viernes, 29 de abril de 2022

JUAN DIEGO, in memoriam

 

Juan Diego. Adiós, hermano. 

Nos llamábamos hermanos, pero hacía tiempo que no nos veíamos. Mi primera imagen  de  Juan Diego, es la de  un vigoroso  y juvenil Segismundo de La vida es sueño, en Bellas Artes, creo recordar.  La última fue la de un decadente Ricardo III, el cojo,  un saco de maldades como lo define el propio Shakespeare, astuto, criminal  y libidinoso. Entre medias lo que más recuerdo son las tardes en el camerino del Español o del Bellas Artes donde iba a verlo, o quizá fuera a la inversa, Concha Velasco, recién separada, o a punto de separarse del director de cine  oficial del régimen, pariente de José Antonio Primo de Rivera, Sáenz de Heredia. O sea que, casi sin solución de continuidad, Concha, las más bonitas piernas y los ojos más luminosos del cine español pasó del falangismo liberal de Saenz de Heredia al comunismo disolvente y heterodoxo de Juan Diego.  Yo hacía de machacante, o asistente,  y les llevaba bocadillos en el descanso entre las dos  funciones,  preceptivas entonces,  para que no tuviesen que abandonar el teatro. ¨Toma poeta, y cómprate un bocadillo  para tí, que tienes cara de hambre. ¨ Era verdad, pero yo no sabía que se me notase tanto. Eran tiempos duros para todos y para los cómicos también,  y Juan empezó a luchar por el dia de descanso semanal, más que por la función única de los cómicos, que se consideraba imprescindible. Cómico era la palabra que más le gustaba a Juan Diego para definir a la gente de la farándula.

De política, aunque nuestras posiciones  eran más o menos claras y próximas, no empezamos a hablar hasta más tarde. Yo andaba de ¨compañero de viaje¨´, como se decía entonces del PCE, aunque sin compromiso vinculante y explícito, pero detestaba las directrices de Santiago Carrillo y de Dolores Ibarruri,  Pasionaria,  exiliados, uno en París y la otra en Moscú o los dos en Moscú quizá, y que, por razones obvias, desconocían la realidad española. Para los de fuera, Franco y el franquismo estaban a punto de caer. La censura había suavizado sus rigores y ello, decían los optimistas irredentos, era presagio de la caída inminente; la gente de teatro y su mundo era campo abonado para la subversión. En parte, porque tenían una cultura más amplia de lecturas teatrales de autores que representaban, necesarias para su profesión. En parte porque en sus giras por Hispanoamérica, México y Argentina en especial, percibían otras formas de entender la vida. Enriqueta Carballeira, Tina Sainz, Paco Casares, José Hervás y un poco más tarde Ana Belén, eran de lo más beligerantes. Respecto a Nuria Espert, su democratismo de resistencia, con su marido Armando Moreno, era evidente y fue Adolfo Marsillach quien mejor la definió, ¨Nuria tiene la virtud de estar siempre en el sitio exacto en el momento oportuno¨¨ Los de dentro sabíamos que quedaba Franco para un tiempo, aunque no lo dijéramos por no desmoralizar a la gente.  Quedaba el tardofranquismo crepuscular, que moriría matando, fiel a su naturaleza. Descansa en paz querido Juan Diego, hermano. Te echaremos de menos, ya en el invierno de nuestra desventura.   

 

lunes, 25 de abril de 2022

 

Un libro y una rosa. 

Dedicado a Julia Otero, de periodista a periodista, de emigrante a ¨´emigranta¨¨. Y de paso al señor Monegal, del que soy fan.

A propósito de San Jordi, fiesta que acaba de celebrarse el pasado dia 23,  me han vuelto los recuerdos de mi etapa barcelonesa de inmigrante; ahora habitante de Madrid, una rosa y un libro para cada persona que quieres. Tal refinamiento sólo puede darse en Barcelona,  ciudad de luz y de cultura, la puerta de Europa que era la tierra de promisión de la gente de Castilla, Andalucía y murcianus. Década de los sesenta del pasado siglo. Para matar sus melancolías,  esta gente inmigrante se reunía, nos reuníamos, en el Centro Castellano Leonés que estaba en el número 78 de Paseo de Gracia, creo recordar, casi enfrente del Parque Guell, de Gaudí, el genial arquitecto que dejó inconclusas las Torres de la Sagrada Familia, monumento emblemático de Barcelona.  

