jueves, 27 de octubre de 2016

RAZONES PARA RECUPERAR EL PREMIO MIGUEL MIHURA.





 

País de actrices. 

La primera razón, una rendida admiración por todas la actrices de España. España es un país de actrices. Y la segunda consolidar la figura de Miguel Mihura que las amaba a todas. A fin de cuentas  era un solterón libre y solitario y podía permitirse esos lujos.  El Premio Miguel Mihura a la Mejor Actriz del Año lo organiza el diario el Mundo y lo patrocina el Café de Gijón con la colaboración de la Fundación Sgae. Hace diez  años, más o menos, que no se otorga;  desde que murió su hermano Jerónimo y se agotaron los recursos, pues estaba dotado con 100.000 pesetas. Saldrá de nuevo a los escenarios  de España  pobre y desnudo con un trofeo y el honor de un nombre señero. Pero todas las actrices querrán tenerlo en su palmarés. Miguel Mihura, entre otras muchos obras motivo de regocijo y fiesta, es el autor de Tres sombreros de copa, escrita en 1933 y estrenada en 1954. Con Tres sombreros de copa Mihura se anticipó a la vertiente más jocosa del  Teatro del Absurdo.

 Se otorgará la primera semana del mes de diciembre de cada año, a fin de considerar todos los estrenos del año,  en una cena en el Café de Gijón que recordará los fastos de aquella noche mítica en la que se concedía  el Premio de Novela Corta, instituido precisamente, por un grande de la farándula: Fernando Fernán Gómez.

Con las oportunas matizaciones futuras el Premio Mihura se está poniendo en marcha. Muchas actrices serán dignas del galardón. El problema no será a quién otorgarlo, sino a quién no dárselo.

Ya tenemos jurado cuya decisión no sólo será inapelable, sino aplaudida y justísima. Helo aquí: X  X  X  X  X  X  X  . Y a quien el Café de Gijón  se la de, Miguel Mihura se la bendiga.

 

Isabelle Stofell; erotismo hasta  el límite.

 María Hervás puso en marcha hace poco, una experiencia de teatro íntimo, TeatroSolo. Isabelle Stofell  da una vuelta de tuerca más, Ultrateatro en la suite de un gran hotel. El texto son las Memorias íntimas  de Toni Bentleiy;  su frustración como bailarina, su conciencia, mala conciencia, religiosa, su doloroso sentido del amor y el sexo Hasta que encuentra el hombre capaz de entender que la sodomización es el placer absoluto. Isabelle Stofell es una excelente actriz, elegante, sofisticada, sensual. Combinar estas virtudes en un texto tan áspero y sodomizante  en cualquiera de sus sentidos, literal y metáforico, es un ejercicio  al alcance de muy pocas actrices.  Sexo sin  interrupción, narrado, vivenciado, durante hora y media, es turbador.  Sabemos que es coreografía metateatral, verbalización, una especie de realidad virtual. Ocurre también en la vida diaria. Pero el espectador debe  experimentar esa verosimilitud que le pertenece. Como expectador, frio y crítico del escenario y del entorno, doy fe. 

 Isabell Stofell pone su elegancia refinada, su perversidad inteligente y cómplice. Sigfrid Monleón pone su pulso firme  de director. Y Toni Bentley pone un texto que debe de haberle producido no pocos sufrimientos, La rendición. Stofell es tan buena actriz  que, cuando en uno de los miles de proyectos que fallan, un grupo  sin más financiación que sus ideas,  pensó poner  en escena Salomé, Stoffel fue la elegida. Ella enloquecería de amor por Yokanaan y, despechada, exigiría su cabeza.

 Vi  La rendición en la Sala Princesa del  María Guerrero hace cuatros años. La intérprete, más perversa e  igual de bella. En la vida, y en la escena, perversidad sin belleza es zafiedad y  mal gusto. Y a la inversa; belleza sin un punto canalla es belleza muerta. Tras una larga gira por Escocia, Argentina, Suiza y Alemania, siempre en sus idiomas nativos, Isabelle Stofell ha vuelto a España donde reside hace años;  a Las Noches de la Suite del Hotel Eurobuilding.

