viernes, 30 de julio de 2021

 

Pemán, insólito y acaso desconocido

A propósito de un quítame esa placa y vuélvemela a poner de un alcalde analfabeto de izquierda, quede  claro que esa no es mi izquierda,  se ha organizado la de dios es Cristo con don José María Pemán en no sé qué pueblo de Andalucía. Jose Maria Pemán, cuentan los pemanistas, dialogaba en aguas gaditanas con Rafael Alberti cuando el exilio. Pero esto, quizá, sea lo de menos. Lo de más,  es que dada su autoridad intelectual sobre Franco, Pemán consiguió que este devolviera el nombre a Jacinto Benavente, Premio Nobel, al cual en la cartelera, o parte de ella, se le identificaba como ´´el autor de la Malquerida¨´

A mí, Pemán me parece un gran articulista y un mal autor de teatro, aunque algunos salven y alaben sus comedias, ligeras y chispeantes, dicen. El divino impaciente es un bodrio y puede que San Francisco Javier aún no se lo haya perdonado. Un bodrio escrito en defensa de la Compañía de Jesús,  Societatis Jesu dicho en latín culto, amenazada por el descreído volterianismo español. En televisión española se emitió hace lejanísimos años, una serie llamada el Séneca, o algo parecido, un compendió de sabiduría popular. A partir de ahí, en las aldeas de España  donde llegaba la televisión, en blanco y negro naturalmente , se empezó a llamar Seneca a todo aquel que sobresalía medianamente en sabiduría popular.

 Modélico es su artículo Nieve en Cadiz allá por 1950, por el que le dieron el premio Mariano de Cavia, me parece, y que conozco y reconozco porque viene en todas las antologías del género. No soy pemanista,  pero reconozco su honradez y la gracia gaditana de muchos de sus escritos.

miércoles, 21 de julio de 2021

 

ELOGIO Y REFUTACION DE PLÁCIDO DOMINGO

Mi sentimiento musical se paró en el flamenco y el jazz, dos músicas que considero hermanas, lamento y rebeldía de dos razas oprimidas, los gitanos y los negros. De Ópera, el bel canto, sé lo imprescindible y justo y mi entusiasmo es perfectamente descriptible; que hay tenores, barítonos y sopranos. Y coros. Pregunto a mi amigo,  Pablo Jiménez, gran poeta de la poesía clásica y eterna, excelente sonetista, que acaba de publicar sus obras completas y experto en asuntos operísticos, por la hegemonía actual, Pavaroti o Plácido Domingo. La respuesta es lo de menos pues de lo que quiero hablar no es de jerarquías artísticas, sino  de la Inquisición que quiere llevar a la hoguera a Plácido Domingo; se le acusa de abuso de poder y de tocarles el culo a las  aspirantes a cantar en su compañía. Las redes se han puesto incendiarias y el feminismo rampante me ha llamado de todo, y acaso no sin razón, tras preguntar yo y mi inocencia ¨que levante la mano la soprano que no se iría a la piltra con Domingo a cambio de un papel¨. Respuesta muy personal,  sólo Montserrat Caballé por razones obvias y enmaridada con el Liceo de Barcelona hasta que la muerte los separe.

 El genial tenor es un hombre carismático, muy afectuoso en la expresividad de su sentimentalidad, puede que un poco sobón. Que quede claro que el principio ¨no es no¨ me parece sagrado e inexpugnable. Pero que quede claro también la hipócrita moral de una sociedad hipócrita; la buena y generosa disposición erótica de las aspirantes a divas está suficientemente contrastada. Como lo está, en similares circunstancias de atractivo y complicidad, la de una limpiadora de supermercado o una secretaria de alta dirección ante los guiños cómplices del jefe. Y como lo está también la conducta inquebrantable de otras muchas anónimas.  No pongo la mano en el fuego por nadie y tampoco he de hacerlo por Plácido Domingo. Escrito está y lo dijo el clásico, ¨quien tal hace que tal pague¨. Pague si es culpable y de momento ya lo está pagando; conciertos aplazados, giras suspendidas, afrentas públicas. Los ocho minutos de aplausos en Madrid que han enfurecido al feminismo rampante, son un desagravio pequeño.

viernes, 16 de julio de 2021

 

Ayuso, la Juana de Arco de la derechona

 Recobro con esta imagen de la presidenta de la Comunidad de Madrid mi serie de retratos al vitriolo, a punta seca o al pastel que he tenido interrumpida. La Ayuso que se ha ganado ya es la jerárquico de las figuras públicas del arte, de la escena o de la política va  embalada hacia la Moncloa, como una Juana de Arco, de la derechona montaraz. Y dado cómo están las cosas y conociendo este país, no me extrañaría que allí la coronasen. El lapsus del otro dia sobre el Rey Felipe VI y los indultos parece habérsele perdonado sin más trascendencia, como se le perdona a una niña la travesura de jugar a los médicos con un amigo. En mi aldea de Torre de los Molinos, Palencia,  jugar a los médicos nos gustaba más que jugar al escondite. Consistía ese juego en explorar a las chicas en todo su cuerpo buscándoles supuestas dolencias. Las chicas no ayudaban a averiguar con sus explicaciones dónde estaba el mal,  y más que enfermas parecían muertas que se dejaban hacer. María Isabel Ayuso es una chica mona, circunstancia que nunca resaltaríamos en un hombre político, pero queramos o no nuestro lenguaje está impregnado de aromas ineludiblemente machistas. Todo el mundo está de acuerdo en  que el encanto personal de Adolfo Suárez,  y la virilidad agraria de Felipe González les ayudaron mucho en sus liderazgos políticos. Adolfo Suárez era un encantador de serpientes, miraba fijamente a los ojos y luego, al despedirse, a tenazón te cogía del brazo y te acompañaba hasta la puerta del despacho. En el PCE teníamos muchos recelos con Adolfo Suárez, nos engañará como ha engañado a todos, decíamos, y el sibilino Santiago Carrillo  con peluca o sin peluca, sonreía y decía, ¨ a todos menos a nosotros.  Calificar de sicalíptica y sensual a la Ayuso, puede ser machismo;  no es machismo, en cambio, pensar que por cuestiones del Zendal, ese hospital sin camas, dicen,  o de las residencias de ancianos durante la peste que nos ha asolado y aún nos asuela, acaso la Ayuso acabe en la cárcel de Soto del Real. Como Soto queda a un tiro de piedra de mi dacha de la sierra madrileña, he prometido ir a enseñarle a jugar al mus, si ella y Miguel Ángel Rodríguez, el inefable MAR, me lo permiten.

