Reflexiones y comentarios sobre la actualidad política y cultural.
jueves, 29 de septiembre de 2022
sábado, 17 de septiembre de 2022
Lope y sus doroteas. Ainhoa
Palencia, patria del Teatro
Dentro de muy pocos días tendrá
lugar en Palencia, la representación de Lope y sus doroteas o cuando Lope
quiere, quiere, obra de Ignacio
Amestoy, con dramaturgia y dirección
de Ainhoa Amestoy. Según viejos
cronicones, o leyendas de boca a oreja, que yo suelo tomarme al pie de la
letra, el teatro nació en Palencia con El
auto de los Reyes Magos, que escribió para una hermana monja Gómez Manrique, señor de Amusco,
político enredador y pendenciero, intelectualmente se entiende, tío de Jorge
Manrique, el de las Coplas, de Paredes de Nava, patria de los Berruguete.
No es de extrañar, por lo tanto, que a la gente de Palencia les guste el teatro y que para los teatreros de España sea plaza
querida y deseada. Lope y sus doroteas, pues, cierra el círculo
de Palencia y los Amestoy. Y me trae a
la memoria que No es el primer encuentro del apellido Amestoy con
Palencia. Hace algunos años Ignacio Amestoy, ganó me parece recordar, el premio de textos Ciudad de Palencia
que patrocinaba el Ayuntamiento y organizaba la Fundación Caneja bajo la batuta
de Rafael del Valle y el apoyo logístico de Rubén del Valle. Ruben ha sido y es engranaje clave en la
Fundación.
Por otra parte este artículo
cierra también, sin que la excluya o elimine, mi relación con el Diario Palentino, en el cual publiqué hace siglos el primero de
los casi 8000 que en mi vida, ya un tanto cansada de periodista, he publicado.
Se trataba de un comentario sobre un bar de Saldaña, en el cual no había
camareros ni cajero. La gente llegaba, se servía lo que le apetecía y,
honradamente, depositaba el dinero correspondiente de la consumición en la caja.
Fue el único artículo mío que, me parece, vieron publicado mis padres, el señor
Francisco, herrero y peatón cartero de Carrión de los Condes a
Torre de los Molinos, y la señora Rosario que me inculcaron el amor
al teatro, pues aunque pobres eran muy cultos y dirigían comedias con los mozos
del pueblo. Incluso salían de gira, ida y vuelta en el dia, por la provincia.
Si tuviera que explicar el meollo de Lope y sus Doroteas o cuando
Lope quiere, quiere, diría que es
uno de los textos más clarividentes que sobre Lope de Vega, el clérigo atormentado,
fornicador y temeroso de Dios y, por encima de todo poeta, se han escrito. Teatro dentro del teatro. Metateatro. No trata
de Lope, es Lope. Si el autor de El arte de hacer comedias, las
urdía con tal facilidad que le permitió decir que en menos de horas
veinticuatro pasaron de las musas al teatro, en cuestión de amores y
amoríos no era menos urgente, aunque siempre hay una que marca más que las
demás. Un excelente actor, Angel Solo, ha substituido a Ernesto Arias
que se descolgó del proyecto. Lorenza Sánchez, algo más que un ama de
llaves, la interpreta una rotunda Lidia
Otón, especie de corifeo sin coro. Y como no hay función buena, sin buenos
secundarios, ahí están Nora Hernández y Daniel Migueláñez
multiplicándose y doblando papeles. Como escribe Emilio Pascual ¨´la
obra está escrita pensando en la complicidad del espectador, en el espectador
de hoy, que quizá no sea tan distinto del espectador de entonces¨¨ Ese es el objetivo de todo buen teatro y aquí
está cumplido de sobra. Respecto a la escenografía y vestuario de Elisa Sanz
y la iluminación de Marta Graña, se atienen a otra norma escénica imprescindible;
no entorpecer la acción y el movimiento de los actores.
domingo, 4 de septiembre de 2022
Agujeros negros en los SANFERMINES.
Hace hoy 25 años. Miguel Angel
Blanco, Concejal de Ermua por el
pepé, asesinado por ETA, friamente de
dos tiros en la nuca, al no acceder a un intercambio de presos. Hace 25
años. Sigue siendo la baza macabra y cínica de la derecha salvaje. La izquierda, aunque lo temíamos, la verdad
es que no esperábamos clemencia. Jugábamos al mus en el hotel Maisonave de
Pamplona Carlos Gil, crítico de teatro y televisión del diario abertzale
Eguin, quizá ya Gara por sanción y prohibición; yo de compañero con
Eduardo
Mateo, docente e historiador del
destino en México de los niños de la Incivil guerra del 36, Iurgen o
algo parecido, alemán pamplonizado in eternum para aprender MUS, sin
conseguirlo del todo. Y yo. Un chaval de
apenas once años, David de Loaysa, futuro escenógrafo, feliz hasta entonces en
los sanfermines, lívido, dejó de traernos café y güisqui, algo grave percibió. Días antes el Mundo de PedroJOTA le había
publicado , y pagado 7000 pesetas, por
una foto de Arthur Miller, de incógnito en Pamplona.
El órdago, cualquier envite, se nos heló en la garganta. Sanfermines
amargos y aún nos quedaba por ver el asalto a la plaza de la Misericordia, a
los dos o tres días, de fuerzas especiales de asalto llegadas desde Madrid y la
muerte de Germán Rodriguez, mozo sanferminero de un tiro en la Avda
Ronsevalles, cerca de la Olla, bar en el que a la salida y entrada de la plaza
tomábamos Cava. Claveles en su tumba, silencio y luto en las peñas y en el
sombrero de Paco Apaolaza adornado de cientos de pins.
Agujeros negros en los SANFERMINES.
Miguel Angel Blanco, Concejal Ermua de la derechona pepera,
asesinado por ETA, friamente de dos
tiros en la nuca, al no acceder a un intercambio de presos. Hace 25 años. Sigue
siendo la baza macabra y cínica de la derecha salvaje. Aunque lo temíamos, la verdad es que
esperábamos clemencia. Jugábamos al mus en el Maisonave Carlos Gil, crítico de
teatro y televisión del diario abertzale Eguin, quizá ya Gara por sanción;
Eduardo Mateo historiador del destino en México de los niños de la Incivil
guerra del 36, Iurgen o algo parecido, alemán pamplonizado in eternum para
aprender MUS, sin conseguirlo del todo. Y yo.
Un chaval de apenas once años, David de Loaysa, futuro escenógrafo,
feliz hasta entonces en los sanfermines, lívido, dejó de traernos café y
güisqui, algo grave percibió. Días antes el Mundo de PedroJOTA le había publicado
, y pagado 7000 pesetas, por una foto de
Arthur Miller, de incógnito en Pamplona.
El órdago, cualquier envite, se nos heló en la garganta. Sanfermines
amargos y aún nos quedaba por ver el asalto a la plaza de la Misericordia, a
los dos o tres días, de fuerzas especiales de asalto llegadas desde Madrid y la
muerte de Germán Rodriguez, mozo sanferminero de un tiro en la Avda
Ronsevalles, cerca de la Olla, bar en el que a la salida y entrada de la plaza
tomábamos Cava. Claveles en su tumba, silencio y luto en las peñas y en el
sombrero de Paco Apaolaza adornado de cientos de pins.