sábado, 12 de octubre de 2013

QUE PASA EN CATALUÑA?. CHAVES NOGALES SE LO PREGUNTABA HACE 80 AÑOS

Ruido de aviones, cazas como rayos por el cielo de Madrid. Luego, creo, el dibujo de una bandera por cuyo coste, en detrimento de sanidad y alimentación, se pregunta la tuitera Crisgavit. Viene fuerte esta chica con ironía fina y sin demagogias. Creo que  seguiré.  No sé si desfilará la Legión con la cabra que a mí me gustaba mucho: la cabra. También Felipe Alcaraz: sagazmente contrapone el separatismo centralista al separatismo periférico. Llamo a Felix Población para felicitarle por su Diario del Aire que recomiendo: los tormentos de Irma, su calvario agonizante.

Me viene al hilo de estas reflexiones en el  Dia de la Hispanidad, el libro de Chaves Nogales, editado por Almuzara. Toro Mítico, Berenice, Almuzara; la editorial de un exministro ilustrado del PP con Aznar, Manuel Pimentel. Cada dia un libro, más o menos; para tiempos de crisis no está mal. Que pasa en Cataluña?   es un libro reportaje, como casi todos los suyos,  de Manuel Chaves Nogales, muerto prematuramente y en el exilio, que Almuzara está recuperando: La ciudad, Sevilla, tan referente como  Ocnos, de Cernuda. Y La bolchevique enamorada, La agonía de Francia, Andalucía Roja.... Chaves Nogales es algo más que el biógrafo de Belmonte, biografía que lo lanzó a la fama y creó un estilo de escritura taurina.
Más ruidos de aviones,  por el cielo de Madrid que turban la tranquilidad. Prefería otros años la ofrenda de flores en el Pilar y la jota aragonesa. Y la corrida de toros, aunque nunca tuve la suerte de ver una faena de Finito de Córdoba  que cuenta hoy en El Mundo, Zabala de la Serna. Por faenas menos relumbrantes, yo le daba a Finito de Sabadell, su nombre más torero: Juan Serrano.

En 1931 Chaves Nogales viajó a Cataluña; volvió en 1936 y entrevistó al presidente de la Generalitat, Francés Maciá. De esas entrevistas nació ¿Qué pasa en Cataluña?, la pregunta eterna que no acabamos de responder. El  Duque de la Victoria aportó una solución militarista, una salvajada más bien: "Cada 50 años hay que bombardear Barcelona". En la Guerra incivíl (acuñación linguística de Santonja) del 36 Barcelona, inmersa en un guerra civil interna, fue machacada por lo aviación franquista. Ya han pasado más de 50 años y a nadie se le ha pasado por la imaginación repetir tan bárbara experiencia que, por otra parte, no conduciría a nada.

Chaves Nogales, el periodista sevillano, muerto en Londes en 1944, no veía clara "la cuestión catalana". Pero era un gran reportero  y buscó fuentes fiables qee contrastaba minucosamente. La política usada por el resto de España con el soberanismo catalán es, habitualmente, de palo y zanahora; o si se prefiere, frenazo, marcha atrás y luego un acelerón. La conclusión más clara que saca Chaves Nogales es la siguiente:   "el catalanismo es  una rara sustancia que se utiliza en los laboratorios políticos de Madrid  como reactivo del patriotismo, y en los laboratorios de Cataluña como aglutinante de las clases conservadores". En esas seguimos, más el hedor de la corrupción política que nunca fue tan pestífero como ahora. Ni siquiera con el estraperlo de Lerroux.

Qué pasa en Cataluña?. Una interrogante que algún dia hallará la despuesta adecuada. Aprovechando la calma chicha  que se ha apoderado de la mañana patriótica, hispánica y legionaria, concluyo la novela aplazada de la novela de Felipe Alcaraz Tiempo de ruido y soledad; hermoso título aunque de resultados insuficientes, Es el primer título de una trilogía titulada La disciplina de la derrota, magnífico nombre.  Es mejor que las novelas de juventud,  en Akal, cuyos títulos, demasiado ideologizantes, frenaban un poco : Informe de un toma de partido en literatura o Sobre la autodestrucción y otros efectos. Poltíticamente, en una novela política y testimonial, no hace grandes descubrimientos; pero está bien que explicite las complicidades de PSOE y PP para  tener a España en la inopia. Se nota cierta querencia a un personaje que a mí me parece un poco tenebroso, aunque aglutine en su contra, las fuerzas residuales del franquismo: el juez Garzón.

Placidez en un sábado festivo. Esta tarde me dejaré de políticas  y desfiles lejanos. Entraré en un libro de  un joven poeta , Javier Magano, cuyo título me atrae mucho: La hora del lobo; una metáfora del momento político?, alguna duda existencial y personalísima?  No sé; pero me atrae; poemario, artículo o novela que no agarre por el título, es tiempo perdido.  Espero Serpentario, también de Alcaraz y también de Almuzara.

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