  Allí, en ese Centro Casa Regional de Palencia, Burgos, Valladolid y León,  se fraguaban amistades imborrables,  amoríos pasajeros y matrimonios indisolubles. Unos cuantos portales antes, en la misma acera, tenía un despacho el gran poeta de Arenys de Mar, Salvador Espríu, al que yo, camino del Centro, visitaba una vez cada quince dias y le leía mis espantosos versos que él siempre escuchaba con benevolencia.  No conservo ningún poema de entonces. Alguno, fragmentos deslavazados, me queda en la memoria. Por ejemplo, uno que dediqué a una guapa moza de León, llamada Pilarín, que se había encaprichado de unas espuelas de vaquero que yo calcé en una fiesta de disfraces y que me había hecho un amigo del taller de carpintería metálica donde trabajaba. Entonces en la Vanguardia, aparecían a diario ofertas de trabajo a mogollón.

 ¨´Pilarín

para qué quieres espuelas

Si son tus ojos dos puntas

De acero que el alma queman.

Si cabalgas sobre el viento

¿para qué quieres espuelas?

El poema le gustó mucho a Pilarín y, además, me dieron, por votación popular de los socios, la Flor Natural cosa que jodió mucho a su novio con el que pensaba casarse, Ricardo, un guaperas de León, alto cargo de una gran empresa,  que se las daba de poeta y se había presentado también a los Juegos Florales. En realidad, Pilarín no era la que más me gustaba. Me gustaba  Esther, bajita y muy guapa, que tenía un novio en Burgos, me parece, y con la cual yo paseaba y conversaba en las excursiones del Centro, aislados de los demás. La rosa, mi corazón se la adjudicaba a Esther, pero se la había dado ya a Pilarín. Así que anónimamente, por un amigo florista que me rebajó el precio, le envié a Esther al Centro una docena de claveles y una rosa blanca. Nadie averiguó la procedencia, salvo ella. Esther, sigamos llamándola  así, me decía a menudo ¨´tú no eres del Centro, tú llegarás lejos¨´ Tímida y recatada, una tarde abandonó sus defensas y,  derrumbado el baluarte de los labios y los dientes, me permitió que la besara honda y prolongadamente.

 Canet de Mar. Sodoma y Gomorra

El pueblo costero, de la Costa Dorada, era pura descojonación y desmadre. La concesión del bar y el restaurante del Centro Castellano Leonés se la habían otorgado a Luci y a su marido, Manolo Trigueros, exboxeador y campeón de Cataluña de los pesos medios, un narizotas que presumía de que nadie en el ring, había logrado tocárselas,  gracias a su esgrima perfecta y juego de piernas.  En los meses de verano y turismo, ambos se trasladaban a Canet de Mar, lugar de perdición, al hotel Carlos, propiedad de  Doña Rosita y de su marido Carlos Bauer un alemán que yo creo era nazi fugitivo, españolizado por una catalana. Manolo era jefe de personal y camareros y Luci era  cocinera. Me llevaron  de pinche de cocina, pero como sabía un poco de alemán enseguida me pasaron de camarero  a la barra, donde resultaba más útil. Decían a todo el mundo que yo era un estudiante que trabajaba para pagarme los estudios, cosa que era verdad,  y orgullosos, enseñaban a todos, don Carlos el primero, un ejemplar de El Noticiero Universal,  me parece, donde me habían publicado, con fotografía personal y todo  un cuento horrible y mal escrito.

Un mediodía muy  caluroso  Esther fue a verme  al hotel con su novio. Venía de la playa, en bikini y asfixiada.  Les invité a una jarra de cerveza  bien fría. Y, si se atrevían con la cocina alemana, les invitaba  a comer.  Su novio se limitó a decir este es el famoso Javier Villán, pues vaya. Como si esperara de mí un Marlon Brando o un Paul Newman.