 

martes, 25 de octubre de 2016

DIFICILES RELACIONES CRÍTICA Y CREACION





Nota definitiva y última sobre la Alfarera Prodigiosa.
 Me conmueve y sorprende el interés que ha suscitado tan  vertiginoso personaje, muy superior al de mi amigo cuya identidad nadie se ha molestado en  indagar. Pasan de él. Asunto cerrado al menos en este blog. No insistan, queridos amigos. Vuelvan a la lectura de anteriores posts; ahí está todo explicado. O todo lo que he considerado oportuno explicar. La incógnita  sobre el futuro de la Alfarera, carece de sentido: el futuro  visto desde el presente, no existe.  No hay más cera que la que arde; aunque esta cera lleve el signo litúrgico de lo sagrado. La gente de teatro sabemos cómo son estas cosas, lasdel barro y la cerámica no sé.  En realidad la Alfarera podría estar retratada en este soneto, pero nunca le gustó. Decía que esta mujer no era ella. Pudiera ser. Los poetas tendemos siempre a deformar la realidad.

 
Contemplo tu belleza y me da miedo,

Fulgor fatal de asombro y desafío,

Grácil gacela herida por el frío

Rayo solar, lunar, divino y quedo.

Escucho tu silencio y me atormento.

Más me turba tu risa que tu mano

Más tu secreto  son, quieto y lejano,

Que la risa fugaz y su lamento.

 

Luz insurgente  dame los  latidos

No de tu corazón, sino del largo

Demorar de tu tacto y de tu beso;

Dame la dimensión de los sentidos

Que en tu conciencia deposito y cargo,

Leve  peso de un pálido suceso.

 

Celia Mayer y el teatro.

Me había olvidado ya de Celia Mayer y de mi curiosidad  por  si ha pisado ya o no  el patio de butacas de su teatro, El Español; no estuvo ni siquiera la noche en que vino a una función de su padre, Max Aub, la hija. Se trataba de simple cortesía, si Celia Mayer supiera quién es Max Aub. Me la ha recordado la noticia de su embarazo por el que la felicito. Algunos  creían  que mis críticas a la concejala de cultura,  iban en beneficio de Juan Carlos Pérez de la Fuente. La cosa pudiera ser cierta en principio. Pero a raíz del numanticidio de  Pérez, al que felicito por haberle ganado el pleito al Ayuntamiento, la cosa era menos personalista: su desdén por el teatro, la incultura básica de Mayer. Tras el numanticidio de Pérez, me olvidé de ella y ella de mí. Me centré en la cacería, verdaderamente infame,  que se desató contra mí tras  mi crítica negativa sobre el montaje y versión de la Numancia de Cervantes.

 Entonces escribí que hacer crítica de teatro se estaba convirtiendo en un ejercicio de alto riesgo, por lo cual dije a mis amigos de la farándula que acaso no fuera aconsejable seguir con mi amistad. Un director relativamente joven escribió que “esperaba merecer mi silencio y mi olvido”, recomendación  que he cumplido y cumpliré a rajatabla, con gran disgusto de mi amigo Luis Torres que es hombre de bien y de talante conciliador. Luis Torres está haciendo una magnífica labor al frente del Fernando Fernán Gómez.

 Las querellas entre críticos y creadores no son nada nuevo. Buero Vallejo escribió una obra, El caimán me parece, tratando de demostrar, con la analogía de un crítico de arte daltónico, que Haro Tecglen estaba incapacitado para ver teatro.  Sobre este periodista, Alberto Miralles escribió un panfleto  corrosivo  titulado No pasaremos por el aro. La gente de la farándula es gente de bien, gente frágil a la que  un inocente adjetivo   puede herir. Marsillach (Tan lejos, tan cerca) y Moliere pensaban   de otra forma, pero yo no estoy de acuerdo con ellos. Sobre Haro, Marsillach escribió: “antes le parecía bien todo lo que yo hacía; ahora todo le parece mal”.
Soneto canalla para vieja amiga.

Contaba en mi anterior post el casual encuentro en el Gijón con una amiga a la que no veía hace 40 años, hoy viuda honorable y adinerada, abuela cariñosa,  y antes meretriz   exquisita a la que yo daba rango de hetaira; decía que esto, lo de hetaira,  la dignificaba. Yo la creía porque era malísima actriz y no sabía mentir. Tan malísima que desistió del escenario casi antes de subirse a él. Lo peor era, me decía el otro dia, mientras sus nietos se tomaban unas cañas en la terraza del  Gijón, que esa vida me iba endureciendo el corazón. Cada cliente, por refinado y generoso que fuera, me volvía el corazón de piedra. Me recordó un viejo soneto que le hice  en aquellos tiempos y   me ha pedido que lo publique sin citar su nombre, claro. Este poema lo tengo incluido en Sonetos del amor canalla, que publicaré no sé cuándo. Dice así.

