miércoles, 22 de diciembre de 2021

 

BERTIN OSBORNE DE GARRAFON.

Yo creí s que Osborne era una marca de coñac. Y parece que así fue y quizá sigue siendo, no estoy muy al tanto. Soy de vino Rioja o Ribera del Duero, tinto gran reserva y los licores me revuelven el estómago. Sin embargo, carezco de prejuicios y no hago ascos a un un jerez seco, un Moriles o un Montilla. Bertín Osborne es, sobre todo un señorito andaluz. Un señorito andaluz de fusta y de espuela,   de los que  Salvador Távora  cantaba

¨Señor que viene a caballo

Y no da los buenos días,

Si el caballo cojeara

Otro gallo cantaría.

También canta, o algo así, y hace  cosas en televisión,  pues fotogenia y desparpajo nadie le va a negar, programas que no divierten a la gente, pero tampoco la hacen pensar. Para hacer pensar hay que reflexionar  primero,  y eso  no es frecuente en los betines osbornes al uso. Recibe en su casa a los invitados a los que agasaja generosamente. Y tiene, o tenía, un restaurante en Madrid calle la Cruz, me parece, esquina a Carrera de San Jerónimo, El rincón de Bertin Osborne, por donde yo pasaba en taxi cuando volvía del Teatro Español . Nunca entré en el Rincón. Para discutir la obra que habíamos visto, los amigos tomábamos vino y su gloriosa ensalada de tomate en Viña Pé, una taberna taurina con fotos de Lola Flores, Manolete, Caracol, el Pipo, que fue el inventor del Cordobés, dedicadas y una del Pelos, también dedicada, dando la vuelta al ruedo.  También había fotos,  de curas con teja y manteo y alguna monja, de películas de Fellini. Pero lo mejor, la ensalada de tomate, el chorizo, salchichón de Vich y no infrecuentemente, para los clientes asíduos, cecina de León .   La última vez que cené allí, de mesa y a la carta, fue me parece recordar,  con Denis Rafter, una noche que había representado con gran éxito los Sonetos de Shakespeare en el Español. El último almuerzo  fue con mi adorada Helena Pimenta, directora de la Compañía Nacional de Teatro Clásico entonces. Quedó maravillada de la comida, aunque Helena no es grastrónoma de pedigrí.  En Viña Pé quedaba yo a menudo con Fernando Conde, el de Martes y Trece, el de más talento, que se independizó por su cuenta. Fernando Conde era amigo de Curro Vázquez, torerazo. Y pasábamos más tiempo hablando del natural o la verónica de Curro que de teatro. Bueno, felices pascuas a todos, incluidos los Bertinis y los osbornes de garrafón.

 

martes, 21 de diciembre de 2021

 doy FE en el Maria Guerrero Ponce y Esplá, actoresy

UNO A LAS PERIPECIAS DE María Toledo  ya contadas en anterior post algunas que compartimos en el Maria Guerrero con Ponce y Esplá. Como ya he contado Maria ha cantado en la Fundación Caneja de Palencia. No es la primera vez. Por unas razones u otras, Maria Toledo hace tiempo tiene  vinculación constante con la ciudad castellana. Maria Toledo matrimonió hace unos meses con Esau Fernández, el gran amor de su vida, un torero cabal y voluntarioso,  de recia estirpe castellana. Por eso yo les hubiera sugerido que se casasen en la Iglesia de San Miguel, junto al rio Carrión, donde según las crónicas y las leyendas se casaron doña Jimena y el Cid Campeador, Rodrigo Diaz de Vivar, guerrero mercenario, soldado de fortuna. Este personaje tan poco de fiar era el que de niños nos habían puesto como ejemplo y un poeta infame cuyo nombre ni recuerdo ni quiero recordar, había celebrado con entusiasmo falangista ¨´y el Cid con camisa azul, por el cielo batallaba¨. O algo así. Creo que fue la Generación del 98,  Angel Ganivez  clarividente y precursor, quien aconsejó cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid. Al no conseguirlo, Ganivez se suicidö

En una de las galas de María hace años en Palencia tuve noticia y confidencia de la existencia de esa pasión de la cantante por el torero, circunstancia no infrecuente en el mundo del cante, la copla y la torería.  Por circunstancias que no vienen al caso y tras una cena  en el hotel Castilla Vieja tempestuosa por culpa de un buen actor, fueracho esa noche  y hoy casi perdido para la escena, o perdido del todo, María Toledo me pidió facilitara su regreso inmediato a Madrid,  pues no quería pernoctar en Palencia donde el Ayuntamiento le había reservado habitación. Arreglados los trámites burocráticos, siempre muy estrictos en cuestiones municipales,  por parte de Rafael del Valle, María se acomodó  junto a mí en el coche oficial y emprendimos viaje de regreso a Madrid.

Preparaba yo entonces dos textos simultáneamente. Dos diálogos,  pues en realidad, siendo yo buen dialoguista, nunca me he considerado autor dramático, un lenguaje sagrado. Diálogo entre María Casares y Albert Camus y Diálogo entre Fridha Khalo y León Trostky. Era evidente que, siendo María Toledo buena actriz, cosa que yo estaba empeñado en ayudarle a demostrar además de flamenca, para ninguno de los dos daba el tipo. Además para María Casares tenía ya una candidata irremplazable, actriz gallega especialista en su paisana  y actriz de confianza del Ayuntamiento de A Coruña. Meses antes, o semanas, no sé y no confío en mi sentido del tiempo, de madrugada por las calles solitarias de Salamanca, en compañía de Santiago Martín el Viti, el gran torero de Vitigudino, habíamos hablado de Encarnación Julvez La Argentinita, novia de Joselito, el menor de los Gallos, y esposa de Ignacio Sánchez Mejía al que Federico dedicó su célebre canto, y cuñado de José. Ninguno de los dos tenía una idea clara de Encarnación Júlvez que acabamos escribiendo a cuatro manos Diana de Paco Serrano y yo, texto publicado más tarde por Carlos Gil en Artezblai. Yo había decidido que La Argentinita no podía ser otra que María Toledo con reparto de lujo que actuó desinteresadamente. La función fue a beneficio de una ONG de actores retirados y en paro, creo recordar,  que recibió  gozosamente los ingresos.

Luis Francisco Esplá interiorizó con gran talento actoral y conocimiento del personaje, a Sánchez Mejía.  Enrique Ponce bordó Joselito el Gallo, sobre todo en  una escena de seducción con Maria de alto voltaje. Y para remate cantó una ranchera como si hubiera nacido en el propio México, Yo me había reservado la Sombra de Belmonte, pero al fin no me atreví, y  Santiago Sánchez, se lo encargó  a Antorrín Heredia, en versión aflamencada, con Reza Jafari, el Persa a la guitarra.  La sorpresa de la noche fue la periodista Estehr Alvarado, que hizo la esposa , no engañada pero sí traicionada, la rival de Encarnación Júlvez.  Santiago Sánchez, le dio carta blanca y ella se preparó vestuario e imagen religiosa y ritual.  Siempre ha pensado que Alvarado, excelente periodista lleva dentro una excelente actriz y vestuarista. Cumbre la dirección de Santiago  Sánchez, maravillado de la profesionalidad y rigor de Enrique Ponce  que nunca faltó a un ensayo. Recuerdo conmovido cuando  en el ensayo general Ponce apareció con Paloma y Bianca de la mano al pie del escenario, Santiago es el alma y fundador, con Xus Romero, grandísima actriz chejoviana y de doblaje,   de Imprebís, referencia clave del teatro español actual.   Austera y eficaz escenografía y  luces creadoras  de David de Loaysa. alumno entonces de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y hoy brillante profesional del diseñó de luces para edificios tanto civiles como religiosos.  Y escenógrafo, naturalmente. A él y a su equipo se debe la iluminación del Museo Thysen Bornemiza de la baronesa Carmen Cervera. Y hay quien dice que así iluminados, los cuadros adquieren su más profunda dimensión.

