domingo, 31 de mayo de 2015

TEATRO,TEATRO. LA CNTC EN LA COMEDIA; Y ELEJALDE EN LA CUARTA.

La vuelta al teatro de la Comedia.
Éramos pocos y parió la abuela. En el teatro de la Comedia se va a armar. Y no por motivos  políticos, que a lo peor también, sino por documentación histórica. Helena Pimenta reabre el Teatro después de una eternidad de obras que han tenido a la Compañía Nacional de Teatro Clásico exiliada en el Pavón; han quitado la placa conmemorativa del discurso fundacional de la Falange que José Antonio Primo de Rivera pronunció aquí. Amithe (Asociación de Amigos de los Teatro Históricos de España) me envía un breve comunicado. Resumido: “ese no es el espíritu de Amithe”. Razones históricas y no razones políticas, dice Javier López-Galiacho, el presidente.

Elejalde y la fiebre
Ha vuelto La fiebre de Israel Elejade y Carlos Aladro a la Cuarta Pared. Por los efectos sicosomáticos de este texto de Shwan me recuerda el teatro cruel de Artaud, la fiebre, la peste supuradora y depuradora que el teatro debe provocar. Un hotel de lujo y unas calles ensangrentadas. Un hombre de buena posición social que ve, cuenta e incluso reflexiona. Recordaré siempre esa Internacional rasgada, violenta como una blasfemia y dolorosa como un gemido, que arrancan del violonchelo las manos furiosas de Alba Cela. Momento para la antología del teatro no apto para progres. Saben mi vieja teoría: progresía es la negación de la izquierda. Exhibición actoral de Israel Elejalde con un texto envenenado que revuelve el estómago; ese lugar sagrado del cuerpo humano que registra las sensaciones antes de que la mente las procese.

Lo tuyo y lo mio, terapia en el Fernán Gómez.

Llegue a la sala pequeña del Fernan Gomez tras una serie de peripecias que si las contara punto por punto provocarían la carcajada.  Había dejado mi barbarie ibérica de la plaza de toros de las Ventas. Recuerdo a don Jacinto Benavente: “si los españoles no matáramos toros en los ruedo, seguiríamos quemando herejes en la plaza pública”. Cuando no puedo ver una corrida recurro a la linea dura de la crítica, Carlos Ilian o Emilio Martínez, de Diario Crítico que gustan mucho a la tribu insumisa del 7. Y al dueño de los jamones Guijuelo y toda la clientela. Ayer había rejones y no ha lugar. Los amigos taurinos me asedian, qué va a hacer Manuela Carmena con los toros. No lo sé, la conocí hace muuuchos años, cuando ejercía de jueza. Y luego le perdí la pista. Primero tiene que gobernar, si gobierna, luego dios dirá. Hay cosas más serias que los toros.

Tras tanta tribulación el destino premió mi tenacidad. Me hallaron un hueco, el único que quedaba en el Fernan Gómez; la sala abarrotada. Y me encontré con Karen Gutiérrez, Manuel Ramos y Didac Flores que cantan muy bien, interpretan muy bien y, cuando se tercia, parodian muy bien; sin tapujos ni complejos. Esa es la clave de este montaje sencillo, fresco, irreverente. Una historia de amor y desamor cantada; una historia agridulce trivializada por la ironía e incluso el sarcasmo; pero siempre amable gracias a la música y al desparpajo de Karen Gutíerrez y Manuel Ramos. Exitos de siempre: Raphael, Rocío Jurado, Karina, Mocedades, Ana Belén… Y un momento, clave para mí memoria sentimental; la parodia que Didac Flores, director musical de Lo tuyo y lo mio,  hace  de la  canción autobiográfica de doña Concha Piquer: yo soy la otra la otra que a nada tengo derecho porque no llevo un anillo con una fecha por dentro….Sublime. Y un derroche de talento. Solo por esto di por bien empleada tan catastrófica tarde. Y volví a sonreir, como el público que llenaba la sala. Bueno, el público que llenaba la sala no sonreía: reía a carcajadas.  

jueves, 28 de mayo de 2015

TEATRO. LEON FELIPE Y LA ESPAÑA PEREGRINA.

Apátridas y desterrados.
El Festival de Chamberí, de Unir Espacio, ha concluido con Lágrimas sobre el viento, un oratorio a tres voces de Gabriel Antuñano sobre León Felipe, el poeta errante. Se trata de una dramatización de la vida y obra de este peregrino, romero siempre romero, dirigida por Ignacio García que ya dirigiera La sangre de Antígona, de José Bergamín, primera pieza de la recuperación de esa España Peregrina emprendida por Unir.
Antuñano es uno de los máximos conocedores de esta parte de la cultura española, amputada por el exilio brutal del 39. León Felipe se desterró antes, pero forma parte de esa España Peregrina, vilipendiada en ocasiones y siempre mal entendida. Lágrimas en el aire descubre la teatralidad, el fundamento escénico de buena parte de la poesía de León Felipe, a falta de que algunas de sus obras de teatro se pongan en pie. Antuñano e Ignacio García han construido una obra que, por razones para mí ignoradas, se ha quedado en lectura dramatizada. Se resiente con ello el espectáculo, pese a las voces esenciales de Santiago Ramos, Raúl Escudero y Aurora Cano.
 Aquí está la poesía del éxodo, del llanto, la añoranza, la increpación y la cólera de un hombre libre. Recuerda Antuñano el esquizofrénico episodio del Congreso de Escritores Antifascistas en Valencia, en el que no se le permitió hablar; sólo Cesar Vallejo compartió su soledad. Y recuerda Antuñano la mordacidad de León Felipe al referirse a los demás poetas, comparable solo a la de Luis Cernuda, al que califica de antipático y Juan Ramón, al que define como “poeta de gabinete y laboratorio”. Celaya, un camelo; Blas de Otero, un vasco de palabra dura; Gerardo Diego, la gran boñiga. Dámaso Alonso, buen poeta, aunque zorro y borrachín. El único entusiasmo es para Lorca , y sobre todo, para Emilio Prados.
 Memoria histórica es lo que está haciendo UNIR. Memoria histórica de buena ley, como demuestra el paso por este Festival de Max Aub, Bergamín, León Felipe y poetas del exilio interior como Blas de Otero, Angela Figuera, Gabriel Celaya…. Hablando de España, cantando a España; llorando  por España al compás de una soleá o una petenera de Antorrín Heredia, el recitado de Sabela Hermida y la dirección de David de Loaysa: Que callen los políticos y hablen los poetas, podría ser el lema de esta tendencia a recuperar la memoria histórica verdadera, lo cual en cierta medida atañe a mi posición sobre la España de dentro y de fuera.
 Siempre estuve liado con la Memoria Histórica; la España Peregrina, la recuperación del exilio, el recuerdo de los desterrados.  No fue  nuevo  que Zapatero, de presidente del gobierno, formulara ese concepto, pero sí lo fue la manera en que lo reformuló. Me inquieté cuando, deambulando por mis pueblos de Palencia, los más viejos del lugar me dijeron: “lo malo es que a pocos kilómetros de una huesa de rojos puede aparecer  un huesa de azules. Y vuelta la burra al trigo”.
España tierra de desterrados; el Cid Campeador el primer español desterrado cuando aún España no existía. Concluido el tránsito de Hablando de España, y Lágrimas sobre el viento, vuelve a la sala de Arapiles 16 Las Mocedades del Cid, dirigida por Roberto Santiago. Rodrigo Diaz de Vivar y siglos más tarde, a lo largo de la historia, los disidentes, los heterodoxos afrancesados, ilustrados, republicanos... Esta es la memoria histórica que España debe recuperar.
Escaparate de librería.
11M. Once días de junio. Autor Víctor Llano.-Edit Última edición.

