Es un beso un poco caro ¿no?. Aunque depende; el guardia no es maricón. Y el acusado que le da el beso tampoco; su efusividad cariñosa no es por atracción sexual, sino por compasión; y para demostrar que él no es tan malo como dicen. El acusado es el protagonista de Un buen dia, estigmatizado por sospechas de pederastia con su hija, un encanto de chiquilla, la niña de sus ojos. Es un buen montaje de Mariano de Paco en El Sol de York; un texto intenso de Dennis Lumborg, con altibajos y reiteraciones, pero poderoso. Y una escenografía doméstica de Almudena López Villaba: limpia, ligera, funcional y convertible en alguna de sus partes, bien avenida con la iluminación de José Manuel Guerra. Y hay una potente interpretación de Bruno Ciordia, dentro de esa línea del monólogo a varias voces, muy popular y sin demasiadas exigencias. Estos monólogos son, bien mirado, una variante del bululú pero en televisivo.
La duda de si el amantísimo padre es culpable o no de abusos deshonestos tiene a la gente en vilo a partir de la primera media hora de función. Y se percibe en el público un temor y también el deseo de absolución si tuviera culpa. El Sol de York se ha ido haciendo un hueco en la amplia oferta madrileña a base de calidad. Dentro de poco vendrá un auténtico talento del teatro, Alberto Castrillo Ferrer, el inolvidable Ildebrando Biribó, con quince monólogos de Dalmaroni, titulados Menudillos.
!Manda güevos!
En el menú que sugiero en mi anterior entrada del blog (comprobar) para la improbable visita del Papa Francisco a Triana se me olvidó añadir huevos de oca, las ocas de Miguelín, de Palencia. Tengo un amigo, Chuco Varona, que cada vez que me oye decir !!Manda güevos!! me envía media docena de huevos de las ocas de Miguelín que, por textura, color de la yema y sabor, son muy especiales. Las Ocas de Miguelín vienen todos los años a desfilar en la Cabalgata de Reyes de la Metrópoli y no me extrañaría verlas desfilar por la calle Mayor en las Fiestas de San Antolín . Tienen un aire muy marcial y arrogante; pero nada que ver con el Paso de la Oca, ritmo militar en las grandes paradas de Musolini, Hitler y Stalin. También lo adoptaron los ejércitos de Pinochet.
!!Manda güevos!! no es petición o demanda, sino la ponderación de una excelencia o un suceso bueno o malo, favorable o desfavorable que popularizó Federico Trillo un dia en que le traicionó un micrófono abierto en el Congreeso. Fue un momento de cabreo por algo que no le había gustado, por una circunstancia imprevista que merecía su reprobación. Y se enteró toda España. Trillo es especialista en los dramas y la tragedias de Shakespeare y el micrófono taimado aquel lo captó en la cota alta del cabreo. Desde entonces !Manda güevos! se ha convertido ena referencia shakesperiana. Y para Chuco Varona en una demanda que yo no hago. Llegan los Sanisidros, vamos a la plaza en compañía de su hermano Basilio Varona, José Luis Blanco, Antonio Sánchez y la andanada sabia del 9; al ver a los juampedros y toda la estirpe Domecq por los suelos, se me ocurre decir, !manda güevos! que mierda de toros; y al dia siguiente Chuco viene cargado con los huevos de la ocas de Miguelín. Pega el petardo una figura, de esos que en la jerga se les llama figurones, y digo !manda güevos!, vaya mierda de faena. Y al dia siguiente, más huevos de las ocas de Migueelín. Las ocas de Miguelín, aunque desfilen en la Cabalgata de Reyes con paso marcial, no representan el miltarismo fascista de Musolini, Hitler, Stalin y Pinochet. Son ocas pacifistas, conscientes de su condición de embajadoras de los mejores corrales palentinos.
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