 Se atrevieron. Y ordené a Juan y a Luci, los cocineros, que a él le pusieran el peor chucrut, el más ácido, el peor cocido y fermentado. Por poco revienta. De allí salió una cita a solas con Esther para pasear una noche por el Barrio Gótico,  lugar sagrado, cerca de la catedral, en el que me gusta perderme cada vez  que voy a Barcelona. No sé si continuará abierto un restaurante llamado Carpanta, de cocina ampurdanesa exclusivamente, exquisito, muy próximo a Via Layetana. Llevar allí a una mujer, por la noche, al Barrio Gótico, equivale o equivalía, a una declaración de amor irrevocable. Por lo menos irrevocable durante esa noche. Creo que solo he llevado a dos, una de ellas, años más tarde, mi mujer periodista también, con la que llevo casado cincuenta años. No sé qué habrá sido de Esther. Si Esther vive, como deseo, espero  guarde de mí el limpio recuerdo que yo guardo de ella, cuando  en Barcelona éramos inmigrantes, pobres y felices.

jueves, 21 de abril de 2022

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GONZALO SANTONJA

A Gonzalo Santonja, lo quieren empapelar.   Ignacio Escolar director del diario digital diario.es, antitaurino confeso, periodista de investigación rigurosa que descubrió el trascendental asunto de las cremas de Cristina Cifuentes sustraídas en un supermercado, ha denunciado   irregularidades  de Santoja, cuando este dirigía no sé qué departamento universitario y, a la vez, el Instituto Castellano Leonés de la Lengua. En principio, al parecer, nada que esté reñido gravemente con la ética ni con la estética. Actualmente, Santonja es  Consejero de Cultura de la Junta de Castilla y León, a propuesta de VOX. Santonja  es un intelectual,  un escritor y un investigador aficionado a los toros cuyos orígenes ha rastreado hasta más allá del siglo XII en publicaciones varias entre las que destaca Por los albores del toreo de a pie. Estudioso de la novela social española y defensor del patrimonio de arte castellano expoliado por Cataluña. Ahí está su libro clave para entender esta cuestión, Museo de niebla. Adalid de la unicidad indivisible del Archivo de Salamanca, como fundamento de la memoria histórica, mereció la descalificación radical de Ricardo de la Cierva que lo definió como ¨´un sujeto absolutamente indeseable para entrar en los Archivos de Salamanca¨´

Amigo de Rafael Alberti, José Bergamin y Alfonso Sastre; y de Juan Manuel Caneja, pintor de culto, el mítico pintor de los paisano y amigo de Fernando Arrabal  presumo que Santonja  no tiene demasiado en común con VOX,  salvo los toros como constitutivos de la  naturaleza de España, concepto filosófico al que no creo alcance la gente de VOX.  Gonzalo Santonja es un producto amargo del desencanto y del escepticismo, como toda la generación que hoy rondamos los setenta y ochenta años, que estuvo metida hasta el cuello en el antifranquismo tormentoso.   Una generación que venía a comerse el mundo y que en verdad acabamos comiéndonoslo, aunque sin resultados evidentes. Cuando era director del Instituto Castellano Leonés de la Lengua fue el impulsor de unas Jornadas,  memorables, sobre flamenco, teatro  y toros, rotuladas ¨´los toros a escena¨´  en el teatro Liceo. en las que participaron Maria Toledo que, al piano, bordó las bulerias por solea, el palo que más me gusta;  el traumatólogo del Rey Juan Carlos Borbón, doctor Ángel Villamor; José Ignacio Sánchez, la mejor izquierda novilleril que yo he visto en las Ventas acompañado por los alumnos de la Escuela de Tauromaquia que dirigía y armaron la marimorena,  Y hasta Santiago Martín, el Viti, poco dado a efusiones intelectuales , estaba emocionado de verdad.

 A Santonja  le pasa lo que le pasa por NO hacer caso a Franco, que aconsejaba ¨´haced lo que yo, no os metais en política¨. En realidad,  nunca hizo caso a Franco. Santonja se metió un tiempo en el PCE, vivió un exilio gozoso en Roma, peligro para caminantes según demostró Alberti, y se convirtió en compañero de Carmen Grimau, hija de Julián Grimau, víctima probablemente  intencionada del infame Santiago Carrillo,  fusilado por Franco tras ser torturado y  arrojado por la ventana de un segundo piso de la DGS en el callejón de Pontejos.  Santonja dejó el ¨revisionismo¨ del PCE, pero no su lejano espíritu libertario. Y ahora es Consejero de Cultura por Vox que, como Santonja debe de saber, pues conoce a fondo a Ingmar Bergman, pudiera ser el huevo de la serpiente. O sea, que diría Paco Umbral.