 

 


domingo, 19 de diciembre de 2021

 

Estupor y enigmas del suicidio

Se ha suicidado VERONICA FORQUE, una de las actrices de comedia, más populares y queridas de España.No soprende el suicidio, soprende la forma de ejecutarlo una mujert AHORCÁNDOSE, COLGADA. Es una forma abrupta habiendo barbitúricos, sobredosis como se supone acabó  Marilin Monroe El gran escritor gaditano,  In memoriam, Eduardo Tijeras, escribió El estupor del suicidio, acaso incompleto, pero definidor de la naturaleza del mismo. Digo incompleto porque, posiblemente, no tenía noticia de todos los suicidas famosos, por no hablar naturalmente, de los suicidas anónimos. En el año 2020 se suicidaron en España 3941 personas, de las cuales un veinticuatro por ciento eran mujeres y un setenta y seis por ciento hombres. La tendencia  de edad es de los 65 años para arriba. Pero resulta alarmante el índice creciente de suicidios en la juventud y adolescencia.  Hace años me sorprendió descubrir que  Suecia, un país desarrollado, rica y claro exponente de la sociedad del bienestar y la cultura, era la más abundante en suicidas.  No lo parecía cuando las suecas empezaron a llegar a España en la década de los setenta del pasado siglo,  a tostarse  al sol en bikini durante el dia en las costas mediterráneas, y pasarse por la piedra  a estudiantes, camareros y albañiles por la noche. En mi libro, publicado por editorial Akal,  Y llegaron las suecas, he dejado constancia de ello. En realidad, más que suecas, que también, las que llegaban a la Costa Dorada y la Costa Brava eran alemanas y austriacas. Pero a todos efectos de fornicio, libaciones y librepensamiento era lo mismo. Es decir, por ningún lado ,  en suecas y asimiladas, aparecían síntomas de suicidio. Un aliciente que añadía morbo a la cuestión era provocar algún incidente no arriesgado en demasía,  con la Guardia Civil.  Por entonces, signos de la España auténtica y verdadera eran los toreros y los Guardias Civiles, con sus respectivos signos diferenciadores, el traje de luces, el uniforme, la montera y el tricornio. Mi ocupación  en el Hotel Carlos era doble, servir de camarero y organizar  excursiones con las agencias de viajes, las cuales proporcionaban buenos ingresos y ganancias. Y organizar capeas con vaquillas resabiadas que se cebaban en el culo de las suecas y se hartaban de darles revolcones  a ellos y a ellas. Una foto plantándole cara a la vaquilla, aunque el pase no llegara a consumarse, la pagaban a precio de oro.

 El único intento de suicidio que recuerdo fue el de Armando Ortiz, un colombiano que estudiaba textiles en Canet de Mar y estaba perdidamente enamorado de Montserrat, una cordobesa  dueña de una pensión y un bar en la playa  cuando nos descubrió una madrugada durmiendo en el chiringuito.  Antes de adentrarse en el mar, como una Virginia Woolf sudaca y en masculino, Armando me había abierto la cabeza de un botellazo. Se lo perdoné al instante pues yo también había sufrido transitoriamente mal de amores. Montserrat carecía de todo sentido de la fidelidad y los alemanes la veneraban.  Como intento de suicidio contumaz y persistente yo podía considerar la vida de her Fritz y frau María, amigos de her Carlos, el dueño, que durante un mes, los traía a España  a mesa, mantel y cama. Her Fritz murió una madrugada, de un ataque al corazón,  y frau María se quedó viuda, empapada de alcohol,  bebiendo incansablemente una mezcla simultánea  de cerveza y snaps, un orujo seco y fortísimo. Durante un tiempo, me sentí culpable de la muerte de her Fritz, pues hubiera bastado con cerrarle el grifo dado que era yo quien le servía. Nunca supe con certeza el origen de amistad tan profunda. Her Fritz me contaba que  Carlos Bauer podía jugar en la guerra,  de barco a barco, hasta cuarenta partidas simultáneas de ajedrez.

Tabú y condenación

Hasta no hace mucho en España el suicidio era tema tabú, secreto  e intocable. Sabíamos los ilustrados que Larra, Fígaro, se había pegado un tiro por el desamor de Dolores Armijo que Buero Vallejo reflejó en La detonación y que Hemingway, amante y divulgador de los sanfermines, también había puesto fin a su vida. En 1964, Juan Belmonte, el revolucionario del toreo, el genio, ángel de sombra como lo definió Bergamín en El arte de birlibirloque, se había levantado la tapa de los sesos. Belmonte había anunciado que el dia que la garrocha de arriba, el palo,  y la garrocha de abajo, la polla,  no le funcionaran se quitaría de en medio.  Cumplió la promesa tras  una mañana acosando toros y provocando un infarto que no llegó. No es frecuente el suicidio entre toreros. Les es  más rentable como gloria inmortal,   dejarse matar en el ruedo. Juan Ordóñez, banderillero de su hermano Antonio, el coloso, casado con Paquita Rico, se suicidó. Y Paquito Muñóz, un torero modesto ya retirado, se tiró al Tajo en Toledo desde el Puente San Martín.   Ordóñez tardó tiempo en creerse la muerte del escritor. Católico y creyente, su fe le enseñaba que todo suicida está condenado al infierno por quitarse una vida que es patrimonio y derecho sólo de Dios. Salvo en cosas de religión y toros,  Ordóñez tenía mucha guasa, con un punto malaje. En un tablao de Sevilla le abrió el bolso a Oriana Falaci y repartió  su dinero entre cantaores, guitarristas y bailaoras. La belicosa e irascible periodista  italiana le soltó dos bofetadas de órdago a la vez que le gritaba, ¡!vaquero, fascista!!

jueves, 16 de diciembre de 2021

 

Maria Toledo bajo los soportales de Calle Mayor

Recupero con María Toledo mi serie periodística Retratos al Pastel, en otros casos será retrato a punta seca y en algunos al vitriolo según el personaje. María Toledo, en un momento cumbre de su carrera y fiel al carácter innovador del cante jondo al piano, sin  guitarra, ha cantado en la Fundación Caneja de Palencia. No es la primera vez. Por unas razones u otras, Maria Toledo hace tiempo tiene una vinculación constante con la ciudad del Cristo del Otero. Maria Toledo matrimonió hace unos meses con Esau Fernández, el gran amor de su vida, un torero cabal y voluntarioso,  de duende  camero, la patria de Camino y de Romero, controlado por cierta escuela de austeridad de estirpe castellana. Por eso yo les hubiera sugerido que se casasen en la Iglesia de San Miguel, junto al rio Carrión, donde según las crónicas y las leyendas se casaron doña Jimena y el Cid Campeador, Rodrigo Diaz de Vivar, guerrero mercenario, soldado de fortuna,  y doña Jimena. Este personaje tan poco de fiar era el que de niños nos habían puesto como ejemplo y un poeta infame cuyo nombre ni recuerdo ni quiero recordar, había celebrado con entusiasmo falangista ¨´y el Cid con camisa azul, por el cielo batallaba¨. O algo así. Creo que fue la Generación del 98,  Angel Ganivez  clarividente y precursor, quien aconsejó cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid. Al no conseguirlo, Ganivez se suicidó

En una de las galas de María hace años en Palencia tuve noticia y confidencia de la existencia de esa pasión de la cantante por el torero, circunstancia no infrecuente en el mundo del cante, la copla y la torería.  Por circunstancias que no vienen al caso y tras una cena  en el hotel Castilla Vieja tempestuosa por culpa de un buen actor, fueracho esa noche  y hoy casi perdido para la escena, o perdido del todo, María Toledo me pidió facilitara su regreso inmediato a Madrid,  pues no quería pernoctar en Palencia donde el Ayuntamiento le había reservado habitación. Arreglados los trámites burocráticos, siempre muy estrictos en cuestiones municipales,  por parte de Rafael del Valle, María se acomodó  en el coche oficial y emprendimos viaje de regreso a Madrid. Ahí tuve noticia del gran amor de Maria por Esau Fernandez, un torero sevillano de Camas, la patria de Romero y Paco Camino,   matizado a mi modesto saber y entender, por la austera escuela castellana. Es una opinión personal, naturalmente. 

Preparaba yo entonces dos textos simultáneamente. Dos diálogos,  pues en realidad, siendo yo buen dialoguista, nunca me he considerado autor dramático, un lenguaje sagrado. Diálogo entre María Casares y Albert Camus y Diálogo entre Fridha Khalo y León Trostky. Era evidente que, siendo María Toledo buena actriz, cosa que yo estaba empeñado en ayudarle a demostrar además de flamenca, para ninguno de los dos daba el tipo. Además para María Casares tenía ya una candidata irremplazable, actriz gallega especialista en su paisana  y actriz de confianza del Ayuntamiento de A Coruña. Meses antes, o semanas, no sé y no confío en mi sentido del tiempo, de madrugada por las calles solitarias de Salamanca, en compañía de Santiago Martín el VIiti, el gran torero de Vitigudino, habíamos hablado de Encarnación Julvez La Argentinita, novia de Joselito, el menor de los Gallos, y esposa de Ignacio Sánchez Mejía, al que Federico dedicó su célebre canto, y cuñado de José. Ninguno de los dos tenía una idea clara de Encarnación Júlvez que acabamos escribiendo a cuatro manos Diana de Paco Serrano y yo, texto publicado más tarde por Carlos Gil en Artezblai. Yo había decidido que La Argentinita no podía ser otra que María Toledo con reparto de lujo dirigido por Santiago Sánchez,  el alma y fundador , con Xus Romero,  de Imprebís, y escenografía y luces de David de Loaysa. alumno de la Real Escuela Superior de Arte Dramático y hoy brillante profesional del diseñó de luces para edificios  civiles religiosos.  A él y a su equipo se debe la iluminación del Museo Thysen BOrnemiza dela baronesa Carmen Cervera, miss Universo Y hay quien dice que iluminados así, los cuadros parecen otros.

