miércoles, 29 de enero de 2025

 

Un óbituario tardío, Hevia

Llamadme Ismael.

Enfrascado en asuntos triviales y frívolos, pese a mi voluntad, me llega tarde la noticia de la muerte de un amigo. Un "tabernero"  como le gustaba le llamaran la gente de confianza y sin abusar,  cuando estaba en  entre poetas, algún periodista y pintores. Un hombre.  Los  pintores que le pagaban en cuadros comida y mantel, también sin abusar.  Pablo Pombo, un pintor  "maldito" hasta que le redimió el amor y la paciencia  atormentado, volcánico y un poco baudeleriano, era su preferido.   Pablo  era asiduo al restaurante Hevia, en el corazón de la "milla de oro" de Madrid, en los altos de la calle Serrano  frente a la Embajada de Estados Unidos. Apartado del ruido de la metrópoli, lejos de Madrid,  supongo que  el restaurante Hevia sigue allí. En Hevia los asíduos, al menos los asíduos como yo, no necesitábamos elegir menú. Lo dejábamos en la mano de Ismael. Tras la primera copa de vino tinto en la barra, Rioja o Ribera de Duero, y no raramente clarete de Cigales que era y sigue siendo mi preferido, el condumio.  Una mesa al fondo que atendía el propio Ismael no por falta de camareros, sino por placer y charla  Llamadme Ismael,  aunque él no tenía nada de arponero ni cazador de ballenas ni capitán Akaf. Era el capitan de la milla de oro. Descansa, amigo.


jueves, 9 de enero de 2025

 NAVIDADES

 Sobrevivir a las Navidades, una proeza. Y una tregua

  A mi me gustan las navidades y toda su parafernalia, los villancicos, el turrón blando de Jijona y el duro de Alicante, el cava seco extrabrut, los buenos deseos y las expresiones de felicidad.  Detesto la sidra. No me importa si las manifestaciones de amor y los buenos deseo de felicidad son reales o fingidas como creen muchos. Tampoco es cuestión de fe o religisiosidad o creencias; es cuestión de ritos.  Hace siglos pretendí apostasiar de la fe católica y no me lo perimitieron, Quizá la apostasía sea otro rito inútil. Y a los ritos me atengo convencido de que nadie, ni el mejor director teatral del mundo, tiene el sentido de la teatralidad que tiene el ceremonial  de la iglesia. No toco la pandereta porque nunca se me ha dado bien, pero los villancicos....ay los villancicos. Me sé un montó; desde los tradicionales a los más modernos

peces en el rio

 que beben y beben 

y vuelven a beber ......(....)

Y dime niño de quien eres

todo vestido de blanco, 

soy de la virgen mMaría 

Y del Espíritu Santo.

El que más me gusta es aquel que, con música y ritmo de los Campanilleros de la Niña de la Puebla,  que era ciega y cantaba como dios, dice

"A la puerta de un rico avariento

llegó Jesucristo y limosna pidió,

y aquel rico en vez de limosna´

los perros malditos

contra él azuzó".

 No sigo porque no quiero hacer espoiler y además porque ustedes lo saben tan bien o mejor que yo.

Lo he pasado bien estas navidades y reyes. Y no me importa reconocerlo...aunque los años me pesen un montón y me       carguen de melancolía los huesos...Así que espero que ustedes también se lo hayan pasado bien. Soy consciente de los males, las guerras y las barrabasadas con que los ricos y poderosos de  este mundo, rompen la convivencia y siembran la injusticia a voleo. Para eso no hay tregua  Pero así, a nivel individual, parece que se estableciera una tregua...Quizá sólo lo parezca...Pero bienvenida sea.