miércoles, 20 de abril de 2022

 

SIEMPRE CANEJA 

Título. El patrimonio ideológico, sentimental y artístico de Caneja. Su colección privada. Autor. Rafael del Valle. Editorial. Fundación Caneja. Páginas 242. Al cuidado de la edición y diseño Rubén del Valle

Decir Caneja es decir Palencia. Como decir Victorio Macho y su Cristo del Otero. Como decir Jorge Manrique y sus Coplas. Como decir Gómez Manrique, señor de Amusco, tio de Jorge, y los orígenes del teatro español. Entre sus muchas virtudes, este libro ha tenido la de agitar mi sensibilidad dormida, mis recuerdos canejianos, y comprobar que estos siguen inalterados en mi mente y en mi corazón. Es un libro primoroso de ejecución y totalizador en su planteamiento, Mucho se ha escrito sobre Juan Manuel Diaz Caneja,  pintor que podíamos catalogar como ¨´pintor de culto¨, sus rarezas y excentricidades generosas. su rechazo a compradores  de cuya ¨´moralidad¨ política y artística no tuviera constancia, ni siquiera en momentos de penuria económica. Caneja e Isabel Fernández Almansa. Isabel era una belleza espectacular, modelo de Balenciaga,  que se enamoró de un hombre callado y pintor, que podía pasarse horas enteras sin hablar escuchando o ignorando a los demás, elegantemente vestido con una chaqueta de pana fina..

Muchos han escrito sobre Caneja y muchos los poetas que le dedicaron versos, yo mismo publiqué en Akal, en coedición con el Ayuntamiento de Palencia, que presidía Heliodoro Gallego,    Caneja una mirada del siglo XX y utilicé profusamente su recuerdo en Madrid canalla, historias intelectuales y políticas del Café Gijón; pero quizá nadie lo ha hecho con la precisión y objetividad fría con que en este libro lo hace Rafael del Valle Curieses, director de la Fundación.  Rafael del Valle, en un notorio afán recopilador  aporta mucho material inédito.  Y  responde fielmente al título  El patrimonio ideológico, sentimental y artístico de CANEJA. Su colección privada. Entiéndase colección en el sentido amplio de testimonios, fotografías, cartas, tarjetas postales, libros etecé de Juan Manuel; no solo colección de pintura. Nada de  Caneja me fue nunca ajeno y menos desde que le conocí personalmente, mediados los setenta del siglo pasado en su estudio de la calle Manuel Cortina 11, pobre, desordenado y  triste donde una sola habitación era cocina, comedor, salón de estar y de tertulia y sala de pintura.  A él se llegaba por un pasillo tenebroso y estrecho donde se almacenaban cuadros, lienzos en blanco y cachivaches diversos. La presentación en su casa fue sencilla y sin retóricas, de palentino a palentino, de comunista a rojo en presencia de una Isabel reticente y a la defensiva. Yo llevaba una botella de güiski escocés, Johnie Walker etiqueta negra,  envuelta en papel de periódico, a la que Isabel no quitaba ojo. Más tarde me explicaría por qué. ¨´Este paleto de pueblo,  seguro que trae un Dyk de Segovia, ´, güisky español al que odiaba profundamente. En venganza a los recelos de Isabel, yo administraba el güisky con tacañería, menos mi vaso al que cargaba siempre un poco más, a palo seco y sin hielo. Al cabo de un rato, guardé la botella en una bolsa en ademán claro e intención de llevarme lo que quedaba. ¨´Eso no pensarás llevártelo¨´, soltó Isabel. El disgusto de Caneja era evidente y no se molestaba en  disimularlo. 

