PATÉTICA BELLEZA
Autor, Sanchís Sinisterra.
Versión y dirección; Magüi Mira. Escenografía; Curt Allen Wilmer y Leticia
Gañan; Iluminación, José Manuel Guerra. Intérpretes, Pepón Nieto, Jesús
Noguero, Clara Sanchis, Karina Garantivá, Pedro Almagro, Jorge Basanta y
varios/as. CINCO
En Naufragios de Alvar Nuñez, Magüi
Mira y Sanchís Sinisterra alimentan con entusiasmo la leyenda negra de España;
unos conquistadores que se traicionaban y robaban entre sí, tras engañar al
indio con baratijas a cambio de oro: corrupción contra inocencia. No llegan a la dureza dialéctica de Fray Bartolomé de las Casas y
parten de la crónica de Alvar Núñez, superviviente de insólitos peligros, con
tres de sus compañeros. A Alvar Núñez le esperaba en España una esposa
solitaria, Mariana, que encarna con cierto patetismo una Clara Sanchís
demediada y sonámbula. Correcta interpretación en general y de Jesús Noguero en
particular. Los españoles, que conquistaron el Nuevo Mundo, eran delincuentes
que nada tenían que perder. La escoria
de España. No podía pedírseles refinamientos y cortesías. En una película de mi
niñez, apologética y tendenciosa por supuesto, titulada Alba de América hablaban
dos marineros cuando se aproximaban a tierra: “Dicen que las indias andan
desnudas y caen de los árboles como frutas maduras”. Riquezas y fornicación,
este era el espíritu de los conquistadores contra el que Magüi Mira levanta
cumbres de belleza. Es un montaje
eminentemente plástico, sensorial. El
impacto inicial, de un grupo de indios caminando bajo la lluvia es
irreprochable. El caballo desde el que
perora Pepón Nieto, tuerto, violento y
convincente, como Pánfilo de Narváez,
aporta la contundente materialidad de la conquista; el terror que inspiraba aquel ser desconocido y terrorífico sobre el que
volaba el rayo de la muerte.
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