 

martes, 30 de noviembre de 2021

 

 Tú me llamas, amor, yo tomo un taxi

Ha muerto Almudena Grandes, novelista y roja, casada con Luis García Montero, poeta y rojo también, al menos en tiempos, cuyo hendecasílabo TU ME LLAMAS AMOR, YO TOMO UN TAXI,  lo consagró el crítico García Posada como el verso más importante de la poesía española, segunda mitad del siglo XX. Difícil es calibrar el nivel de importancia de un verso acentuado en la sexta sílaba.. O en la CUARTA y OCTAVA, o sea un HENDECASíLABO REAL, según  la preceptiva literaria..  Ni siquiera los memorables de Quevedo, inigualados hasta la fecha

serán ceniza, más tendrán sentido

polvo serán mas polvo enamorado

Ni el milagro de Pedro Salinas que halló el oro de sus platónicas quimeras con esta genialidad insuperable

Esta corporeidad mortal y rosa

Donde el amor inventa su infinito,

 Lo cierto y verdadero es que jamás Almudena volverá a llamar a Luis ni este cogerá un taxi para ir a verla. Tampoco pretendo hacer una crítica literaria de la poesía del Presidente del Instituto Cervantes. Ni de la novelística de su esposa difunta, una especie de Episodios Nacionales sobre el franquismo asesino. Es otra cosa la que me importa y que Almudena Grandes percibió con su habitual sagacidad. ¨´Los hijos nos están haciendo lo que nosotros hicimos a nuestros padres, rebelarse¨ A García Montero y a Almudena Grandes les nació una hija falangista, inteligente, brillante y fervorosa joseantoniana Primo de Rivera.  Igual pero a la inversa,   le pasó a un franquista irredento, Leopoldo María Panero, con su hijo del mismo nombre, un poeta maldito y antisistema que murió en un psiquiátrico hace algunos años.

El Carapolla, alcalde de Madrid, y VOX en pleno, parece que se resisten a ponerle a Almudena  una calle en Madrid. ¿Qué puede esperarse del Carapolla que quiso borrar los versos de Miguel Hernández? A mí Heliodoro Gallego, alcalde socialista de Palencia, me ha puesto un paseo al lado del rio Carrión y aseguro que no es para tanto. Benigno, alcalde de la pedanía  de Torre de los Molinos  me puso una placa ´´aquí nació Javier Villán¨´.  Y los vecinos, cuando voy por allí, siguen llamándome Paquito,  el hijo de Francisco y la Rosario.

Para que los niños conozcan  la reciente historia de España a Almudena se la podía poner como lectura en escuelas y colegios,  con ciertas reserva estilísticas,  pues su estilo literario no es muy depurado. Para una cronista de la historia eso no importa demasiado. Mejor dicho, no importa nada.

Próximos en el activismo político antifranquista, las asambleas de base en que participábamos , terminaban siempre como el rosario de la aurora, a farolazos. Algo parecido me ha ocurrido a menudo con Pilar Bardem.  Ambos hicimos campaña por Julio Anguita, precisamente con Luis García Montero  que entonces residía en Granada, de anfitrión. Reconozco que Pilar es grandísima actriz, pero yo soy mejor orador y más persuasivo. Y eso lo percibía el público. Y yo, extremadamente vanidoso, me crecía.

Requiescat Almudena Grandes en el Cementerio Civil donde reposan los presidentes de la I República. Y Julian Grimau, Besteiro, Negrín, Pablo Iglesias.  Te llevaré flores, cuando vaya a llevárselas, si alguna vez puedo, a Juan Manuel Caneja,  un pintor de culto y carcelario en Ocaña y a Isabel Fernández Almansa, su mujer, modelo de Balenciaga, y en la incivil guerra del 36, miembro del Socorro Rojo. Te aseguro, Almudena, que son buena gente. Yo, cuando me muera, no gozaré de vuestra compañía; quiero que avienten mis cenizas en el inhóspito páramo de la Tierra de Campos, cerca de Torre de los Molinos, el Alto del Corralillo. Para seguir temblando de frío en invierno y calor en verano

 JOSU URRUTICOETXEA, EL PACIFICADOR.

A Josu Urruticoetxea,  dirigente de ETA, Josu Ternera como nombre de batalla, le han abierto o van a abrirle una vista oral. Ignoro lo que es  exactamente una vista oral.  Pero como periodista y escritor, estoy obligado a saber quién es Urruticoetxea y cuál fue su papel en la pacificación de Euzkadi. Si viviera Rubalcaba, ministro de Interior con Felipe González,  sobrarían estas palabras; él hablaría por mí seguro que con más precisión y convencimiento. En realidad, todo lo que actualmente atañe a Josu Urruticoetxea  tiene algo de venganza. A la derechona fascista, la unidad de España, la independencia de Euskal Herría nunca le preocupó mucho. Es una teoría arriesgada, incluso temeraria, pero la asumo. Resumiendo, Euzkadi liderado por una ETA popular nacionalista y socialista, sería más turbadora que un PNV  nclado en vagos misticismos  sabinianos, En sus planteamientos teóricos iniciales ETA insiste en el concepto socialista unido a su esencial antiespañolismo,  antítesis que según José María Garmendia nunca se resolvió satisfactoriamente. Pero no se trata aquí de contar la historia de ETA de lo cual sería literalmente incapaz, sino de dejar testimonio de la mediación de Josu Urruticoetxea   en el conflicto de Euzkadi con España. Esto concitó sobre él, el odio de la derechona española, la desconfianza de la izquierda vagamente universalista, algo parecido a lo que algunas mentes retorcidas dimos en llamar ¨´izquierda caviar¨´. Y lo que es peor, el recelo de algunos sectores separatistas y de  la propia ETA, minoritarios probablemente pero guardianes de la ortodoxia.

 

 

lunes, 22 de noviembre de 2021

 

YUNIOR GARCÍA,   FUGITIVO del CASTRISMO. ¿OTRO CASO PADILLA?. Por JVILLÁN

A lo que deduzco de la aventura española de Yunior García Aguilera, un disidente del castrismo, ya instalado en España con todas las bendiciones,  no hay materia para un nuevo caso Padilla. Aquello  ocurrió en España en los años setenta del pasado siglo. Herberto Padilla, era un poeta discretamente notable, como Gastón Baquero menos notable quizá, y buena persona, o al menos a mí me lo parecía; buena gente como dicen en mi aldea de Torre de los MOLINOS, provincia de Palencia. Y un intelectual de prestigio entre la intelectualidad europea, perpleja   por la retractación y autocrítica ante Fidel Castro, al que había apoyado y luego repudió; más o menos como Cabrera Infante el autor de Tres tristes tigres, pero con más autoridad moral y quizá menor peso literario. Yo creo que Yunior García Aguilera tiene menos entidad política y simbólica que Herberto Padilla. Pero se le ha puesto alfombra roja, a partir de una incisiva entrevista en Onda Cero de Carlos Alsina.

Y está bien que así sea. A Yunior Gárcía no puede calificársele, estrictamente,  de gusano, que es como hace años llamábamos los castristas de España a los fugitivos de Cuba y se sigue llamando a los exiliados en Miami. Al menos no puede calificársele de gusano al uso. Los partidarios de la Revolución tuvimos con los gusanos un comportamiento ejemplar pese a las diferencias ideológicas. Cuando llegaron a España les buscamos trabajo que siempre desempeñaron a la perfección, les dimos techo y cobijo  y no se metían en política. Conservo un cuadro pequeño de vigoroso trazo,  un desnudo de una mujer y un hombre copulando por detrás, cuya firma no logro descifrar y he olvidado. Diría que el autor se llamaba Jesus Aguilar, pero no me atrevería a afirmarlo. Se lo compré a buen precio y siempre me guardó gratitud. Volvió a Cuba, y la tienda de antigüedades en que trabajaba al lado de la Puerta de Alcalá le dejó el camino abierto  para un posible regreso si allá las cosas le fueran mal. No regresó y parece ser que con Fidel las cosas no  le fueron del todo mal. La última noche en España me invitó a cenar en el café de Gijón, pero los dueños del mismo,  Pepote García y Pepe al que cariñosamente apodábamos el mono, ambos liberales de derechas, y mucho más liberal y menos de derechas éste, no le permitieron pagar.

 Yunior García se dice autor dramático, es simpaticón y tiene indudable don de gentes. Si verdaderamente es autor dramático, y tal como están las cosas de teatro en España, no tardará en estrenar. En España nunca se deja pasar la oportunidad de pegarle una bofetada a la Cuba castrista. Publiqué hace siglos una colección de sonetos, JUICIO Y CONDENACIÓN de CUBA, y en su presentación  la Sociedad de AUTORES se abarrotó. Fue un chasco, pues en mi libro quienes condenaban la Cuba   de Castro eran los dictadores del Cono Sur y Sudamérica. Los miembros de la embajada de Cuba, en pleno, respiraron tranquilos y una de ellas, una cubana mulata y preciosa,  me hizo desde lejos el signo de la victoria. Al poco tiempo, en una cena en el Gijón, por cuenta de la Embajada, siempre el reino independiente del Café Gijón, le regalé y dediqué los manuscritos llenos de tachaduras y variantes.

sábado, 13 de noviembre de 2021

 

Fauna y flora del Café Gijón

GOYITO, EL OFICINISTA POETA Y NOCTÁMBULO

Se llamaba Gregorio García y para los amigos era siempre Goyito. Y tenía ciertos dones naturales para la poesía que eran elogiados por Claudio Rodríguez,  al cual Gregorio quería mucho. Estaba convencido de ser un gran poeta, pero no leía poesía. Ni poesía ni nada. Solo una revista de apuestas de caballos, cuyas carreras se pasaba estudiando gran parte de la semana: categoría del jokey, calidad del caballo o yegua, estado del piso del hipódromo, distancias, hándicaps  etecé. Apostaba casi siempre por Carudell un gran jinete, un hombre en miniatura que sobre un caballo se convertía en dios. Como alguna vez Goyo acertaba, hicimos sociedad con él. Una vez acertamos una quíntuple, las cinco carreras de la tarde, que se pagó a dos perras gordas.  Calderilla. Pero eso reforzó la sociedad trinitaria y nuestras ambiciones.  Trabajaba en una oficina en una multicopista desde las ocho de la mañana. Eso era un gran problema, pues como se consideraba poeta y bohemio trasnochaba hasta las tantas Afirmaba que no leía,  ni siquiera a don Antonio Machado o a Miguel Hernández, que eran los poetas de moda que leíamos todos, para no influenciarse ni contaminar su propio estilo.