El atentado de los trenes de de Atocha que se saldó con 200 muertos y cientos de heridos es una herida  que no está cerrada; también esto es Memoria Histórica. Hay una versión oficial que muchos no aceptan. Y hay una versión sospechada, intuida, cuyo fantasma no ha logrado licuar las explicaciones oficiales. 11M Once días de junio trata de estos enigmas no resueltos. Es una novela política; y por lo tanto es una novela policiaca, una novela negra. Con sus muertos, sus esbirros y sicarios, sus tramas negras, policías corruptos, abogados inocentes y solitarios. No voy a descubrir los entresijos de esta novela de Víctor Llano porque lo elemental de un comentario es no destripar la trama y mucho menos el desenlace y claves de los enigmas. Hay un abogado atormentado por el cruento y brutal suceso y sus verdades ocultas y por una crisis sentimental derivada de su obsesión indagatoria; hay víctimas, hay verdugos, hay un comisario de Policía que estuvo muy cerca de los sucesos; hay iluminaciones reveladoras y hay una profunda desolación. Las cloacas, las aguas oscuras de los pozos negros. Lo dicho: una novela negra.   

miércoles, 27 de mayo de 2015

AMESTOY; UNA CELEBRACIÓN. El TEATRO,PATRIA DEL HOMBRE.

Celebración en torno a Ignacio Amestoy

En un Madrid convulso por la fragorosa resaca electoral del dia anterior el teatro resiste. Y se une y manifiesta en torno a Ignacio Amestoy, al margen de banderías. Una verdadera celebración en el auditorio de la Casa del Lector, del Matadero. El pretexto podría ser cualquiera, pero sido la publicación de dos obras  en Cátedra: Violetas para un Borbón y Dionisio Ridruejo, una pasión española. Ambas han tenido ya los honores de las tablas, que es el lugar natural del teatro escrito; pero está bien tenerlas a mano, la representación es fugaz y el libro perdura. Y estimula el recuerdo, la imaginación y el conocimiento del autor. Amestoy escribió Una pasión española hace 30 años. En estos tiempos cobra especial fuerza la larga travesía de Dionisio Ridruejo, del fascismo a un democratismo convencido y profético.
 Cumplido el destino escénico, y aun sin cumplir, leer teatro es una de las cosas más gratificantes para  un hombre de cultura. Más memoria quedará de muchos autores, de imposible acceso a las tablas, por el libro que por la representación.
No es el caso de Amestoy, que estrena y publica. En el transcurso de la celebración, Francisco Vidal, que dirigió hace algún tiempo Violetas para un Borbón, ofreció reponerla. Utilizo el término celebración porque me gusta más que el de homenaje, que es como estaba anunciado el acto y porque lo que ocurría en el escenario y en la sala era, precisamente, el júbilo por un autor imprescindible  en la dramaturgia española.
 Los homenajes en este país llamado España suelen ser  insólitos y académicos o interesados con cierto tufo de posteridad. Amestoy es presente vivísimo del teatro español, por eso utilizo el término celebración que es más litúrgico, más ritual y, por lo tanto, más teatral. Y más abierto como corresponde a la personalidad poliédrica de Ignacio Amestoy; una resultante dialéctica de elementos en apariencia contrapuestos: creador, gestor, organizador profesor.  Su teatro tiene el elemento fundacional de la palabra, del don literario con una particularidad que seduce a directores audaces: la palabra refuerza los  caracteres y la acción escénica; o sea una auténtica poética dramática.
Con frecuencia, tras una puesta en escena, una entrevista, un artículo o un cambio de impresiones en un estreno, he reflexionado sobre el alma plural de Amestoy. Ignacio tiene tres almas y eso le permite transitar varios caminos a la vez sin tener que desprenderse de ninguna: una rara unión hipostática de varias naturalezas. El alma periodística, indisoluble de su actividad diaria, le mantiene pegado a la tierra y a la realidad; el alma de dramaturgo le permite reelaborar esa realidad  y  recrear un mundo  cuyas razones y sinrazones trata de descubrir constantemente; el alma de gestor y organizador es la más prosaica, pero viene impregnada de esa poética dramática aludida; y de esa iluminación del periodismo, lo cual  la convierte en una manifestación de la amistad.
La amistad en Amestoy no es una virtud abstracta. Me atrevería a decir que es otra alma; pero cuatro almas son ya demasiadas almas incluso para Ignacio Amestoy. Ayer, en la celebración de la Casa del Lector se percibía ese sentimiento de reciprocidad multidireccional: la amistad. En un Madrid convulso y colérico, pudimos comprobar que el teatro es la verdadera patria del hombre.

