jueves, 3 de octubre de 2013

Tirso y Calderón de la Barca contra javier villan.

Dia de transición reposado y apacible si no fuera por la inmediatez de un viaje a Palencia y por el ceño que me han puesto Calderón de la Barca y Tirso de Molina por una cita errónea, dios y los tuiteros me lo perdonen. Ocurre que una sentencia inapelable ",quien tal hace que tal pague" se la atribuí a Calderón siendo de Tirso.  Y ocurre que llueve sobre mojado y no sé porqué ando siempre en líos con estos dos frailes, lumbreras de nuestro Siglo de Oro. No debiera ser cosa de mayor importancia, pero siendo yo tan quisquilloso con los demás, no estaría bien que ahora escondiese la oreja como puta. El dia apacible, antes de emprender un viaje fugacísimo para asuntos de la Fundació Caneja, estaría justificado por la entusiasta reacción del público en la Sala II en Que trata de España. Lo inexplicable de esta segunda confusión entre Tirso y Calderón tiene menos explicación; en tiempos, cuando era un seminarista recental de apenas 16 años hizo un extenso trabajo de 20 folios  sobre El condenado por desconfiado, eje de la cuestión sobre el libre albedría, la salvación etcc. O sea que a Tirso, memoria y a Calderón casi de carrerilla.

Alguna fuerza interna o externa me conduce al laberinto oscuro, acaso por mis descreencias. O sea que descomulgado estoy, más por el ceño de Tirso, que ha sido el expropiado, que por rencores de Calderón de la Barca. Puede que, aparte de ceñudos e incluso morrudos, ambos estén un poco celosos con lo que está ocurriendo hoy en el Fernán Gómez; Lope en la sala Guirau con El Caballero de Olmedo    y una parte de Quevedo, la más dolorida y patriota de aquel genio estvado y cojitranco en la Salla II: "miré lo muros de la patria mia". La primera se debe a la capacidad de riesgo y el talento de mis amigos Mariano de Paco y de Eduardo Galán; no puedo estar en el estreno como era mi deseo, pero lo veré mañana o pasado, que ya tengo entrada antes de que se agoten, si se agotan, y syo tengo mucha fe en De Paco y en Galán. Quevedo espera llenar con lo que le sobre a Secuencia 3 y Lope. Lo único en común entre El caballero....y  el soneto de Quevedo, es que de ambos, pasillo por medio,  firma  la escenografía David  Loaysa. Y para colmo empieza la Feria de Otoño en la que quizá también cite a Calderón con un verso raro que escribió sobre toros. De momento lo que más me interesa es la exposición de Isabel Rivas, en la sala Chenel, Rincones y personajes de las Ventas. Hasta pronto.    

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