(A una mujer que cobraba por su cuerpo

y  tenía mala conciencia)

Tú no eres puta, tú eres una diosa

Que del mortal exige reverencia.

Tan sólo por mirarte, su existencia

Un dios  arriesgaría, procelosa.

 Por mirar tu sonrisa dolorosa,

Paguen sin dolo, tasa ni  clemencia.

Y  envenenen su cruel  concupiscencia

Con el peor veneno: el de  la rosa.

 

Paguen oro  por solo contemplarte.

Miren tu cuerpo y solo por mirarte

Acepten sin protesta  precio y trato,

Óbolo de pagarte a más de amarte;

Que por acariciarte y por besarte

Pena de muerte es precio muy barato.

sábado, 22 de octubre de 2016

MADRID CAPITAL DEL TEATRO




Madrid, capital teatral del mundo.

No lo sé a ciencia cierta porque a las otras capitales del mundo viajo muy de tarde en tarde. Si antes Madrid fue capital de la gloria hoy es capital del teatro que es, en definitiva,  un tipo de gloria.Me aburre la vida sedentaria, pero cumplidos, aunque  abiertos todavía los destinos de mi vida, me abandono  más a las brisas, dulces céfiros celestes, que a los huracanes. Aceptemos, pues, que Madrid es el centro universal el teatro. Lo que para los aficionados es júbilo, para los críticos son afanes. El pasado miércoles no pude asistir al estreno de El perro del hortelano, circunstancia que no me apenó en exceso, pues cada vez soy más reacio a las parafernalias estrenistas.  Derramé lágrimas por mi inolvidable Pilar Miró  que llevó a las más altas cumbres cinematográficas este Perro.  Vi el montaje de Pimenta (crítica en el MUNDO)  al dia siguiente, lo cual desplazó el estreno de Las Cervantas en el Español, que a su vez desplazó Historias de Usera, ya con notable retraso, que a su vez........ Lamenté el aplazamiento por haber retrasado el gozo escénico de Marta Poveda, Notario, Castejón, Gallardo y un etc largo.  Le regalé a Graciela el libro que le tenía prometido  antes de verano. Y se lo dediqué: "a Graciela, el ángel rubio de la Comedia". Me dio dos besos

 Poesía; Pablo Jiménez, y el arte de morir.

Comprendo ahora, tras una lectura que me ha dejado exhausto, por qué fui incapaz de leer este verano el último libro de Pablo Jiménez (Ars moriendi Edit Beturia, introducción Javier Mangano) un poeta al que sigo y valoro desde hace años. Es una reflexión profundísima sobre la vida y sobre la muerte, el lento y demorado arte de ir muriendo a la vez que se vive a contra estilo: a contra vida y a contra muerte. A veces resuena en  estas páginas abrumadoras el eco mortuorio de César Vallejo, “me moriré en París con aguacero un dia del cual tengo ya el recuerdo”. Vallejo no hacía profecía, sino recuerdo de su muerte. Algo parecido le ocurre a Pablo Jiménez,  un clásico sin retóricas ornamentales,  un sonetista de deslumbrante  perfección. Está fuera de la pomada, quiero decir, fuera de los suplementos literarios de los periódicos. Con frecuencia se pregunta, ante el silencio con que los críticos de élite, reciben sus libros, premiados en ocasiones, para qué escribir. La respuesta es sencilla: para seguir viviendo. O para seguir muriendo.

Oscar Wilde explica “muerte” Alfarera.

Han resultado sorprendentes las reacciones, alguna de ellas airada, ante mi anuncio de que iba a “matar” a la alfarera prodigiosa. Eso demuestra una cosa; que el personaje ha calado como una conciencia sentimental, como una imagen de mujer luminosa a la que los excesos de libertad, suponiendo que en la libertad haya excesos, le aportan un atractivo especial. La Alfarera, sin que ustedes se hayan dado cuenta, hace tiempo que impregna sutilmente  páginas de este diario.  La conocí antes que mi amigo equis, que  en esta historia  apenas pinta nada salvo por el espíritu compasivo de "su" Alfarera, que no es obviamente la "mia". Nada más perverso que un amor compasivo.  Nunca este privilegiado sin méritos, podrá escribir su historia. En contrapartida, nunca la Alfarera modelará su figura en barro. Ni siquiera un boceto a carboncillo de esos que los escultores hacen como estudio previo.