Aunque no era guapo ni rico ni bien vestido  se le daban muy bien las chicas de café. No era atractivo, pero era audaz y, le durase lo que le durase, no había mujer solitaria del Gijón que se le resistiese. Isabel, creo que se llamaba Isabel,  fue su novia un tiempo. Alta y razonablemente guapa, Isabel acabó dejando de ir al Gijón para aprender ukelele instrumento musical que Goyito, a partir de entonces,  odiaba con todas sus fuerzas. Más que de Isabel o como se llamase, yo me acuerdo de una amiga suya rubia  guapa y pequeñita. Una auténtica monada. Y liberada en cierta manera. Le gustaba que la llevara al teatro, no por ahorrarse dinero que le sobraba,  cosa que yo hacía gracias a la complicidad de Paco Portes que me prestaba el camerino,  y a Marisa Naya, su mujer, una puritana tolerante,  pues yo aún no era novio de Ana que aún no había aparecido en mi vida. Como dice una canción ¨ llegó el comandante y mandó a parar¨. Entrábamos por la puerta de artistas y veíamos la función entre cajas o no la veíamos. Esto es lo que le gustaba a aquella chica, modelada como una escultura pequeña, ella para contar luego a las amigas de la universidad sus aventuras.

Volviendo a Goyito, al fin una semana acertó en los caballos una quíntuple muy bien pagada lo cual pudo librarle de la oficina y apuntalar su vocación de poeta, pero se murió de golpe al mes de cobrarla. Como vivía por el mercado de Legazpi, con su madre viuda a la que entregaba el sueldo íntegro de la oficina, supongo que la beneficiaria de la imprevista y modesta fortuna fue ella, siempre llorosa y mártir por la mala vida de su hijo. En Legazpi había un bar que no cerraba nunca y, por la madrugada, era el refugio de camioneros que venían de muy lejos con sus cargamentos de frutas y pescados, y bebían aguardiente con poetas mediomalditos y suripantas mediopoetas y burguesitas  pálidas y ojerosas que podían dormir la mañana entera. . Yo, al contrario de Gregorio que apenas bebía por miedo a emborracharse, aguantaba muy bien el alcohol. Nada de licores ni de güisqui, aunque me invitaran. Sólo vino tinto o blanco según la hora del dia. Y  los médicos me decían, ¨tienes un hígado de libro, sigue sin beber¨. Supongo que otros diagnósticos suyos serían más acertados. Gregorio García Suárez, pese a todo, creo que vivió feliz. Se creó una realidad que no le correspondía y cuando esa realidad soñada pudo hacerse verdad real, lo sorprendió la muerte. Carlos Oroza, el poeta beat y gallego de Vigo, sentenció. ¨´Javier, los pobres no tenemos ni remedio ni suerte. O pobres para siempre o muertos¨. Muertos para siempre , no hay vuelta de hoja

viernes, 12 de noviembre de 2021

 

Lenguaje taurino en la vida cotidiana

Dedico este breve artículo a los animalistas, en especial a aquellos que se duelen de la crueldad de la lidia  mientras comen   chuletillas de cordero lechal y chuletones de buey. Oí en la radio el otro día que se está tramitando una ley para que en los mataderos de animales la muerte sea, además de eficaz, limpia e indolora.  Lejos de aquella práctica brutal de la maza del jifero y el posterior sangrado. Aquí trato las corridas de toros, como fuente de lenguaje cotidiano abundantemente nutrido de términos y giros taurófilos. He aquí algunos.

“Miura”.- Persona violenta y agresiva. De la divisa de miura era el toro que mató al Espartero, llamado Perdigón,  y el que mató a Manolete, este de nombre Islero. “Le dije que se callara y se puso como un miura”

“Estar para el arrastre”- Estar cansado o con mala salud; alude al toro muerto arrastrado al desholladero por las mulillas.

“De Puerta Grande”.  Asunto, circunstancia  o empresa resuelto con indudable éxito. Por la puerta grande de una plaza sale a hombros un matador cuando ha triunfado. El colombiano Cesar Rincón abrió la Puerta Grande de las VENTAS cuatro corridas consecutivas, cosa que nunca había ocurrido. En memoria yo publiqué el libro “Cesar Rincón, de Madrid al cielo” (Edit Espasa Calpe)

“Ponerse el mundo por montera”. Vencer todas las dificultades, no arredrarse ante nada ni ningún peligro.

“Dar la puntilla”. Apuntillar al toro ya postrado en el suelo con un cuchillo llamado puntilla. Liquidar  un asunto, engorroso o no,  de forma abrupta.

“Parar, mandar y templar”. Dominar y conducir la embestida del animal. En la vida cotidiana, controlar la situación. Puede añadirse la expresión taurinísima “cargar la suerte”. O sea, recrearse.

“Las cornadas del hambre”. Antiguamente los toreros eran de extracción social modesta, con el toreo escapaban de hambre y redimían a sus familias. El torero se curtía en capeas y tentaderos  Hoy salen de las Escuelas Taurinas. La frase, “más cornadas da el hambre” se atribuye  a  Espartero que, paradójicamente, murió corneado por el toro Perdigón.

“No tener un pase”. Toro manso, parado que no embiste. Se dice de una persona, cuya conducta no se atiene a las normas elementales de convivencia y de la cual no se puede esperar nada bueno.

“Fueracacho”. Torear en lugares inapropiados. Estar, ponerse en un lugar inadecuado para realizar un acto.

Quite, hacer un quite a alguien; librar al torero de una cornada inevitable distrayendo al toro. Salvar a una persona  de una dificultad inminente.

¨Ver los toros desde la barrera¨´ Barrera es una localidad de privilegio en las plazas. No arriesgarse, no participar en actividades comprometidas.

Ëchar un capote. Prestar ayuda a alguien en situación comprometida.

´´Dar el Pase Cambiado.¨´  Citar a un toro por un lado, y en el último momento cambiarle el viaje. Engañar a alguien de improviso  y sin que el otro lo espere

¨Citar de frente¨. Ir de cara para resolver dificultades y problemas

¨´Pata adelante¨´ Patalante. No dar paso atrás ante una dificultad. Similar a citar de frente.

 

miércoles, 3 de noviembre de 2021

 

Sonerto canalla.El que DESHAUCIA

   Mientras se alzan palacios y mansiones

Pisos vacíos crujen sin destino

Y el deshaucio letal abre camino

A la intemperie y las desolaciones.

    Defender turbia ley de expropiaciones,

Manchar el agua, envilecer el vino,

Hipotecar el hambre del vecino,

Rebajar sueldo, amenazar pensiones.

    As de bastos y rey de corazones

Cruce de Maquiavelo florentino

Y Shylok ciego de voraz usura

   Reparten indigencia y lagrimones

Recaudación, expolios, desatinos

Cólera aumenta y  crece la impostura.

jueves, 28 de octubre de 2021

 

Norberto Carrasco; machadiano y bueno. In memoriam

Periodista y aficionado a los toros. Amaba la buena escritura y por eso era amigo y admirador incondicional de Francisco Umbral. Dirigió una revista llamada  Cadena Azul, creo recordar, en la que escritores montaraces y brillantes como Paco Umbral prestaron colaboración remunerada y libre; ¡remunerada y libre! En aquellos tiempos oscuros de la Oprobiosa. Si alguna vez la caja de la revista flaqueaba, retraso subvenciones o falta de publicidad, Norberto Carrasco adelantaba de su bolsillo el importe de las colaboraciones, infrecuente pero cierto, ¡doy fé! Un hombre bueno  en el buen sentido de la palabra. Machadiano y generoso.  Faltó a la cita de Los Remedios en Colmenar Viejo. Pero como yo también falté, no me apercibí de ello. Sólo cuando nuestro amigo común, Emilio Martínez, me informó, ¨´Norberto no ha venido a Colmenar, muy mal debe sentirse para faltar¨´.