   

sábado, 23 de mayo de 2015

SAN ISIDRO. HISTORIA DEL RABO DE PALOMO LINARES


Una gesta que no fue gesta. 
Las corridas de rejoneo son un trámite de descanso en las tensiones isidriles de las Ventas. Cuando yo ejercía la crítica en El Mundo, (25 años 140 crónicas por temporada) donde sigo haciendo lo de teatro, las dejaba para  que se luciera el segundo. Segundo es en la jerga, el peón de confianza del maestro; en periodismo de toros no hay que fiarse: segundo es el que sueña con cortarle la cabeza al primero. Peter Pass un comunicador asiduo de tuiter me cita cerca de las Ventas, las Ramblas, para conocernos. Me llama Maese Villan y ese toque clásico me atrae, pero no puedo.  Gracias de todas formas. Hoy toca teatro y, de refilón, por el Plus, un poco de corrida. Puerta Grande, y a lo grande, de Leonardo Hernández, exhibición torera de Hermoso de Mendoza, cumbre en el quinto; y exhibición matarife: pinchó hasta la exasperación. Bohórquez es un clásico y cuando los clásicos se ponen plúmbeos se ponen de verdad.
Tengo información de primera mano, mis espías infiltrados en la Zarzuela,  de que, tras el elogio de ayer al retrato de los Borbones que Nekane expone en la sala Antoñete de las Ventas, la Casa Real ha enviado ojeadores clandestinos. Desde el retrato que les hizo Antoñito López andan mosqueados. Nekane los ha pintado mejor, palabra. Aunque con Antonio salían más almibarados, de puro cortesanos. Un detalle, la Infanta Helena volvió a las Ventas y recibió el brindis de Pablo Hermoso de Mendoza.
Han descubierto en las Ventas del Espíritu Santo un azulejo conmemorando la gesta de Palomo Linares, el  rabo que don José Antonio Pangua, presidente, otorgó a Palomo en San Isidro de 1972. Desde 1942  no sucedía tal proeza en las Ventas. De esa gesta escribieron Alfonso Navalón, Diaz Cañabate y   Vicente Zabala Portolés:
Cañabate ironizaba en ABC “el rabo, el rabo..El presidente lo concede. ¿Por qué no?. Qué es un rabo?. Cuatro pelos mal contados”.
Zabala Portolés, en El Alcázar, era más rotundo: “Madrid será una plaza más gracias al señor Pangua. La que un dia fue  primera plaza del mundo queda vejada por el capricho de un caballero que no ha sabido respetar lo único que quedaba: unas gotas de tradición y señorío”.
Alfonso Navalón en Pueblo no consideraba la concesión un capricho, sino un soborno. Afirmaba que el comisario Pangua habría sido recompensado con 500.000 pesetas. ¿Por quién?. No se sabe. Navalón era un recio debelador del toreo de Palomo al que entonces apoderaban los Lozano. Los Lozano, eso me parece que es seguro, llevaron a Pangua de Presidente de la plaza de Lima. Al dar la vuelta al ruedo con el rabo entre las manos, Palomo se encaró con Navalón y lo puso a parír. Quizá no sabía la que le esperaba en la prensa de Madrid al dia siguiente; ni en la andanada del 8 donde los abonados se presentaron luciendo crespón negro. Un velatorio.


JORNADA DE REFLEXIÓN; RETRATOS ELECTORALES DE MENDIGOS




A ras de calle y de miseria.
Hoy es jornada de reflexión. Y yo tomo las cosas al pie de la letra y reflexiono en voz alta desde este modesto blog que muchos han dado en llamar ya Un Voz sin Amo.
Lo primero sobre lo que tienen que reflexionar los políticos es en interiorizar la amplitud del desastre  a que han llevado a  España, llamado no sin razón y causa las Españas. Lo segundo es qué van a hacer para sacarnos del atolladero. El periodo de discursos ha concluido. Y, con más o menos fundamento, casi todos han quedado con el culo al aire; a quien no se le descubre un chanchullo, se le airea una declaración de renta; y si alguien está puro y sin mancilla se huronea en las cuentas de amigos   y familiares. En esto son maestros los políticos candidatos: en airear sus trapos sucios y hediondos. Can-di-da-to: vestimenta blanca, inmaculada de los aspirantes. Parece un sarcasmo. ¿O no?.
Los mendigos también reflexionan.
En mi zona, entre la plaza de Castilla  y la estación de Chmartín, hay varios mendigos, o méndigos en la jerga popular. Es un barrio de profesionales cualificados, clase media, en líneas generales sólidamente instalada, conservadora; salvo leves  excepciones, no les molestan los méndigos. Verían mal que, para adecentar el paisaje, el nuevo edil o edila hiciese una redada de esas que llaman higiénicas. Los méndigos de mi calle son gente de distintas nacionalidades, papeles y fechorías. Y puede que alguno sin nacionalidad, sin papeles y sin fechorías. Tienen algo en común: estas elecciones se la sudan, no  van a solucionarles sus problemas. Se saben los nombres, de los candidatos, más o menos, pero no me dicen a quién van a votar y ni siquiera si van a votar.
El primero, a mano izquierda según salgo de mi portal, frente a un supermercado, es un nigeriano alto y delgado como aquellos negros que salían en Las minas del Rey Salomón. Se llama Denis lleva muchos años en España y vende La Farola cuando la Farola ya no existe;  lleva un número atrasado que nadie compra. Sonríe siempre, nunca pide y cuando ve a una señora cargada de mercancías le echa una mano  y se las lleva hasta el ascensor. Suelen remunerarlo bien.
Hay uno que ya es de la familia: Bruno. Es lo más parecido a un clochard. Vive y “trabaja” por aquí hace muchos años; a la mendicidad la llama “el trabajo”. Tampoco necesita poner la mano, la gente le da dinero, ropa, comida, cosas. Y Bruno mantiene la acera limpia y barrida. Cuando la huelga de basuras,  organizó a los suyos, mantuvo la calle en orden y los piquetes no se acercaban por aquí. Uno del grupo, del que decían que venía de Ocaña, lo llamaba esquirol. “Ya ve usted, me dijo un dia el de Ocaña o de donde fuera, por robar una barra y un barra de mortadela; a la trena”. Bruno  agradece hasta los  buenos días  con una sonrisa blanca entre el bosque negro de sus barbas y su mugre.
Bruno es muy solidario, todo lo comparte y esto, a veces, le perjudica; a su banco llegan amigos de todos los puntos de Madrid y en ocasiones  meten bulla que molesta al vecindario; pero se aplacan pronto. Cerca está Agustín, una escisión del grupo de Bruno, que limosnea por su cuenta. Saca poco y cuando las cosas aprietan se aproxima al grupo del que se escindió. También entre el lumpen hay separatismos; una difusa  lucha de clases.
A unos cien metros,  está una rumana joven  a la que le falta una pierna y esconde la otra en amplísimos pantalones mugrientos para dar más lástima . Tiene malas pulgas y se cabrea si alguno no le da, que son casi todos. Está sentada en el duro y frío suelo, muy cerca del kiosko,  y yo suelo guardarle las vueltas de los periódicos de fin de semana. Sólo dice “oye” y “gracias”, salvo si la limosna llega al euro, que entonces dice “oye, oye hermano, gracias hermano”.
 Más alejados hay otros rumanos, mirados siempre con recelo pues la gente dice que es una mafia. Esos no son de mi jurisdicción. Todos, los fijos y los transeúntes, tienen un horario estricto; a las tres de la tarde la calle queda limpia de pordioseros. Menos Bruno  que suele estar a tiempo completo. 