 Está claro que no la mataré del todo; pero si  sigo hablando de ella agotaré la literatura de esa novela que escribiré un dia, no se cuándo;  me devorará como personaje inconcluso. Pero, en parte, seguiré, quizá, siendo rehén de su vida azarosa, de alguna lágrima suya que a veces le quema las mejillas y a veces disimula bailando con huracanes.

 Oscar Wilde ha irrumpido en esta historia, cosa que le agradezco infinito: “sabed que todo el mundo mata lo que más ama; los cobardes con un beso, los valientes con la espada”. Por otra parte, en mi lejana juventud fui crítico de arte  La alfarera seguirá en su alfar, cuando peripecias imprevistas no se lo impidan; y yo veré sus exposiciones que ya empiezan a urgirle algunos coleccionistas. Siempre me dará motivos para escribir sobre ella. Sin vanas sentimentalidades.

miércoles, 19 de octubre de 2016

LA MAGIA DEL UNIVERSO FEMENINO





Belleza e inmortalidad.
Ignoro de dónde viene la idea de terribilidad que le atribuimos a Kafka: lo kafkiano es lo oscuro, lo incomprensible, lo maldito, la amenaza sin rostro; Gegorio Samsa y la cucaracha. Pero Kafka formuló también una dimensión de la belleza, del amor en cualquiera de sus manifestaciones que lo redimen en parte de esa aureola negra. Kafka, seamos sinceros, no necesita redención: “mientras el hombre mantenga su capacidad de admiración por la belleza no envejecerá”.

Seré inmortal pues vivo inmerso en la belleza. Me despierto a las 7 de la mañana con una belleza al lado que después de acompañarme 40 años, mantiene, en la madrugada azarosa, el tirón incierto de la primera mirada del dia, el primer desperezo que se hace rocío matutino. Luego, tiendo los ojos por el centenar de cuadros que cuelgan en mi casa y, cada uno a su manera, es una expresión hermosa; torpe a veces, pero hermosa. Historia de una vida.

Más tarde, el día me ofrenda otros motivos de inmortalidad. Me dedico, como muchos seguramente saben, al raro y prescindible oficio de hacer crítica de teatro. Y aun siendo en extremo exigente, mala ha de ser una obra en la que no resplandezca una actriz.

El otro dia contaba la historia de una choricilla que fue puta joven y dolorosa y hoy es viuda honorable y adinerada; omití lo más maravilloso que una mujer me haya dicho nunca: “me sentía sucia y al encontrarme contigo en el Gijón, me volvía lustrada”.  Quería decir limpia, seguramente; pero mi vieja amiga nunca acertó con el significado de lustral, aunque  adivinaba en esa palabra algo purificador. No era Santa María Goretti, pero era honesta. Si alguna vez la relación con algún cliente le resultaba especialmente penosa, no permitía que su novio ni sus amigos la tocaran en mucho tiempo para no contaminarlos.

 Formidable mundo el de las mujeres. Siempre   dan más de lo que reciben; al menos en mi caso. Con ellas me atuve siempre a dos preceptos sagrados, machadianos ambos. Uno de don Antonio: “amo cuanto ellas tienen de hospitalario”; otro de Manuel: “de cuando en cuando, un nombre y un beso de mujer, tengo el alma de nardo del árabe español”.  

 Franca Rame y Bella Chiao.

Aparte la violación por un grupo neofascista, violación demostrada, comprobada, documentada y llevada a los tribunales y exculpada y absuelta por estos, la imagen que recuerdo de Franca Rame es el cortejo mortuorio cantándole en su entierro Bella Chiao. Ambas cosas, violación y partisanos, también forman parte del universo femenino. La primera como expresión del horror y la segunda como gozo y revolución.  Tengo especial predilección por Bella Chiao que desde el Festival de Olmedo ha sido mi canción del verano. La cantaban en La posadera, un excelente montaje de eso que hemos dado en llamar teatro dentro del teatro;  la música se me pegó y durante el resto del verano estuve dando la tabarra a la gente con este soniquete partisano.

