La libertad es siempre una ventura, una fortuna de los pueblos con algunos infortunios y desventuras. La libertad no es un don; es un derecho que se conquista casi siempre con sangre. El personal, sacudido recientemente por las revelaciones de Pilar Urbano, el Alzheimer de Adolfo Suárez y la memoria inducida de su hijo Suárez Illana, empieza a sacar conclusiones sobre el libro de PedroJota Ramírez, La desventura de la libertad. Es creencia generalizada que el ex director del Mundo, aparte de no tener corazón cuando de periodismo se trata, no da puntada sin hilo. Lo cual dispara el regocijo de quienes asimilan Rey Felón con Rey Borbón. El Felón por antonomasia fue Fernando VII. Y la verdad es que en los mentideros de la redes sociales y en los de este poblachón manchego llamado Madrid, la figura imponente de Calatrava, el gran tapado, importa menos que las perversidades de Fernando VII. Es lícito preguntarse, de ser cierto que PedroJ no da puntada sin hilo, qué ha pretendido trayendo a colación ahora, en este preciso momento, personajes del calibre de Fernando VII, Felón de felones, Calatrava liberal intachable y el Duque de Angulema, el esbirro que lamenta la represión que ha venido a ejecutar contra las libertades en España. No es lícito hacer juicios de intenciones, mas la historia no es un peso muerto, sino una fuente de conocimientos y analogías que eruditos y periodistas como PedroJ nunca recuerdan en vano.
Hay coincidencias entre el trienio liberal y los actuales tiempos que han vuelto a soltar los demonios de una Transición, menos ejemplar de lo que se ha dicho y muchos comprobaron in situ; aquellos polvos trajeron estos lodos. Suárez sale incólume, creo yo, del libro de la Urbano y de las analogías del libro de PedroJ; o al menos a mí me lo parece. Que puedan aparecer dentro de 200 años escritos, testamentos y notas de Adolfo Suárez, en espera de un PedroJ que los dilucide, y que Berdi, el mítico librero de Umbral y de muchos de nosotros, los esté guardando para él, es posible y hasta probable. Pero !tan largo me lo fiais!. A qué esperar tanto tiempo. Conviene saber ahora si, el descendiente del Rey Felón, el actual Rey Borbón, tuvo que ver o no tuvo que ver con lo del 23F. Ese es el quid de la cuestión; el rollo del meollo del bollo, que diría Umbral. Porque si tuvo que ver algo con la asonada, como algunos sospechan desde hace tantos años, esa deslealtad constitucional es una felonía; aunque Juan Carlos no sea el Rey Felón. Recomiendo, por supuesto ambos libros; el de la pía y opusina Urbano y el del impio y radical PedroJ.
Mientras tanto, les recomiendo releer el discurso de despedida de Adolfo Suárez por encima de las revelaciones y promesas que las brujas le hayan hecho al hijo, Suárez Illana. Basta con la primera frase: (me voy) "porque no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un parentesis en la historia de España". O esta otra: "no me voy por cansancio ni porque haya sufrido un revés superior a mi capacidad de encaje. Me voy porque las palabras parecen no ser suficientes y es preciso demostrar con hechos lo que somos y lo que queremos".
El que tenga oidos para entender, que entienda. El bosque de Birnan ha empezado a moverse.
Nota: Las brujas a las que vengo aludiendo, dicen al dirigirse a Macbeth: "salve, señor de Glamis; salve señor de Cawdor".
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