Como estamos en jornada de reflexión no digo más. Los lectores de  este blog, Una Voz sin Amo, habrán podido comprobar mi escrupulosa neutralidad. Incluso si digo que a lo mejor no voto, eso no es campaña sino el reconocimiento de que nadie me convence; menos los alcaldes de mis dos pueblos, Torre de los Molinos (Palencia) y Colmenar Viejo (Madrid).

jueves, 21 de mayo de 2015

RETRATOS ELECTORALES. EL COLETAS


Revolución socialdemócrata.
El Coletas, nombre que ha desplazado el genuino de Pablo Iglesias, es un hombre carismático, pero está cansado y eso reduce su carisma. Es el icono de Podemos; apenas conocemos a los candidatos electorales de esta formación emergente, pero sabemos que detrás de un rostro anónimo o de un nombre desconocido está Pablo Iglesias. Ese es el carisma, ese el liderazgo. Ante él empalidecen sus brillantes compañeros de aventura: Monedero, Errejón, Echenique.
Entró en la política activa española como un caballo en una cacharrería. Y en, unión de Errejón y Monedero, fue aclamado como la Santísima Trinidad  depuradora del fangal: el bipartidismo corrupto, la casta, los establos de Augías. Era la Revolución, con mayúsculas. Y este país llamado España reaccionó como reacciona siempre, demonizando a quienes le han engañado; luego las cosas se calman y volvemos a lo mismo. El cabreo que la gente tenía  contra la casta, afortunada acuñación política de Podemos, lo vimos  traducido en votos y le abrió a Pablo Iglesias un horizonte  de turbas descontentas.
Podemos, o sea Pablo Iglesias, ha moderado su discurso incendiario y ha perdido seguidores. Reproduce un poco el esquema del PSOE de la transición: el pragmatismo transformista; pero con la moderación dialéctica ha perdido más seguidores de los que ha ganado. Casi todo el mundo percibe que Pablo Iglesias se ha instalado en una socialdemocracia cauta y conservadora y que eso no lo va a llevar a ninguna parte.
 Para los confusos, añade más confusión y se mete  en un jardín ideológico y  “socialdemócrata al estilo de Marx, Engels, Rosa Luxemburgo y Vladimir Illich…”  (Sic) Pare el carro. En una campaña electoral eso no lleva a ninguna parte…Y la asimilación de Rosa Luxemburg a Lenin es, sencillamente, un contradiós. Cuando en estos tiempos, y desde hace muchos tiempos, hablamos de socialdemocracia todos sabemos a qué nos estamos refiriendo: un simulacro de Izquierda; una suplantación.
Puede que con Manuela Carmena rinda las almenas de Madrid; sería una hazaña. Es lo único que inquieta al PP; de Antonio Miguel Carmona ni caso. El difuso candidato del Psoe a la alcaldía de Madrid se ha perdido en la palabrería aprendida en las tertulias televisivas de las que era una estrella; Carmona procede de la nada y probablemente va a la nada.

Hay algo que me preocupa de Pablo Iglesias si en unión de Manuel Carmena llega a tener influencia en el ayuntamiento de Madrid y, por lo tanto en sus teatros, municipales o no: aquella estupidez de “las mariconadas del teatro”. Puede que sus enemigos lo sacaran de contexto y aquello fuera una broma entre coleguis pasados de copas. Pero las chorradas siguen siendo chorradas independientemente del contexto y del descontexto.

martes, 19 de mayo de 2015

RETRATOS ELECTORALES. MANUELA CARMENA. LA TAPADA.


Manuela Carmena, la tapada.
A la Espe, castiza y verbenera, le ha salido un divieso en salva sea la parte, allí donde la espalda pierde su honesto nombre; las posaderas que dicen los exquisitos  y la gente del común llamamos culo: se trata de  Manuela Carmena, la roja, la ex del Consejo General del poder Judicial que, apuntalada por Podemos, empieza a asaltar las almenas de Madrid castillo famoso que al rey moro alivia el miedo. Pánico empiezan a tenerle a esta mujer   muy activa en  la Santa Transición y en el tardofranquismo cuand queríamos hacer la revolución.  No cree en las encuestas que la ponen, en previsiones de voto, casi a la altura de Esperanza Aguirre, con lo cual  Manuela Carmena podría  gobernar Madrid al frente de la morería comunista. Manuela Carmena sigue siendo un poco  inocente; en las encuestas hay que creer si son favorables.
De Manuela Carmena muchos tenemos una imagen histórica y combativa; la que tiene ahora está más difuminada. Yo prefiero dibujarla con los perfiles que la definían mis amigos Manolo López y Lola Sacristán, de la élite combativa y proletaria del PCE, que la veneraban: inteligencia y honradez; y fe, esperanza y caridad de hierro en sus convicciones.
 La Espe castiza y retrechera ha tratado de buscarle las cosquillas de las cuentas de su marido, el marido de Manuela Carmena, pero no ha habido forma de hincarle el diente; para eso la Espe lo tiene más fácil en gente de su partido a la que detesta de todo corazón y yo a aplaudo: la Cospe  sin ir más lejos.
El Ayuntamiento de Madrid tiene, me parece, unos 30.000 funcionarios y, pese a todo, doña Ana Botella ha externalizado muchos servicios. Manuela Carmena se pregunta y le ha preguntado a doña Botella  que  explique para qué sirven tantos funcionarios si luego hay que privatizar, o externalizar, servicios. O sobran funcionarios o sobran externalizaciones.
No sé  qué piensa del teatro y del destino del Teatro Español, buque insignia de la cultura española desde hace 400 años.  Eso es importante o al menos es importante  para toda la tropa de la farándula. Siendo un icono de Manolo López y de Lola Sacristán, no tengo ninguna duda sobre las raíces político-teatrales de Manuela Carmela. Manolo y Lola eran gente de teatro y de toros; eran gente de Pérez Galdós. Salían de Yeserías y de Carabanchel y se iban al 7 de las Ventas a aplaudir a Antoñete; o a  Curro Vázquez, yerno de Domingo Dominguín, un rojo que escondía a Julian Grimau y a otros forajidos en los chiqueros de la plaza.
Pero no es tanto cosa   de gusto y disposición personales, como de una idea   imprescindible para la marcha de la sociedad. Una sociedad que desprecia el teatro está condenada a la extinción, a una extinción civilizada quiero decir. El teatro es el termómetro de una sociedad. Rajoy creo que nunca ha pisado una sala de teatro para no tomarse la temperatura. Estas cosas tendrá que matizarlas Manuela Carmena si pretende  gobernar con Pablo Iglesias que está diciendo demasiadas bobadas en la campaña electoral.
Palencia y la exposición de Félix de la Vega
Cárcel de Palencia; en ella estuvo Miguel Hernández. Y Manolo López el amigo de Carmena, que acabo de citar, más tarde. A esa cárcel reconvertida iba a ir el “legado Javier Villán”, un humilde servidor, y ya tenía elegido el lugar donde iban a ir los mejores cuadros de Caneja que poseemos Ana y yo: la celda en la que estuvo Manolo López. Pero los ediles de Palencia prefirieron hacer un museo de la policía nacional nada que objetar, un respeto. En consecuencia el legado Villán se marcha a la Fundación Jorge Guillen de Valladolid.
A Alfonso Polanco, alcalde del PP no le interesa mucho la pintura; Ayer se clausuró una magna exposición de Felix de la Vega en la Fundación Caneja, Bululú, un gran homenaje al teatro desde la pintura. Aunque ha tenido una gran acogida popular, a las autoridades no parece haberles interesado ni mucho ni poco ni nada. Sólo al ex alcalde, Heliodoro Gallego que ya no es autoridad. Así que quienes quieran saber cuál va a ser el destino de la cultura en Palencia que sigan votando a los mismos. Celebro la exposición de Félix de la Vega porque, entre otras cosas, le he hecho el prólogo y he puesto textos a sus cuadros que nacen del libro El viaje entretenido, de Rojas Villandrando.