A mí me publicaba todas las entrevistas que se me ocurrían, con un consejo muy matizado. ¨´Pregunta, pero no opines, que opine el entrevistado. Gánate su confianza, esa es la clave de  una buena entrevista¨´ Prefería las llamadas ¨´ëntrevistas humanas¨´. De estas recuerdo dos especialmente, el pintor dipsómano y parisino Enrique Navarro que acababa sus noches, o empezaba sus días, depende cómo lo tomemos, en el tablao flamenco Corral de la Morería, jaleando a cantaores, bailaoras y guitarristas a los que inundaba de manzanilla y jamón. Navarro tenía su estudio encima del Café de Gijón como Laxeiro y Pepe Diaz.  Conservo  un retrato al óleo que me hizo en el tiempo que nos duró una botella de vino, hora y media más o menos. Quería retocarlo, perfeccionarlo, pero se lo arrebaté de las manos con la sentencia inapelable de Juan Ramón, ¨no lo toques ya más, que así es la rosa¨.  Enrique Navarro se cotizaba muy caro como retratista y sus cuadros de un romanticismo decadente y afrancesado, a cambio de güisqui, colgaron mucho tiempo en las paredes de Maite Commodore. Conservo un magnífico retrato al óleo, el mejor quizá de los varios que me han hecho, que remató  en el tiempo que nos duró una botella de  crianza Rioja, con una dedicatoria, ¨´a Javier Villán, contra todos¨´

  La otra entrevista que gustó especialmente a Norberto Carrasco, fue una charla con Nicanor Villalta, estupendo torero aragonés en la indigencia,  ídolo de Madrid en tiempos, pobre y arruinado que se sujetaba los pantalones con una cuerda, a falta de cinturón. Me parece que Villalta en los últimos  tiempos fue asesor del presidente en el palco de las Ventas y que eso remedió en parte sus penurias.

El hecho incontestable es que Norberto Carrasco ha muerto y que no es verdad aquello que escribió  Gustavo Adolfo Becquer, ¨´dios mío qué solos se quedan los muertos¨´ Son  los vivos quienes se quedan  solos.

miércoles, 27 de octubre de 2021

 

Fauna y flora del Café  Gijón. Alfonso el cerillero, un mito

Parado estoy ante  el Café Gijon,  pues hay atasco hasta Cibeles y el Paseo del Prado y el taxi no halla por dónde tirar; parado frente al ventanal donde discutía de todo lo humano y lo divino una potente tribu de dialécticos de café; el actor Jose Manuel Cervino, tan grande en El crimen de Cuenca  de Pilar Miró; aquel abrazo brutal con Paco Casares es para una antología del cine, mientras Willy Montesinos, el tonto del pueblo reencontrado, gritaba estoy aquí, he vuelto, estoy aquí. Esta tertulia  del primer ventanal era un grupo heterogéneo, inestable  y plural.  Junto a una foto de los contertulios con Alfonso, hay una placa ideada por Arturo Pérez Reverte, antes corresponsal de guerra y hoy académico de la Española, ¨´aquí vendió tabaco y vio pasar la vida, Alfonso González¨ ) cito de memoria. Contertulios  habituales, Alvaro  Luna,  el Algarrobo de la serie de televisión, Curro Jiménez, a veces Manolo  Torres republicano y  padre de Rosana Torres periodista temas teatro en tve, Tola antipático  y televisivo, Maaaanolito Vidal la inteligencia más rápida del café y la lengua más torpe y tartamuda; José Luis Coll,  el menos inteligente de TiP y Coll, Paco  López Barrios  seductor y  novelista,  autor de Dicen que Manuel Ardales ha pasado el Rubicón, publicada por Ramón Akal: Pepe Diaz, artista pintor y comunista de Campo de Criptana, orgulloso paisano y amigo de Sara Montiel.  Y  Manuel Vicent punto y aparte; novelista, columnista de El País, antitaurino fervoroso y traficante en cuadros, muchos de ellos taurinos y de mucho valor.  Tito Fernández, realizador de televisión y director de cine, Manuel Alejandre, un actor secundario al que nunca le faltó trabajo, condenado por siempre a ser confundido con Vicente Aleixandre. Y Raúl del Pozo que ya quería parecerse a Umbral. A Pedro Beltrán lo aceptaban gozosos  por su don de  gran conversador. Y a mí, por discreto y callado siempre dispuesto a aprender. A algunos les gustaba el naipe, sobre todo a dos tahúres  profesionales, Manolo el Malagueño, también llamado el Guapo, y Luis el Elegante, cantaor discreto de un solo disco, que merodeaban por allí .

 En ese momento, a las cuatro de la tarde más o menos, entraba en juego Alfonso, el cerillero, prestamista sin intereses para las timbas de poker que de allí salían casi todas las tardes. A mí me trataban con cierto afectuoso desdén. Siempre impecune, lo mio era el mus con Claudio Rodríguez y dos tenderos de la calle Almirante. Alfonso no me prestaba dinero, me invitaba a bocatas de mortadela, a veces de jamón,  y me contaba su vida.

 Alfonso era de Barruelo, pueblo  minero de la provincia de Palencia y de niño había sido enlace  con la guerrilla de Juanín y el Bedoya su lugarteniente,  que se echaron al monte al ganar  Franco la guerra,  como otros muchos  a los que Alfonso les llevaba alimentos cuando la presión de la Guardia Civil les impedía llegar a los poblados. Eran  tachados de bandoleros por la Guardia Civil que no paró hasta darles caza. Alfonso si los conoció,  los recordaba nebulosamente.  Bedoya era muy bueno, ebanista primoroso  y grande de cuerpo y alma  y Juanín más pequeño  y astuto.

Otra persona de la fauna del café de la que no quisiera olvidarme es la señora María, una bondadosa e inocente mujer encargada del teléfono  de los lavabos y la administración de papel higiénico, a cambio de propinas a voluntad  y a la que señoritos desalmados y gamberros gastaban bromas tontas. Desde el teléfono del  final de la barra, preguntaban a la señora María por don Francisco de Quevedo  o Miguel de Cervantes. Y allí estaba la buena mujer gritando ¨´don Francisco de Quevedo, pase al teléfono¨´. Hasta que Alfonso, que en gloria esté,  tomó cartas en el asunto y cortó la broma negándose a vender fichas para  las llamadas. Todo esto ha pasado como una ráfaga fugaz por mi mente ensimismada. Mientras, el taxista me alecciona sobre el lugar  el más importante de Madrid donde vienen ¨´poetas, pintores, actores  y gente que luego escribe sobre él¨´.

sábado, 23 de octubre de 2021

ALfredo Montaña, la gozosa aventura de pintar

Alfredo Montaña es el color, pero también podría decirse que es el trazo fuerte, austero  y definitorio de la figura, el geometrismo humanizado, el dibujo. La aventura. O podríamos decir que no es nada de eso o que lo es todo. Por mucho que reverenciemos el abstracto, no hay gran pintor que no sea también un gran dibujante. O que no haya abstracción en los pliegues de una gabardina o en el ala de un sombrero. Hace tiempo  recuerdo a Montaña entre la tribu de la repisa del café Gijón, donde había una imitación de un móvil de Calder, que ignoro si continúa, y donde pasábamos las horas bebiendo vino tinto y filosofando. A Montaña le gustaban los toros como afición y como motivo pictórico, más como.éste. El último cuadro suyo que conozco se titula La Alternativa y su destino es el museo de Colmenar Viejo, concretamente la Sala Javier Villa´n, que alberga mis cuadros, entre ellos un estupendo retrato que me hizo Felix de la Vega,  y mi biblioteca taurina de dos mil volúmenes con algunos premios que gentes generosas se dignaron concederme. Los personajes de los cuadros de Montaña son retratos de la soledad y la tristeza. No son simples objetos retratados, sino parte de su dolor, a veces de una precaria alegría. Sus bodegones, ese difícil milagro de dar vida a objetos inanimados, tienen el temblor humano que han ido recogiendo de los seres solitarios y perdidos que los usaron. Pinta también toreros y todas tendencias cubistas, dicho esto con todas las cautelas del mundo, se subsumen en el barroquismo del vestido de torear. Alfredo Montaña ha estado años fuera de España, pero no necesita beber en otras fuentes, sino acaso buscar mercados menos estrechos que el mercado español. Sus fuentes, pasadas por el tamiz de la modernidad, son ideológicamente Quevedo, Goya, Larra. Y estéticamente el 27 de Alberti y  Federico García Lorca.


lunes, 11 de octubre de 2021

 

Felipe Alcaraz, la epopeya de los pobres

Escritor, granadino, novelista, poeta, ensayista, político y comunista. A él se debe un texto que a muchos les parece esencial, Oda a Javier Egea, para conocer a un poeta capital  de la nueva sentimentalidad. De la estirpe de Julio Anguita, el maestroescuela, que fue alcalde   de Córdoba, pero no poeta. En la editorial Akal, refugio del rojerío insurgente en aquellos tiempos obscuros,  publicó  Felipe Alcaraz hace siglos, sus primeros libros. Sobre la destrucción y otros efectos, por ejemplo. O Conspiración del olvido.  Dada su filiación política, su referencia podía ser, por entonces, George Luckas  y su teoría de la novela, pero no estoy seguro. Lo que sí  recuerdo es mi aceptación maoiísta  del Congreso de Yenam, 1943,  y muy probablemente la  suya, sobre las exigencias del arte en la literatura ideológica.´´una obra de arte, por mucha carga política que tenga, la pierde toda si antes no es arte¨´ O algo parecido.