 Dacha, para que ustedes no tengan que ir al diccionario, es la casa de campo propia de  la nomenklatura soviética, lugares de veraneo o de fin de semana de los grandes jerifaltes. Cuando hace muchísimos  años el KGB  me invitó a una visita de cortesía periodística a la URSS, me enseñaron algunas de estas casas y me sorprendió su rara mezcla de austeridad y grandeza. Cumplí mi gran deseo, ver bailar en el Bolsoi a Maria Pliseskaya,  a la qur había visto en Madrid con los Coros del Ejército Ruso, creo recordar.  Lo que mejor recuerdo de estas peripecias del KGB es la carcajada bajo la rotonda dorada del hotel Palace, de una actriz española, hoy dedicada a otras cosas menos azarosas y más lucrativas. En aquellos tiempos los periodistas viajeros o reporteros o eran de la CIA o del KGB, no había vuelta de hoja. España ya se sabe, siempre  dividida en collera fratricida, José, )Joselito), o Juan,  )Belmonte); blancos o negros ) liberales o absolutistas), rojos o azules )republicanos o falangistas. Franco, al que sus kompas de armas llamaban cariñosamente Paca la Culona, también aplicó esa dualidad confrontativa a la piel de toro ibérica; españoles y cipayos de Moscú.

Pero volvamos a la Ayuso que es de lo que trata este artículo.  Ni su propio partido confiaba en ella y se fue abriendo camino a amorosos codazos y a regañadientes de sus adversarios. Yo creo que la Ayuso es una pantera con modales de gata siamesa, astuta y precavida, lista pero no necesariamente inteligente.

A título puramente personal he redactado un decálogo

DECALOGO DE  ISABEL DIEZ AYUSO.

1.       España para España y Madrid para los madrileñós

2.       Los demás, antiespañoles

3.       Lo que no ganemos con las urnas, lo conquistaremos con los tanques

4.       Españá, unidad de destino en lo universal.

5.       España Ni ROJA ni ROTA

6.       España madre abnegada de pueblos y naciones

7.       El español idioma único.

8.       Lo demás , gallego, catalán, etecé son dialectos

9.       Yo soy yo, la genuina, Agustina de Aragón, la leona de Madrid

10.   Por el imperio hacia dios.

 

lunes, 5 de julio de 2021

 

Emilio de Justo, de Madrid al cielo.

En toreo como en teatro, el que tiene la moneda la cambia. Emilio de Justo, un torero modesto de dimensiones galácticas,  ha abierto la Puerta Grande de las Ventas, que es como tocar el cielo con las manos. No será la última vez que Emilio de Justo, descerraje la Puerta de Alcalá. En su año triunfal Cesar Rincón la abrió cuatro veces consecutivas, por ejemplo. La importancia residió no en que fueran cuatro veces, sino en que fueron consecutivas. Veo muy pocos toros últimamente y no lo lamento.  Y la última vez que me sumé a un cortejo en las Ventas fue tras el féretro de Chenel mientras la muchedumbre gritaba ¨´¡torero, torero, torero!¨´ al atravesar la mítica puerta.  Al torero de Alcalá de Henares le quedan por abrir muchas puertas grandes, todas las puertas grandes del mundo. No voy a dilucidar ni discutir cuál es más importante si la Puerta de Alcalá o la Puerta del Príncipe. O la Puerta del Encierro en Pamplona, un suponer. Eso me da igual. Pero creo haberme sumado a la legión de aficionados, o acaso haberlo puesto en circulación, al llamar a la Puerta del Príncipe la Capilla Sixtina del Toreo. Salvador Tavora, in memoriam, hombre sustancial del teatro español  y universal, la abrió de novillero sin caballos cuando anhelaba ser torero.

Emilio de Justo ha descubierto a la gente del común la simplicidad del toreo, o sea citar, parar, templar y ….!cargar la suerte!!. Pero no son las cuestiones técnicas las que en este caso concreto me interesan. Me interesa el toreo como escuela de vida, como conjunto de virtudes morales, según ha escrito Javier Galiacho, un humanista dedicado a restaurar y recuperar teatros por todo el mapa de Iberia que, curiosamente tiene forma de piel de toro puesta a secar al sol.

En teatro decimos, dice la gente de la Farándula, que el que tiene la moneda, la cambia, es decir, quien tiene condiciones, triunfa. En toros ocurre algo parecido. Emilio de Justo  ha cambiado la moneda tras una vida de sacrificio, ninguneo y luchas a cara perro. Abrir la Puerta de Alcalá lo han hecho muchos toreros, el que más veces ¡!catorce!!! Santiago Martín el Viti. Vienen después, para los estadísticos, Paco Camino , doce; Antonio Bienvenida, once; Andrés Vázquez, diez; Ruiz Miguel diez; Curro Romero, de Sevilla, siete, notable diferencia con las de la Puerta del Príncipe.