sábado, 16 de mayo de 2015

RETRATOS ELECTORALES E. AGUIRRE, G. MONTERO

Esperanza Aguirre; la depredadora.
Es una depredadora y va dejando las cunetas llenas de cadáveres, especialmente de su partido, el PP. En consecuencia, su partido la quiere menos que la oposición, lo cual es un contradiós; pero es así. La necesita. Quizá por eso tengo querencia por Esperanza Aguirre; porque es una granada de fragmentación. Tranquilos, no es una perversión de los sentidos. La Espe es como un tren de alta velocidad que, sin plantearse echar el freno, atropella al rebaño. Si la aspirante a la alcaldía de Madrid fuera el pastor, le gritaría al tren “chufla, chufla; que como tú no te apartes...” Es peor para su partido que para los otros. Y antes muerta que pactar con Rajoy o Cospedal; antes la verán de marmitón o de grumete de Albert Rivera que de cómplice de la Cospe, de Gallardón, o Ana Botella a la que ha hecho un desaire en su despedida de alcaldesa. Eso se llama evitar la contaminación. Gallardón y doña Botella son hace tiempo dos muertos políticos.
La Espe es mucha Espe y como llegue a la alcaldía de Madrid, cortará las cabezas de los guardias que la quisieron multar por una infracción de tráfico. Ya se está preparando una desbandada. A mí, como escritor de teatro y hombre de la farándula, me preocupa  qué va a hacer con el Teatro Español y los otros teatros municipales. Juan Carlos Pérez de la Fuente es hombre de doña Botella que lo puso a dedo, siendo el menos votado de la terna que los hombres buenos de un Comisión Especial le presentaron a la esposa de Aznar. Lo cual no quita para que Pérez de la Fuente sea buen director. Ha sido quien mejor ha entendido a Fernando Arrabal, menos en estas Pingüinas cervantas epifánicas en las que nada hay entender, salvo para la brillante mente de García May. No sólo en el institucional CDN, sino en lo privado Pérez de la Fuente ha hecho grandes cosas. Por ejemplo, hizo un montaje memorable de Alfonso Sastre, Ulalume, el mejor autor español de la segunda mitad del siglo XX incluido el último Arrabal.
Doña Espe tiene querencia por las privatizaciones. Es lo que hizo  con los teatros del Canal, a la sombra de Albert Boadella: una privatización encubierta. Privatizaciones o externalizaciones, horrible palabro muy de moda. Por negarse a esa amenaza de externalización o privatización, se marchó Natalio Grueso, dejándole a Pérez de la Fuente un campo minado.
Doña Espe le da capotazos a la tora pensando que se los da a los separatistas y tiene abono desde hace siglos en una andanada de las Ventas. Es prima de Jaime Gil de Biedma, un gran poeta menor, un maldito también menor, que se miraba al espejo de madrugada y al ver las huellas de su borrachera se echaba la bronca a sí mismo, “ay Jaime si no fueras tan puta”: Jaime, Jaime, poeta que quería vivir como un noble arruinado entre las ruinas de su inteligencia. Para compensar, Esperanza Aguirre es cuñada de un forajido del teatro español, Iñigo Ramírez de Haro. Pero eso no es culpa de ella, sino de su marido, hermano del susodicho.
Como los matadores aguerridos, va de frente, en corto y por derecho. En una cena del Premio Paquiro, cuando yo era maestro de ceremonias del mismo, le pregunté si era verdad cierto oscuro cambalache, y muy lucrativo, entre la empresa de la Ventas y la Cam; me contestó; “es verdad, pero como lo publiques lo desmiento”. Lo publiqué y doña Esperanza Aguirre no me desmintió.
Hace mucho tiempo andaba yo como puta por rastrojo -o como gheisa por arrozal que diría Umbral- buscando sala para exponer los cuadros de Caneja y me cedió las salas del Conde Duque. Caneja era un rojo acreditado y con pedigree de cárcel. Le preguntó a Caruncho, su asesor en cosas de pintura, ¿es buen pintor? Caruncho le contestó: Un genio. Pues que venga al Conde Duque. Esta es la Espe que yo conozco mejor. Solo por la tirria que le tiene a la Cospe y a Mariano Rajoy, me cae bien. Rajoy no le perdona que, en un célebre accidente de helicóptero, a él se le demudara el semblante y ella pareciera un paraca con muchas horas de vuelo. Tampoco le perdona otras cosas; pero esas se las calla para los navajeos cachicuernos del partido.