Felipe Alcaraz   acaba de publicar en Almuzara, editorial sevillana, Los pobres, su última novela, que resume su pensamiento actual  y su técnica narrativa, en constante evolución como buen dialéctico que es. ¿Pueden los pobres vivir una epopeya? La simple y natural existencia es, de por sí, una epopeya. Conocí a Felipe Alcaraz hace muchos años, en Jaen, donde ejercía la docencia.  Andábamos yo y  Félix Población, excelente periodista que ahora dirige Diario del aire, acumulando materiales para un proyecto sobre las distintas culturas de España, justo cuando Adolfo Suarez estaba diseñando o acababa de diseñar, la España de las AUTONOMIAS. Después, Alcaraz dio el salto de la política andaluza a la política nacional , atenué yo mis fervores militantes y no nos hemos vuelto a ver.

Soto de Paula y sus revoluciones

Revelaciones y revoluciones toreras, con magníficas ilustraciones de Diego Ramos, no es estrictamente un libro de toros ni sólo para los aficionados a los toros: es un libro de arte, un libro sobre arte en toda su extensión y dentro de esta extensión la magia y el barroquismo del toreo. Este pequeño apunte tomado del propio Paula, puede ayudarnos a fijar la cuestión. ¨´la luna es el ojo del infinito, por donde el firmamento ve la belleza y los pecados del hombre¨´ De Pula,  ¨¨ gitano y griego de Jerez¨´ , que da el salto a la alegre riqueza mexicana desde Ronda y desde Sevilla. No sé si es adecuado calificar a Jesús Soto de Paula de autodidacta, pues bebe de las más puras, profundas y cristalinas fuentes del universo; la magia, el misterio, la alucinación. Su cultura es lo que Lorca llamaba la cultura de la sangre, los sonidos negros, la callada música bergaminiana del arte de torear. Jesús Soto de Paula es un alucinado de la escritura como Rafael de Paula es un alucinado del toreo. Uno escribe desde un más allá lleno de oscuridad, sombras e iluminaciones. Otro, torea desde el misterio insondable, para hallar la naturaleza de su verdadero ser, las razones de su existencia y su ensimismamiento. Inevitable recurrir, una vez más, al tópico bergaminiano, a esa exaltación del toreo de incendiada sombra, La callada música del toreo. Y la callada música de la escritura.

 

sábado, 9 de octubre de 2021

 

Luis Espada, el legendario presidente de Las VENTAS

Ha muerto hace  algunas semanas, a los 90 años de edad, por Covid y otras dolencias añadidas, Luis Espada,  el mejor presidente de las Ventas que yo he visto. Ni un minuto de silencio ha guardado la que dice ser y llamarse primera plaza del mundo in memoriam de Luis Espada, me cuentan. Me llega la noticia de su muerte con retraso a través de Emilio Martínez. Ambos, cuando ejercíamos la crónica taurina, éramos seguidores del polémico presidente que un dia de San Isidro llegó a devolver siete toros por manifiesta invalidez. Siete toros en la primera plaza del mundo, mientras los Chopera, empresarios, se llevaban  aterrorizados, las manos a la cabeza en el callejón y anunciaban por megafonía que no había más sobreros. Si no había más toros era evidente que la corrida habría de suspenderse y devolver el importe de las entradas. Hubo más toros No sé si fue en esta ocasión cuando yo  llegué a llamarle el EMPERADOR del Palco, calificativo que recibió con su habitual estoicismo y sentido del humor.

 Luis Espada, además de comisario de policía, como era preceptivo para presidir las corridas,  era pintor y poeta; yo escribo versos y por entonces hacía crítica de pintura lo cual, según Espada, da una visión plástica del toreo enriquecedora, opinión que yo compartía y sobre la que he escrito con frecuencia. Con todo, su  seña de identidad era la defensa del toro íntegro y con su trapío correspondiente. Le gustaba el flamenco y era mejor palmero, lo cual no es fácil, que cantaor. A mi también me gusta el flamenco, y me atrevía a cantiñear, hoy no me atrevo, con grandes dosis de audacia. Recibía yo por ello el reconocimiento de los flamencos y la gitanería, en especial de Fernando Terremoto, que me decía ¨´tienes conocimiento, pero no tienes poé¨. Yo elogiaba siempre a Luis Espada en mis críticas, salvo raras y extremas ocasiones, su labor en el palco presidencial,  lo cual tenía un doble efecto; ganarme las simpatía del gentío y excitar la cólera del señor Lamarca, el peor presidente, después de Pangua que otorgó el rabo a Palomo Linares, recompensado, según el perverso Alfonso Navalón,  con 500.000 pesetas por los Lozano, apoderados de Palomo. Donde estés, amigo mio, y eras cristiano practicante, creo recordar, ¡!va por ti!!. Vaya por ti esta laudatio laica en sustitución de ese minuto de silencio que los aficionados de pro y de bien dedican a los difuntos ilustres.

lunes, 4 de octubre de 2021

 

Carlos Be,

Un autor español, a la conquista de América

Carlos B es periodista  y como tal ejerce con solvencia y brillantez; autor dramático, colaborador de la revista ARTEZ desde la que contribuye a poner,  claridad  a tantas cuestiones difusas  como rodean el teatro. Publica  en España Malas hierbas, a la vez que se anuncia su estreno en Bogotá. Malas yerbas habla del amor, de la ambición, de la renuncia y su difícil  aprendizaje. Del arrepentimiento de haber robado y la imposibilidad de devolverlo. Una esposa ejemplar y una vida de triunfo asentada en la mentira. Lejanos, lejanísimos ecos, me parece a mí de  La muralla, de Joaquín Calvo Sotelo. Conflicto entre  el arrepentimiento, necesidad personal,  y devolución a la que se oponen la conciencia y los intereses familiares . Intriga, misterio, coñac a chorros y droga a puñados. No sé si he hecho spoiler del asunto, mas por si acaso, paro. Tengo que hablar de una actriz

Cristina Higueras, el enigma de Nora Salinas

 Como era previsible para quienes la conocíamos, ha desembocado con éxito en la novela. En alguna ocasión he escrito sobre la narrativa de Higueras; ¨´ si como actriz Cristina higueras es transparente y luminosa, como novelista es opaca y maligna. En su narrativa hay oscuros enigmas y sus personajes carecen de moral, no hay líneas rojas¨. Soy tu mirada, Edit La Esfera de los Libros,  es la historia de Nora Salinas, una jueza prestigiosa con vida aparentemente normal , pero con tenebroso que, de golpe, irrumpe amenazador en su presente. Tampoco, como en Malas hierbas, de Carlos B, quiero hacer espoilar. Qué ocurriría si, de una persona, conociéramos solo su mirada?. Pues podría ocurrir una irresistible y el temor de sentirse permantemente observada.  Soy tu mirada es una excitante aventura humana y literaria que nos lleva a un final imprevisto por caminos imprevisibles.

 

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domingo, 26 de septiembre de 2021

 

COLMENAR VIEJO y la DESAMORTIZACIÓN

Conocida es  la llamada Desamortización de Mendizábal, o sea la venta de bienes públicos y municipales, hasta entonces en las manos muertas de la Iglesia Católica, y  posteriormente en las manos no menos muertas de caciques y poderosos que los adquirieron; más o menos esta es la cuestión. Menos conocida es la Desamortización de Madoz, que yo descubro ahora gracias a Miguel Ángel de Andrés, historiador de Colmenar Viejo y su comarca entre otras dedicaciones y virtudes. Yo me he declarado hijo adoptivo de Colmenar Viejo desde hace unos  cuarenta años, sin dejar de declararme hijo de Torre de los Molinos, Palencia, donde nací. A Colmenar Viejo he donado mi colección de pintura taurina, cerca de un centenar de cuadros, y mi biblioteca de toros, unos mil volúmenes más los  premios sin duda muy merecidos, para qué voy a fingir falsas modestias que no siento. La Sala  que los alberga se llama Sala Javier Villán y es un lugar que han llegado a visitar ilustres amigos e  ilustres toreros, alguno del dolor y el infortunio como Agapito García Serranito, que iba para torero grande  y un toro le rompió las cervicales.     Si a esto añadimos que Heliodoro Gallego, alcalde socialista de Palencia, me dedicó un Paseo de Javier Villán a la orilla del rio Carrión y  Benigno Merino, alcalde socialista y pedáneo, una placa en Torre, ¨´aquí nació y vivió Javier Villán¨¨, mi cupo de gloria, aunque no probablemente de vanidad. está suficientemente cubierto.