 El libro de Rafael del Valle  es un libro riguroso,  y sobre todo necesario, que refleja la historia de aquellos tiempos y el protagonismo arriesgado y jaranero de Caneja y sus amigos entre los que sobresalían Chueca Goitia, Paco Benet muerto en accidente en Oriente Medio y su hermano Juan Benet, ingeniero y novelista,  que acompañaba a Isabel a comunicar con Juan Manuel en las cárceles de Ocaña y Carabanchel. Y el filósofo y diplomático Carlos Gurméndez, muy del círculo canejiano. Con el novelista Jose Herrera Petere, autor de Cumbres de Extremadura e hijo de un general, fundó a primeros de los 30 una revista que duró solo un número y que se conserva en la Fundación, En España ya todo está preparado para que los sacerdotes se puedan enamorar. En el artículo editorial de la misma, se profetizaba la llegada de la República y que el Partido Comunista sería fuertemente reprimido.  Tuve la foruna de ser amigo de Juan Manuel y el privilegio, o la responsabilidad, de ser su albacea..  Para algunos,  como su amigo el gran escultor  Cristino Mallo, ácido  y antipático, hermano de la gran pintora Maruja Mallo, ser amigo de Caneja, era un salvoconducto. Cuando  supo de mi amistad, empezó a hacerme sitio en su mesa del Café Gijón, donde no admitía a nadie, y solitario leía el ABC y llamaba delincuentes a los ministros que el diario monárquico  sacaba en la portada.


 

Sahara mon  amour

Breve y desinteresada información sobre el Sahara para Pedro Sánchez, presidente del Gobierno Español y mayordomo de Marruecos y el Imperio. Pedro Sánchez es un inepto poliédrico.  Hace aproximadamente 40 años Emilio Sola, poeta y cervantista eminente, catedrático y fundador de la Vaquería, bar, librería  y tertulia ácrata de la calle Libertad número 8 de Madrid,  estaba de lector en Argel y en estrecho contacto con el Frente Polisario. Tinduf y los campamentos de refugiados. Propuso un viaje de apoyo de intelectuales españoles y sugería que yo me encargase de  organizarlo todo desde Madrid. Formamos un comité  compuesto  por Rafael Alberti, a título puramente representativo y ornamental.  La secretaria de la oficina del Sahara en Madrid, una eficiente, guapa y desinteresada madrileña, fue vital en los aspectos de burocracia. José Ramón Ripoll, excelente poeta gaditano y unos cuantos más que se fueron descolgando del asunto por una u otras razones. El viaje hasta Argel costaba 25.000 pesetas, vuelo incluido, que cada uno de nosotros apoquinó gozosamente. Y precariamente, todo hay que decirlo. Varios nombres ilustres de las letras y la poesía españolas se unieron a la expedición; Carlos Álvarez, José Manuel Caballero Bonald, Jesús Fernández Palacios, Fernando Quiñones y Nadia, su mujer ceramista italiana, Fernando Sánchez Dragó y una novia francesa guapísima,  Francisco García Navarrete, Javier Martinez Reverte, Agustín Millares, excelente poeta canario,  hermano de Manuel Millares, el pintor de las arpilleras: y puede que también  Fanny Rubio, no estoy muy seguro, historiadora de las revistas de poesía de la posguerra. De Barcelona llegó Jose Agustín Goytisolo, el autor de un celebérrimo poema de resistencia,  Palabras para Julia, su hija, y perdieron el avión Manuel Vázquez Montalbán y Juan Marsé. A Juan Goytisolo hermano de José Agustín, no le invitamos. Vivía en Tánger, la vida disipada y cosmopolita de Tánger, me parece, y era abiertamente promarroquí. Reverte y yo nos aprovisionamos de varias botellas de wisky, que nos pasó por el control García Navarrete, el cual además de ser abstemio lo parecía. ¨´Algo que declarar? ¨´Nada, agua mineral con gas¨¨. Apercibido del contrabando, Goytisolo no se separó de Reverte ni de mí  en todo el viaje. El güiski, en el desierto, bajo el cielo estrellado y diáfano, lo bebíamos a palo seco, por la noche, sin hielo como en las películas del Oeste.  Durante el dia,  los guerrilleros  nos llevaban a poblados y escuelas en las cuales los niños saharauis cantaban la tabla de multiplicar y aprendían la historia de España en perfecto castellano. La bella y jovencísima Keltum era una especie de relaciones públicas con el fusil Kalasnikov siempre al brazo; Emboiric era el ideólogo y Pedro un apasionado combatiente inseparable de su fusil. Un momento que nunca he  logrado olvidar es la visita a un campo de prisioneros marroquíes. El armamento, camiones y jeeps incautados,  habían sido proporcionados por España.  Respecto  al armamento,  el cínico doble juego de la diplomacia y el tráfico de armas.  ¡!Sahara mon amour!!!. Ahora Pedro Sánchez, presidente del gobierno español, ha vuelto a traicionar a los saharauis  rindiendo pleitesía a Mohamed VI. Se ha bajado al moro, podríamos decir. Una carta deplorable, mal redactada incluso con faltas de ortografía. Una oferta de vasallaje.

