Requiescat. El dolor no
admite demora
Una carretera vacía,
un cuerpo roto muerto instantáneamente, una loca al volante. Y una familia de 11
hermanos destrozada por el dolor. Adiós Francisco; tu afición a la lectura, sin
medios, tu curiosidad por el saber, dentro de unas precarias condiciones, tu
cariño silencioso. Ya no te mandaré más libros, que leías puntualmente; ni
esperaré tus comentarios sobre las críticas de toros y de teatro. Pero te
seguiré queriendo. Y un beso fuerte, fuerte, para tus hermanos. Siempre vivirás en mi corazón y en el de Ana.
Nadie muere mientras viva en el recuerdo.
Numancia que Roma no
doblegó, vencida por el teatro
No hay gloria eterna. Numancia resistió a los romanos, pero
no puede resistir la derrota del teatro. Nunca ha tenido demasiada suerte, Canseco quizá. Hordas de una vieja pre Hispania,
comandadas por un presunto actor de nombre Alberto
Velasco, han incendiado las redes pidiendo una ordalía contra mi persona.
Que Dios los asista. No tengo que pedir disculpas. Las pediré cuando Pérez de la Fuente, Luis Alberto de Cuenca y esa extraña tribu
que propaga la legítima doctrina de la obesidad frente a las proporciones
áureas, peregrinen a Numancia, al Convento de las Trinitarias y a Alcalá, y pidan
perdón a los numantinos y a Cervantes. De esta colosal prevaricación de
Pérez-Cuenca, se salva la escenografía de Alessio
Meloni, Beatriz Argüello, y lo
que generosamente señala mi crítica. Respecto a la defensa de la deformidad
corporal, frente a Vitrubio, nada que oponer; aunque a mí me gustaría ser guapo
y gallardo y menos cojo, sobre todo a los 74 años. El otro día en un estreno Claudia Gravi se ofrecía a perfeccionar
mi cojera en plan lord Byron. Le gusta
más que el estilo Quevedo.
Y otra cosa nada baladí; vincular el cese definitivo de la
dirección del Español a la buena o mala crítica de Numancia, es una maniobra rastrera del todavía director.
Ocurra lo que ocurra, quede claro que mi crítica no tiene culpa de nada. He
apoyado hasta la extenuación la permanencia de Pérez porque
es un buen director y su programación me parecía fiable; sobre todo, lo
referido a Alfonso Sastre y Max Aub, que no sé cómo está.
Preguntaré a Alfonso. Por lo demás, ¡a mi que me registren!
Para seguidores de Alberto Velasc: o error de personaje. Numancia, muerta de hambre, literalmente, ¿cómo puede existirs un personaje que se ha comido toda la despensa?. El monstruo, insisto, no es Velasco; es el personaje monstruoso y violador; eso no es Cervantes, sino Cuenca y Pérez.
Para seguidores de Alberto Velasc: o error de personaje. Numancia, muerta de hambre, literalmente, ¿cómo puede existirs un personaje que se ha comido toda la despensa?. El monstruo, insisto, no es Velasco; es el personaje monstruoso y violador; eso no es Cervantes, sino Cuenca y Pérez.
Sonetos para una dama
El pasado martes publiqué en el Mundo una loa a Nuria Espert en tres sonetos imperfectos
sin duda que, disculpen ustedes la
inmodestia, es un trabajo insólito en un periódico diario. Algunas jóvenes
actrices me preguntan qué hay que hacer para merecer ese elogio poético. Muy sencillo, ser Nuria Espert. Para quienes
se le escapó el artículo, Desavenencias el Mundo día 18 pasado de abril, copio
los sonetos.
Versos de Arte Mayor para Nuria
Espert
TEJEDORA de sueños, hilandera
del copo, de la flor y
de la llama.
La que enhebra la aguja y se proclama
diosa de la farándula y santera;
de Eurípides la voz;
santa y ramera,
dulcísima en silencio ríe y clama;
en papeles de fámula
o gran dama
a la que el astro sol
arde y venera.
La que al verso somete,
la que amansa
tempestad de palabras
en espumas.
La que nunca flaquea
ni se cansa
volando entre las
nieves o las brumas.
Sacerdotisa, en vez de
restar sumas.
Y en ti el sueño se mece y se remansa.
LORCA te da limones de sol frio,
Yerma, estéril de
macho y primaveras,
sequedad de rastrojos,
polvo y eras.
Adela su tristeza de
rocío;
Bernarda hiena, hierro
y enlutada.
Sangre y boda de pana
y de cuchillos,
los cascos del caballo
sacan brillos
a la luna y la noche
alborotada.
Relincha el garañón,
Pepe el Romano
busca un virgen
desnudo en la ventana.
La luna se desangra
vena a vena
de estaño derretido
por tu mano.
Mientras, la almohada humedecida y vana
huele a azahar, romero
y hierbabuena.
SARTRE pone en tu boca la emoción
de puta santa. Brecht y el ángel bueno
de Swam, te mira
dúplice; y, de pleno,
Hamlet te da venenos
sin perdón.
Genet es tu criada y te venera,
Lope te esconde tu alma en el almario
y conserva tu amor en un sagrario.
Miller te besa y libra de la hoguera.
Lope es tu amante infiel y libertino,
mientras Victor García, temerario,
te hace subir del Gólgota al calvario.
Victor maldito y
cruel, el genuino.
¿De quién eres vestal
y relicario?
¿Cuál es tu soplo, cuál tu don divino?
Estrambote múltiple y
desorganizado.
¿Eres sacerdotisa o eres diosa?
¿Eres la religión o el
oficiante?
Eres mujer o esa
suprema cosa
que se llama teatro,
susurrante.
Altar y sacrificio y
camerino,
lugar sagrado del
sueño y del milagro.
¿De dónde vienes, Shakespeare o Cervantes?
¿Cuál es tu origen, Lorca o Siglo de Oro?
¿Cuál es tu fin, quién te vio errante
desnudarte tu pie, velando tu cintura
de cortesana dulce,
pura, orante?
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