Pero volvamos a Miguel Angel de Andrés y su magna obra de meticulosa investigación que le ha durado cinco años,  cuyos tres volúmenes sólo unos pocos privilegiados, por el momento, podrán adquirir. Por si acaso, yo ya he reservado mi ejemplar sin arriesgarme a esperar sucesivas reediciones. Este libro, por lo tanto, no encaja bajo el epígrafe conocido de Escaparate de librería, al cual destino otros de indudable interés como la novela de  Cristina Higueras insigne actriz que ha desembocado en la narrativa como era previsible para quienes la conocíamos. Tomen nota. Soy tu mirada está editada por la Esfera de los libros, tiene 375 páginas que se leen de un tirón y que me atrevo a definir con un párrafo mio que han tenido a bien reproducir en la contraportada. ¨´ Si como actriz, Cristina Higueras es transparente y luminosa, como novelista es opaca y maligna. En su narrativa hay oscuros enigmas y sus personajes carecen de moral, no hay líneas rojas¨.

lunes, 20 de septiembre de 2021

 

Los cromos de Andrés Amorós

Cromos que venían en las tabletas de chocolate y que a mí, hoy,  me recuerdan mi espléndida colección de futbolistas que eran la envidia de los demás muchachos de mi pueblo Torre de los Molinos. Este álbum, editorial El Paseo, Sevilla,  va más lejos; desde Lilí Alvarez la cosmopolita, escritora¨, intelectual,  ¨polígrafa¨ y elegantísima campeona de Wimbledon, que practicaba todos los deportes y todos con éxito, hasta Jesse Owens , la bala de los cien metros, un negro que humilló a la raza aria y a Hitler en los Juegos Olímpicos del 36 en Berlín.

Andrés Amorós es lo que podíamos llamar un polígrafo o sea,  hablando en román paladino como Berceo, un sabio que escribe de muchas cosas. Como actualmente apenas  leo periódicos, salvo el Mundo de Jorge Bustos y Antonio Lucas para comprobar con tristeza su decadencia y vertiginosa degeneración, no sé si Amorós sigue haciendo crítica de toros en Abc. Lo que sí recuerdo con verdadero gozo es cuando ¨competíamos¨  en escribir algunas crónicas de toros en romance  sin que nos cojeara ni un verso, ni una rima, ni un ripio. Unos lectores de ambos, muy amigos  míos,  los hermanos  Manuel y Alfonso Polidura, mexicanos,  me decían,  ¨compadre apriétese los machos,  que don Andrés   está pegando fuerte¨. Yo creo que don Andrés era más  notarial, más técnico a la vieja usanza, reseñando lances, muletazos y promenores,  era más benévolo en sus juicios que yo, y yo más dado a los artificios literarios. Me  dijo un dia en la Feria de Abril de Sevilla después de una célebre crónica en romance, ¨esto solo lo podemos hacer tú y yo¨. Era cierto, pero yo estaba en una etapa muy competitiva y en San Isidro me marqué una crónica en sonetos, siete sonetos, uno al paseíllo y uno por cada toro,  describiendo las faenas con la misma precisión que si lo hiciera en prosa. Lo cual propició que me otorgaran el premio Gregorio Corrochano compartido con Carlos Ilián, por su columna diaria de toros en Marca, periódico deportivo. El premio fue una pluma estilográfica de oro que conservo, la primera y más querida en mi colección de más de un centenar. Solo para escribir a mano poesía con tinta negra.

El subtítulo de este álbum, editado por el Paseo y  primorosamente ilustrado por Carbajo,  es muy ilustrativo, Héroes y mitos del deporte mundial en tiempos sin Wikipedia. Libro nostálgico que a los aficionados al deporte, inevitablemente, nos llena de melancolía. Entre mis preferidas de estas semblanzas, Jesse Owens, el negro bala inalcanzable  que humilló en 1936 en Berlin a Hitler y la superioridad de la raza aria; mi paisano Mariano Haro, el león de Becerril de Campos, que descalzo corría más que las perdices y las cazaba al vuelo;  Gainza ¨´el gamo de Dublin¨,  Zarra  y la legendaria delantera del Bilbao, Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza.  Mi amigo Zarra, cuyo gol derrotó a la pérfida Albión y un dia en Bilbao, Corridas Generales años 90 del pasado siglo, me dio un beso en la frente por una crónica, inmerecida según él,  que le dediqué.

 Para mi zozobra, en este Album la ausencia del cubano  Legrá, campeón mundial de boxeo,  de los ligeros creo recordar, el limpiabotas que luego coleccionaba pares de zapatos, hasta 400 llegó a tener. Peor me parece  la ausencia de Manuel Santana, la muñeca mágica de seda, en beneficio de Jimeno, un genteltman que brillaba en dobles gracias al sacrificio de Gisbert, claramente inferior a Santana; o  la de Pelé subsumido en Garrincha un maldito, un demonio de la vida con las piernas torcidas, dios de mi niñez. Y para mi desconocimiento u olvido, un tal Marsal, ¨el gol del minuto largo¨, o Alfonso Silva, el Matemático del Balón, o Juan Arza, el Niño de Oro. Alfredo D,Stéfano, el mejor. Hoy el fútbol puede que sea el verdadero opio del pueblo, además de un negocio desmesurado y sin duda justificado por la macroeconomía; pero entonces, en mi niñez, el fútbol nos hacía libres. Un álbum, tabletas de chocolate, cromos  y una simple pelota de trapo para meter goles en una portería cuyos límites marcaban dos  pequeños montones de piedras. Y por arriba, el cielo altísimo.

miércoles, 15 de septiembre de 2021

 

Fauna y flora del Café Gijón. IV La Tontiloca bella

No diré su nombre verdadero porque posiblemente aún viva y acaso  maridada. Paco Umbral y yo le pusimos de mote la Tontiloca. Por no sé que razones Paco Umbral, a la tontiloca no le caía bien y evitaba su mesa siempre que podía. Tenía un talento natural tan notable como su incultura. Era guapa y rubia. Y decente.  Y pese a las apariencias de frivolidad y desmadre podría decirse de ella aquello del Conde Arnaldos, creo. ¨solo digo mi canción a aquel que conmigo va.¨ Iba siempre, menos en invierno que llevaba faldas o pantalón vaquero muy ajustado,   de pantalón corto,  con flecos deshilachados. Discretamente maquillada, jamás se le notaban ojeras aunque trasnochara, que era todos los dias. Era una mujer a la que la nocturnidad no dejaba huellas. Pese a su incultura,  se relacionaba con soltura con los intelectuales y era la compañera de Iglesias Laguna, crítico de novela de la Estafeta Literaria, que no pisaba el Gijón,   que la doblaba en  edad y se mató por ella tirándose por una ventana de un sexto piso. Debió de ser una escena impresionante tal como la recuerda mi memoria nebulosa, tal como la Tontiloca, que tenía un nombre verdadero precioso,  me la contó destrozada en lágrimas. Regresaba a casa, de madrugada, sobre las seis de la mañana,  Iglesias Laguna desesperado la vio llegar desde el balcón y en su presencia se tiró al vacío de cabeza que se le abrió como una granada. Murió en el acto.

 Victor González, un escultor que decía haber tenido en su casa a Miguel Hernández  tenía ley y querencia por esta mujer, nos invitaba algunas tardes en su casa donde había un jardín y en el jardín un árbol, donde,  decía Victor, Miguel se subía y trinaba como un pajarillo. La tontiloca casó, creo, con un funcionario acomodado, cuyo nombre tampoco diré, y aquello acabó como el rosario de la aurora. Mi amiga pensaba que la libertad no tiene horario. Sólo sé que este funcionario no se suicidó.

jueves, 9 de septiembre de 2021

  

Carmen Laforet. Centenario de la mujer que revolucionó la novela española

 La familia Cerezales Laforet ha depositado el LEGADO Laforet donde corresponde. Tuve el privilegio de tratar de cerca a Carmen Laforet, gracias la amistad con Toni Custodio y Cristina Cerezales que iba para pintora y le pasó lo que a Rafael Alberti; cambió a la literatura. Por el camino de las grullas y los nueve relatos que está construyendo, uno para cada nieto, dan fe de que la traición a la pintura no ha sido infecunda. Alberti cantó su pena en verso memorable,

el dolor enterrado de enterrar el dolor

de nacer un poeta por morirse un pintor

Respecto a Agustin empezó siendo un formidable escritor de relatos breves y sigue siendo un formidable novelista.

Tengo delante una recopilación de artículos publicados en Destino que fue su casa, la casa donde públicó su gran novela ,  ganadora del Premio Nadal  Nada, una joven de 22 años  que cambió el rumbo de la novela española. Por entonces, creo, no estoy seguro Camilo José Cela aún no había publicado La familia de Pascual Duarte.

En esta recopilación de artículos ya están las coordenadas de Carmen Laforet, su estilo literario, sus raíces, su feminismo avanzado y rotundo, pero  sin alardes. Luego vendrían La isla y los demonios , potente narración sin alcanzar a Nada, a mi modesto saber y entender, su relación con la isla donde vivió. Y La mujer nueva, historia de su conversión religiosa.   Carmen Laforet se casó con Manuel Cerezales, el mejor crítico de novela de mediados del siglo XX. Cuando conocí a Carmen Laforet hacía tiempo que esta había dejado de escribir, tenía fobia al folio en blanco, pánico a la escritura.  Para ella fue un gozo que yo no sacara a relucir problemas literarios ni cuestiones de fama, ni nada que se le pareciese. Disipé pronto sus temores mientras Cristina ayudada por Toni Custodio, su marido, preparaba ruta e impedimenta para el Camino de Santiago, con especial atención a los montes Ancares por los que tenía especial predilección. Mi predilección era Tierra de Campos, el gran desierto del que soy oriundo, aunque Torre de los Molinos sea un vergel en una depresión de la llanura al lado del rio Carrión.  Los cuadros blancos de esta época de Cristina son la nieve de los Ancares, su aislamiento, manchada por alguna figura de mujer oscura que apenas se atreve a salir de casa. Había mucha soledad en la pintura de Cristina Cerezales, no soledad personal, sino soledad de las gentes, soledad del campo, soledad de las montañas.