Diciéndole Bella Chiao le mandé un mail a una amiga que se lo tomó al pie de la letra y se dio por despedida de mi amistad. Nunca estuvo en mi mente tal desafuero, pero el lance me resultó divertido porque a mi amiga yo la considero la mujer más bella del mundo. Hasta que recibí una carta manuscrita en la que, justo sobre el adiós partisano, una lágrima había emborronado la tinta. Puede que hoy le diera igual, pero ese momento  es uno de los instantes luminosos de mi vida. Es como si todas las mujeres del mundo estuviesen amándome en esa lágrima. Menos la Alfarera que es otra historia.

 Alfarera, un mundo aparte.

Es un universo aparte, una metáfora creen algunos; una suplantación de personalidad, creen otros, una literaturización que no amó nunca a mi amigo equis, lo cual no me extrañaría porque mi amigo equis es gilipollas.  Tiene  la atracción del abismo. Es el pecado purísimo,  la libertad de la transgresión absoluta; "si me amas has de aceptarme  como soy". Yo creo en una especie de virginidad florecida en cada polvo, el lirio de Salomón, la amada del Cantar de los Cantares.   Un dia la Alfarera me advirtió con cierta tristeza en su mirada, “no quieras saber de mi vida más de lo que ves: mis figurillas, mis vasijas perfectas.”  Me tomó la mano y con ese leve gesto me regaló uno de los mejores momentos de su vida. Y de la mia.

 

 

 

lunes, 17 de octubre de 2016

A LAS VEGETARIANAS LES GUSTA EL JABUGO



RETRATO MÁGICO DE LA ALFARERA


Este blog evoluciona al compás de la actualidad; de mi actualidad. Tenía previsto un comentario  sobre Kafka y  la inmortalidad a partir de la belleza.  Pero ha mediado un recuerdo de la Vegetariana Jabuguista, o sea una vegetariana adicta al jamón de Jabugo 5 Jotas, que es un personaje de Deseantes.

Homenaje a  jabuguista, sin jabuguista, y  comentarios  sobre Deseantes, obra que yo considero, potencialmente, positivamente  innovadora. Me quedé solo al cuestionar la complicada superposición de diálogos de Deseantes, que flipa  a algunos. Los camareros no entendían los brindis ni los contrabrindis, pero al final solo importaba el tráfico de platos de jamón y las botellas de Ribera del Duero que se descorchaban.

Ratifico mi intención de volver al tema de la Alfarera Prodigiosa y ójala el desparpajo de Maríanoséqué sea fiel a tuiter. Tuiter es como la vida: canalla, estupendo, filosófico, hortera, sabio, borde, propagandístico para promocionar un libro o una función; es la patria de muchos solitarios. Incluso algunos enlaces y perfiles me recuerdan los anuncios clasificados de los periódicos; llamadas eróticas para tristes amancebados con su mano y con destellos de clandestinidad de lujo. Seré fiel a mi promesa de contar cosas de la alfarera en mi diario.

 En prueba de  confianza con Maríanosequé, doy un aventurado retrato de la maga del barro. Retuerce la realidad, le pone música, pero nunca engaña. La conocí antes que mi amigo equis y a punto estuve  de hacerle un catálogo de sus vasijas y figuras primorosas. Con una rara confianza que aún me conmueve, aunque hoy me sienta tan lejano, puso   las cartas boca arriba. Había una ambigua tristeza en su mirada: “no quieras saber  de mi vida más de lo que ves, mis vasijas, mis figuras. Puede  que ambos acabáramos depreciándonos”.  Fui  innecesariamente cruel: “tus desprecios  son cosa tuya; de los mios ya me encargaré yo. Y  deja  de flagelarte."
“Mis barros  se pudren en un almacén y no los compra ni Dios”.

Mi amigo equis no sabe estos secretos y quiere convertirla en literatura sin haber completado las  fases previas: amarla y sufrir por ella. Efectivamente, como López Barrios y Gemma Barreiros sugirieron ante el Español la noche de Flotats,  en la alfarera hay una novela. Y como mi amigo equis no sabe escribir,  pretende  que  la escriba yo. Ni hablar. Estoy ya mayor  para hacer de Cyrano y hace tiempo agoté mis experiencias de negro ocasional   de algunas mediocridades. Pensar que se puede seducir con metáforas a esta mujer que solo se cree la parte menos   luminosa  de sí misma,  es una gilipollez propia de mi amigo equis. Además, enseguida, reconocería mi estilo. Un dia esta alfarera estará en todos los museos del mundo.  O no estará, da igual.  Y sus barros  se pagarán a precio de oro, o no se pagarán, da lo mismo. Y es probable que, pese a todo,  siga con su  mirada triste y que quizá no tenga quien le escriba como el Coronel de García Márquez