Luis García Montero, el poeta.
García Montero, ha irrumpido en la política invocando el amor. Luis García Montero, el poeta de la nueva sensibilidad, conviene matizar. Fiel a su poética, pretende llevar a la política los principios líricos de la metáfora. Hay precedentes; en las primeras elecciones de la democracia orgánica bis, Marcos Ana no se comió una rosca en Burgos aunque el PCE lo apoyó con toda la artillería, la poca artillería que tenía y que, paradójicamente, era más de la que tiene ahora. El tiempo y Carrillo, el infame, desarmaron al PCE: el desarme ideológico y desleal que acostumbra a decir otro poeta, Carlos Álvarez.
Fraga Iribarne tiró de archivo, su archivo de Causa General, y trató de demostrar que Marcos Ana, el preso más demorado de la Dictadura, había arrancado de un mordisco la oreja a un cura. O sea que el poeta carcelario, como todos los comunistas, era un comecuras.
Rafael Alberti sacó escaño por no sé dónde, evocando Noche de Guerra en el Museo del Prado y Las coplas de Juan Panadero y toda su poesía de combate. Aquello era el PC desmantelado por Carrillo, aliado de Suarez en la restauración democrática cuando Franco acababa de morir; esto, es IU y la derecha nostálgica o liberal visionaria está muy crecida. Izquierda Unida IU ha sido siempre o casi siempre un apéndice, la cola del PSOE que le espanta las moscas cojoneras que le molestan. Algunos nos borramos de IU porque los renegados del PC la estaban convirtiendo en banderín de enganche del felipismo. Quienes ahora, en unión de Luis García Montero, se han tirado a la calle y al monte electoral, fueron los intelectuales orgánicos del felipismo y el zapaterismo.
Aunque García Posada declarase un verso de Luis, el mejor endecasílabo del siglo XX, “tú me llamas, amor, yo tomo un taxi” no se puede entrar en una política de tiburones depredadores como un pececillo del amor, te devoran. El sarcasmo de Antonio Lucas ha definido muy bien la situación; “si unos hablan de desnudez y otros de amor, polvo seguro”. Veremos que lodos nos traen estos polvos.
Raúl del Pozo con la inteligente maldad que le caracteriza ha llamado a la lista de García Montero de Izquierda Unida para la Cam, Alforjas para la Poesía. Alforjas para la poesía era una sesión dominical de poetas afines a Conrado Blanco, los domingos en el Lara, después de la preceptiva misa de 12 y los pasteles para la familia.

Lo que sea, el viejo agitpro se ha puesto en marcha con la inmediatez instintiva de los viejos conspiradores: Miguel Ríos, Juan Diego, Sabina, Bosé, los rockeros que nunca mueren. Seguro que no votaré, pero si, en un momento de enajenación mental transitoria, lo hiciera, puede que votara a IU. Las municipales son otra cosa; se vota sobre todo en los pueblos y en las pequeñas ciudades a las personas y no a las ideologías. A esas con las que tomas un vino, saben tus problemas y charlas de toros o de fútbol. Y yo vivo en un pueblo: Colmenar Viejo.

lunes, 11 de mayo de 2015

ESPAÑA DEL DESTIERRO,SALA UNIR. DEL CID CAMPEADOR A BERGAMIN

Arranque brillante del primer Festival Unir Teatro de Chamberí. Las mocedades del Cid, Guillen de Castro dirigido por un hombre de cine y de televisión Roberto Santiago; en la sala UNIR que hasta hace poco fuera El Sol de York. Rodrigo Diaz de Vivar, primer desterrado español de un territorio que entonces aún no se llamaba España, la tierra cainita. “Al destierro con doce de los suyos, polvo sudor y hierro, el Cid cabalga” (Manuel Machado). El Festival seguirá con Hablando de España, (Unamuno, Cernuda, Celso Emilio Ferreiro, Salvador Espriu, Gabriel Aresti, Alberti, Max Aub…) la España única y pluricultural, la transterrada, dirigido por David de Loaysa. El festival cerrará con Lágrimas sobre el viento, de Gabriel Antuñano sobre León Felipe, el poeta errante, dirigido por Ignacio García e interpretado por Santiago Ramos: la España peregrina. Ese es el quid de la cuestión.
Teatro Unir ha rescatado un texto que refleja el concepto del honor con tanta intensidad como Calderón. La muerte del Conde Lozano, padre de Jimena, a manos de Rodrigo por haber ofendido a su padre Diego Laínez desata un memorial de agravios.
Roberto Santiago, ha resuelto las dificultades del texto con un montaje en el que funde las ceremonias y el protocolo de la Corte, la épica de la guerra y un hombre y una mujer que se aman; y que se odian por culpa del honor. Este montaje es el resultado de un laboratorio-taller de la Escuela de la Unir, centro superior de profesionales que pretenden enriquecer su oficio. Parten del Método, de raíz stanislavskiana, pero hay también un eco lejanísimo de los laboratorios de Grotowsky.

Ramón Gómez de la Serna.
El Teatro en Madrid desborda todas las previsiones, todas las posibilidades, todo lo imaginado. Teatro a todas horas, todos los días y en todas partes. En el Conde Duque, un domingo por la mañana -como si fuera una misa de doce- Pedro Manuel Víllora convoca en torno a Ramón Gómez de la Serna. Víllora es una de las inteligencias luminosas y más audaces del teatro español. Y lo será más si su dedicación burocrática al gobierno de la RESAD no lo pervierte. Aparte de deformar talentos naturales con venenosos academicismos, los profesores de la Resad han alicortado algunos otros.
Víllora tiene ya una obra consolidada; y publica más que nadie aunque no estrene más que nadie. En esto no le ocurre ni más ni menos que a los demás autores españoles. El Ramón de Pombo es una regocijante inmersión en el cuadro de Solana, la tertulia de la célebre cripta y sus códigos. Paso por el patio de arrastre siempre que voy a las Ventas. Imposible no recordar El Desolladero, acaso el mejor cuadro de Solana, aquel paleto que llegó a París preguntando en la estación dónde estaba la fonda. Conmueve la fidelidad ramoniana al cuadro del Pombo y a todos los retratados: Bergamín, Borrás, Bacarisse, Vighi… Dirige el breve texto Félix Estaire. Siempre hay motivos para volver sobre Ramón y... sobre Víllora… De momento, ya saben: todos los domingos a las 12,00 y las 13,00 horas en el Conde Duque. Como si fuesen a una misa laica: la misa de Ramón.

viernes, 8 de mayo de 2015

PASARELA EN LA PREMIERE DEL CIRCO DEL SOL.

