sábado, 4 de marzo de 2023

 

NUEVOS TIEMPOS  EN LA FUNDACIÓN CANEJA. Art publicado @diariopalentino

Miguel Guardiola, nuevo director de la Fundación Caneja, un técnico con acreditada  solvencia  en estos menesteres,   sustituye a Rafael del Valle, que dedicó buena parte de su vida de historiador  y escritor a un fervoroso canejismo militante.  Adiós a Rafael del Valle y bienvenido Miguel Guardiola al que nunca los amigos de Caneja le negaremos nuestra colaboración.  Ignoro el verdadero alcance de su interés por Juan Manuel Caneja y hasta qué extremo sintoniza con la estética de este pintor de culto, el pintor de los campos de Castilla, un poscubismo de nuevo cuño.  Y poeta, ¨´ay amigo, detrás del amarillo, canta el pájaro¨. Sus poemas están recogidos en el volumen Versos ocultos, que en parte patrocinó Isabel,  en coedición con la modesta editorial, Molinos de Agua. Blanca Andreu miraba con cierto recelo mi  actividsmo en   torno a la Fundación y la obra de Caneja, ignoro por qué. Un dia me soltó a quemarropa la siguiente pregunta, impropia creo yo, de una poeta exquisita,¨¨ y tú qué tapiñas  en todo esto?¨. Supongo qué quería decir qué me llevaba de todo esto. O, para ser más acorde con su vocabulario, si yo ponía  el cazo

Nuevo director, nuevos tiempos que nunca olvidarán el cuidado siempre alerta de Rubén del Valle, sin el cual tampoco se entendería el buen funcionamiento del  organismo. Y parece que Guardiola ha empezado cambiando el nombre de Fundación Caneja por el de Centro de arte o algo así. Lógico si los símbolos canejianos,  su mejor pintura en exposición permanente y el gran mural del vestíbulo con su fotografía, han sido descolgados.  Insisto que hablo por referencias y si estoy errado, dispuesto estoy a rectificar. No puede negársele coherencia a Miguel Guardiola. Y si viviera Juan Benet, un ingeniero metido a novelista, autor de Herrumbrosas lanzas y  amigo de los Caneja,  seguro que le daría la razón. Juan Benet desdeñaba la obra de Caneja, pintor, según él, de un solo cuadro repetido infinitamente.  Juan Benet no era experto en pintura, pero fue benefactor de los Caneja. Quizá tampoco era buen novelista. Pero en eso no entro pues es campo de los críticos literarios. Al enviudar de sus mujer que se suicidó tirándose por una ventana, me parece recordar, Benet casó con Blanca Andreu, premio Adonais de poesía, que un tiempo frecuentó sin demasiado entusiasmo por parte de Isabel, la casa de Manuel Cortina 11, sexto b. Blanca Andreu  y un precioso título,¨¨la muchacha de provincias que se vino a vivir en un Chagall¨´ , cita de memoria acaso inexacta, venía avalada por los pintores, Jesús García de la Torre y Jesús Pacheco que adoraban a Caneja y sus cuadros. Juan Benet era hermano de Paco Benet exiliado en París y urdidor de la mítica fuga del Valle de los Caídos, de Lamana y de Sánchez Albornoz.  Paco era el verdadero amigo de los Caneja. Pero Juan,  un joven y espigado  y compasivo,  acompañaba a Isabel Fernández Almansa al penal de Ocaña cuando esta iba a ver a Juan Manuel preso. Hay un magnífico cuadro de Caneja, uno de los pocos en que aborda la figura humana fundiéndola con el paisaje, que se titula precisamente Iban a comunicar.  O sea, a visitar al  preso y llevarle algunas viandas.

Ciertamente, de confirmarse esos indicios, naturales cambios de orientación,  esa no es la Fundación Caneja, destinada en sus orígenes a difundir y analizar la pintura de Juan Manuel; un pintor de culto para coleccionistas y amantes de la pintura,  pero  un pintor muy poco conocido al fin y al cabo. Ignoro qué piensa de todo esto Juan Manuel Bonet, patrocinador en cierta medida del actual director, miembro del Patronato de la Fundación designado, si la memoria no me falla,  por Isabel Fernández Almansa, y canejista  libre de toda sospecha.

 

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