 

martes, 11 de octubre de 2016

LA ALFARERA QUE NUNCA ENTENDERÁ MI AMIGO




La inocencia romántica de un amador.
Nota prologal: En este post no hay alusiones a la Alfarera Prodigiosa, amadora de  mi amigo equis, aunque muchos me las solicitan. No hay intención de prolongar el enigma, como cree una activa comunicante de tuiter, María de nombre. La sagacidad de esta Maria ha adivinado que, detrás de la Alfarera, hay una mujer con nombre propio y que la metáfora es humo, no engaña a nadie.  Doy fe, pero Maríalovessea nunca lo adivinará. Mi amigo equis sigue camino del Olimpo.  Mejor. Ese mundo magnífico de aventura y libertad de su Alfarera no está hecho a su medida. Ese mundo tiene tal esplendor, amargo a veces para ella, quizá, que lo mejor que puede hacer mi amigo equis es escapar. Nunca  la Alfarera Prodigiosa le permitirá participar en él; ni está en  su amorosa mano poder hacerlo.

María Toledo; Magnética, nuevo disco
 Maria Toledo. Cantaora, guapa, torerísima. Un animal escénico, con perdón.  Un bello animal que se amansa  ante el piano y con música de violines. Al fondo,  lamento de cante hondo cuyas heridas nunca cicatrizan. Y cuando se repone del lamento surge una María Toledo espontánea y burbujeante….  La saludo antes de que vuele al reclamo de los Grammy que la esperan para coronarla  reina del flamenco nuevo y eterno, princesa de la canción.  En Magnética están todos los saberes  en los que María Toledo ha bebido, desde Camarón a Triana, Morente, Rocío Jurado, Las Grecas o El Pele…..

Conocí a María Toledo, una noche de rayos y truenos, de tormenta y lluvia  en el patio de la vieja fábrica de cerveza Mahou. Ruperto Merino tuvo la ocurrencia de unir el cante de María a mis versos. Ante el huracán y el diluvio hubimos de refugiarnos en la cafetería.  Maria cantó  poemas de El fulgor del círculo.  Dije que solo por escuchar mis versos en mi palo preferido, bulerías por soleá, merecía la pena escribir poemas.

Sensaciones buenas.  En el Café Gijón, una  amiga, casi una reliquia, me deja un recado; 46 años que no nos vemos.  MP quería ser actriz. No era la Xirgu, pero se defendía. Le gustaba autoflagelarse y me amenazaba casi llorando; si conocieras a qué me dedico fuera de este camerino de mierda,  no me mirarías  a la cara. Sabía a qué se dedicaba y ella sabía que yo lo sabía; y siempre la miré a la cara. Incluso nos descojonábamos de risa al mirarnos.  Me pregunto si seguirá vigente la gran preocupación de sus 20 años sin flor de entonces: culo duro y prieto para siempre. Yo le decía que se es actriz por la inteligencia, no por  el culo, aunque también. Veo a mi vieja amiga en el Gijón, viuda de un acaudalado hombre de negocios  sociata de cartera y carné; con sus nietos. Ciertamente aquel culo fabuloso que no le valió para ser primera actriz, solo damita joven,  conserva una notable lozanía.  MP le está agradecida a su culo que  le dio un marido millonario; “dime ahora que todas las putas tenemos suerte y te pego  una ostia”.

 Me recuerda el soneto tartamudeante que escribí en defensa de su vida de desorden y concupiscencia confesada por ella misma, años 1967/1968, y que he incorporado a Sonetos del  amor canalla. En tiempos, yo todo lo arreglaba con endecasílabos.  Naturalmente, nada hay en el soneto que la delate.  Le digo que a  algunas  feministas les gustan esos versos como himno de guerra. Me someteré al dictamen de Ana, mi santa, que en estas cosas es un lince

Sensaciones malas.-  Maria OSHite me ha bloqueado, cosa que nunca me había ocurrido. Sensación rara, pues siempre traté de apuntalar la actividad   de Maria OHSite y sus  corazones incendiados, transidos  por flechas de un Cupido tórrido y travieso: “¡! Guapura, ricura de mi corazón!!” Eso, naturalmente, no me lo decía a mí, que no soy ricura ni guapura, sino “cojura” de cojitranco revirado.  Tengo la sensación de que, al socaire del teatro,   María OHSite defiende otros intereses.