Noche de estrenos varios; en el Fígaro, La última sesión de Freud; en UNIR espacio, Las Mocedades del Cid, ambas producción de la Unir. Vuelve el Circo del Sol aligerado de perfecciones y fantasía; muy lejos de aquella aventura lírica y teatral que nos fascinó, una poética circense que iba más allá de una colosal integración de las artes; Amaluna fascina menos, aunque conserva parte la capacidad de convocatoria y para los menos exigentes no les importa lo que fue o ha dejado de ser. Es una marca, un sello. Y el estreno es un gran acto social con gente de la farándula; a los políticos les ha pillado en el inicio de la campaña electoral. Cruda realidad; y la foto no estaba allí.
Hago pasarela que es lo que me recomendaba Paco Umbral, “queridoooo a tí te falta pasarela”. Dos actores a los que admiro y, si alguna vez no los admiro, los quiero: Javier Gutiérrez y Juan Diego, estela luminosa y combativa del teatro español. Juan me llama hermano. De Javier Gutiérrez siempre digo lo mismo, “el mejor actor del mundo”. Y él siempre dice igual: “piensas como mi madre”. Me invita a comer con Andrés Lima, el crack de Animalario y con María Diaz, crack del periodismo teatral y de las relaciones públicas. O sea que la pasarela que me recomendaba Umbral ha dado sus frutos.
Juan Diego me anuncia un mega proyecto de producción teatral popular y exclusiva. La crítica en pleno en la pasarela de Amaluna. Y periodistas de toda índole y pelaje. Propaganda, la imprescindible, los crack propiamente dichos. Antonio Lucas, un crack del columnismo crítico español y un crack de El Mundo en tiempos de tribulación. Con él Lara, Lara a secas, como la de El doctor Zhivago, una crack de televisión española fin de semana. Hacemos grupo con Diana Fernández de Loaysa, una crack de la biología, y con David de Loaysa, un crack de la iluminación y la escenografía. Lara, periodista, considera que eso es pura creación. Comparado con el periodismo tiene razón. Aunque nunca se sabe; hay que ver lo que la llamada libertad de prensa es capaz de hacer, inventar y crear. En cuanto a glamour de pasarela, Antonio Lucas y yo, reconozcámoslo, al lado de estos tres, desmerecemos un poco.
Creo divisar a lo lejos a María Távora, nieta de Salvador Távora y por lo tanto, nieta mía. Falsa alarma de mi imaginación; me fascinan las flamencas y las folclóricas, como a un tonto una tiza. Junto a Lara y a Diana, habría aumentado el glamour. Tengo que decirle que les invite al estreno de Carmen, que bailará durante todo el mes de junio en Madrid. Carmen, la cigarrera; María está cumbre. Doy fe.


En plena vorágine brillantísima de contorsiones, malabares y saltos estratosféricos me comunican una realidad luctuosa; así de golpe, mientras contemplo con la boca abierta la construcción de palos, sustentada en una brizna, de Laura Jacobs, la diosa del equilibrio. Ha muerto Azucena. Me quedo sin respiración por la noticia más que por el prodigio de Laura Jacobs. ¿Quién es Azucena?. Era mi amiga. Podría decir que era la mujer de Félix Garcia, uno de los aficionados taurinos más solventes y severos. O que era la madre de Patricia García, excelente actriz, que es la que me informa y a la que no incorporo al grupo del glamour porque está de luto. A Almudena, muy aficionada a los toros pero más al teatro y a la buena literatura, le dedicaré algunas crónicas de mi blog en la isidrada que comienza. Al fin, la querencia. No he podido sustraerme al viciado embrujo de los toros y puntualmente estará mi crónica diaria en el Diario de Javier Villán.

martes, 5 de mayo de 2015

JT EN AGUAS CALIENTES. LOPEZ SIMON EN LAS VENTAS

*Pallantia taurina.
La tribu taurófila palentina, los viejos vacceos de Pallantia, prepara su arribada isidril a las Ventas. Viene a verme Chuco sumo sacerdote del navalonismo extinto. Navalón fue un grande de la crítica taurina. Me lo decía con frecuencia Joaquín Vidal: “grande, pero como crítico, Alfonso tiene tendencias autodestructivas”. Ahora los navalonistas leen a Carlos Ilián en Marca. Chuco me trae una docena de huevos, de las Ocas de Miguelín. Perdí la noción y la devoción del voto electoral. Votaría a las Ocas de Miguelín, si se presentaran a ediles/as. Chuco me trae tres botellas de vino para que las cate; vino nuevo del que no está seguro y recurre a mi magisterio.
Mari Feli Alonso Antolín su mujer, mi prima de Saldaña, por adopción y devoción, me regala el libro de Ángel del Olmo, Iconografía sexual en el Románico. Extraordinario libro sobre el cual habré de volver. Lo leí hace años y esta es una reedición aumentada. Fascinante: el sexo, sin veladuras, en los capiteles de los claustros conventuales; sexo de piedra entre motivos florales y vegetales. Primera reflexión, ¿lo contemplarían las monjas?. Segunda, qué harían después las monjas?. Correrían a confesarse?. Este libro requiere comentario pormenorizado.

**El éxito de JT en Aguas Calientes, territorio de la muerte.
Me llama Verónica Parizzi, teatrera y argentina, o sea una redundancia, fundamento de la Sala de Lavapiés. El Umbral de Primavera. Me recuerda el compromiso de la corrida del próximo domingo en las Ventas con ella y otro amigo suyo no sé si teatrero o periodista; es su primera corrida, una revelación, espera. Me llaman de México varios amigos, alarmados por una crónica de Amanda Isa en Marca sobre el éxito de JT en Aguas Calientes, el Gólgota de su resurrección. “Hermano, esta es tú revolución”. Y remarcan lo de TU, pues aunque veneran a JT, lo de Aguas Calientes les ha chingado. Prometen enviarme un vídeo, sólo he visto algún capotazo suelto.
Esa no es mi revolución porque yo no estoy ya en ninguna revolución. Y menos, taurina. Crónica memorable y valiente de Amanda Isa que es seudónimo de Borja Ilián, hijo del crítico de Marca Carlos Ilián. Borja anda por México en otras revoluciones. Puedo imaginarme el dolor filial de Carlos, tomasista de primerísima hora, conmigo y otros pocos pocos más; de cuando JT era para algunos una incógnita luminosa y para otros no era casi nada. Carlos sigue, yo hice apostasía: no me arrepiento de los fervores iniciales ni del escepticismo posterior. El titular de la crónica, Triunfo sin verdad de José Tomás, me recuerda uno mío en las Ventas: JT, Puerta Grande, Puerta Falsa. A estas horas, el tomismo religioso y virulento ya lo habrá crucificado. Volveré sobre el tema.