Ignacio Amestoy, el rayo que no cesa

Nunca mejor que ahora traer a colación el título miguelhernandiano, pues aprovechando el octogésimo aniversario de la muerte de Miguel,  Ignacio le rinde homenaje en una  conferencia  en el Círculo de Bellas Artes. Amestoy ha publicado hace poco un formidable texto, Lope y sus Doroteas o cuando Lope quiere, quiere, que ha sido llevado a la escena por Ainhoa Amestoy , la cual   en un excelente estudio, clave para entender la dramaturgia de Ignacio,  lo califica de gran homenaje al teatro. A partir de ahora este texto será definitivo en la exégesis teatral paterna.

Miguel Hernández en la cárcel de Palencia

 El aniversario de la muerte de Miguel en la cárcel de Alicante, a consecuencia de una precaria atención a sus dolencias,  ocurrió  el dia 28 de marzo de 1942.  Francisco de Cossío,  que le había dado trabajo en la magna enciclopedia de los toros del mismo nombre, la Biblia del toreo, con mucho predicamento ante Franco, visitó al dictador  personalmente y consiguió que éste conmutara la pena de muerte de Miguel a la  de cadena perpetua. Miguel Hernández había soportado los rigores de la cárcel de Palencia, la Siberia carcelaria de frio y hielo, donde le visitaba Josefina Manresa su mujer. Donde quizás empezó a gestarse un poema inocente y terrible, Las nanas de la cebolla. Posteriormente, años más tarde, un gran amigo, Manolo López, miembro del Comité Central del PCE, ocupó la misma celda. Desde ella, por un ventanuco se divisaba el Bar Madrid que se convirtió en un símbolo de libertad.  ¨´Tomar una caña de cerveza en el Bar Madrid, me contaba Manolo López, era la máxima libertad a la que algunos podíamos aspirar¨.

 

 

 

 

martes, 5 de abril de 2022

 

MERCEDES Milá  y Paco UMBRAL; ¨¨YO HE VENIDO A HABLAR DE MI LIBRO

No voy a felicitar a Mercedes Milá  sus  71  años,  primero porque no tengo motivos personales para hacerlo y segundo porque eso es un accidente cronológico que dejará de serlo cuando Milá cumpla 72. Nada tengo en contra de Mercedes Milá y tengo a favor, el reconocimiento profesional de sus triunfos, que nadie en su sano juicio puede poner en duda; algo tendrá el agua cuando la bendicen. Pero sí quiero recordarle un hecho en torno a Paco Umbral, al que llamaba amigo, amigo mío también, que fue motivo de jolgorio y ha perpetuado una de las frases más célebres, y triviales, de Paco; ¨he venido a hablar de mi libro¨´. Yo estaba allí y lo cuento tal como lo ví y tal como lo recuerdo. Sirva esto de felicitación a Mercedes Milá

Acababa de publicar Umbral un polémico y vitriólico libro contra el psoe, La década roja, creo recordar, y como buena profesional del periodismo la Milá le invitó a presentarlo en un programa de televisión que ella dirigía. Con no sé qué pretexto Paco me pidió que lo acompañara, no para hablar de su libro sino para irnos luego a cenar o a comer, no recuerdo la hora. El estudio estaba lleno de estudiantes ociosos y pendencieros, en principio forofos de Umbral, hasta que las cañas empezaron a tornarse lanzas. Con indudable habilidad y con los más fútiles motivos, la Milá iba demorando hablar del libro de Umbral, siguiendo al parecer órdenes de Felipe González, aunque de vez en cuando, fugazmente, mostraba la portada del libro.  Pero no hablaba de él y Umbral, aunque apercibido de la estratagema gracias a la confidencia de un amigo mío en televisión o la Moncloa, no recuerdo bien, perdió la paciencia. ¨¨Yo he venido a hablar de mi libro y no a escuchar estupideces de unos colegiales. O hablamos de mi libro o me voy¨. Y se marchó. Supongo que todo aquello quedó grabado. Yo lo recuerdo así y así lo cuento. Sírvame esta evocación para felicitar a Mercedes Milá,  figura emblemática  de la televisión en tiempos y hoy dia un tanto desdibujada y sin perfil.