Sensaciones pésimas.- Hubo un tiempo que me preocupaba Celia Mayer, Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Madrid. Me preguntaba cuándo pisaría el patio de butacas   o cualquier otro rincón del Teatro Español. Al principio lo achacaba a la animadversión que le tenía a  Pérez de la Fuente, el director maldito y maldecido por la tribu podemita. Pero hace meses que Pérez de la Fuente fue arrojado a las tinieblas exteriores y a Celia Mayer sigue sin vérsela en un  estreno. Pérez de la Fuente se metió en pleitos, ha llegado a acuerdos  y Celia Mayer, o sea el Ayuntamiento, ha tenido que apoquinar 50.000 del ala. O 120.000, dicen otros.

Sensaciones imposibles.- Le he pedido a Manola que si quitan la calle a Agustín de Foxa, el enfant frívolo, gordo y  travieso del franquismo, me la den a mí. Está a 20 metros de mi casa y me queda a mano. Agustin de Foxá escribió con una prosa impecable, una novela infame y cruel sobre la Incivil Guerra del 36,  Madrid de Corte a checa. Para mí es el gran prosista de  la Falange;  tan rotundo, pero más  elegante, como  Rafael García Serrano. Y superior a Camilo José Cela que, recién terminada la guerra,  se ofreció como confidente  para denunciar a los intelectuales desafectos al Régimen.

Los Gondra: reforzada y conclusa.

Faltan tres meses, más o menos, para su estreno y el texto de Borja Ortiz de Gondra se está convirtiendo en el más esperado de la temporada. La España cainita, el Pais Vasco cainita: desde el carlismo decimonónico hasta  ETA y sus años de plomo. Tuve ocasión de conocer este abrupto texto hace tres o cuatro años. Comentario escueto y escasamente razonado para su autor: “estremecedor, pero  no hay güevos para poner esto en escena”.   El  padre de Borja, Jesús María Ortiz de Salazar,   Xabier en la función, murió hace apenas un mes. No podrá verse en el escenario encarnado en Juan Pastor.

Reconozco que sí ha habido guëvos, y que el dia del estreno, en la sala Francisco Nieva, ocurrirán grandes prodigios. Voy conociendo a  gente de Los Gondra.  Me los encuentro  en los últimos estrenos “haciendo pasarela”,  Sonsoles Benedito, Cecilia Solaguren, Pastor, Tomé, Pedroche.  Se vive una gozosa tensión  de gran acontecimiento. El reparto ya lo dí en el anterior post. Y Borja sigue dándole vueltas de tuerca al texto inicial.

Hacer pasarela  era un ejercicio que  Umbral practicaba con esmero y me recomendaba con frecuencia. Me decía, “ queriiiidooooo; eres un gran escritor, pero te falta pasarela; aprende de mí”.  Nunca  aprendí a hacer pasarela. Es más fácil imitar el estilo literario de Paco que su don sublime para la pasarela.


sábado, 1 de octubre de 2016

JOSEP MARIA FLOTATS. SERLO O NO. LA CUESTION JUDIA


Encuentro mágico con López Barrios

Estreno  de Josep María Flotats en el Español: un texto  dialéctico  e irónico de Grumberg, Serlo o no serlo. La cuestión judía, la maldición que pesa sobre un pueblo siempre fugitivo de algo. Voy doblemente interesado:  por Flotats y por el tema de la obra. Trabajo actualmente en Lager un monólogo sobre Austwitch. El horror de los hornos crematorios y el horror de la escritura. La náusea. Le digo a Zutoia Alarcia, al entregarle el texto, si al final lo hacemos quiero que la gente salga vomitando de la sala. Déjalo de mi mano, me responde.

Me acompaña mi sobrina y ahijada, Diana de Loaysa Merino. A ella la paran por guapa y a mí me paran por famoso. O por cojo.  Ha deslumbrado al taxista explicándole algunos entresijos de la política española. Y sigue deslumbrando a lo estrenistas.

 Encuentro memorable: Paco López Barrios y Gemma Barreiros  Paco es el mejor prosista de la Bética. Lo tuve de redactor jefe  en El Independiente.

