domingo, 11 de mayo de 2014

SAN ISIDRO (II) JUAN DEL ALAMO, FUTURO PERFECTO

Juan del Alamo sigue rebanando orejas en las Ventas del Espíritu Santo; a oreja por tarde viene saliendo el salmatino. Las otras no le sirvieron de mucho, salvo para la propia convicción, y la autoestima como  posibilidad de torero grande. No es poco. Si la oreja de hoy no le vale para poner boca abajo el escalafón esta temporada y el mercado,  es porque el escalafón y el mercado están fuera de sus goznes y del equilibrio natural. O sea que ya están boca abajo, pero a la inversa, a la mala. Dos toros distintos y con distintas exigencias. El sobrero de Vellosino Y el titular de Martín Llorca. Un torero, por lo tanto, dúplice y plural; clasicismo, ortodoxia y arrebato y valor. ¿Es clásico o romántico, Juan del Álamo?. Es un torero joven que está absorbiendo todo lo bueno que le llega. Una esponja que afirma dia a dia su porosa personalidad empapándose de todas las raices castellanas; o sea universales.  Será un torero grande  si centra su aprendizaje, ya muy avanzado,  en los siguientes puntos: la izquierda sublime de José Ignacio Sánchez; el magisterio, el temple y la solemnidad de Santiago Martín; la hondura, los terrenos y el temperamento fiero del infortunado Julio Robles. Entonces será no una figura, que también, sino un maestro. 

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