***Escaparate de librería. Círculos de Pablo Jiménez.
A Pablo Jiménez no le gustan los toros y ni falta que le hace; en cambio, es un poeta como la copa de un pino, que no es juicio muy académico, pero vale para entendernos. He leído su último libro, Círculos, Premio Leonor de la Diputación de Soria. Estos círculos nada tienen que ver con los círculos de una plaza de toros a los que dediqué hace años mi único poemario El fulgor del círculo, por el cual Umbral me llamó el Paul Valery de la poesía taurina. Los poemas de Pablo Jiménez son una poesía sólida aferrada a unos cánones clásicos; y el amor. La lealtad del amor como una pasión de fondo: de sentir y de padecer. Sigo desde hace 30 años el perfeccionismo de Pablo Jiménez fundado en una formación clásica de Latín y Siglo de Oro; o sea las fuentes claras y virginales. Siempre ha tenido el don de la perfección y de la música sinfónica, con ligeras fugas a lo quimérico y lo etéreo. Ha decantado su sabiduría, la ha asolerado y arromerado; pero no es una poesía crepuscular; es el reflejo de muchos crepúsculos. En Círculos hay fulguraciones imprevisibles, versos memorables que iluminan el conjunto: “Si sabes ser paciente, el insomnio se vuelve soportable”. Un ejemplo.

viernes, 1 de mayo de 2015

GONZÁLEZ-RUANO NO ERA UN MALDITO; ERA UN CANALLA.

Catálogo de gestos; la estética como ética.
César González-Ruano no era un maldito ni un bohemio; era un canalla dentro de una estética nicotínica y cadavérica. A Ruano lo admiraban y querían Manolo Alcántara, Paco Umbral y Raúl del Pozo, mejores escritores que él cualquiera de los tres. Era un canalla que trapicheaba en París con pasaportes para judíos que acababan en los campos de concentración. Hasta a los nazis les pareció deleznable y repulsivo.

Evocación 2 de mayo.
Pienso que a España le hubiera ido mejor con las ideas ilustradas de Napoleón que con los curas trabucaires de la Guerra de la Independencia. Pero al hombre ibérico se le tocó la fibra patriótica y ahí está el quid. Evoco versos reflejo de aquel día 2 de mayo heroico: “oigo patria tu aflicción/ y escucho el triste concierto/que forman tocando a muerto/ la campana y el cañón./ Sobre tu invicto pendón/ miro flotantes crespones,/ de la Iglesia las plegarias/ y del arte las canciones/ lloras porque…” etc. etc. etc. Ahí queda Bernardo López García. Y ahí queda, sobre todo, GOYA y Los fusilamientos. Y la invención de la guerrilla urbana.

Alforjas para la poesía.
Raúl del Pozo ha llamado a la lista del poeta Luis García Montero, de Izquierda Unida para la Cam, Alforjas para la Poesía. Alforjas era una sesión de versos de poetas, afines a Conrado Blanco, los domingos en el Lara después de la misa de 12 y los pasteles para la mamá. Lo que sea,  el viejo agitprop se ha puesto en marcha en torno a García Montero con la inmediatez instintiva de los viejos conspiradores: Miguel Ríos, Juan Diego, Sabina, los rockeros que nunca mueren; estética de los melancólicos. Votaré a Izquierda Unida, si es que voto, costumbre que he perdido. Descarrilado Podemos, es el momento de IU. La poesía al poder; que callen los políticos y hablen los poetas. Maiakowski era más radical: “que callen los oradores; camarada máuser, tiene usted la palabra”.

Manuel Hidalgo, estética del estreno.
Coincido con Manuel Hidalgo en el estreno de Pingüinas, en la butaca de al lado, codo con codo. Hidalgo, con Paco Umbral, fue quien más confió en mí en El Mundo. Esa confianza me ha llevado a escribir unos 5.500 artículos y los que vienen. Practica la estética del estreno, es decir la cortesía del aplauso. Yo no. Yo últimamente reivindico el pateo en asociación con José Pedro Carrión y Peris Mencheta. Además el espectáculo de las Pingüinas me parece lamentable: ni vanguardia ni provocación. Me pregunta solícito por mi salud y le contesto que bien, que un día me reparan un hueso, otro día me lo tuercen, otro violentan mi esqueleto. Responde: “tú siempre has practicado la estética del desguace”. Vicente Aleixandre practicaba la estética de la eterna mala salud de hierro. Mi cojera no acaba de definirse con gran disgusto de Pepe Lucas: Quevedo, Byron o el Cojo de Cádiz. Lucas prefiere Quevedo y hubo un tiempo que empezamos ensayar. La salud le ha pegado un arreón, me cuenta Antonio Lucas que como articulista, su feroz mordacidad, va más allá de sus tres maestros: Umbral, Alcántara, Raúl.
Le mando un abrazo al gran patriarca de Murcia y de la pintura mediterránea. A la chica de Antonio, Lara como la heroína de Pasternak, presentadora del fin de Semana de la Tele, la acosan en las redes; ya los han trincado y al trullo. Bieeen.

Eduardo Galán, Silvia Marsó y el pelotazo del Zoo de Cristal.
Por esas antenas de productor, que se le afilaron cuando fue Subdirector General de Teatro, Eduardo Galán detecta que el espectáculo de Las Pingüinas no me ha gustado. Lo lamenta. Él no se pronuncia. La estética de Galán ha sido siempre una estética llorona que nada tiene que ver con la estética del perdedor, tan cara a mi generación. Pero ahora, desde que ha pegado un pelotazo con Silvia Marsó y El zoo de Cristal, no llora, se previene. Como el judío aquel que se lamentaba “qué sed tengo, que sed tengo”. Y cuando le aplacaron la sed con un vaso de agua cristalina y fría siguió lamentándose “qué sed tenía, qué sed tenía”.

Laudatio de Arturo Fernández.
Arturo Fernández me decía el otro día que en España no hay izquierda desde que murió su padre. Su padre era un sindicalista asturiano que estuvo exiliado treinta años. Arturo practica en política la estética del escepticismo y en teatro la estética del glamour, el eterno galán de 86 años que encandila a las señoras maduras y fascina a las hijas y las nietas de las señoras maduras. Bien podría decir como Campoamor, con la melancolía de los seductores crepusculares; “las hijas de las madres que amé tanto/ me miran ya como se mira a un santo”. Está en un momento de actor importante como se demostró la noche del Valle Inclán. De haber vivido Paco Umbral y Paco Rabal, sus grandes amigos, lo hubiesen sacado a hombros del Teatro Real. Yo, que practico la estética de la cojera quevedesca y del desguace, como dice Hidalgo, me limité a felicitarlo y a aceptar que me invite en Támara, el restaurante de Lorenzo y Mariángeles. En Támara le ponen alfombra roja y apenas come; se pasa el tiempo firmando autógrafos y haciéndose fotos con los clientes.

P/S: A la entrada de Pingüinas, alguien me dice, "Casimiro está en el corredor de la muerte". 15 meses le ha durado el cargo de Director de El Mundo. No me lo creo. A la salida busco a Lucía Méndez, puntal de Opinión del Mundo. No la hallo; estará felicitando a Juan Carlos.