Marylin, sin poder desprenderse del aire de la rejilla  de metro, que gloriosamente le descubría las bragas;  un Dramatis personae, en verdad  fascinante. Elogio de la inteligencia judía sin desdeñar al infiel. Una cultura verdaderamente enciclopédica y, como ilustración de lo que puede dar de sí esta obra en escena, la lectura dramatizada de unas páginas por parte de Victoria Vera y de Pepe Martín. 

Coincidí con Arthur Miller un año en los Sanfermines de Pamplona, con motivo  de  una magna exposición de su mujer, una fotágrafa de fama universal. Estaba más centrado esos días en los encierros que en el teatro. David Loaysa, el escenógrafo e iluminador, alumno entonces de la Resad, le hizo una foto en el balcón del Ayuntamiento, en la Cuesta de Santo Domingo, que el Mundo publicó a bombo y platillo.

Alfredo Amestoy hace descender a la tierra, juntos y en unión, a la Monroe y al Che Guevara, original pareja que, aparte la intención de redimir a la humanidad, podrían redimirse mutuamente de posibles errores cometidos antes. ¡Bienvenidos!. A ver si un dia quedamos en el   Café Gijón y nos tomamos una copa. Sería un pelotazo para mi reciente libro Historias Canallas del Gijón. El ambiente en el Muñoz Seca, en la lectura de Victoria Vera y de Pepe Martín, de Puerta Grande.  

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