lunes, 13 de junio de 2022

 

Marisol, resplandores y cenizas de un mito

Hace años  que se retiró de los fastos de la vida mundana y eligió el silencio. Pero los mitos, aunque lo sean a su pesar, nunca se van de nuestros recuerdos. Y vuelve ahora. Exposición de fotografías, una vida en imágenes, que sobre Pepa Flores, ha montado en la Academia de Cine, el fotógrafo que más la retrató,  que la retrató desnuda, Cesar Lucas; Marisol, el resplandor de un mito.  Aunque a muchos no les gustaran  sus películas de niña prodigio, amábamos a Marisol, un rayo de sol con el cual el franquismo cruento trataba de iluminar sus miserias. Y no dejamos de amarla,  cuando dejó de ser la Marisol, explotada ultrajada por  Goyanes, su marido, para diversión de la gusanera franquista. Pese al éxito fue una niña desgraciada. Y pese al amor tórrido con el incandescente Antonio Gades, fue siempre, al menos para mí, Marianita Pineda bordando la bandera de la libertad, Mariana Pineda, ¨´en cadalso por no declarar¨´. Gades la hizo comunista, la llevó a Cuba para levantar el puño con Fidel Castro cantando la internacional. Y luego Gades  la abandonó por una chocolatera suiza me parece, chocolatera y acaudalada no podía ser otra cosa que suiza, claro está. Pepa Flores se resignó, yo dejé a Goyanes y Gades me deja a mí. Personalmente solo la ví una vez, en la acera del Café de Gijón. Inevitablemente quedé fascinado. Pepa Flores era puro magnetismo. Me la presentó Pepe Diaz, el pintor rojo de Campo de Criptana al que yo dí en llamar el Picasso de la Mancha, que preparaba apuntes para un retrato de  Antonio Gades ya universal.

El desnudo de Marisol, en la portada de la revista Interview y en páginas interiores, seis años después de que Cesar Lucas lo captara en una playa solitaria,  marca el fin del franquismo crepuscular y el principio de las libertades, un antes y un después en el devenir de España. Ignoro cómo Marisol, bellísima e inocente, vivió aquel acontecimiento. Posiblemente como una fatalidad más de las muchas que han jalonado su vida.

Como periodista siempre arrastraré la frustración de no haber podido entrevistar a Pepa Flores. El pintor segoviano Jesús García, amigo de María Zambrano, de Juan Manuel Caneja y sumo sacerdote del culto a Pepa Flores siempre me disuadió del intento, ni lo intentes y yo no ayudaré a profanar su retiro, me dijo un dia. El fotógrafo Cesar Lucas, muñidor de esta exposición ¿ha profanado el retiro de Pepa Flores?. Dígalo él porque Marisol no lo dirá nunca.

 

 

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