miércoles, 24 de febrero de 2016

LA FARÁNDULA, CON SALVADOR TAVORA EN EL ESPAÑOL.


 Premio de la ADE  al fundador de la Cuadra.
No tengo noticia de que Celia Mayer ni su superior en jerarquía municipal, Manola Carmena, ni Rita Maestre, en capilla por sacrilegio obsceno,  estuviesen anteayer en el Español en la entrega de los Premios de la Asociacion de Directores de Escena. Me dicen que anduvo por allí Jesús Carrillo, encargado de eventos culturales del Ayuntamiento. Vale, pero no es igual. Mala cosa esa, pues además de descortesía  con la Ade y los premiados, esa ausencia manifiesta desdén, o por lo menos negligencia, hacia el teatro en general.

¿Sabe la señorita Mayer quién es Salvador Távora, fundador de la Cuadra sin la cual no podría entenderse el teatro de la segunda mitad del siglo XX  de España?. Como fenómeno teatral y como baluarte antifranquista. Toda la Farándula al lado de  Salvador Távora, menos yo que andaba de galenos feroces e impiadosos. Tanta gente había  que a Mayer no se le echó en falta; pero hubiera sido un gesto. Y a Manuela Carmena, tampoco; ay Manola, ¡!quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras!!.

Esta lamentación o planto es  plagio de  Miguel Hernández, una obra del 33 que publicó José Bergamín, que era cristiano y comunista, en Cruz y Raya.  Ojo con la calle si es que tiene alguna en algún sitio.  ¿Sabe la edila de cultura algo de J.A Hormigón y su colosal obra de teórico y estudioso,  amén de su labor de director y autor?; y de sus confrontaciones  con la dictadura?. De Hormigón podría decirse, como de Pico della  Mirándola, que sabe “de omne re scibili et quacumque alia”.

 Señorita Mayer, anímese a pisar el patio de butacas del Español. El teatro no mata, palabra. Solo envenena a los cómicos a los que devora con una pasión infinita y tóxica. Ustedes dijeron que traían un plan; háganlo público de una vez si el actual nos les vale; y yo les juro que si es mejor que el de ahora en el Español, todos lo  respaldaremos. Se rumorea que al frente de ese plan podría estar Gerardo Vera, que es un gran director que está maniobrando en la sombra. No lo creo. Admiro a Gerardo, pero no lo veo como hombre ventanero ni intrigante.Ni haciéndole pasillo a Celia Mayer.

A mí me parece que a ustedes el teatro les importa un carajo y que lo consideran irrisorio y prescindible; en suma, que el teatro se la suda igual que se la sudan otras cosas;  pero en esas cosas no voy a entrar porque no son de mi negociado. Vamos, que el teatro es una mariconada como dijo en célebre  ocasión su jefe Pablo Iglesias. Con lo cual Pablo Iglesias  no solo demuestra su incapacidad para encabezar un proyecto político y cultural de izquierdas, más allá del Patio de Maravillas de los okupas, sino que desprecia el legítimo derecho de cada cuál a ser  maricón, o manfrodita, como dicen en mi pueblo de Torre de los Molinos. Esta no es la izquierda que algunos viejos rokeros como Távora y Hormigón, y un servidor de ustedes sueñan.

Torre de los Molinos y Fontseré

Torre de los Molinos, mi pueblo, es una aldea de Palencia deshabitado en invierno y muy poblado en verano al que no sé por qué razones, tiene querencia el genio de Joglars Ramón Fontseré con el cual almorcé el otro dia en el Café Gijón. Fontseré es un genio de la interpretación, en sentido literal del termino genial. Es un payés del Ampurdán, como yo soy un campesino de Tierra de Campos;  en la Metrópoli se encuentra un poco desorientado, salvo cuando sube al escenario del Vallé Inclán para hacer de Brecht-Galileo y acaba con el cuadro. Cree que el Café Gijon es la corte de los intelectuales sin pararse a pensar qué cosa sean los intelectuales ni siquiera si quedan intelectuales. He visto a Fontseré para hablar de una nueva edición de Los toros a escena que me ha encargado Gonzalo Santonja para el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua. Le cuento cómo aprendí a ver teatro entre bambalinas y en los camerinos de Madrid, antes de que se me ocurriera escribir de esto. Yo creo que esa experiencia de mi juventud me obliga a ver el teatro, como crítico, de otra manera.

Con Fontseré siempre pasa igual; empezamos hablando de teatro y enseguida, con una larga cambiada, pasamos a los toros. De forma natural, sale al ruedo la figura de Manolete del que siempre se han dicho barbaridades y al que ahora Carmena, o la catedrática Rita Nuñez cubana gusana o castrista no sé, le  quieren quitar la plaza acusándole de facha. Manolete pegó tiros en el ejército sublevado, pocos pues se libraba de ir al frente por ser torero; pero cuando iba a México confraternizaba con el  exilio y con Indalecio Prieto.  Los exiliados se rebrincaron y tiraron tornillazos cuando don Inda dijo que desde Hernán Cortés, Manolete era el único español que  había hecho algo importante en México; o algo así. A Fontseré le prometo mi diccionario Tauromaquias y llevarle por todas las tabernas taurinas de Madrid, que es donde verdaderamente se aprende de toros. Estoy seguro de que Ernesto Caballero estaría dispuesto a acompañarnos.

1 comentario:

  1. Mi admirado Javier. Pocos quieren aceptar que Manolete ayudó económicamente a muchos republicanos exiliados en México. Tildarlo de facha ahora es una insensatez y un mal pretexto ( razones no existen) para quererlo borrar el mapa. La izquierda debe mirar los escritos de Don Tierno Galván , la defensa de Calamaro, la brillantez de mi paisano el maestro Botero, la contundente respuesta de Loquillo y dejarse de monsergas. Te escribo desde Bogotá con el afecto de siempre y con la falta que me hacen esas conversaciones de a pie por las calles de Zaragoza. Fortísimo abrazo ahora que PSOE y CIUDADANOS vuelven con la farsa del bienestar animal mientras los seres humanos mueren en las calles ateridos de frio y hambre. Me duele que esta "nueva " izquierda olvidé los valores de Salvador Tabora a quien hemos disfrutado en Colombia.
    Mis respetos para ti

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