Los amigos y seguidores de Carmen Laforet, teníamos la esperanza de que en este legado se escondiera el milagros de otra novela manuscrita, de algunos relatos inéditos. Pero al parecer no hay nada. Silencio absoluto. El silencio al que siempre aspiró. una mujer extraña y única.

martes, 7 de septiembre de 2021

 

Diego Urdiales. Cómo conocí al mejor torero del moment

Conocí a Diego Urdiales en las Ventas, una tarde de agosto con los tendidos vacíos pues los japoneses se habían marchado vomitando y el festejo no daba siquiera para esos afamados y rigurosos aficionados que no se pierden una corrida de agosto. Es fama y verdad cierta que Antonio Chenel, el voluble Antoñete de los huesos de cristal, malalimentados por el hambre de posguerra, cuando estaba sin tabaco se apuntaba a una corrida de agosto, dura e intoreable. Dictaba su lección y con eso le caían algunos contratos y arreglaba, más o menos, la temporada. Yo tomaba notas, como de costumbre, entre toro y toro. En esto se sienta a mi lado un muchacho con cara de avispado. Y se inició el siguiente diálogo.

El Muchacho.- ¿Es usted Javier Villán?

Yo.- Sí, soy Javier Villán

Muchacho.- Ese que escribe cosas tan bonitas de Cesar Rincón?

Yo.- Bueno, escribo de Rincón y de todos los que torean bien.

Muchacho. – Pues sabe lo que le digo a usted? Que un dia escribirá de mí tan bien como escribe de Rincón. Me llamo Diego Urdiales.

La cosa quedó ahí y no volvimos a vernos hasta una feria de San Mateo, en Logroño en casa de Carmen García García y Pedro Mari Azofra, cuya casa era refugio de feriantes pues en ella la cocina de Carmen y el vino de Azofra, marca Muga eran famosos en toda la región. Este era el magister bibendi y Carmen la magistra manducandi. Manos de guisandera prodigiosa. Un santuario. Ese dia estaban también presentes José Luis Blanco, farmaceútico de Almazán   y Julia,  psicóloga de profesión, con los que Ana y yo  mantenemos  una  amistad persistente, pese a nuestras cruentas rivalidades en el mus. Sabido es que en una partida de mus no hay piedad y al enemigo ni agua.

Me parece recordar que la última corrida que presencié fue una de Urdiales, cerca de Curro Romero que ya empezaba a difundir la especie de que Diego debiera haber nacido en Triana. Bien está Triana y la calle Pureza, pero démosle a Arnedo lo que es de Arnedo. Cuando un jurado libre de toda sospecha otorgó a Urdiales el premio Quimera, el tablao de Antorrín Heredia, Curro Romero cantó unos fandangos de Huelva con gran  disgusto de Carmen Tello, que temía perder el tren a Sevilla,  y con el beneplácito de todos los asistentes. Romero tenía la voz rota y se disculpó lamentando que con esos fandangos ni él ni nadie se rasgarían la camisa como nos había ocurrido a él y a mí alguna noche por Triana.

De Diego Urdiales he escrito mucho y bien, quiero decir elogiosamente, aunque quizá no tanto como se merece. Me prestó su vestido grana y oro con el que debutó en Madrid, para mi librito Diálogo con el vestido de torear, joya bibliográfica  que hice con Maite Turrez y con Cris Gaviria,  hoy casi inencontrable. Hoy aquel muchacho que en Arnedo era pintor de brocha gorda, es un grande de la torería, acaso el más grande. ¡!!Su natural!!!. Y su forma de salir de la cara del toro.

Salvando las insalvables distancias entre Picasso y yo, podría parafrasear  lo que el genio dijo de Luis Miguel Dominguín, “vuelvo a los toros por tí, Luis Miguel”.  ¡!Vuelvo a los toros por ti, Diego Urdiales!!!

viernes, 3 de septiembre de 2021

 

Oda a Olatz. Por Javier Villán.

Tu cuerpo ya era todo transparencia

Apagado, mortal

 y sin cadencia.

Tu cuerpo era cristal

Y tu alma, barro de cáncer.

Pero el cáncer por sí solo no mata.

Mata la burocracia fría,

Los médicos inhábiles,

 mata la desazón

por vivir y mata el corazón

torpe y cansado

de aguantar injusticias y dolores

y maldades

y sucias soledades.

Matan los sinsabores

De ignorar si habrá un mañana

Fatal y justiciero

Ante tanto despilfarro

De desidia

Y de insidia.

De no saber si habrá en tu cabecera

Una mano piadosa

Cuando mueras.

Descansa Olatz,

Tu cuerpo ya es cristal

Y tu alma barro.

Tras un papel oscuro y arrugado,

En un cajón

Sombrío,

Están las sinrazones de tu muerte,

La razón criminal que cubre y tapa

La razón que ensombrece

Hiere y mata

Dirán que no hubo suerte

Que el destino está escrito

En el fondo tal vez de un cajón

Sombrío

Más sombrío quizá que el corazón

Humano desahuciado,

Yace tu alma desalentada y sola.

 

 

jueves, 2 de septiembre de 2021

 

Colmenar Viejo

Historias toreras. Y trágicas

Siempre se ha considerado Colmenar Viejo una prolongación de Las Ventas de Madrid, la tercera de la Comunidad o quizá a la inversa, la exigente afición colmenareña nutriendo el belicoso espíritu de las Ventas. La principal historia, la más trágica, la muerte de José Cubero Yiyo. Terrible toma y daca, la estocada mató a Burlero que aún tuvo fuerzas para partirle el corazón a su matador. Esa tarde vi llorar de rabia a Chenel golpeando las tablas de la barrera. La hostilidad de buena parte del público se había centrado en Antoñete al que un octogerario con boina y garrote le llamaba anciano cuando consideraba que a Chenel no le salían las cosas. Javier Martínez Reverte y yo velamos en Canillejas, en la calle Bósforo el cadáver de Yiyo, un joven de 21 años, que había llegado para comerse el mundo y se lo estaba comiendo ya. José Diaz, el artista pintor natural de Campo de  Criptana, que hacía siglos,  con Chenel había pintado de rojo y blanco los mojones de la carretera comarcal,  contó la cogida y muerte en la revista Interviwe. A Pepe le gustaba resaltar , nacido en campo de Criptana, poque allí había nacido Sara Montiel, a la que admiraba, aunque nunca se atrevi´o a pintarla, que yo sepa. Diaz no vió  la cogida, pues con su novia de entonces, había abandonado la plaza tras la actuación de Chenel que era lo único que les importaba,  antes del suceso. Los encontré a la  salida y les referí la cogida y la muerte simultánea del animal. José Luis Palomar, el buen torero soriano me parece recordar, también lloraba con Chenel y se negó a las entrevistas que los periodistas pretendían hacerle.

De la Corredera, cuando era un plaza baja con aforo de unos seis mil espectadores, el torero del mechón me contaba sucesos muy divertidos y contundentes. Desde fuera, un grupo de personas, que contaba con el apoyo logístico de otro en los tendidos, apedreaba el burladero de capotes. Los de dentro orientaban la pedrea, un metro a la derecha, dos metros a la izquierda etecé etecé, para que los cantos les cayeran en la cabeza a los toreros.

Contaré las cosas de las que he sido testigo. Por ejemplo, aquella vez que,  por una oreja de menos o una vuelta al ruedo de más, los aficionados  sitiaron el palco presidencial que tuvo que ser protegido por la Guardia Civil. De regreso a Madrid me encontré bajo una encina al presidente, uno de los titulares de  Las Ventas, sus asesores y algún amigo  esperando no sé qué. Otra tarde se armó la de dios es cristo porque un espectador irritado con los toreros lanzó al ruedo un zapato. Cuando el personal se apercibió de que la Guardia Civil ocupaba la salida para detener al descalzo,  cubríó  el ruedo de zapatos. Anécdotas triviales aparte,  en Colmenar se sabe ver toros. Aunque quizá no con la intensidad de antes. Es tierra de toros y tierra de toreros. Hasta que la peste nos lo permitía, muchas mañanas  Agapito García Serranito, modelo de poder torero y clasicismo, al que una voltereta le dañó las cervicales y dejó inválido para el toreo  desayunábamos en el bar Manolo, en su rincón , el ¨´rincón de Serranito¨´ Considero a Agapito no solo un torero, sino un ejemplo moral. Juntos publicamos hace algunos años, un opúsculo sobre el dolor. El ponía el dolor y yo puse la música más de requiem que de pasodoble.