 En tiempos, cuando Lopez Barrios era el terror de los cafés teatro, y del teatro en general, en vez de venir a aplaudir a Flotast hubiera venido a mear en las paredes del Español, como Rafael Alberti se meó en las de la Academia.

Gemma y Paco son seguidores de mi blog. Están intrigados por el desenlace de la Alfarera Prodigiosa del  último post.  Eso tiene una segunda parte, eso es una novela afirma Paco, pero tu amigo equis ha cometido un error: ofrecerse como ángel tutelar dispuesto a que  su diosa, la Alfarera, le pida cosas y, se acuerde de él.   Me la imagino abrumando a tu amigo equis; le pondrá deberes, le señalará tareas, para que se sienta feliz, se eclipsará más a menudo y más largamente. Malévola, diabólica casi. Y tu amigo equis se sentirá de verdad feliz y ya no querrá suicidarse. Le digo que hay una primera parte intensa, de una reciprocidad sublime y limpia, que no aparece en este post y posiblemente no aparezca nunca.  Y que es esa primera historia, una rara forma de amistad incluso de amor, la que marca la desconcertante conducta de mi amigo equis. Errores, muchos errores; y se olvida de otros amantes ciertos o posibles,  concluye Paco.  Eso es porque no ha leído a Durrell, le digo. Paco López Barrios no lo pilla o tampoco ha leído a Durrel, las tres únicas posibilidades que ofrecen las mujeres: amarlas, sufrir por ellas o convertirlas en literatura. Pregunta si mi amigo equis sabe escribir. No. Ni siqiera un mal verso de amor. Pues va jodido, a amar y a sufrir  tocan. Hablo de la magnífica felicidad de los que sufren de   amor y Paco se descojona de risa; que conste que a mí la Alfarera Prodigiosa y estas mujeres eclipse me fascinan, más que aquellas pesadas del Gijón que no nos dejaban ni a sol ni a sombra. Esta alfarera tiene una novela romántica y de intriga; respondo que un novela gótica pero que a él le  faltan datos. Tú me los darás, javierón. Ni lo sueñes., Paco

 

Insólito interés por Los Gondra.

 López Barrios ha seguido mis informaciones sobre Los Gondra y se interesa por esta historia de carlistas, republicanos y etarras. Se interesa por el reparto femenino que le parece capital en esta terrible historia que le he contado.  Yo  he publicado el reparto al  completo, menos uno. Paco,  como  profundo conocedor del teatro, sopesa: Sonsoles Benedicto, oficio, profesionalidad sin sorpresas… Solaguren, Victoria Salvador,  Pedroche; María Hervás…Piensa. Pregunta si esta Hervás es la mora de Confesiones a Alá;, difícil que la etarra  haga olvidar a la mora agreste de las montañas, que acabó en el lujo y en esposa de un Imán, pero pudiera ser. Consigue que me inviten al estreno. Le pido que me comente el reparto masculino y me dice que no le interesa hacer ningún comentario, el teatro en España, digo yo, es cosa  de mujeres, son mejores las actrices que los actores. Tampoco es eso, pero me interesan más los mecanismos actorales femeninos. ¿Incluso si te digo quién es el actor que falta y que he prometido no hacer público todavía?. Javierón, aunque fuera Marlon Brando, no lograrías interesarme. Pues, querido Paco, hay una actriz que si se lo cuento, me dedicará como poco una sonrisa deslumbrante. Gran carcajada......No te conformes con menos, querido amigo sin equis.

 

Carmena, Manolo López y Lola Sacristán.

Otro encuentro conmovedor de una noche  melancólica y mágica: José Manuel Gaztelu Bueno, amigo de Manolo López y de Loca Sacristán que salían de Carabachel y Yeserías y se iban directamente a la Ventas a los toros que Carmena, su cómplice y querida Manola entonces, quiere prohibir.  Este encuentro hace que se me salten las lágrimas. Y Pamela Tiffin.  La irlandesa de CC OO ….y de Curro Vázquez. A José Manuel y a Sebastian  les prometo  un Post dedicado a Manolo, Lola y Pamela. Un post entero que hoy les ha usurpado la vida canalla del Gijón. El próximo, cerca del aniversario de la muerte de Lola, que dejó hundido para siempre a Manolo. No sé si Manola Carmena se acordará. A las diez en la plaza de la Paja.