Emilio de Justo, de Madrid al cielo.
En toreo como en teatro, el que
tiene la moneda la cambia. Emilio de Justo, un torero modesto de
dimensiones galácticas, ha abierto la
Puerta Grande de las Ventas, que es como tocar el cielo con las manos. No será
la última vez que Emilio de Justo, descerraje la Puerta de Alcalá. En su
año triunfal Cesar Rincón la abrió cuatro veces consecutivas, por
ejemplo. La importancia residió no en que fueran cuatro veces, sino en que
fueron consecutivas. Veo muy pocos toros últimamente y no lo lamento. Y la última vez que me sumé a un cortejo en
las Ventas fue tras el féretro de Chenel mientras la muchedumbre gritaba
¨´¡torero, torero, torero!¨´ al atravesar la mítica puerta. Al torero de Alcalá de Henares le quedan por
abrir muchas puertas grandes, todas las puertas grandes del mundo. No voy a
dilucidar ni discutir cuál es más importante si la Puerta de Alcalá o la
Puerta del Príncipe. O la Puerta del Encierro en Pamplona, un
suponer. Eso me da igual. Pero creo haberme sumado a la legión de aficionados,
o acaso haberlo puesto en circulación, al llamar a la Puerta del Príncipe la Capilla
Sixtina del Toreo. Salvador Tavora, in memoriam, hombre sustancial del
teatro español y universal, la abrió de
novillero sin caballos cuando anhelaba ser torero.
Emilio de Justo ha
descubierto a la gente del común la simplicidad del toreo, o sea citar, parar,
templar y ….!cargar la suerte!!. Pero no son las cuestiones técnicas las que en
este caso concreto me interesan. Me interesa el toreo como escuela de vida, como
conjunto de virtudes morales, según ha escrito Javier Galiacho, un
humanista dedicado a restaurar y recuperar teatros por todo el mapa de Iberia
que, curiosamente tiene forma de piel de toro puesta a secar al sol.
En teatro decimos, dice la gente
de la Farándula, que el que tiene la moneda, la cambia, es decir, quien
tiene condiciones, triunfa. En toros ocurre algo parecido. Emilio de Justo ha cambiado la moneda tras una vida de
sacrificio, ninguneo y luchas a cara perro. Abrir la Puerta de Alcalá lo han
hecho muchos toreros, el que más veces ¡!catorce!!! Santiago Martín el Viti.
Vienen después, para los estadísticos, Paco Camino , doce; Antonio Bienvenida,
once; Andrés Vázquez, diez; Ruiz Miguel diez; Curro Romero,
de Sevilla, siete, notable diferencia con las de la Puerta del Príncipe.
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